sábado, 2 de agosto de 2014

Crítica: The Purge: Anarchy (2014)


Secuela dirigida y escrita nuevamente por James DeMonaco. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de julio y aquí en México llegó a las pantallas este pasado viernes 1 de agosto. Hasta el momento lleva 64 millones de dólares recaudados en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Es 21 de marzo del 2023 y solo faltan unas cuantas horas para el inicio de una nueva purga anual dentro de los Estados Unidos, la cual según los medios ha disminuido los niveles de desempleo y pobreza como nunca antes. Ya en medio de esta, un grupo de cinco desconocidos cruzarán sus caminos en busca de sobrevivir tan terrible noche… o hacerle pagar a unos cuantos sus actos en el camino.



Comentarios generales:

El consenso general con The Purge hace un año fue que la idea detrás era increíblemente original, pero muy mal ejecutada. Esto parece que le pego a DeMonaco, quien para esta secuela pule mucho mejor el concepto y se preocupa por darle algo más al espectador que una simple invasión a casas en donde la mayor parte del tiempo no pasa nada; provocando así uno de esos raros casos donde la secuela es mejor que la primera entrega.

Anarchy es absolutamente todo lo que esperabas ver hace un año debido a que es una expansión natural de la historia, la cual profundiza mucho más en los motivos que existen detrás de la purga y sobre como la población general de los Estados Unidos maneja esta “festividad”, sin limitarse únicamente en la clase alta e incluso insertándole un discurso político. Ahora se nos presentan tres historias desde diferentes perspectivas sociales que terminan ligándose en una sola y esto es un punto fundamental para su éxito, ya que la atmósfera llena de tensión previa al inicio de la masacre ahora se transmite desde diferentes escenarios para ir construyendo poco a poco una serie de confrontaciones que con el paso de los minutos revelan más cosas de las que uno supone va a ver en un inicio.

Evidentemente la locura colectiva, las pandillas, la venganza y el concepto de que lo peor que se puede hacer durante esta noche es ayudar a alguien siguen, pero al desarrollarse gran parte de la película en las calles se te muestra de mucho mejor manera los peligros de esta celebración creada supuestamente para el beneficio de las personas; ahora el riesgo en cada esquina es latente, la acción es continua y la violencia tiene niveles mucho más perturbadores a pesar de que nunca se llegan a mostrar cosas tan gráficas.

Además de que juega de manera efectiva con el aspecto político/social: no solo porque esto ayuda a desarrollar un conflicto que seguramente será el punto central en caso de una tercera entrega, sino porque además establece que durante esta noche el dinero juega un papel fundamental para un gran porcentaje de las personas que salen a matar (y las que no).

Los minutos finales son bastante buenos, sobre todo te dejan una sensación de que lo ocurrido en esta ocasión si sirvió para algo y brinda esa revancha tan necesaria.

Las actuaciones en general están bastante bien, por ahí algunos personajes caen demasiado en ciertos estereotipos pero no es nada que llegue a molestar; aunque personalmente encontré demasiado fastidioso el de Cali. La producción es impecable: el trabajo de fotografía ayuda muchísimo a establecer la atmósfera de peligro continuo, el sonido en general es sólido, tiene buenos efectos y un score que resulta buen complemento. Por ahí solo se le puede cuestionar la falta de sangre considerando que la violencia es un aspecto importante dentro de la película.

Opinión final: Anarchy es una secuela que supera a su antecesora en todos los aspectos y, en general, una gran sorpresa. De lo mejor de este 2014.

Ojometro:
*****