viernes, 11 de agosto de 2023

Crítica: The Lake (2023)

Producción tailandesa escrita y dirigida por Lee Thongkham (The Maid). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico se dio el 16 de mayo.

Sinopsis:

Una niña se encuentra un extraño huevo y lo lleva a su aldea, solo para darse cuenta que le pertenece a un enorme monstruo que emerge del lago destruyendo el pueblo y a sus habitantes para poder recuperarlo.


Comentarios generales:

Las películas sobre monstruos gigantes son algo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, obvio no han dejado de existir, pero su presencia cada vez es menor. Siendo el continente asiático el que todavía mantiene a flote dicha temática de manera relativamente constante sin que nos enteremos de este lado del planeta gracias a lo raras que muchas de estas propuestas resultan, tal como es el caso de The Lake.

Ya que lo traído por Thongkham es un show de destrucción y muertes de mediana escala en el que se pueden notar guiños a películas como “The Lost World: Jurassic Park” o “Godzilla” de 1998 en todo momento, aunque aderezándolos con una historia que trata de hablar sobre los lazos familiares. Lo cual no funciona de la mejor manera gracias a que la acción es lo que predomina desde los minutos iniciales debido a que no existe temor por mostrar a las criaturas en todo su esplendor, dejando que sea el espectáculo lo que dictamine el camino durante un primer acto que es entretenido, pero que no dedica mucho tiempo a la elaboración de ideas concretas y rápidamente queda expuesto como una cortina de humo para ocultar que dicho enfoque caótico es lo único que se tiene para mantener tu interés.  

Y es que una vez pasada la primera media hora las cosas se vuelven demasiado tediosas al caer en lo repetitivo mientras se le empieza a dar más relevancia al tema de la familia, no solo por medio de los personajes centrales, sino también con una subtrama de un policía con su hija que en todo momento se siente fuera de lugar. Además de que también se integra una conexión  humano/monstruo de la cual no profundizan absolutamente nada a pesar de debería de ser importante en el desarrollo, simplemente se da porque si y al conjuntar eso con todo lo demás se tiene como consecuencia una serie de acciones huecas que solo dejan la sensación de que lo que estás viendo no te lleva a ningún lado.

Algo que se magnifica durante una parte final que te vende la idea de un posible escenario de gran destrucción y matanza, pero en realidad eso no es así. Optando mejor por un camino mucho menos emocionante en el que se le da prioridad al secretismo para no contestar ninguna pregunta o dejarlas flotando en lo ambiguo mientras al mismo tiempo se pretende vender una venganza que trata de añadir un último toque de intensidad sin grandes resultados.

De las actuaciones no hay mucho que decir, todas son muy genéricas y con una falta de emoción marcada tomando en cuenta ciertas situaciones que ocurren. Mientras que en producción tiene alguna que otra cosa interesante: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score no está mal, el trabajo de sonido es sólido, los efectos tan cargados de CGI no son los mejores y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Lake es mediocre. Película genérica de monstruos que pretende hacer más de lo que verdaderamente puede.

Ojometro:
**

martes, 8 de agosto de 2023

Crítica: Haunted Mansion (2023)

Película dirigida por Justin Simien (Bad Hair) y escrita por Katie Dippold. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 27 de julio, recaudando hasta la fecha $60.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Gabbie (Rosario Dawson) es una madre soltera que contrata a un guía de turistas, un sacerdote, una psíquica y a un historiador para que la ayuden a exorcizar una antigua mansión que acaba de comprar y se encuentra habitada por fantasmas.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo si vi la película de 2003 con Eddie Murphy y nunca he viajado a alguno de los parques de Disney, así que tampoco tengo mucho conocimiento sobre la atracción en la que está basada la película. Sin embargo, cuando se trata sobre mansiones embrujadas tengo cierta debilidad debido a que estas representan una de las esencias más añejas del cine de terror y por ello Haunted Mansion me generaba interés independientemente de estar enfocada a un público más familiar; aunque al final creo que no logra ser ese producto tan entrañable que se pretendía.

Y mucho de esto se debe a que lo presentado por Simien tiene problemas para establecer su propio tono, ya que si bien la historia se centra en cómo las personas manejan la muerte de un ser querido, también es cierto que en esencia esto es una comedia y durante gran parte del metraje se puede notar lo complicado que les resulta encontrar el balance adecuado entre ambas cosas. Sobre todo durante un primer acto que resulta un tanto aburrido dado a que la presentación de los personajes centrales (Gabbie, su hijo y Ben) no es la más llamativa y la manera en la que se introduce el problema de los fantasmas dentro de la mansión carece de cierta chispa que debería de estar adherida a estos sucesos.

Siendo realmente hasta la entrada del segundo acto con la aparición de los personajes secundarios más excéntricos que las cosas empiezan funcionar mejor, no solo por el hecho de que el humor que estos aportan es efectivo, sino también porque de manera inmediata se activan los elementos sobrenaturales más interesantes para ir dándole forma al misterio detrás de la mansión. El cual es más elaborado de lo que esperas y gracias a eso se pueden construir escenas interesantes que exploten el aspecto visual dentro de esta y también profundicen sobre el tema del duelo con el personaje de Ben sin que el ritmo decaiga.

Logrando con esto que la parte final sea frenética y un buen espectáculo de efectos visuales en el que el villano tenga su momento de buena exposición, aunque en general la manera en la que se resuelve el problema es un tanto genérica y eso le resta puntos a un desenlace que simplemente pasa sin pena ni gloria.

Sobre las actuaciones hay que decir que son lo mejor de la película, aunque Rosario Dawson como la protagonista es la que menos trasciende y queda en un segundo plano a lado de LaKeith Stanfield (Ben). Incluso también queda muy atrás del buen casting de secundarios que incluye a Owen Wilson (Padre Kent), Tiffany Haddish (Harriet) y al siempre hilarante Danny DeVito (Bruce).

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es fantástica, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos están bien logrados y la labor de maquillaje cumple su objetivo.

Opinión final: Haunted Mansion está ok. Película de corte familiar para disfrutar con palomitas y olvidarla en un par de meses.

Ojometro:
***

viernes, 4 de agosto de 2023

Crítica: Skinford: Death Sentence (2023)

Producción australiana dirigida por Nik Kacevski, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Tess Meyer. Se estrenó en formato físico durante el mes de mayo dentro de Alemania, mientras que hizo lo propio en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de julio.

Sinopsis:

James Skinford (Joshua Brennan) tiene un plan: robar y vender un misterioso camión para ganar dinero fácil y salvar la vida de su padre enfermo. Todo parece muy simple… hasta que se encuentra con una mujer que vuelve inmortal a todo aquel que toca.


Comentarios generales:

Honestamente Skinford: Death Sentence parecía una película más de torture porn australiano; sin embargo, al dar un repaso por la historia de esta producción uno se encontraba con algo peculiar cuando te enterabas que en realidad se trata de una película de 2017 que nunca salió de Australia y al parecer solo tuvo unos re-shoots para poderla sacar como una producción de 2023. Situación que no es extraña de ver dentro el género, pero si suele ser una señal de que el producto en cuestión probablemente tenga demasiadas carencias como para que pueda trascender y sin duda este es uno de esos casos.

Ya que si bien lo traído por Kacevski tiene potencial para convertirse en un filme de culto, la verdad es que desde un inicio queda claro que será un caos al que el espectador tendrá que tratarle de encontrar sentido como pueda al ponernos frente a una historia cuya meta es brindarte el menor contexto posible y maximizar el nivel de rareza durante la persecución de Skinford. Lo cual funciona durante algunos minutos dado a que realmente ante la extravagancia uno no se pone a cuestionar demasiado lo que ocurre en pantalla, aunque una vez que se empieza a entrar en temas un poco más serios como la trata de mujeres las cosas flaquean.

Y mucho de esto se debe a la renuencia por profundizar en aspectos fundamentales de la trama, algo que inmediatamente hace que las secuencias caóticas (muy bien hechas para un proyecto de este tamaño) se sientan huecas y como una simple distracción más, convirtiendo al segundo acto en uno donde pasa mucho y a la vez no pasa nada. Esto bajo un ritmo que nunca decae para evitar que te aburras mientras sigues presenciando las extravagancias que brincan de un lado a otro entre los villanos y que así la sensación de peligro siempre se encuentre presente, además de los elementos gore encargados de añadir impacto visual.

Llevándonos con todo lo anterior a una parte final que resulta igual de frustrante ante la falta de respuestas concretas, especialmente sobre el tema de la inmortalidad. Apostando nuevamente más por la espectacularidad que por el contenido, pero en este punto eso ya no funciona y el desenlace termina sintiéndose como algo totalmente irrelevante.

Las actuaciones son regulares y la mayoría de estas con un toque caricaturesco que a veces funciona y otras no dependiendo del personaje. Mientras que la producción está bien pulida para tratarse de una de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son una combinación de prácticos/CGI bien lograda y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Skinford: Death Sentence es mediocre. Película sin demasiado sentido y con solo ciertos detalles para destacar.

Ojometro:
**

martes, 1 de agosto de 2023

Crítica: Play Dead (2023)

Película dirigida por Patrick Lussier (My Bloody Valentine, Trick), cuyo guión fue co-escrito por Simon Boyes y Adam Mason. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 2 mayo.

Sinopsis:

Chloe (Bailee Madison) finge su propia muerte para robar evidencia dentro de la morgue. Sin embargo, para su mala suerte, el forense que se encarga del lugar tiene un enfermo y sádico negocio por el cual no puede dejar que absolutamente nadie salga de ahí.


Comentarios generales:

No es que uno pueda predecir las cosas, pero conforme vas viendo más y más películas de terror con el pasar de los años te puedes dar una idea clara sobre lo que te espera con simplemente ver uno o dos trailers. Y en el caso de Play Dead era obvio que nos encontraríamos con algo mediano, de esos trabajos que solo buscan satisfacer las necesidades básicas del espectador sin comprometerse a algo más complejo y cuya única esperanza para destacar a largo plazo es tener alguna sorpresa escondida que lo cambie todo, pero en este caso eso no ocurrió.

Y es que lo traído por Lussier, en efecto, difícilmente se puede decir que sea malo; sin embargo, también resulta complejo poder elaborar demasiado sobre sus virtudes porque en realidad todo lo hace apegándose estrictamente al librito y por ende su historia muchas veces carece de situaciones que puedan impulsarla a otro nivel. Lo cual en el primer acto puede que no sea tan problemático debido a que aquí sustentan todo en los detalles, no solo en lo que se refiere a la cuestión del hermano de Chloe, sino también en lo metódico que es el forense en cada acción dentro de la morgue y establecer con ello rápidamente la idea sobre que salir de ahí es una misión prácticamente imposible.

Llevándonos con esto a una segunda mitad del filme que se supone debería de ser intensa gracias a las revelaciones con respecto al negocio del forense para contrastar con lo metódico de la primera mitad, aunque en realidad todo lo que ocurre es muy blando. No como para arruinar la experiencia debido a que al menos el ritmo fluye de buena manera y por ello el visionado jamás se vuelve pesado, pero en ningún punto sientes que el peligro sea extremo y que el nivel de amenaza represente un riesgo enorme para la protagonista dado a que el director jamás se atreve a ir más allá en lo visual cuando existían los elementos suficientes para justificarlo.

Optando mejor por un toque más de acción para una parte final que no está tan mal gracias a que nos muestra un poco más de intensidad al implementar un incremento en la violencia dentro la resolución del conflicto. Haciendo con esto que incluso una alianza muy sacada de la manga y sin demasiada justificación no sea suficiente como para generarte gran malestar por el desenlace.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, con una Bailee Madison que tiene un papel poco exigente y con un Jerry O'Connell (El Forense) que queda parado como un asesino demasiado plano. Mientras que en producción tampoco tiene mucho que destaque: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score no destaca, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje tiene algunas buenas cosas.

Opinión final: Play Dead está ok. Película genérica para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
***