viernes, 30 de agosto de 2024

Crítica: Handling the Undead (2024)

Película basada en la novela del mismo nombre, la cual está dirigida por Thea Hvistendahl; quien es co-escritora del guión junto a John Ajvide Lindqvist. Se estrenó en cines dentro de Noruega y Suecia a inicios de 2024, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 6 de agosto.

Sinopsis:

En un día caluroso en Oslo, lo muertos misteriosamente se levantan y tres familias se ven envueltas en un caos cuando sus seres queridos fallecidos regresan. ¿Quiénes son ellos y qué es lo que quieren?


Comentarios generales:

Tras el reconocimiento que obtuvo por Let the Right One In, casi todo lo que haga John Ajvide Lindqvist es motivo de interés para muchas personas y cuando se supo que habría una nueva adaptación de otra de sus novelas la expectativa se fue hacia las nubes. Simplemente muchos esperaban ver una nueva obra maestra como la película sueca de 2008 que sacudió al cine de vampiros o por lo menos algo muy sólido como “Border”; sin embargo, Handling the Undead se queda muy lejos de eso.

Y es que Hvistendahl nos trae una historia con la que se toma muchas libertades y reta la paciencia del espectador de manera extrema al apostar por una experiencia más contemplativa que se aleje de los convencionalismos del cine de zombies, utilizando pocos diálogos y generando una atmósfera depresiva muy pesada que complemente el duelo de las tres familias centrales. Lo cual en el papel se escucha interesante y ciertamente durante los primeros 15/20 minutos el grado de efectividad en lo que propone es elevado, pero conforme transcurre el tiempo empieza a ser evidente que la propuesta carece de ideas para profundizar lo que ocurre.

Algo que se puede notar de manera más marcada durante el segundo acto una vez que los muertos vuelven a la vida debido a que el centro de atención no es el caos que esto genera, sino la respuesta tan blanda por parte de los familiares al ver a sus seres queridos de vuelta. Situación que hace que poco a poco el ritmo se vaya volviendo muy complicado de digerir ante el nulo interés por parte de la directora de mostrar algo de mayor intensidad, esperando siempre a que sea el conflicto interno por parte de los personajes el que cargue con todo el peso sin importar la acumulación de preguntas sin respuesta que esto va dejando en el camino y que ante la falta de tiempo difícilmente se podrán responder.

Simplemente todo es una depresión constante que no va a ningún lado, aunque también hay que decir que para la parte final se muestra un ligero interés por al menos dejar en claro que, en efecto, esta es una película de zombies.

Ofreciéndonos así los momentos más potentes del filme para confirmar lo que uno supone desde el primer instante en el que los muertos vuelven a la vida, pero una vez más esa obsesión por querer sustentar todo en base a lo emocional pone el freno de mano y nos deja con un desenlace frio que carece de verdadero impacto y por lo consiguiente solo provoca indiferencia.

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a un elenco que cumple su propósito, aunque dada la naturaleza misma de la película tampoco es que tengan mucha oportunidad para destacar demasiado. Mientras que en producción se tienen cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es muy bueno, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Handling the Undead está pasable. Película que requiere muchísima paciencia para poder conectar con lo que quiere contar.

Ojometro:
***

martes, 27 de agosto de 2024

Crítica: American Werewolf (2024)

Película escrita y dirigida por Rob Roy. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de junio, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

El sheriff Sam Anderson (Russell Sage Patrick), quien está determinado a capturar a una salvaje criatura asesina dentro del tranquilo pueblo de Pinegrove, descubre algo impactante: puede que dicha criatura sea un hombre lobo y este se encuentra más cerca de lo que se imagina.


Comentarios generales:

A veces es complicado el poder entender cómo alguien invierte su dinero no tanto en producir una película, sino en distribuirla. Ya que al final de cuentas para llegar a esto uno tiene que ver el producto final en algún punto y honestamente cualquier persona con cierto criterio se puede dar cuenta que American Werewolf no es algo por lo que se le debería de cobrar a las personas por ver; de hecho, es algo a lo que difícilmente se le tendría que llamar película.

Ya que lo traído por Rob Roy es tan malo que ni siquiera me atrevería a compararlo con proyectos de estudiantes de cine, más bien lo haría con algunos videos de YouTube porque honestamente ese es el nivel que maneja. Lo cual se magnifica muchísimo más al tratarse de una historia sobre hombres lobo que por naturaleza necesita de ciertos valores de producción para ser funcional.

Y es que ni siquiera se trata de una cuestión de presupuesto (que es inexistente) sino que simplemente el director/creador no tiene mucha idea sobre cómo contarnos esto, esperando a que al insertar escena tras escena se genere cierto impulso y de ahí tratar de construir un misterio que en ningún momento el espectador puede tomar en serio ante la pobre calidad que lo rodea. Todo bajo un ritmo terrible que no ayuda en lo absoluto y una carencia total de emociones en lo que se supone es una situación apremiante, donde está en juego la vida de pobladores que van cayendo por medio de muertes pobremente elaboradas.

Aunque sin duda lo peor es el final, ya que en el afán de querer generar shock se recurre a una sorpresa que no tiene absolutamente ningún sentido y solo termina hundiendo mucho más lo que ya era un desastre total.

Las actuaciones son muy malas, la mayoría de los actores diría que son amateurs y el único que más o menos trata de hacer algo “profesional” es Russell Sage Patrick, pero sin buenos resultados. Mientras que en producción, tal como lo mencione antes, es peor que un proyecto de estudiante de cine: el trabajo de fotografía es terrible, la dirección de arte pobre, el score no tiene nada destacable, el trabajo de sonido es un desastre, los efectos parecen hechos con algún programa de Windows 98 y la labor de maquillaje es muy mala.

Opinión final: American Werewolf es atroz. De lo peor que he visto en mi vida y probablemente la peor película de la cual he escrito desde que existe el blog.

Ojometro: Cero estrellas

 

viernes, 23 de agosto de 2024

Crítica: Alien: Romulus (2024)

Película dirigida por Fede Álvarez (Evil Dead, Don’t Breathe), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Rodo Sayagues. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 15 y 16 de agosto, recaudando hasta la fecha $121.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.  

Sinopsis:

Mientras hurgan en los escombros de una estación espacial abandonada, Rain (Cailee Spaeny) y un grupo de jóvenes colonos espaciales se encuentra cara a cara con la forma de vida más aterradora de todo el universo.


Comentarios generales:

Si bien la franquicia de “Alien” no ha sido tan explotada como algunas otras, lo cierto es que el llegar a una séptima entrega complica a cualquiera que pretenda hacer algo con esta y más tras unos 2010s que no dejaron del todo satisfechos a muchos fans con las películas ofrecidas. Por ello es que Alien: Romulus tenía un gran peso a sus espaldas debido a que daba la impresión de que, si no salían bien las cosas, la franquicia corría el riesgo de ser congelada por tiempo indefinido (al menos en cines); sin embargo, tras lo visto es claro que eso no va a ocurrir.

Ya que lo traído por Fede Álvarez regresa a las bases de las primeras dos películas para ofrecernos una historia que se sienta familiar pero a la vez tenga un aire de modernidad como para no caer en lo anticuado. Centrándose nuevamente en un desarrollo dentro de una nave con la se pueda replicar la estética característica de la franquicia, apostar más por un ambiente de peligro constante y lograr generar un tono oscuro que logre potenciar la amenaza que representa el Xenomorfo en todas sus facetas para que no quede relegado a un plano secundario.

Algo por lo cual realmente las acciones avanzan con relativa rapidez desde la primera media hora y gracias a eso ciertas cuestiones personales entre los personajes no son fastidiosas, dándole así el espacio necesario a la amenaza central mientras poco a poco se nos van presentando conexiones con otras entregas. Logrando con esto un buen ritmo que con el pasar de los minutos solo se vuelve más dinámico conforme el Xenomorfo va haciendo acto de presencia, añadiendo momentos de impacto necesarios y también brindándonos cierta información sobre su comportamiento o evolución que no habían sido expuestos en pantalla anteriormente, tales como la forma de detectar a sus presas o cómo madura tan rápido tras salir de su huésped.

Llevándonos así a un segundo acto que, además de estar lleno de sutiles referencias, también presenta un importante dilema entre Rain y su “hermano” Andy que añade un toque emocional a las cosas. Ayudando con esto a que cada momento de riesgo pueda contar con un nivel de tensión adecuado ante las decisiones que tiene que tomar el propio Andy por el bien de la humanidad y con ello se nos muestren algunas de las mejores escenas de acción que dejan en manifiesto el impecable aspecto técnico del filme.

Hasta ahí todo es sobresaliente, sin embargo, con la parte final puede que tengamos lo más divisivo. No tanto porque sea mala, sino porque lo presentado puede considerarse demasiado extravagante y diseñado para satisfacer teorías de los fans; aunque en general creo que es entretenida por la fuerza que le imprime a los minutos finales y porque le da cierta claridad a lo que Ridley Scott puso sobre la mesa con “Prometheus”.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que tenemos a un elenco sólido, no espectacular, pero si lo suficientemente competente para sobrellevar las cosas sin muchos problemas. Siendo Cailee Spaeny y David Jonsson (Andy) quienes más destacan por una peculiar relación de “hermanos” que en todo momento se ve puesta a prueba gracias a la naturaleza de ambos.   

Y en cuanto a la producción nos topamos con una factura de primerísimo nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son estupendos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Alien: Romulus me gustó bastante. Película que regresa a las bases de la franquicia para ofrecer un espectáculo de gran nivel.

Ojometro:
*****

viernes, 16 de agosto de 2024

Pretty Little Liars: Summer School

El pasado 20 de junio finalizó Pretty Little Liars: Summer School, la segunda temporada de este spin-off de terror que en 2022 dejó un buen sabor de boca a pesar de estar rodeado de muchas dudas al provenir de una franquicia que no está ligada al género y que para esta ocasión llegaba probablemente con un poco más de expectativas precisamente por el recibimiento positivo. Algo que se traducía en mayor presión por darle buena continuidad a la historia y que han sabido solventa, aunque tal vez no con tanta efectividad como hace un par de años atrás.

Sobre el tema de los ratings es difícil saber números concretos al tratarse de una serie transmitida por Max y no se sabe si será renovada para una tercera temporada, pero por lo que ocurrió en el episodio final y algunas declaraciones de sus creadores (Roberto Aguirre-Sacasa y Lindsay Calhoon Bring), no sería raro que sucediera esto.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Los traumas de Imogen

Probablemente el punto más fuerte de Summer School fue la forma en la que manejaron a Imogen, ya que al darle seguimiento a los traumas provocados por todas las horribles experiencias que vivió se logra convertirla en un personaje mucho más interesante. No solo por la vulnerabilidad mental ante los ataques/amenazas que involucran a Bloody Rose, sino por las situaciones comunes que la hacen explotar y que van forjándole un carácter mucho más fuerte.


Buen manejo del misterio detrás Bloody Rose 

Si algo ha tenido la serie durante estas dos temporadas es que han sabido ocultar de manera efectiva la identidad de sus asesinos y aunque en Summer School descifrar el misterio es más sencillo, lo cierto es que logran tenerte con dudas la mayor parte del tiempo. Logrando así que sea complicado que pienses abandonarla por la simple curiosidad que te genera lo que ocurre.


Continuidad inmediata

Fue una agradable sorpresa ver que la segunda temporada literalmente arranca justo donde se quedó Original Sin, lo cual vuelve muy sencillo el poder involucrarte de lleno nuevamente con la historia y los personajes. Además de que esto ayuda a que la aparición de una nueva amenaza no se sienta forzada y pueda tener una conexión lo suficientemente sólida con “A”.


 Episodios imperdibles:

(1) Chapter Eleven: Spookyspaghetti.com
(3) Chapter Thirteen: Sweet Sixteen
(6) Chapter Sixteen: Hell House
(8) Chapter Eighteen: Final Exam


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LO NEGATIVO

Pocas muertes… otra vez 

Un problema que se tuvo en la primera temporada y que desafortunadamente se volvió a presentar en esta segunda fueron las pocas muertes en pantalla, algo que sin duda termina afectando debido a que estamos hablando de una serie slasher.

Lo peor es que en esta ocasión ni siquiera existió una verdaderamente significativa provocada por Bloody Rose y solo se limitaron a matar personajes de poca importancia o vil relleno. 


La iglesia/culto 

En los primeros episodios parecía que la subtrama de Kelly con esta iglesia/culto tendría mucha importancia; sin embargo, conforme pasaban los episodios se fue perdiendo y en realidad terminó quedándose más que nada como una ridiculez cuyo principal propósito fue ser la vía para mandar un mensaje de tolerancia que no estuvo mal, pero definitivamente no era lo que se esperaba.

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Opinión final: Summer School es cumplidora. Una segunda temporada que solidifica la existencia de la serie sin demasiados cambios y con una idea clara sobre cómo quieren contar su historia, a pesar de que por momentos se puede caer en cosas absurdas o de corte muy adolescente que pueden fastidiar a más de uno.