sábado, 3 de mayo de 2014

Crítica: Death Do Us Part (2014)


Primer largometraje del director Nicholas Humphries, cuyo guión corrió a cargo de Ryan Copple, Peter y Julia Benson. Salió a la venta en DVD el pasado 15 de abril, aunque no pude encontrar información sobre si también se tiene planeada su salida en otros formatos.

Sinopsis:

Kennedy Jamieson (Julia Benson) es una socialité que está a pocos días de tener su boda soñada, pero antes tratará de pasar un fin de semana con su prometido, hermana y varios amigos para celebrar su despedida de soltera. Para ello rentan una remota cabaña, lugar que convertirá dicha celebración en una pesadilla.



Comentarios generales:

Humphries hasta ahora se había destacado por hacer cortometrajes y por eso su salto a los largometrajes me llamo poderosamente la atención; especialmente porque dicha transición no es sencilla de lograr si no se tiene la capacidad para identificar el manejo de los tiempos. Una situación que aquí se nota de manera más que clara porque a Death Do Us Part lo puedo describir como un trabajo de dos partes: la primera siendo un intro de una hora y la segunda como un caótico cortometraje de casi 30 minutos.

Ya que es evidente que el director aquí nunca capto el hecho de que tenía todo el tiempo del mundo para ir construyendo poco a poco una historia que se adaptara acorde a las necesidades de lo que quería contar, provocando así que gran parte de su contenido sea bastante aburrido o, como ocurre con el caso del personaje Bo, totalmente omitible.

Y es que si algo tiene positivo es el hecho de que, contrario a muchas otras películas similares, aquí se le trata de dar un background a básicamente todo el mundo, lo cual es un punto que beneficia enormemente los últimos 30 minutos precisamente porque al tener tantos personajes con motivos suficientes para ser el asesino se logra crear dudas muy razonables y un misterio natural. Sin embargo, al ser este background tan mal abordado te termina importando poco, a pesar de que tendría que tener mucha relevancia y eso, junto al hecho de que el ritmo es muy pausado, hace de la película poco memorable, sin muchas emociones y con un grado de tensión ínfimo.

El final es bastante agradable por las dudas que genera y porque muestra no uno, sino dos giros que apuesto casi nadie los va a esperar.

Las actuaciones en general no están mal; no diría que son espectaculares, pero no hay nadie que desentone realmente. La producción es discreta, pero efectiva: el trabajo de fotografía es tal vez lo mejor de todo, aunque en el departamento de efectos/maquillaje se queda corto al mostrar realmente poco.   

Opinión final: Death Do Us Part tiene sus puntos interesantes, pero en general se siente como una película más.

Ojometro:
**