viernes, 10 de junio de 2022

Crítica: Children of Sin (2022)

Película escrita y dirigida por Christopher Wesley Moore (Triggered), quien además actúa en esta. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de ser enviados a un siniestro retiro religioso por su padrastro, dos hermanos tendrán que pelear con sus vidas para escapar de tan espantoso lugar.


Comentarios generales:

Voy a aceptar que fue su póster lo que hizo que me interesara por Children of Sin, ya que esa vibra ochentera era demasiado tentadora como para ignorarla. Fuera de eso realmente no había nada más que me llamara la atención y la vi con una mente en blanco sin demasiadas expectativas, algo que por lo general sirve para disfrutar películas que no me generan nada, pero en esta ocasión ni eso fue suficiente.

Esto a pesar de que lo presentado por Wesley Moore cuenta con ciertas cosas que podían haber construido un buen slasher; sin embargo, las limitantes le terminaron pasando factura debido a que desde temprano se puede notar que la idea es más ambiciosa de lo que el director puede manejar bajo el concepto de ser un proyecto independiente.

Mostrándonos una historia que gira en torno a creencias religiosas anticuadas cuyo primer acto se desarrolla bajo un ritmo desastroso tanto para la introducción de los personajes como para establecer la problemática central y gracias a eso te queda la sensación de que todo lo que ocurre aquí realmente está de más. Nada fluye de manera correcta y por lo consiguiente cuesta trabajo el poder corregir el rumbo una vez que se entra de lleno en el tema del retiro, donde sin duda es cuando presenciamos los momentos más relevantes.

No solo porque se empieza a exponer la violencia, sino porque el mensaje sobre la hipocresía existente es muy frontal y por lo consiguiente eso le añade más sustancia de lo que esperarías. Lo malo es que esto no es seguido por acciones que le hagan mucha justicia a dicha sustancia debido a una dirección llena de inconsistencias, lo cual le quita mucha fuerza a algo que está pensado para convertirse en un viaje lleno de locura y sangre de manera progresiva por medio de momentos específicos que, con un poco más de “expertise”, hubieran tenido mayor impacto.

Dejándonos así una parte final que en todo momento trata elevar los niveles de intensidad y por algunos breves instantes lo logra, pero realmente para este punto ya todo está perdido. Y tampoco ayuda el hecho de que el desenlace se siente demasiado forzado. 

Las actuaciones son bastante malas, algunas son muy acartonadas y otras demasiado exageradas. Y en cuanto a producción se puede notar el poco presupuesto que hubo: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte es básica, el score está decente, el trabajo de sonido no es el más limpio y la labor de maquillaje es muy discreta. 

Opinión final: Children of Sin es decepcionante. Slasher con una premisa que podía haber sido mejor explotada.

Ojometro:
**

martes, 7 de junio de 2022

Crítica: Wyrmwood: Apocalypse (2022)

Secuela de la película de 2015 dirigida nuevamente por Kiah Roache-Turner, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Tristan Roache-Turner. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de febrero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 17 de mayo.

Sinopsis:

En una Australia infestada de zombies, el soldado Rhys (Luke McKenzie) dedica su vida a capturar sobrevivientes para El Cirujano con la esperanza de encontrar una cura. 


Comentarios generales:

Cuando pasa tanto tiempo para que salga una secuela casi siempre existe el temor de que esta no pueda cumplir con las expectativas generadas por la espera tan larga, sobre todo si se trata de continuaciones a proyectos relativamente pequeños que parecía que no la necesitaban. Un escenario lleno de dudas al que Wyrmwood: Apocalypse tenía que enfrentarse y del cual afortunadamente sale avante de la mejor manera en la que podía hacerlo.

Esto porque Roache-Turner no intenta cambiar nada de lo que hizo efectiva a la Wyrmood de 2015 y en lugar de contarnos una historia súper elaborada mejor opta por magnificar la sangre y las escenas de acción over the top que se volvieron tan características, aunque añadiendo ciertos detalles nuevos que sirven como conductores de los sucesos. 

Algo que tal vez no sea tan memorable como en la anterior ante la falta de sorpresa, pero que sigue resultando sumamente efectivo debido a que vuelve el ritmo muy dinámico desde el primer acto y al conocer ya las reglas de este mundo apocalíptico no se necesitan dar demasiadas explicaciones para justificar las acciones de los personajes. Lo cual sin duda beneficia particularmente a todo el tema del Cirujano, quien en esta ocasión obtiene un rol más determinante y por medio de sus caprichos se construye todo un conflicto que va escalando en cuanto al nivel de violencia. 

Permitiendo así que toda la segunda mitad del filme se pueda manejar por medio del caos y mucha acción al exponer nuevamente los alcances de los poderes de Brooke, quien después de estar un tanto desaparecida vuelve a obtener protagonismo por medio de situaciones que además dejan entrever su inestabilidad que en algún punto puede tener graves consecuencias para quienes la rodean. 

Llevándonos con esto a una parte final llena de explosiones, zombies y peleas que ejemplifican todo lo que es Wyrmwood de manera satisfactoria. Proporcionando mucha fuerza e impacto visual a lo bestia, aunque también se preocupan por dejar un desenlace con cierto drama que ayude a establecer más potenciales secuelas.

De las actuaciones se puede decir que todas están bien considerando el tipo de película que es y para el nivel de exageración que los personajes necesitan tener sin caer tan fácil en una simple caricatura. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido, los efectos (tanto prácticos como CGI) son de buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Wyrmwood: Apocalypse está entretenida. Secuela para divertirse viendo mucha acción y sangre.

Ojometro:
***

viernes, 3 de junio de 2022

Crítica: WarHunt (2022)

Película dirigida por Marco Borrelli (The Ghostmaker), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Reggie Keyohara III y Scott Svatos. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 12 de abril.

Sinopsis:

En 1945 un avión del ejército de los Estados Unidos se estrella en el bosque negro de Alemania. Ante esto el implacable Comandante Johnson (Mickey Rourke) manda a un escuadrón con sus soldados más valientes a una mistión para recuperar material secreto, aunque en su camino se toparán con algo más que simples nazis.


Comentarios generales:

Hay películas con las que uno sabe de antemano qué esperar, sobre todo si su carta fuerte es promocionarla alrededor de la presencia de un actor que en algún momento fue muy famoso. Eso casi siempre suele ser señal de mediocridad o medianía porque es la única manera de resaltar una premisa que por sí sola probablemente no tenga los suficientes argumentos para llamar la atención y ese es indudablemente el caso de WarHunt.

Un trabajo en el que Borrelli y compañía no se parten demasiado la cabeza para contarnos una historia bélica que sigue todos los pasos esperados y presenta los personajes estereotipados de siempre, aunque añadiéndole un aspecto supernatural que se sustenta en brujas. Lo cual le brinda cierta frescura pero lamentablemente nunca es explotado de manera consistente, provocando así que existan marcados baches de los que resulta complicado salir; especialmente durante un primer acto en el que ocurren pocas cosas llamativas y mucho del interés se basa en el fuerte lazo que supuestamente existe entre el escuadrón.

Esto bajo un ritmo que no es tan problemático como para hacer de la experiencia sumamente pesada, sobre todo cuando se entra al segundo acto en donde por fin llega la acción. Una que de manera breve agiliza lo que vemos en pantalla y empieza a proporcionar el conteo de cuerpos mientras se le brinda un poco más de exposición a las brujas; sin embargo, lo que ocurre se da de manera tan acelerada (y en algunos casos, bajo demasiada oscuridad) que resulta complejo el poder involucrarte de lleno ante el concepto por la falta de sustancia.

Problema que pretenden solucionar durante la parte final tratando de llenarte de información que para este punto ya no es tan importante, aunque al menos todo esto lleva a los momentos del filme que se salen por completo del tema bélico. Dejándonos así un desenlace no tan convincente, pero que al menos ofrece lo mínimo necesario de entretenimiento.

De las actuaciones no hay mucho que decir, Rourke aparece a lo muchos diez minutos y el resto del elenco no es que lo haga terrible, pero tampoco dejan algo memorable. En cuanto a producción las cosas no están mal: el trabajo de fotografía tiene algunas decisiones cuestionables, la dirección de arte está bien cuidada, el score no destaca, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple. 

Opinión final: WarHunt es mediocre. Película del montón que de la que se olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
**

lunes, 30 de mayo de 2022

Crítica: X (2022)

Película escrita y dirigida por Ti West (The Innkeepers). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de marzo y en México hizo lo propio el pasado 26 de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el 24 de este mismo mes.

Sinopsis:

En 1979 un grupo de jóvenes cineastas se proponen filmar una película porno en una recluida granja de Texas, pero cuando sus extraños anfitriones descubren lo que hacen pronto se encontrarán peleando por sus vidas.


Comentarios generales:

Honestamente cuando se supo que Ti West iba a hacer un slasher para A24 pensé que era una combinación poco favorable, no tanto porque hubiera incompatibilidad entre el director y el estudio, sino porque el subgénero como tal suele sustentarse en otras cosas que ninguno de los dos suele manejar. Sin embargo, una vez que salió el primer trailer muchas de mis dudas se disiparon y X se convirtió en una película muy interesante que afortunadamente no decepcionó.

Aunque esto no quiere decir que sea un trabajo que vaya a estar exento de polémica porque al fin de cuentas se trata de Ti West y su estilo que no es para todos, el cual se hace presente de manera muy marcada en esta ocasión.

Ya que a pesar de ser un slasher la historia se toma su tiempo para llevarte a la violencia, al grado de que básicamente toda la primera mitad se aleja por completo de los convencionalismos para enfocarse en otros temas como lo erótico, el deseo sexual y las falsas ilusiones de quienes se dedican a la industria del porno. Algo que definitivamente puede aburrir a algunos, pero lo cierto es que la manera en que se trata cada tema hace que la mayoría del reparto cuente con su determinada importancia y el ritmo en general, aunque pausado, jamás resulta tan pesado como para arruinar está experiencia que además trata de recrear mucho de esa atmósfera incomoda/calurosa texana muy a la TCM.

Realmente es un camino retador, pero una vez que llega la primera muerte el pago por la espera es por demás satisfactorio. No solo porque el asesino es peculiar, sino porque a partir de aquí el director no se guarda nada y el nivel de violencia es lo suficientemente alto como para generar un gran impacto en cada suceso y que con ello se vaya acumulando una cantidad de tensión adecuada para hacer de la parte final una que contenga mucha fuerza.

La cual en realidad no se aleja demasiado del camino convencional de la final girl, sin embargo, tiene cierto toque grotesco que no está ligado precisamente con el gore que le brinda otra dimensión a quién está detrás de la matanza. Esto sin dejar de lado el impacto visual necesario para que el desenlace sea potente.

Sobre las actuaciones hay que decir que están bastante bien para lo que se espera de esta clase de películas. Sin duda quien más destaca es Brittany Snow (Bobby-Lynne), pero tanto Mia Goth (Maxine) como Jenna Ortega (Lorraine) también resaltan en esta efectiva combinación de tiempo en pantalla que cada una de ellas recibe.

En cuanto a producción tenemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple con su propósito.

Opinión final: X me gustó. Slasher que gustará siempre y cuando sepan digerir el estilo de su director.

Ojometro:
****