martes, 18 de junio de 2019

Black Summer: Primera temporada


El pasado mes de abril Netflix estrenó la que se puede decir que es su primera gran apuesta por el género de zombies con Black Summer. Sin duda un proyecto llamativo considerando que se trata de una precuela de una serie de otro canal (Z Nation) y que desde el momento que fue revelado generó ciertas dudas porque parecía que llegaba tarde a la fiesta considerando que ya hay varias series de zombies allá afuera, pero ante todo pronóstico logró hacer el suficiente ruido como para que hasta Stephen King le diera su sello de aprobación.

Obviamente al tratarse de Netflix no hay mucha información con respecto a los ratings, así que es difícil saber que tan bien respondió la gente a la serie. Además hasta el momento no se ha confirmado si tendrá una segunda temporada o si será cancelada.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Implementación del silencio 


La serie se construye en base a muchas cosas, sin embargo, es el silencio el que juega uno de los factores más importantes para que resulte efectiva.

Al inicio puede ser un tanto frustrante, pero con el pasar de los episodios empieza a ser muy interesante ver como la carencia de diálogos por grandes periodos no solo juega un papel fundamental en la búsqueda de supervivencia para evitar a los zombies, sino porque además es la manera de establecer la frágil confianza que existe entre el grupo de sobrevivientes.


Sun


En una serie en la que los personajes son desechables, sin duda es el de Sun el que más resalta.

Ya que esta chica coreana, que no habla inglés, es la que ejemplifica a la perfección cómo los seres humanos son capaces de adaptarse a cualquier cosa con tal de mantenerse con vida. Esto porque no entiendes ni una sola palabra de lo que dice (no utilizan subtítulos) y su comportamiento la mayoría de las veces responde al instinto ante el peligro que la rodea.


Nadie está a salvo 


Como mencione arriba, en la serie todo mundo es desechable (tal como se demostró con la sorprendente muerte de William) y eso es algo bueno. Es un aspecto que ayuda una enormidad a mantener la sensación de peligro constante en cada episodio, evitando así que uno pueda conectarse con los personajes y haciéndonos recordar que esto no se trata de establecer lazos, sino de mantenerse con vida cueste lo que cueste.


Persecuciones 


Los zombies en Black Summer son genuinamente aterradores por varias razones, pero la principal es porque son de los que corren. Lo cual añade un extra enorme debido a que gracias a esto durante la serie se llevan a cabo persecuciones en las que el nivel de tensión es muy alto y con las que se deja en claro que son criaturas más inteligentes de lo que se piensa.

Incluso este elemento es tan importante que le dedicaron un episodio entero (“Alone”). 


Episodios imperdibles:

(1) Human Flow
(2) Drive
(3) Summer School
(4) Alone
(6) Heist
(8) The Stadium


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LO NEGATIVO


Duración irregular de los episodios 


Sinceramente este es el único aspecto negativo que le encontré a la serie, el cual no es fatal ni nada similar. Nada más que para los episodios finales el recorte de tiempo hace que te quede cierta sensación de que faltó "algo".

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Opinión final: Black Summer fue una agradable sorpresa. Una serie de zombies que no necesariamente pone algo nuevo sobre la mesa, pero que sabe explotar sus principales virtudes de gran manera no solo para ofrecer algo entretenido, sino para diferenciarse notoriamente de Z Nation.

viernes, 14 de junio de 2019

Crítica: The Prodigy (2019)


Película dirigida por Nicholas McCarthy (The Pact, At the Devil's Door) y escrita por Jeff Buhler. Se estrenó en cines a inicios de año dentro de los Estados Unidos y México, recaudando $14.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Su salida en formato físico se dio el pasado 7 de mayo.

Sinopsis:

Sarah (Taylor Schilling) es una madre preocupada por el perturbador comportamiento de su hijo Miles (Jackson Robert Scott) y pronto empezará creer que algo sobrenatural es lo que está afectándolo. Llevando su amor maternal a extremos que nunca se hubiera imaginado.
   


Comentarios generales:

Películas sobre niños diabólicos no son ninguna novedad, han existido desde hace varias décadas atrás pero siempre resultan llamativas debido a que por alguna razón esa pérdida de la inocencia suele generar una curiosidad muy fuerte entre el público. Simplemente el hecho de ver a un niño realizar cosas atroces vende, aunque también suele limitar lo que ocurre en pantalla y eso resulta en una repetividad muy marcada; simplemente todas se parecen y para nuestra mala suerte The Prodigy no está exenta a ese fenómeno.

Lo cual es una pena porque lo que nos trae McCarthy bien podría haberse diferenciado por un detalle en particular que hace que esta historia, al menos durante el primer acto, no solo sea un drama sin nada interesante. Sustentando las acciones en el extraño comportamiento de Miles y su camino hacia la maldad para generar dudas con respecto a lo que pudiera estar detrás, construyendo de paso una atmósfera oscura que ayuda a elaborar ciertos momentos en los que sin presentar nada particularmente llamativo u impactante se logra establecer que todos aquellos que se encuentran a su alrededor están en grave peligro y no habrá ningún tipo de excepciones.

Lamentablemente todo esto se va a la basura cuando de manera incomprensible se decide revelar el secreto como a los 35 minutos, destruyendo de golpe todo el misterio y con ello la novedad. Llevando a que las cosas se vuelvan repetitivas desde muy temprano bajo la típica dinámica del niño que oculta su verdadera personalidad, la cual complementan con situaciones diseñadas para insertar sustos fáciles inefectivos o añadir cierta tensión, pero que no terminan por aportar gran cosa gracias a que siempre se opta por resolverlas de la manera menos arriesgada que se pueda.

Ante estos problemas la parte final termina viéndose afectada, ya que lo que debería de sentirse como una serie de minutos finales súper intensos solo se queda como una serie de eventos que, si bien logran añadir cierta fuerza y algo de impacto visual, nuevamente son resueltos de una manera que deja mucho que desear. En especial la conclusión.

De las actuaciones la verdad es que Taylor Schilling está correcta con un personaje que no tiene nada destacado y Jackson Robert Scott es por mucho el que más resalta debido a que por momentos logra reflejar un nivel de maldad sumamente agradable. La producción es sólida: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es simple, el score tiene algunas cosas interesantes, el trabajo de sonido es bueno y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: The Prodigy es decepcionante. Película con potencial que se queda corta por varias decisiones cuestionables.

Ojometro:
**

martes, 11 de junio de 2019

Crítica: Crucible of the Vampire (2019)


Película dirigida por Iain Ross-McNamee (The Singing Bird Will Come), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Darren Lake y John Wolskel. Se estrenó directamente en DVD dentro del Reino Unidos el pasado 1 de febrero.

Sinopsis:

La joven curadora de arte, Isabelle (Katie Goldfinch), es enviada a inspeccionar lo que parece ser la mitad de un antiguo crisol enterrado en una extraña y vieja mansión.



Comentarios generales:

Pasan los años y pareciera que el cine de vampiros nunca se va a poder recuperar de los estragos que dejaron las adaptaciones de cierta novela juvenil, así que cuando existe la oportunidad de ver una película que los involucre siempre tengo grandes esperanzas. No tanto porque piense que veré algo revolucionario, sino más bien para mantener la idea de que todavía existen personas capaces de hacer buenas cosas con este subgénero; sin embargo, Crucible of the Vampire está lejos de ser uno de estos casos.

Y es que lo que nos trae Ross-McNamee en ningún momento parece una película de vampiros, obvio sabes que los involucrará de alguna manera por el título, pero en términos generales todo el tiempo tienes la sensación de que inicialmente esta era una historia distinta que por una cuestión u otra terminó incluyéndolos al final.

La cual cuenta con un desarrollo en extremo lento que no lleva realmente a ningún lado y gran parte del tiempo te presenta lo mismo con tan solo algunos ligeros cambios para tratar de construir el misterio sobre lo que ocurre en la mansión. Una que es utilizada de manera bastante pobre al tratar de generar suspenso o momentos que visualmente puedan aportar algo interesante, provocando así que la película se sienta sin vida y solo sea una secuencia tras otra de acciones sin sustancia.

Es hasta la parte final donde POR FIN se acuerdan que esta es una película de vampiros… o que al menos esa es la idea. Lo malo es que su presencia es muy limitada mientras se pretende explicar todo lo que no hicieron en los minutos previos y llevar así a una serie de escenas en las que de la nada Isabelle se vuelve más letal que Buffy para cerrar con una persecución que por lo menos le añade un muy ligero dinamismo al cierre.

Las actuaciones no son tan malas como uno pensaría, digamos que la mayoría cumple para lo que les exigen sus personajes y Katie Goldfinch como la protagonista hace que uno tenga cierto interés en su situación. La producción es de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es muy simple considerando la locación, el score pasa inadvertido, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje básica.

Opinión final: Crucible of the Vampire es una muy mala película. No pierdan su tiempo.

Ojometro:
*

viernes, 7 de junio de 2019

Crítica: Ma (2019)


Película escrita por Scotty Landes y dirigida por Tate Taylor, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en cines dentro de Estados Unidos y México el pasado 31 de mayo, recaudando hasta la fecha $26.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Su Ann (Octavia Spencer) es una mujer solitaria que hace amistad con un grupo de adolescentes después de comprarles alcohol  y dejarlos hacer fiestas en su casa. Al inicio parece una simple relación de beneficio mutuo, pero pronto sus extrañas acciones empezarán a hacer surgir cuestionamientos sobre sus verdaderas intenciones.



Comentarios generales:

Uno puede darse cuenta que el género vive un momento bastante dulce cuando actores de primera categoría empiezan a aceptar papeles en películas de terror, algo impensable hasta hace unos dos o tres años. Situación sin duda positiva debido a que esto significa más exposición, pero también representa mayor presión dado a que la gente espera trabajos de mayor calidad o, por lo menos, trabajos que cumplan con ciertas expectativas. Unas que creo que Ma logra llenar de manera satisfactoria.

En gran medida porque Taylor y Landes construyen un thriller que, a pesar  de su premisa un tanto improbable, en ningún momento se siente forzado y logra construir una historia que conforme va avanzando obtiene tintes mucho más oscuros de lo que originalmente piensas. Sustentando todo en una dinámica entre el personaje principal y los adolescentes que durante el primer acto por momentos roza un humor peligrosamente simple, aunque el director cuenta con la suficiente habilidad para hacer que este no resulte un problema y no afecte lo más importante dentro de todo esto: la forma de presentar la inestabilidad mental de Su Ann.

Y es que con el pasar de los minutos el deterioro que va sufriendo el personaje es el medio por el cual se van integrando elementos de manera orgánica que ayudan a que un tema más serio sea expuesto por medio de flashbacks y gracias a esto se le dé sentido a sus acciones. Las cuales poco a poco van incrementado tanto en rareza como en peligrosidad, logrando así que los conflictos entre los involucrados resulten (en su mayoría) efectivos y se vaya acumulando una cantidad importante de tensión que en cualquier momento sabes que va a explotar ante la cantidad de detonantes posibles.

Provocando con esto que la parte final tenga mucho más fuerza de la que esperas, ya que cuando la burbuja explota la película se transforma en algo más violento  que deja parada a Su Ann como un verdadero monstruo. Llevando así a muertes que añaden impacto, cierto humor negro y, sobre todo, a un cierre sólido que involucra cierta polémica por sus acciones con los jóvenes.

De las actuaciones es imposible no decir que este es el show de Octavia Spencer, la película depende totalmente de lo que haga ella y la verdad es que cumple de manera sobresaliente. Demostrando una facilidad sorprendente para hacer la transición de señora encantadora a psicópata desalmada que le facilita bastante el trabajo al elenco joven con el que tiene que compartir pantalla.

La producción es de buena factura, sin nada que sobresalga: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Ma me gustó. Por la simple actuación de Spencer vale la pena, aunque en general es una película bastante recomendable.

Ojometro:
****