martes, 4 de junio de 2019

Crítica: Endzeit (2019)


Producción alemana dirigida por Carolina Hellsgard y escrita por Olivia Vieweg. Se estrenó  de manera limitada en cines dentro de México el pasado 24 mayo, aunque no parece que vaya a recibir exhibición en otros mercados dentro de un futuro cercano.

Sinopsis:

Han pasado dos años desde que un virus que convierte a la personas en zombies infectó a Alemania, con excepción de un par de ciudades. En la conflictiva Weimar se encuentran Vivi (Gro Swantje Kohlhof) y Eva (Maja Lehrer), dos chicas con distintos problemas que escapan de ahí para poder llegar a la que se considera como un paraíso: Jena.



Comentarios generales:

Una película alemana de zombies que no esté ligada a algún tema nazi no es algo que se pueda ver todos los días, ya que pareciera que cuando se trata de dicho subgénero en aquel país es prácticamente una obligación añadirlo. Por eso cuando de la nada salió un proyecto que no lo incluye mi curiosidad se disparó de inmediato debido a que representaba una oportunidad para ver algo fresco y ciertamente Endzeit llena ese deseo, aunque no con los mejores resultados.

Principalmente porque la visión un poco más intima de Hellsgard y Vieweg en todo momento choca con la naturaleza violenta y a gran escala que tienen las historias sobre el apocalipsis zombie, lo cual provoca que el ritmo durante toda la película sea uno bastante problemático gracias a que resulta evidente que la directora le otorga más cuidado a las escenas que se realizan en espacios pequeños que a los que involucran un entorno abierto. Situación que beneficia al primer acto al ser el que más recae en este tipo de momentos para establecer las motivaciones de cada una de las protagonistas y su compleja relación.

Así el inicio es lento pero presenta un desarrollo acertado, sin embargo, una vez que la historia empieza a requerir de más dinamismo este simplemente nunca llega y se da un estancamiento por demás evidente. Ya que cada vez que parece que las cosas van a intensificarse se vuelve a caer en la pasividad de los pleitos entre las protagonistas que resultan desesperantes, no solo por el hecho de que no son interesantes, sino porque evidencian la falta de evolución en los personajes y poco a poco se va perdiendo la sensación de que se encuentran dentro de un apocalipsis zombie.

Además durante el segundo acto se integra un nuevo personaje que debería de ser el responsable de clarificar ciertas preguntas que hasta este punto no se habían tratado, aunque lamentablemente su presencia no hace nada de esto. Solo revuelve más el concepto de que la naturaleza es la responsable y no se profundiza demasiado al respecto, dejando la sensación de que todo esto solo fue relleno.

La parte final fue la que más me gustó. Por momentos resulta frustrante porque la evolución de Vivi y Eva sigue siendo nula, pero al menos se construyen situaciones de apremio efectivas que añaden una tensión tan necesaria a estas alturas; además de que por fin logran darle cierto peso a los zombies para tener un cierre decente.

En cuanto a las actuaciones puedo decir que Kohlhof y Lehrer dejan mucho que desear debido a que nunca logran hacer que el espectador pueda sentir empatía con sus personajes, siempre resultan odiosas y esto provoca que en situaciones de peligro te importe realmente poco lo que les pueda ocurrir. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es lo mejor de la película, la dirección de arte cumple, el score no resalta, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.

Opinión final: Endzeit está aburrida. No es de lo peor que podrán encontrar, pero está lejos de ser una película de zombies sobresaliente.

Ojometro:
**

viernes, 31 de mayo de 2019

Crítica: The Perfection (2019)


Película dirigida por Richard Shepard, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Eric C. Charmelo y Nicole Snyder. Se estrenó exclusivamente en Netflix el pasado 24 de mayo a nivel mundial.

Sinopsis:

Charlotte (Allison Williams) es una prodigio musical que se encuentra con Elizabeth (Logan Browning), la nueva estrella de su antigua escuela de música. Una reunión que cambiará sus vidas y mandará a ambas a un camino siniestro con aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

Desde que empezó a exhibirse en festivales a finales del año pasado The Perfection se convirtió en una de las películas que más llamaban mi atención, no solo por el hecho de que recibía buenas críticas, sino por el secretismo en torno a esta. Ya que una constante era que todo el mundo mencionaba que lo mejor era no saber absolutamente nada antes de verla, generando así unas expectativas muy altas que disparaban mi curiosidad por saber si podía cumplirlas. Cosa que al final puedo decir que logró.

Aunque también debo de admitir que tanto secretismo se me hizo exagerado debido a que lo que nos presenta Shepard, si bien depende del factor sorpresa, tampoco se trata de algo que no pueda vivir sin este; en especial por la manera en la que se encuentra estructurada la historia.

La cual se divide por capítulos y cuyo inicio se centra exclusivamente en una intempestiva relación amorosa que en todo momento sabes que guarda algo extraño detrás y en cierta forma te puedes dar una idea sobre qué será, pero con el pasar de los minutos te empiezan a generar de manera inteligente dudas con respecto a lo que ocurre debido a que en el segundo capítulo incluyen situaciones que rompen por completo la dinámica que tenías pensada. Preparando así el camino hacía el primer gran momento de impacto.

Uno que al inicio puede que sea algo confuso pero que es explicado de manera detallada por medio de un recurso que para algunos resultará una salida fácil, aunque para los propósitos generales de la historia creo que es el adecuado. Sobre todo porque con esto se evita darle muchas vueltas a ciertos puntos claros y ayuda a que el ritmo de la película siga siendo fluido dentro de una etapa en la que se empiezan a desarrollar temas mucho más oscuros con los que se les añade contexto a las acciones de una de las protagonistas y se cambia de manera radical la percepción que se tiene de esta.

Llevando así a que el final del tercer capítulo y todo el cuarto cuenten con un nivel de tensión elevado, explotando los elementos del abuso para que personajes que habían resultado de vil relleno queden parados como verdaderos monstruos. Además, conforme se llega a la conclusión, la película se torna más violenta y con ello se logra un cierre potente que brinda algunos de los momentos más llamativos visualmente hablando.

De las actuaciones hay que decir que Michelle Williams y Logan Browning están estupendas, sin ellas realmente la película no funcionaría como lo hace dado a que ambas forman parte fundamental para que el misterio que sustenta esto resulte efectivo. Mostrando una gran química en pantalla y además logrando un balance adecuado con personajes que en cualquier momento bien podían caer en lo caricaturesco.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es efectivo, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Perfection me gustó bastante. Buena película que sabe combinar el shock y la sorpresa de manera inteligente.

Ojometro:
****

martes, 28 de mayo de 2019

Crítica: Matriarch (2019)


Primer largometraje del director Scott Vickers, quien además es el encargado del guión. Se estrenó en VOD y DVD el pasado 9 de abril dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Rachel (Charlie Blackwood) es una mujer embarazada que sufre un accidente automovilístico junto a su esposo en el campo. Perdidos y sin señal en sus teléfonos, obtienen ayuda en una aislada granja; aunque pronto se darán cuenta que la pareja que los recibió realmente solo tiene interés por el bebé que están esperando.



Comentarios generales:

Cuando uno ve películas sobre mujeres embarazadas por lo regular sabe que hay dos caminos: el de la llegada del anticristo o el del robo del bebé. Dos opciones que han sufrido de un desgaste importante con el paso de los años y que difícilmente suelen generar gran interés salvo en ocasiones especificas, así que cuando salió Matriarch no me pudo importar menos; sin embargo, al final terminó llegando a mis manos y la verdad es que no está tan mal.

Algo que en un inicio parecía poco probable porque lo que nos trae Vickers es algo que se construye a fuego lento y eso hace que los primeros 30/35 minutos sean bastante olvidables ante la falta de acciones interesantes. Todo es hasta cierto punto genérico, sin demasiados riesgos y principalmente sustentado en el comportamiento extraño de esta familia de granja que sabes desde el primer instante que son peligrosos, pero no sabes de manera tan clara cuáles son precisamente sus intenciones con el bebé, generando así una duda necesaria que no tarda mucho en resolverse.  

Esto porque el nacimiento del bebé se da sorpresivamente más temprano de lo que esperas y con ello se abre un panorama más claro, aunque también la dinámica de la película cambia por completo para volverse una de supervivencia. Provocando con esto que el tema de los hijos robados empiece a quedar poco a poco en segundo plano para enfocarse de lleno en el escape de Rachel, lo cual no es algo precisamente malo porque ayuda a que el ritmo se incremente, pero es indudable que esto deja ciertos puntos sin resolver que le hubieran añadido más sustancia a un par de personajes (los hijos) que terminan quedando parados como vil relleno cuando en realidad tendrían que ser parte fundamental para redondear la historia.

La parte final logra su cometido de incrementar el nivel de intensidad y violencia, además de lograr cierta igualdad dentro de un conflicto que había estado muy cargado hacia un solo lado. Realmente todo fluye de manera adecuada, aunque la sorpresa que integran no es tan difícil de adivinar.

Las actuaciones están pasables, siendo Julie Hannan (Agnes Fairbairn) la que más resalta como matriarca loca. La producción es acorde a su pequeño presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, el score genérico, el trabajo de sonido tiene algunos detalles y tanto los efectos como la labor de maquillaje no presentan demasiada complejidad. 

Opinión final: Matriarch está ok. Película para perder el tiempo una tarde en la que no tengan nada que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 24 de mayo de 2019

Crítica: Brightburn (2019)


Película dirigida por David Yarovesky (The Hive), cuyo guión fue co-escrito por Brian Gunn y Mark Gunn. Se estrenó en cines en México el pasado 17 de mayo, mientras que en Estados Unidos hizo lo propio durante este fin de semana.

Sinopsis:

¿Qué pasaría si la nave de un niño de otro planeta se estrellara en la tierra, pero en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad este demostrara ser algo mucho más siniestro?



Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que el cine de superhéroes tiene un dominio que no parece tener fin y, para bien o para mal, se ha convertido en parte importante de la cultura pop a nivel mundial. Por eso cuando empezó a hablarse sobre una película de terror que claramente se inspira en Superman mi interés se disparó debido a que resultaba muy atractivo ver que el género se uniera a este fenómeno a su modo y sin duda Brightburn deja sensaciones positivas con este experimento.

Aunque es importante recalcar que lo que nos trae Yarovesky y los Gunn no es una película de superhéroes como tal, obviamente usan de base una historia por demás conocida, pero la desarrollan en gran medida como si se tratara de un slasher. Originando con esto un inicio que puede que no sea el más atractivo al centrarse en la dinámica familiar y en cómo el personaje de Brandon va descubriendo de manera paulatina sus habilidades bajo situaciones con cierto nivel de impacto que reflejan tanto su ingenuidad como su lado siniestro.

Todo bajo un ritmo que va adquiriendo más fluidez conforme se van integrando los elementos ligados al terror y con ellos las inevitables muertes, las cuales se construyen de una manera bastante inteligente debido a que el factor slasher entra en juego pero siempre complementado con los poderes de Brandon que les añaden mayor intensidad a cada una estas. Logrando así que el segundo acto sea uno sumamente efectivo debido a que no solo se nos muestra lo peligroso que es este chico, sino que además se establece de manera contundente que lo que imperará aquí será la maldad pura.

Un aspecto que me parece fundamental para que funcione la película, ya que el ver al personaje de Brandon ir aceptando su lado oscuro genera de manera progresiva una sensación de riesgo muy fuerte que ayuda a que el espectador se empiece a preocupar por los demás personajes. Llevando así a una parte final potente que, ahora sí, explota los elementos espectaculares que aporta el cine de superhéroes.

Los cuales ayudan a ofrecer escenas visualmente más impresionantes y hasta cierto punto brutales. No tanto porque recaigan en el shock visual (en general la película no hace esto), sino porque simplemente reflejan la disparidad entre los individuos en pantalla para así intensificar un desenlace que afortunadamente no sucumbe ante la salida fácil y deja abierta la posibilidad para algo más grande.   

En cuanto a las actuaciones Elizabeth Banks (Tori) muestra una gran habilidad para hacer la transición de madre amorosa a madre aterrada y Jackson A. Dunn (Brandon) logra reflejar una gran maldad con tan solo una mirada. La producción es de buena factura: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Brightburn me gustó. Película con un concepto fresco que vale la pena apoyar.

Ojometro:
****