domingo, 12 de octubre de 2014

Crítica: Open Windows (2014)


Película escrita y dirigida por el español Nacho Vigalondo (The ABCs of Death). Se estrenó a mediados de año en España, pero apenas salió en VOD el pasado 2 de octubre dentro de los Estados Unidos y llegará a cines en noviembre.

Sinopsis:

Nick (Elijah Wood) ha ganado una cena con Jill Goddard (Sasha Grey), su actriz favorita y de la cual tiene un sitio de internet; sin embargo, previo a su cita, un supuesto representante del estudio de su última película le avisa que ella la canceló. Lo siguiente que Nick sabe es que ha obtenido acceso total a todos los equipos tecnológicos que rodean a la actriz, aunque esto solo es el inicio de un plan mucho más tenebroso.



Comentarios generales:

En años recientes Elijah Wood ha obtenido una reputación bastante buena con los fans del género de terror gracias a que los últimos proyectos en donde se ha involucrado resultaron ser de gran calidad. Es por ello que Open Windows tenía mi atención desde que supe de ella, aunque no fue sino hasta que vi el tráiler que pude comprender que nuevamente veríamos algo poco convencional por parte del otrora Frodo.

Lo que en esta ocasión nos trae Vigalondo es un thriller lleno de acción con una premisa cuyo punto central es muy simple e incluso común en la actualidad (el acoso a los famosos), pero su manera de desarrollarla está lejos de ser simple; de hecho, recae en la capacidad del propio espectador por omitir lo realmente poco creíble que resulta el hackeo masivo que presenta para disfrutarla de manera plena. Todo bajo un ritmo frenético que no da respiro y que en cierta forma complica mucho más las cosas al momento de comprender lo que está pasando; de pronto sabes que Nick es el conejillo de indias de un tipo con acento ingles, pero los verdaderos motivos detrás de todo eso se te van revelando a cuenta gotas mientras este se ve envuelto en situaciones que retan su moralidad minuto a minuto.

Ahora, contrario a lo que pudiera parecer por lo que acabo de decir, la película funciona perfectamente. Es dinámica de principio a fin (la edición es estupenda), tiene buenas dosis de tensión, genera una sensación de paranoia muy elevada y a pesar de que esta filmada bajo formato cuasi found footage no se pierde ningún tipo de detalle de lo que ocurre; además de que el hecho de que todo esté bajo la perspectiva de una webcam ayuda en demasía para brindarle un sello propio, el cual se ve acentuado por la presentación general con elementos que uno normalmente ve en la pantalla de una PC.

Aunque si tiene cosas que no me agradaron: primero la integración de un grupo de hackers franceses que termina por tener bien poca importancia en lo que ocurre y, segundo, el personaje de Jill Goddard es exageradamente antipático. En serio, se supone que debes de sentir algún tipo de pena por ella mientras su más grande admirador hace hasta lo imposible por salvarla, pero la realidad es que no te podría importar menos lo que le ocurra.

El final realmente no me gustó. No voy a decir mucho para no arruinárselos, pero lo sentí flojo y muy forzado.

En las actuaciones Wood vuelve a entregar otro buen trabajo, encaja perfectamente en el molde de stalker pasivo; mientras que Grey no lo hace nada mal, aunque en gran parte se debe a que su tiempo en pantalla es limitado. La producción es buena en general: tiene un muy buen trabajo de sonido, un score bien cuidado y un despliegue de efectos bastante atípico para este tipo de películas, pero centrado más que nada en cosas digamos “sencillas” o “básicas” (explosiones, choques, etc.).

Opinión final: Open Windows es más que nada un thriller, pero difícilmente les aburrirá. Bastante recomendable.

Ojometro:
****