martes, 31 de enero de 2023

Crítica: Winnie the Pooh: Blood and Honey (2023)

Película escrita y dirigida por Rhys Frake-Waterfield (The Killing Tree). Se estrenó en cines dentro de México el pasado 26 de enero, mientras que hará lo propio dentro de los Estados Unidos y otros mercados a mediados del mes de febrero.

Sinopsis:

Después de vivir muchas aventuras juntos, Christopher Robin (Nikolai Leon) decide abandonar a Winnie the Pooh, Piglet y al resto de sus amigos para ir a la universidad. Aunque esto hará que las otrora amigables criaturas entren en una espiral de locura donde su único objetivo es matar a todo los humanos que se les crucen en su camino.


Comentarios generales:

Nadie se hubiera imaginado que algún día Disney iba a perder los derechos exclusivos de una de sus franquicias más exitosas y mucho menos que justo cuando eso sucediera iba a existir una persona que aprovecharía dicha situación para realizar una película de terror. Sin duda una serie de sucesos extraordinarios que no se sabe cuándo se podrían volver a repetir y que hicieron de Winnie the Pooh: Blood and Honey un evento en sí, ya que realmente no recuerdo algún otro proyecto que haya generado tanta curiosidad a pesar de ser tan absurdo como este.

Uno con el cual claramente Frake-Waterfield sabe lo que debe de ofrecer para mantener dicha expectativa, pero no parece tener todavía el bagaje suficiente como para redondear de mejor manera su idea. Y es que el concepto del abandono de Christopher Robin realmente es interesante, sin embargo, se lo gasta de manera muy rápida por medio de una introducción que al menos resulta efectiva en su propósito de establecer un tono oscuro, así como en lograr que Pooh y Piglet puedan ser vistos como una amenaza creíble desde temprano para hacer olvidar su imagen tierna que todos tenemos en la cabeza.

Desafortunadamente una vez mostrado esto lo que nos encontramos es una historia que olvida por completo dicho concepto para convertirse en un slasher más, lo cual en si no es malo, pero la ejecución resulta demasiado pobre al momento de querer conectar la problemática que involucra a las nuevas víctimas. Generando así que el ritmo se sienta poco fluido y realmente convierta todo el segundo acto en una serie de escenas editadas de manera un tanto extraña que van de un lado a otro sin demasiado sentido y cuyo principal atractivo es mostrar un incremento progresivo en el nivel de violencia que haga olvidar todos los problemas de estructura.

Algo que en cierta medida logran debido a que la parte final es sin duda la más entretenida precisamente por la cantidad de muertes llamativas que hay, brindándole así mucha fuerza al desenlace a pesar de que todo lo que ocurre sigue siendo muy random y dejando parado a Pooh como una verdadera bestia a la que probablemente no será la última vez que veamos causar terror.

Las actuaciones no son buenas, todas se sienten sumamente forzadas incluso para los estándares de un slasher como este. Y en cuanto a producción podemos encontrar algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score es bastante flojo, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos resultan efectivos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Winnie the Pooh: Blood and Honey es mediocre. Película absurda y sangrienta que verás de todas formas por la curiosidad natural que provoca.

Ojometro:
**

viernes, 27 de enero de 2023

Crítica: Mal de ojo (2022)

Producción mexicana dirigida por Isaac Ezban (Los Parecidos), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Junior Rosario y Edgar San Juan. Se estrenó en cines dentro de México en septiembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en formato digital durante este mes de enero.

Sinopsis:

Nala (Paola Miguel) es una adolescente de la ciudad que viaja a la casa de su desconocida abuela (Ofelia Medina) en el campo para tratar de encontrar una cura a la misteriosa enfermedad de su pequeña hermana. Aunque pronto descubrirá que su abuela no es exactamente lo que aparenta.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo por qué dejé pasar Mal de ojo durante el año pasado, sobre todo porque era una película que llamaba la atención por su propuesta que trataba de alejarse un poco de las eternas costumbres del cine de terror mexicano. Lo cual es algo que siempre se agradece debido a que realmente son pocos lo que se atreven a hacerlo y, más allá de que el resultado no es tan espectacular, la verdad es que se trata de un trabajo que no tiene desperdicio.

Ya que lo presentado por Ezban juega con el folclore y lo fantástico que de manera inherente traen consigo las historias sobre brujas para lograr una combinación que genere una sensación de modernidad a pesar de que las acciones se desarrollan en un lugar que contrasta con eso. Dejándonos ante una problemática familiar que de inicio no es precisamente la más emocionante considerando que lo que vemos durante el primer acto es algo bastante estándar en lo que respecta a la presentación de los personajes y en la manera en la que se comporta la propia abuela, pero gracias a pequeñas pistas proporcionadas por medio de un cuento se puede entender de manera sencilla lo que ocurre y lo que está por venir.

Construyendo así poco a poco un peligro ante el cual resulta evidente que las niñas no tienen muchas posibilidades de éxito y que conforme pasan los minutos va haciendo que la atmósfera se convierta en una mucho más oscura al ir integrando elementos sobrenaturales/satánicos que proporcionan visuales interesantes. Esto bajo un ritmo agradable que hace que todo fluya de manera efectiva, incluso durante algunos momentos en los que se excede con el recurso de los sueños para añadir jump scares que bien podrían haber cortado dicha fluidez, pero que resultan bien contenidos para que el desarrollo no sufra en demasía rumbo a una parte final en la que recae mucho de la posible efectividad de la película.

Una que afortunadamente es bastante buena no solo por el hecho de que logra elevar ligeramente el nivel de intensidad, sino porque también todas las piezas encajan de manera orgánica y con ello se logra que el desenlace resulte tanto sorpresivo como contundente. Además de que opta por no irse hacia el camino feliz y gracias a ello resulta mucho más convincente.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Ofelia Medina es quien se lleva la película, tanto por su caracterización como por el hecho de que es capaz de sostener las acciones por medio de una presencia imponente que en todo momento genera incomodidad. Mientras que en producción encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Mal de ojo está entretenida. Película de brujas para pasar el rato que se sale un tanto de lo habitual con el cine de terror mexicano.

Ojometro:
***

lunes, 16 de enero de 2023

AVISO IMPORTANTE

Hola a todos.

Escribo para informarles que por motivos de salud tanto el blog como la pagina de noticias en FB no tendrán actividad en los próximos diez días debido a que realmente no me encuentro con la energía suficiente como para estar realizando las actividades diarias. Aunque si en el transcurso de estos días de descanso se da alguna noticia que considere muy importante seguramente estará siendo publicada. 

Gracias por su comprensión.



viernes, 13 de enero de 2023

Crítica: M3GAN (2023)

Película dirigida por Gerard Johnstone (Housebound), cuyo guión fue escrito por Akela Cooper. Se estrenó en cines dentro de Estados Unidos el pesado 6 de enero, mientras que en México lo hizo unos días antes; recaudando hasta la fecha $52.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Gemma (Allison Williams) es un ingeniero en robótica que se tiene que hacer cargo de su pequeña sobrina después de la muerte de sus padres. Y ante la presión del trabajo decide que su nuevo proyecto, M3GAN, se vincule fuertemente con ella sin saber las brutales consecuencias que eso podría tener.


Comentarios generales:        

2023 puede representar un sismo para el cine de terror si Atomic Monsters Productions de James Wan y Blumhouse completan su fusión, ya que actualmente son las dos principales fuerzas dentro del género y sin duda su unión podría llevar a cosas muy importantes en todos los sentidos. Por ello es que M3GAN resultaba una película particularmente interesante debido a que era su primera colaboración y por lo mismo nos podría brindar una idea de lo que pudiera venir a futuro, lo cual al menos en este caso deja sensaciones positivas.

Y es que lo presentado por Johnstone creo que cumple todos los objetivos trazados con esta historia que en cierta manera hace lo que el remake de Chucky en 2019 también quiso hacer, pero de una manera mucho más efectiva. Utilizando a M3GAN como la vía para sustentar el mensaje sobre la dependencia que tienen los humanos hacía la tecnología y cómo esto ha ocasionado que cada vez se tenga menos interacción social, aunque dicho mensaje también conlleva un primer acto que, si bien no es aburrido, tampoco es que cuente con demasiadas emociones al enfocarse principalmente en la compleja relación de Gemma con su sobrina y en lo perturbadora que resulta la muñeca sin que esta todavía muestre sus oscuras intensiones.

Siendo esto último precisamente lo que logra que se vaya acumulando una cantidad de tensión importante debido a que se sabe que tarde o temprano ocurrirá lo inevitable, más no exactamente cómo y cuando esto finalmente se da las cosas se vuelven muy entretenidas. Obvio en gran parte porque por fin llegan las muertes que proporcionan impacto sin que estas sean particularmente muy violentas, pero lo más importante es que a partir de este punto la dinámica se vuelve una muy ágil y la sensación de peligro jamás disminuye ni un solo instante considerando las ventajas que posee M3GAN al momento de analizar a los humanos y por lo consiguiente su capacidad para manipular al personaje Cady.

Lo cual nos lleva a una última media hora en la que el caos es lo que predomina y se puede percibir una autoconsciencia plena de lo absurdo que resulta todo esto. Sin embargo, es eso mismo lo que le da frescura y hace que el desenlace funcione por medio de un encuentro final bien llevado que deja momentos que aportan fuerza, así como la puerta abierta para una ya confirmada secuela.

De las actuaciones hay que decir que tanto Allison Williams como Violet McGraw (Cady) lo hacen bien, tienen buena química y logran sacar adelante una historia relativamente sencilla. Aunque tampoco se puede omitir a Amie Donald por la manera en que le da vida a M3GAN por medio de un interesante y perturbador trabajo corporal que le da una personalidad única al personaje.

En cuanto a producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien balanceados y la labor de maquillaje es buena.

Opinión final: M3GAN me gustó. Película divertida que cumple con su propósito de posicionar a un nuevo personaje que vamos a ver por varios años más.

Ojometro:
****