Producción rusa dirigida por Egor
Abramenko, cuyo guión fue escrito por Oleg Malovichko y Andrey Zolotarev. Se
estrenó de manera digital en Rusia durante el mes de abril, mientras que hizo
lo propio en cines y VOD dentro de distintos territorios (entre ellos México)
durante los meses posteriores.
Sinopsis:
En plena Guerra Fría una nave
soviética cae desde el espacio después de que una misión saliera mal, dejando
al comandante como el único sobreviviente y obligando al gobierno a contratar a la psicóloga Tatyana Klimova (Oksana Akinshina) para evaluarlo. Aunque
pronto quedará claro que algo muy peligroso pudo haber llegado a la tierra
junto con él.
Comentarios generales:
“Alien versión rusa”
Así fue como muchos medios
etiquetaron a Sputnik cuando empezó a obtener visibilidad fuera de Rusia, lo
cual podría parecer un halago considerando el clásico con el que se la compara,
pero también puede ser contraproducente. Más que nada porque hace que las personas
ya estén predispuestas a ver algo similar cuando en realidad el producto en
cuestión es algo distinto y al no cumplir con dicha expectativa
rápidamente se suele demeritarlo, lo cual definitivamente puede ocurrir en esta
ocasión.
Ya que si bien lo que presenta Abramenko
trata sobre un alíen que habita un cuerpo humano, lo cierto es que la historia no
podría ser más distinta y no solo me refiero al escenario en el que se
desarrolla. Dado a que aquí se pretende explotar el conflicto que supuso la guerra
fría con la carrera que libraban dos naciones para ser el número uno en
absolutamente todo y en el proceso ofrecer una delicada crítica con tintes de
ciencia ficción sobre cómo la Unión Soviética era capaz de pisotear los
derechos de cualquier persona con tal de lograr el objetivo por “el bien de la
nación”.
Algo que sin duda le añade
sustancia a un concepto en teoría simple, pero que también trae consigo ciertos
obstáculos en el visionado debido a que el desarrollo es uno bastante lento y
quienes esperen ver un baño de sangre no lo van encontrar tan rápido gracias a
que el primer acto se concentra más en el misterio que hay detrás de la compleja conexión del comandante con su huésped.
Aunque esto no es
precisamente malo, de hecho, dicho enfoque más metódico ayuda a que el segundo acto sea por demás disfrutable al generar una atmósfera tensa entre los
involucrados y, además, hace que los momentos de impacto que incluyen muertes o
mucha sangre resulten efectivos. Simplemente todo en este punto
tiene muy buen timing y el conflicto moral que se maneja es lo suficientemente convincente
para querer saber qué pasará con los involucrados; sin embargo, el acto final provoca
un bajón en el producto general.
No tanto porque sea malo,
sino porque se extiende más de lo debido y con ello lo que pintaba para ser un
desenlace con muchísima fuerza termina perdiéndose en eventos poco
interesantes. En donde sin duda existen algunas escenas de acción bien hechas,
pero en general la manera en que se cierra la problemática te deja con la
sensación de que se tardó demasiado para llegar a algo tan simple.
En el tema de las actuaciones
realmente quien carga con el peso de la película es Oksana Akinshina y lo hace
bastante bien, mostrando ese lado humano dentro de un entorno inhumano militar
que solo busca el beneficio bélico a toda costa. La producción es de buena
factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien
cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los
efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: Sputnik me gustó. Buena
película de sci-fi/terror que sufre en su parte final, pero que vale la pena
checar.
Ojometro:
****