jueves, 22 de mayo de 2014

Crítica: Mr. Jones (2014)


Película escrita y dirigida por el debutante Karl Mueller. Se estrenó el pasado 2 de mayo de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos y días después salió directamente en formato físico.
 
Sinopsis:

Scott (Jon Foster) es un cineasta en busca de inspiración y para encontrarla se muda junto con su novia a una casa en medio del bosque. Ya estando ahí descubren que su vecino es Mr. Jones, un elusivo personaje que es conocido en todo el mundo por sus perturbadoras esculturas, a quien ven como su nuevo proyecto y se comprometen a investigarlo; sin saber que eso puede tener aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

He aquí otra película que me es complicado clasificarla como 100% de terror; incluso me es complicado el poder clasificarla como found footage cuando supuestamente esta realizada bajo dicho formato. Creo que más que nada se podrá decir que es una combinación entre Exit Through the Gift Shop con cualquier otro trabajo de dicho subgénero sobre leyendas urbanas.

En Mr. Jones lo que Mueller nos ofrece es una forma innovadora de presentar el formato found footage, aunque sin mostrar realmente mucho convencimiento por contarnos una historia que nos termine dejando lo suficientemente satisfechos o, por lo menos, con una idea clara sobre lo que trató. Ya que su primera mitad te conduce por un camino de falso documental con algo de investigación y misterio combinado con cosas ocultas que de alguno u otro modo logran engancharte sin gran esfuerzo a pesar de que no ocurre mucho en pantalla y que el implemento de la cámara es exageradamente incomodo, pero una vez que se pasa este periodo las cosas dejan de tener sentido.

De pronto la película se convierte en un ejercicio de experimentación tanto a nivel de dirección como a nivel de historia, ocasionando así que se vuelva un desastre prácticamente imposible de seguir gracias a no solo todo el aspecto psicológico establecido que juega con la realidad y las pesadillas, sino que además los cortes rápidos de toma, la iluminación y diferentes técnicas implementadas por el director hacen incluso mucho más incomoda la ya de por si caótica experiencia visual. A esto también hay que añadirle el hecho de que el personaje central, que es Mr. Jones, termina siendo un simple personaje secundario (casi casi un extra) cuyo misterio bien construido desaparece por completo.

El final afortunadamente logra explicar ciertas cosas, pero no es lo suficientemente sólido como para poder rescatar todo el sinsentido previo.

Actoralmente no tiene mucho; realmente son Foster y Sarah Jones los que cargan un 95% de la película y el formato no les permite mostrar demasiado, salvo unas expresiones bastante exageradas. En producción debo de decir que la edición, en su afán por querer hacer esto mucho más dinámico y caótico, termina frustrándote; el trabajo de fotografía está ok y la dirección de arte es bastante buena: tétrica, especialmente cuando se muestran las esculturas.

Opinión final: Mr. Jones me decepcionó bastante. Es más estilo que contenido, lo cual puede ser atractivo para muchos, pero conmigo nada mas no funcionó.

Ojometro:
**

domingo, 18 de mayo de 2014

Crítica: The Sacrament (2014)


Película escrita, dirigida y editada por Ti West, quien además es uno de los tantos productores junto a Eli Roth. Se estrenó el pasado 1 de mayo vía iTunes y VOD, mientras que su salida en cines dentro de los Estados Unidos se dará de manera limitada durante el mes de junio.

Sinopsis:

Un fotógrafo viaja junto con un par de colegas a una comunidad remota de nombre Eden Parish, lugar donde su hermana lleva viviendo desde que dejó su rehabilitación. Estando ahí empiezan a documentar todo y parece que han encontrado un lugar utópico dirigido por un peculiar personaje a quien llaman “Father” (Gene Jones), pero pronto descubrirán que eso es solo una fachada que oculta algo mucho más siniestro.



Comentarios generales:

Ti West debe de ser uno de los directores más peculiares del género actualmente, esto debido a que su estilo por lo general reta en demasía la paciencia del espectador y eso lo ha convertido en una figura que polariza a los fans. Una situación que no cambiará mucho después de que vean este trabajo.

Es muy evidente que The Sacrament en un 95% está basada en la masacre de Jonestown, ya que por más que se esfuercen en decir que toma elementos de diversos sucesos de la vida real el parecido con lo ocurrido en los 70s es difícil de ocultar. Eso mismo es lo que le brinda una atmósfera muy realista y a su modo perturbadora, la cual el propio West se encarga de volver mucho más complicada de digerir al, una vez más, regalarnos una introducción sumamente lenta que nos presenta un escenario en teoría alegre, pero que nunca deja de reflejar cierta sensación de tristeza y un terror un poco diferente. Todo bajo un formato de found footage (que por momentos tiene algunas tomas imposibles para un falso documental) cuyo buen uso convierte la experiencia en una mucho mas inmersiva.

Y es que desde el primer momento en que se llega a Eden Parish se puede palpar una tensión inusual, la cual va incrementando poco a poco hasta llegar a niveles realmente altos justo cuando hace su aparición el líder. No es nada visualmente impactante, violento o sangriento, pero aun así dicha tensión es bastante notoria y sabes que tarde o temprano explotará con algo verdaderamente loco.

Aunque particularmente me pareció un tanto decepcionante que una vez que aparece dicho personaje no le den mayor seguimiento y limiten su tiempo en pantalla porque eso termina afectando mucho a la conclusión; sobre todo al momento de tratar de armar un motivo lo suficientemente convincente para justificar lo que hace. Al final sus creencias o convicciones por tener una sociedad totalmente alejada y posteriormente acabar con ella nunca son realmente tratadas de manera profunda, lo cual creo que se pudo haber hecho tomando en cuenta que no era un trabajo cuyo propósito fuera explicar al 100% lo que paso en Jonestown.

Los minutos finales son desgarradores, difíciles de presenciar. Especialmente porque uno sabe que eso ocurrió.

En actuaciones está bastante bien: Jones tiene una presencia enorme a pesar de que aparece poco en pantalla, Amy Seimetz como Caroline ofrece la locura necesaria y en general el resto del elenco cumple. En producción diría que lo más llamativo es el trabajo de fotografía y sobre todo el score; el cual es fundamental principalmente al momento de brindarle un mayor peso a la terrible conclusión.

Opinión final: The Sacrament no es una película para todo el mundo. Si eres de aquellos que están atados a los convencionalismos del cine de terror la odiarás, pero si eres de los que busca un poco más allá de pura violencia seguro la disfrutarás.

Ojometro:
****

sábado, 17 de mayo de 2014

Crítica: Compound Fracture (2014)


Película dirigida por Anthony J. Rickert-Epstein y escrita por la dupla Renae Geerlings / Tyler Mane, quienes además son los protagonistas. Se estrenó apenas el pasado martes 13 de mayo dentro de los Estados Unidos en DVD y VOD.

Sinopsis:

Michael (Mane) dejó su casa cuando era un adolescente y nunca regresó, pero después de la muerte de su hermana decide visitar a su excéntrico padre junto con su prometida y su sobrino. Ya estando ahí nota que las cosas están mucho más extrañas de lo normal, lo cual asume que es gracias a la condición de su padre, pero pronto comprenderán que algo siniestro rodea a la familia.



Comentarios generales:

Ciertamente fue extraño enterarme que Tyler Mane protagonizaría una película, ya que hasta el momento solo lo habíamos visto en roles secundarios y como Michael Myers en las versiones de Rob Zombie. Aunque no era solo eso, sino que el hecho de que él y su esposa fueran los creadores/productores por un momento me hizo pensar que el único propósito de este trabajo era glorificar a ambos, pero no es así.

En Compound Fracture podemos presenciar una historia que mezcla horror con eventos paranormales (y otras cosas), aunque en realidad es la habilidad de Rickert-Epstein lo que verdaderamente la convierte en algo mucho más interesante debido a que utiliza diferentes tipos de cámaras para reflejar una mayor intimidad, pero también para generar con ello la sensación de que el peligro no solo se encuentra dentro de la propia casa, sino fuera de esta por igual; siempre con un balance idóneo para que no afecte el desarrollo de los eventos y no se convierta en una cuasi found footage. Cosa que es vital si tomamos en cuenta que los primeros 30 minutos son bastante pesados y gracias a la dinámica que le brinda el constante cambio de tomas es que se puede soportar de mucho mejor manera este lapso.

Dejando las habilidades del director de lado, esta película se queda en medio de la línea de ser un trabajo aceptable y uno decepcionante; especialmente porque se toma demasiado tiempo en ir construyendo algo para apartarse por completo de lo convencional y de alguna u otra forma siempre regresa a los escenarios conocidos, aunque por medio de explicaciones complejas. Lo cual no está mal, pero esto provoca que nunca terminen por encajar todas las ideas y justo cuando empieza lo más emocionante uno realmente no sabe bien qué diablos está pasando debido a que la construcción del suspenso hasta ese punto fue muy débil como para poder identificar si se trataba de un trabajo plenamente de fantasmas, de invasión, algún tipo de slasher mal construido o una mezcla de todo.

Los 20 minutos finales son bastante buenos; de hecho, son en gran medida lo que la salvan. Hay sangre, mejores explicaciones (aunque algo forzadas) y sobre todo, una pelea entre dos tipos que han significado bastante para el género en los últimos años y que seguramente más de uno quería ver.

Las actuaciones debo de decir que están bastante bien: Mane demuestra que puede ser algo mucho más que simplemente un tipo enorme con súper fuerza, mientras que Muse Watson es un buen contrapeso (aunque el actor que representa al sobrino me parece que queda a deber). En producción se nota que es muy austera; por ahí tiene una buena dirección de arte llena de símbolos y efectos correctos que no necesitan de muchísimo trabajo, pero no hay mucho más.   
Opinión final: Compound Fracture no está mal para ser un trabajo independiente, pero tiene muchos detalles que no le permiten ser algo más.

Ojometro:
***

miércoles, 14 de mayo de 2014

Crítica: The Quiet Ones (2014)


Nueva producción de los estudios Hammer dirigida y co-escrita por John Pogue (Quarantine 2: Terminal). Se estrenó tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos durante el pasado mes de abril; mientras que aquí en México recién se estrenó el 9 de mayo. Hasta el momento ha recaudado $9.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En la década de los 70s el profesor de la universidad de Oxford, Joseph Coupland (Jared Harris), reúne a un pequeño equipo de estudiantes para llevar a cabo un experimento en una joven de nombre Jane (Olivia Cooke). Al inicio todo es con meros propósitos científicos, pero con el paso de los días descubrirán que hay algo mucho más diabólico detrás.



Comentarios generales:

La película está basada en supuestos hechos reales, así que después de investigar un poco descubrí que esto es en parte cierto debido a que toma como base un experimento (Philip Experiment) realizado en Canadá durante la década de los 70s. Al saber esto mi nivel de intriga se elevó bastante, por lo que fui al cine esperando ver un trabajo de gran nivel considerando el estudio que tenia detrás; aunque el resultado fue un tanto decepcionante.

The Quiet Ones no es mala, pero todo el tiempo me dejó la sensación de que estaban mucho más preocupados por querer replicar la estética que hizo tan famosas a las películas de los estudios Hammer que por tratar de explotar de buena manera una fórmula que está más que comprobado que si es bien manejada puede brindar grandes resultados. Ya que Pogue en general solo se limita a ir alargando de manera correcta el desarrollo de los personajes sin mostrar mucho interés por pisar el acelerador, lo cual hace que la historia fluya de manera sumamente lenta y sin realmente nada destacable; una situación que encaja con el lado “científico” que pretenden manejar, pero que la torna bastante repetitiva en muchas de las situaciones con más importancia.

Además le hace falta fuerza, casi todo lo manejan por medio de sustos fáciles que se sobre explotan y que van perdiendo impacto con el paso de los minutos gracias a que logras identificar los momentos exactos en los que ocurrirán. Aunque tampoco puedo decir que no tenga cosas que valgan la pena: las sesiones con Jane logran generar una atmósfera bastante aterradora y esa mezcla científico-paranormal te mantiene atento gran parte del tiempo ante la duda razonable sobre qué camino tomaran para terminar de explicarte lo que estás viendo.

El final es entretenido, especialmente porque se sale un poco de la tónica general. Le dan un giro que no pude evitar pensar que se siente fuera de lugar, pero después de analizarlo me convencí de que era la manera más correcta para brindarle un desenlace potente a una historia que hasta un poco antes de los 20 minutos finales no parecía llevarte a ningún lado.

Las actuaciones diría que están normalitas, nadie resalta por encima del resto. La producción si es de aplaudir: el trabajo de fotografía es bastante bueno tanto en interiores como en exteriores, la dirección de arte está bien cuidada y el trabajo de sonido resalta muchas cosas que pasarían desapercibidas si no fuera efectivo. Aunque en cuestión de efectos y maquillaje es muy básica.

Opinión final: The Quiet Ones es un débil intento de los estudios Hammer por recuperar su gloria. Tiene algunos destellos de brillantez, pero no son suficientes.

Ojometro:
***