miércoles, 15 de julio de 2015

Crítica: Charlie's Farm (2014)


Producción australiana escrita y dirigida por Chris Sun (Daddy's Little Girl). Se estrenó en cines a finales del año pasado en Australia, donde también ya salió en formato físico durante mediados de junio. En los Estados Unidos se encuentra disponible vía iTunes.  

Sinopsis:

En un esfuerzo por experimentar algo diferente, cuatro amigos realizan un pequeño viaje a las regiones más alejadas del centro de Australia para explorar una famosa granja en donde fue asesinada una familia de psicópatas. Esto les genera conflictos y diversas advertencias, pero sin importarles deciden pasar unos días ahí, aunque pronto descubrirán que alguien sigue habitándola.



Comentarios generales:

El cine de terror australiano es un gusto que se va adquiriendo poco a poco, ya que suele generar opiniones divididas al ser uno que no busca encontrarle el hilo negro a las cosas y que basa gran parte de su éxito en presentar un grado de violencia muy elevado. Se podría decir que es algo “simple” que para algunos resulta muy atractivo, pero para otros es extremadamente aburrido y creo que con Charlie's Farm tenemos el ejemplo perfecto para saber de qué lado de la moneda te encuentras.

Desde la primera escena Sun establece que uno de sus puntos fuertes será, como era de esperarse, la violencia explicita; sin embargo, de manera inteligente no se gasta este aspecto rápidamente y mejor decide tratar de darle un desarrollo decente al grupo de personajes que sabes sufrirán las consecuencias, así como establecer los orígenes de la amenaza. Algo que de inicio no resulta malo a pesar de que puede sonar aburrido tratándose de un slasher, pero lo cierto es que los flashbacks sobre la historia de la granja son interesantes a pesar de que caen en los típicos clichés de granjeros asesinos y demás; es una buena manera para hacer tiempo e incrementar la expectativa por lo que vendrá.

Lo malo es que este desarrollo no se limita a unos cuantos minutos, sino que el director en verdad se toma su tiempo para llevarlo a cabo sin importarle que eso vuelva demasiado aburridas las cosas; imprimiéndole un ritmo exageradamente cansino y presentando mucho dialogo que termina sintiéndose estúpido para actores que es claro que ya no encajan en esa clase de comportamiento. Realmente no pasa nada, llegado el minuto 60 solo se han dado tres muertes esporádicas y lo más llamativo es la integración de dos nuevos jóvenes que sabes de inmediato serán los primeros en morir. La pobreza del guión queda al descubierto sin que exista intención de disimularlo un poco añadiendo al menos uno que otro momento de impacto.

Lo mejor son los últimos 25 minutos porque aquí se desata una masacre muy entretenida. Se trata de Charlie matando sin piedad a todo lo que se le ponga en su camino de la manera más cruel posible; donde la sangre fluye, los efectos brillan, el ritmo se acelera y además presentan una conclusión bastante seca que sorprenderá a más de uno.

De las actuaciones tenemos a una esquelética Tara Ried a la que nunca le crees su papel, a un Kane Hodder que solo está ahí para cobrar un cheque y a un grupo de actores de complemento que están ok en sus roles. Sin embargo, la figura es Nathan Jones como Charlie debido a que el tipo es una mole humana en verdad aterradora que, con un poco de suerte, pueden convertir en un personaje prolífico durante los próximos años.

La producción en general es sólida: tiene un buen trabajo de fotografía en exteriores, aunque por algunos lapsos en interiores se ve muy oscura y eso no deja lucir mucho a la discreta dirección de arte; el score no es nada del otro mundo, cuenta con un buen sonido y el trabajo de efectos/maquillaje es de primer nivel. No solo por las muertes gráficas presentadas, sino porque la caracterización de Charlie en verdad es de destacar.

Opinión final: Charlie's Farm es un slasher más. Salvo por la última media hora no tiene mucho, es la típica película para ver en TV.

Ojometro:
**

domingo, 12 de julio de 2015

Crítica: Dude Bro Party Massacre III (2015)


Película dirigida por Tomm Jacobsen, Michael Rousselet y Jon Salmon, quienes además de actuar en esta también comparten créditos con otras seis personas como los creadores del guión. Se estrenó el pasado 7 de julio de manera digital en su sitio web e iTunes dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de dos terribles masacres ocurridas en las fraternidades de la universidad de Chico, el solitario Brent Chirino (Alec Owen) tendrá que infiltrarse en una popular fraternidad para investigar el asesinato de su hermano gemelo a manos de un asesino serial conocido como “Motherface”.



Comentarios generales:

Tratar de recrear la esencia de los 80s es algo que se ha puesto de moda últimamente, sobre todo cuando se trata de los slashers. Sin duda es una fórmula que puede dar buenos resultados debido a que el público más joven está deseoso por poder experimentar un poco de aquella época y los más veteranos quieren revivir esos años con los que crecieron; sin embargo, no todo el mundo tiene la capacidad para utilizarla con éxito a pesar de su aparente sencillez y Dude Bro Party Massacre III es una muestra de eso.

Aquí los tres directores desde un inicio dan señales de tener cierta capacidad para poder recrear dicho periodo de manera eficaz, proporcionando un curioso background sobre el descubrimiento de la cinta y después estableciendo rápidamente lo ocurrido en las “primeras dos entregas” para darle rumbo a las cosas. Hasta ahí todo bien, pero lamentablemente no tardan demasiado tiempo en mostrar que en su afán por querer parodiar esta época son capaces de caer en excesos creativos difíciles de digerir, convirtiendo poco a poco la historia en una demasiado estúpida por medio de un humor que hoy en día ya no funciona y que se siente repetitivo en cuestión de minutos; provocando así que lo que en un inicio era un proyecto pintoresco ahora sea todo un desafío de completar.

Y es que su principal error es tardarse demasiado tiempo en entrar de manera contundente al territorio de los asesinatos (al fin de cuentas es un slasher), realmente durante un lapso prolongado no ocurre demasiado más allá de chistes sin mucha gracia y referencias homoeróticas, lo cual hace que se sienta algo pesada a pesar de que el ritmo en general es ágil. Es hasta casi la mitad del segundo acto cuando esto toma forma, donde verdaderamente se vuelve entretenida al presentar un contenido visual muy llamativo no solo por lo gráficas que resultan  las muertes, sino porque los efectos increíblemente simples que se utilizan le dan precisamente ese encanto ochentero que pretendían desde un inicio… aunque sea solo por unos minutos.

El final es muy absurdo, realmente aquí es cuando las cosas entran en un nivel de idiotez mucho mayor (un costal de naranjas ejemplifica perfectamente esto). Además de que para este punto uno ya se siente fastidiado por estar viendo los mismos chistes durante más de una hora, evidenciando así que la película es mucho más larga de lo que debería.

Mención aparte merecen los pequeños comerciales integrados para darle credibilidad al concepto de que la película es una grabada de la TV. La mayoría son muy cortos, probablemente entre todos no se hagan ni cinco minutos, pero están entretenidos y en muchos casos el humor que manejan es más efectivo.

Las actuaciones son malas, lo cual es el propósito pero por varios lapsos se vuelve molesto el escuchar tantos gritos. El tema de la producción es un aspecto interesante porque evidentemente la idea era que se viera así, tipo cine serie B: la calidad de imagen estilo VHS si ayuda a darle la atmósfera característica de la época, está ambientada de manera decente, el trabajo de sonido es sólido (de hecho, mejor de lo que debería ser) y los efectos son prácticos en su mayoría; muy básicos, pero sirven para el contenido gráfico presentado.

Opinión final: Dude Bro Party Massacre III es una idea divertida mal ejecutada. Película para ver con las expectativas más bajas posibles o con el cerebro en blanco.

Ojometro:
**

miércoles, 8 de julio de 2015

Penny Dreaful: Segunda temporada



El domingo pasado llegó a su fin la segunda temporada de Penny Dreadful, la ambiciosa serie de terror de Showtime que después de un debut exitoso tenía la necesidad de mantener su estatus como una de las mejores propuestas que tiene el género en la TV. Una tarea complicada considerando que las segundas temporadas suelen presentar diversos riegos al ya no tener el factor novedad de su lado y porque suelen ser, en muchos casos, vitales para que el televidente esté dispuesto a invertir su tiempo a largo plazo.

Una situación que pareciera no logró cumplir al presentar una disminución evidente en los ratings con respecto al año pasado, siendo con un promedio de 611.000 televidentes la serie con los números más bajos del canal en su barra de drama (aunque no se contabilizan los números generados vía On Demand o Showtime App). Aún así, estos fueron suficientes para que se le diera luz verde a una tercera temporada y eso es señal de que al menos el canal está satisfecho con el desempeño.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que si aún no la han visto o aún no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Relación Vanessa & Ethan


Era muy obvio que tarde o temprano estos dos iban a tener algún tipo de situación sentimental y eso se dio en esta temporada, aunque en lugar de caer en un escenario meloso que contrastara en demasía con la atmósfera oscura que caracteriza a la serie, lo que vimos fue una relación en extremo fría entre dos almas perturbadas en la búsqueda de su verdadera identidad.

Muchos de los momentos más emblemáticos fueron el resultado de la interacción entre ambos personajes (la escena inicial del noveno capítulo es brutal), todos con el propósito de vender la idea de que tal vez una relación entre una bruja y un hombre lobo no es precisamente buena idea.


Lily Frankenstein


La muerte de Brona nos había dejado todo puesto para el debut de la novia de Frankenstein, un personaje con el cual tenía mucha curiosidad por ver como lo manejaban y la verdad es que el resultado me sorprendió. 

No tiene la complejidad de Vanessa o Caliban/John Clare, pero la manera en que fueron construyendo su personalidad de una aparente chica inocente a una futura gran amenaza con la capacidad de manejar a su antojo a tres individuos añadió un gran impacto a las cosas.


Desintegración del grupo


Con Sir Malcom rumbo a África, Ethan rumbo a los Estados Unidos, Sembene muerto y Caliban en alguna parte del ártico el grupo central quedó prácticamente desintegrado. Algo que creo nadie se esperaba, pero que abre la puerta a nuevos escenarios. 

Esto porque ahora las acciones no se centrarán de manera exclusiva en Londres y con ello se podrían añadir nuevos personajes que a lo mejor se sentirían forzados en este ambiente. Tal vez sea la forma en la que John Logan pretende explorar algo relacionado con The Island of Doctor Moreau como lo ha declarado en ocasiones previas, además de que me parece la mejor opción para contarnos la historia de Ethan ahora que se sabe que su nombre real es Ethan Lawrence Talbot.


Helen McCrory como Evelyn Poole


El tema de las brujas lo tocaré un poco más adelante, pero sin duda la adición de Helen McCrory al casting regular fue un tremendo acierto. La primera mitad de la temporada le perteneció a ella por grandes lapsos, mostrando una presencia enorme en pantalla y logrando momentos de terror genuino que la posicionaron como una gran amenaza para el grupo de “héroes”.


Chamber of Horrors 


Mentiría si dijera que esta subtrama con Caliban/John Clare me dejó satisfecho (a pesar de su gran conclusión), ya que por momentos fue más una distracción que otra cosa. Sin embargo, el hecho de que añadieran algo tan característico del género como lo es la cámara de los horrores fue un gran detalle. 


Episodios imperdibles:

(1) Fresh Hell
(3) The Nightcomers
(7) Little Scorpion
(9) And Hell Itself My Only Foe
(10) And They Were Enemies



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LO NEGATIVO

Villanos poco interesantes


Una de las mayores sorpresas fue que los vampiros desparecieron para que su lugar lo tomaran las brujas, un cambio que de inicio me agradó porque era simple y le daba más suspenso al tema inconcluso de Drácula. Lo malo es que con el paso de los episodios estas fueron perdiendo mucha fuerza, se sentían un tanto ajenas a pesar de su presencia en pantalla y terminaron siendo unas oponentes muy endebles durante el conflicto final. 


Dorian Gray… otra vez


En verdad no quiero ser repetitivo, pero por segundo año consecutivo me la pase preguntándome a lo largo de diez semanas ¿Cómo diablos encaja Dorian Gray en esta historia?. 

Durante la temporada pasada era “Dorian se acuesta con todos” y en esta ocasión fue “Dorian tiene relaciones con un transgénero”. Parece que su existencia solo está pensada para generar morbo y eso no ayuda a un personaje que, de momento, no ha aportado muchas cosas interesantes; aunque al menos ya mostraron su retrato.


Pocos personajes clásicos nuevos


Probablemente la mayor decepción que le encontré a esta temporada fue la ausencia de más personajes clásicos, ya que al ser este uno de los puntos atractivos de la serie si esperaba caras nuevas importantes. Claro… Lily Frankenstein, las brujas y Warren Roper representaban esto, pero la primera fue la transformación de un personaje ya conocido, las segundas eran personajes un tanto genéricos y el tercero fue un cero a la izquierda. 

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Opinión final: Dejando los ratings de lado, la segunda temporada de Penny Dreadful sin duda me ha parecido un paso en el camino correcto para una serie cuyos objetivos se centraban en mostrar que era algo más que un increíble diseño de producción. La historia por momentos parece no llevar a ningún lado y ciertamente me fastidió un poco que se olvidaran por completo de los vampiros, pero en general fueron más las cosas positivas que las negativas que la establecen como una opción bastante sólida para los amantes del terror clásico. 

lunes, 6 de julio de 2015

Crítica: Bound to Vengeance (2015)


Película dirigida por el mexicano José Manuel Cravioto, cuyo guión fue escrito por la dupla Rock Shaink Jr. / Keith Kjornes. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de junio, pero aun no existe información sobre su salida en otros formatos o países.

Sinopsis:

Eve (Tina Ivlev) es una joven que logra quedar libre después de haber sido secuestrada a lo largo de nueve meses por un psicópata llamado Phil (Richard Tyson).  Su meta es escapar lo más rápido de ahí, sin embargo, pronto descubre que no es la única que fue privada de su libertad y forzará a su captor a que le indique donde están las demás chicas antes de que sea demasiado tarde.  



Comentarios generales:

Las temáticas sobre venganza suelen ser poderosas por naturaleza, mucho más cuando tienen como protagonista a una mujer y por ello es que las vemos de manera frecuente dentro del cine de terror. Casi siempre dejan cosas para recordar independientemente de si son buenas o malas, es algo característico y con Bound to Vengeance no será la excepción; a pesar de que se queda corta en lo que pretende contar.

Esta es una historia que no se anda con muchos rodeos debido a que a los cinco minutos vemos el escape de la protagonista, estableciendo así que la prioridad tanto de los guionistas como de Cravioto no es la de tocar en lo más mínimo de manera visual el sufrimiento de esta, sino centrarse exclusivamente en su venganza; algo que en realidad me pareció acertado gracias a que esto le da un pequeño aire de frescura a las cosas, cambia las reglas ya vistas y es una buena manera para imprimirle un ritmo más ágil. Lo malo es que rápidamente esto empieza a perderse con una cantidad de decisiones muy absurdas que, más que enfocarse en la venganza, terminan convirtiendo esto en una película de rescate en donde nada parece salir bien, dejándote con más dudas que respuestas sobre lo que ocurre en pantalla.

Todo se torna extremadamente repetitivo al presentar una dinámica que solo se centra de ir al punto A al punto B, del punto B al punto al C y así sucesivamente (con muchos flashbacks de por medio), diferenciando cada rescate con solo detalles como el estado físico/mental de las secuestradas o el lugar donde están cautivas. Simplemente se siente un gran vacío, lo cual obliga al director a tratar de equilibrar las cosas por medio del impacto; a partir del tercer rescate el grado de violencia se incrementa de manera notoria, se hace mucho más gráfica y por momentos logra sacudir la monotonía pero sigue sin profundizar sobre cuestiones importantes cuando dejan en claro que hay algo mucho más grande detrás.

Los últimos 20 minutos son muy buenos. La verdad no es que el misterio presentado sea difícil de descifrar de manera previa, pero la tensión que se logra generar entre ambos personajes centrales hace que nunca estés lo suficientemente seguro y cuando se destapa se siente con muchísima fuerza gracias a los conflictos con los que tiene que lidiar Eve; evitando así que caiga en la repetitividad y por lo menos, ahora sí, brindarle un poco de sentido al título.

Sobre las actuaciones puedo decir que tanto Ivlev como Tyson están bien, tienen buena química en pantalla; aunque el resto del elenco se siente increíblemente acartonado. La producción no está mal: el trabajo de fotografía tiene sus altibajos, especialmente dentro de las casas; la decoración de los sets está bastante bien, tiene un muy buen score y la cuestión de efectos/maquillaje cumple su cometido.

Opinión final: Bound to Vengeance está apenas ok, principalmente por el inicio y el final. Película más para ver en Netflix cuando esté disponible.

Ojometro:
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