miércoles, 30 de abril de 2014

Crítica: Chamber of Horrors (1966)

Película de los 60s dirigida por Hy Averback, la cual significa su único aporte al género y que originalmente fue filmada para TV como un capitulo piloto de una serie, pero debido a que se le consideraba muy violenta para este formato mejor decidieron estrenarla en cine. Actualmente solo se puede conseguir en un DVD doble que también incluye The Brides of Fu Manchu.

Sinopsis:

Jason Cravatte (Patrick O'Neal) es sentenciado a morir por un horrible crimen, pero logra escapar perdiendo su mano como resultado. Ya lejos de las autoridades, este empezará a llevar a cabo su venganza en contra de todos aquellos que estuvieron durante su juicio y lo encontraron culpable.

Comentarios generales:

La película es conocida y bastante recordada por personas que la vieron en los 60s gracias a la implementación del Fear Flasher y The Horror Horn: unas alertas que te dan a conocer previo al inicio, las cuales indicaban que algo verdaderamente perturbador estaba a punto de ocurrir para que pudieras cerrar los ojos o taparte los oídos. Sin duda un innovador concepto que funcionó porque al parecer nunca vieron la tremenda tomada de pelo que les pusieron al evitar escenas que son de todo, menos perturbadoras.

En Chamber of Horrors uno puede notar el momento difícil que atravesaba el género y el hecho de que Averback fuera un director que se especializaba en TV tampoco ayudo mucho, ya que esto se siente realmente como un episodio alargado de una serie detectivesca. No tiene ningún tipo de identidad propia y aunque no es para nada complicado identificar su estructura, así como su principal propósito, esta termina perdiéndose en sus burdos intentos por tratar de construir suspenso dentro de un mundo en el cual claramente no se tenía contemplada tal cosa; ni que decir del supuesto lado perturbador cuando en realidad nunca muestran nada en cámara.

Y es que la historia en si no inicia mal, de hecho, el punto de partida está bastante bien logrado y todo lo que lleva a la captura de Cravatte se maneja de manera decente. Sin embargo, una vez que este escapa es cuando el ritmo se vuelve en exceso lento y las cosas se tornan muy aburridas; de pronto todo se convierte en escena tras escena de mucho dialogo con las cuales bien podrías ir al baño, a la cocina o dormirte por unos 25 minutos y aun así importarían poco para los sucesos posteriores. Situación que evidentemente termina dañando mucho más los intentos por querer convertir al antagonista en alguien que sea recordado con el tiempo; especialmente porque no aparece por grandes lapsos.

La parte final es lo más entretenido. En gran parte gracias a que es en el único lapso en donde logran combinar todo de manera adecuada y fluida, aunque, igualmente, dejan muy en claro que este no era un trabajo para la pantalla grande dado a que dejan un final abierto típico de las series de aquel entonces.

Las actuaciones están muy acorde a la época: un tanto inocentes y poco convincentes; aunque O'Neal logra algunos momentos de locura bastante potentes que demuestran el potencial que tenía su personaje. En producción cumple: los sets están bien decorados y la labor con el sonido es bastante adecuada; sin embargo, el uso de sangre o efectos de maquillaje es nulo a pesar de que se trata de una historia sobre un peligroso asesino.

Opinión final: Chamber of Horrors es un fiel ejemplo de que no todas las películas de antaño son clásicos. Bastante omitible.

Ojometro:
**