miércoles, 12 de mayo de 2021

Crítica: Things Heard & Seen (2021)

Adaptación de la novela “All Things Cease to Appear”, la cual está escrita y dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 29 de abril.

Sinopsis:

Catherine Claire (Amanda Seyfried) se muda junto a su familia a Hudson Valley, aunque pronto empezará a sospechar que su matrimonio se encuentra rodeado por una siniestra oscuridad. La cual proviene del peculiar pasado de su nueva casa.


Comentarios generales:

No he leído la novela, pero ciertamente Things Heard & Seen me parecía una película interesante dentro el enorme catálogo que Netflix anunció que iba a sacar durante 2021. Contaba con un buen elenco y ciertamente el trailer hacía una excelente labor vendiéndola como un trabajo de alto calibre; sin embargo, el resultado final creo que ha sido uno de los más decepcionantes en lo que va del año.

Esto porque lo que nos presentan Berman y Pulcini es aburrido de principio a fin al contarnos una historia que en todo momento se siente como si tuviera el freno de mano puesto y con ello llevar tu paciencia hasta el límite. Siguiendo paso a paso el esquema habitual de las películas sobre casas poseídas pero sin mostrar demasiadas intenciones por generar algo que le dé un toque distintivo, esperando que sea el agradable trabajo de fotografía o los efímeros jump scares los que brinden cierta frescura a un drama cuyo desenvolvimiento no podría ser más tedioso ante lo predecible que resulta.

Provocando que el misterio central sea muy débil y por lo consiguiente se le tenga que dar varias vueltas a lo mismo para tratar de construir escenas que valgan la pena. Lo cual en cierta manera les funciona de manera breve debido a que durante el segundo acto se tienen algunas bien logradas que añaden algo de suspenso, mas no evitan que el ritmo sea lento y por lo consiguiente tienen poco peso en un conflicto marital que va incrementando su tensión a base de situaciones que la mayoría de las veces se quedan cortas en proporcionar el impacto que supuestamente deberían de tener.

Llevándonos así hasta una parte final que, a pesar del largo y tedioso desarrollo, de manera increíble se termina sintiendo muy acelerada. Donde el elemento sobrenatural queda como algo secundario y mejor se opta por apostar a un cierre común que por ahí trata de dejar cosas abiertas a la interpretación, pero que en general no tiene nada que provoque más que indiferencia.

En el tema de las actuaciones no puedes dejar de sentir que Amanda Seyfried está desaprovechada y eso se extiende a prácticamente todos los demás actores, siendo James Norton (George Claire) la única excepción. Sobre la producción al menos tenemos una bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos y los efectos son muy sencillos.

Opinión final: Things Heard & Seen es decepcionante. Película sumamente aburrida que tal vez solo convenza a los fans de la novela.

Ojometro:
**

viernes, 7 de mayo de 2021

Crítica: Boys from County Hell (2021)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Chris Baugh. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de trabajadores liderados por un padre y su hijo constantemente en disputa deben de sobrevivir la noche cuando accidentalmente reviven a un antiguo vampiro irlandés.


Comentarios generales:

Como ya he comentado en repetidas ocasiones, el cine de vampiros no es precisamente el más fácil de abordar a pesar de ser uno de los subgéneros más antiguos que existen. Parece que ya todo está escrito y cada vez es más complicado poder atraer la atención del espectador a esta clase de películas; sin embargo, eso no quiere decir que cada cierto tiempo te encuentres con buenas propuestas que te recuerden el por qué este subgénero no ha muerto y sin duda Boys from County Hell es una de estas.

Ya que lo que nos trae Baugh es una historia con la que no pretende desbordar originalidad a cada instante, pero si trata de darle un sello único por medio de un humor muy representativo del lugar en el que se desarrolla para que así se pueda sentir que estás viendo algo fresco. Aunque con ello también te exige algo de paciencia debido a que los primeros 30 minutos no son lo más emocionantes que uno se pudiera encontrar al estar enfocados en cierta forma a ridiculizar lo que conocemos de los vampiros y también en exponer la complicada relación de Eugene con su padre.

Afortunadamente en ningún punto esto se vuelve aburrido y cuando finalmente se empieza a darle más exposición a la problemática principal la dinámica se vuelve mucho más ágil en todos los sentidos, sin perder la esencia del humor negro para ofrecer momentos que poco a poco vayan incrementando el nivel de intensidad. Algo que además se da desde dos frentes: uno con los personajes principales y otro con una amenaza ajena a estos que añade cierta dosis de misterio.

Garantizando así escenas con sangre y algo de acción mientras se va construyendo el inevitable choque entre ambas partes durante un último acto que sin duda establece algunas nuevas reglas, aunque falla un poco en hacer del vampiro principal algo más amenazante. No al grado como para que sea un mal cierre (porque no lo es), sino que simplemente lo que ocurre no se siente tan espectacular y puede parecer un tanto anticlimático.  

Las actuaciones están bien, no hay ninguna que destaque en particular pero todas mantienen un buen balance entre la seriedad y la comedia para que las cosas funcionen sin mayores contratiempos. En cuanto a la producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Boys from County Hell me gustó. Película simple, pero bastante entretenida para pasar un buen rato.

Ojometro:
**** 

martes, 4 de mayo de 2021

Crítica: The Resort (2021)

Película escrita y dirigida por Taylor Chien, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de abril, aunque todavía no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuatro amigos viajan a Hawái para investigar los reportes sobre un hotel abandonado que aparentemente se encuentra poseído por un terrible fantasma.


Comentarios generales:

La verdad siempre trato de ver cualquier película con una mentalidad positiva independientemente de que esta no luzca nada atractiva desde el inicio, pero durante los últimos meses eso se ha vuelto más complicado. En parte por el hartazgo natural que ha provocado el confinamiento por la pandemia, aunque la realidad es que también el nivel de las producciones este último año no ha sido el más elevado debido a que están dando luz verde a aquellas que bajo otras circunstancias probablemente jamás saldrían de la bóveda y The Resort es el último ejemplo de esto.

Y es que lo que nos trae Chien es de esas estafas grandes que difícilmente olvidas, no solo por el hecho de que existe una decisión creativa que básicamente te cuenta quien vive y quien muere a tan solo siete minutos de haber iniciado, sino que además nos encontramos ante algo que dura 75 minutos y no pasa nada sino hasta que se cruza la barrera de los cincuenta.

Limitando todo a largas caminatas para mostrar el paisaje, mucho diálogo con bromas inefectivas y una escena en una cascada que la insertan en gran medida para cambiar un poco dicha dinámica. Así como para poder contemplar a las actrices en bikini o ver que existe un clon Jason Momoa.

Así transcurren las acciones hasta que por fin pasa algo relevante y a partir de ahí vienen los que son los minutos más intensos del filme por medio de situaciones no tan interesantes, pero que al menos cuentan con algo de gore bien hecho que le brinda cierto aire a “Evil Dead”. Aunque estos pequeños logros terminan sirviendo de poco o nada ante un giro que no tiene ningún sentido.  

Sobre las actuaciones no hay nada que destacar, pero también hay que decir que los actores tampoco tenían mucho con qué trabajar. En lo que respecta a la producción, es donde podemos ver los pocos aciertos que tiene: el trabajo de fotografía es decente, el score no destaca, el trabajo de sonido cumple y la labor de maquillaje es lo mejor de la película.

Opinión final: The Resort es muy mala. Evítenla a toda costa.  

Ojometro:
*

jueves, 29 de abril de 2021

Crítica: Honeydew (2021)

Película escrita y dirigida por Devereux Milburn, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de abril, aunque todavía no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Extraños antojos y alucinaciones se apoderan de una joven pareja después de encontrar refugio en la casa de una anciana y su peculiar hijo.


Comentarios generales:

No es raro que los directores debutantes se aferren a sus principales influencias durante sus primeros trabajos y que además quieran experimentar un poco para ir encontrando su propia identidad. El problema con esto es que, así como te puedes encontrar con propuestas que funcionan, también te puedes topar con algunas que no funcionan en lo absoluto y eso es lo que pasa con Honeydew.

Ya que Milburn nos trae una historia que probablemente ni él mismo entiende del todo al plantear algo que claramente tiene a “The Texas Chain Saw Massacre” como inspiración y por lo consiguiente está ligada al canibalismo, pero la maneja más como un drama convencional con el que renuncia al terror de manera muy marcada. Sobre todo durante unos primeros 40/45 minutos en los que en verdad se sufre ante la lentitud de las acciones y porque todo lo supuestamente inquietante se deja a espaldas de una anciana que, si bien al inicio resulta perturbadora, con el paso de los minutos pierde originalidad tras realizar lo mismo una y otra vez.

Simplemente nada se desarrolla de manera constante, ni el tema de Sordico y mucho menos los problemas de la pareja protagonista. Limitando todo a escenas random alargadas de manera innecesaria que tal vez desde el lado visual pueden llegar a aportar algo interesante, aunque en realidad no añaden nada al desarrollo y eso solo provoca que cuando se llegue a la parte menos aburrida de todas se tengan que dar demasiadas explicaciones para justificar el tiempo perdido y por lo consiguiente se pierden minutos valiosos que se pudieron aprovechar de otra manera.

Dejando así una parte final en la que por fin el tema del canibalismo (que era por demás evidente) toma algo de relevancia y eso eleva un poco el nivel de tensión. Lo malo es que nuevamente se opta por llevar todo con una calma desesperante y gracias a esto un desenlace que se supone debería ser potente se queda nada más como algo raro que carece de totalmente de impacto.

En el tema de las actuaciones quien más destaca es Barbara Kingsley (Karen), ella es la única que proporciona el elemento de terror más marcado pero lamentablemente se va perdiendo ante lo repetitivo de su personaje. En el tema de producción tiene algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es lo mejor de la película, el trabajo de sonido tiene altibajos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Honeydew es decepcionante. Experiencia aburrida con la que realmente nunca sabes qué eran lo que buscaban.

Ojometro:
**