martes, 20 de septiembre de 2016

Crítica: The Neighbor (2016)


Película escrita y dirigida por Marcus Dunstan (The Collector). Se estrenó directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 6 de septiembre, mientras que su llegada a otros mercados aún no tiene fecha definida.

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Cutter la mayoría de las personas se guardan su vida privada de manera celosa, pero cuando John (Josh Stewart) husmea en la propiedad de su vecino mientras busca a su novia desaparecida se dará cuenta que él no es el único que cuenta con aterradores secretos.



Comentarios generales:

Después de las películas de zombies y las found footages sobre casas poseídas no cabe duda que el subgénero más recurrente es el de invasión de hogares, el cual ha visto un incremento de popularidad importante en estos últimos años. Esto sin duda es bueno por cuestiones de variedad, pero igualmente representa un problema debido a que ante tantas propuestas la originalidad se va perdiendo y el encontrar ideas nuevas es cada vez más complicado, algo que resulta muy evidente con The Neighbor.

Esto porque Dunstan claramente quiere seguir una línea muy similar a la que se vio con sus trabajos previos, aunque en esta ocasión bajo un enfoque mucho más tranquilo, sin un show de muerte extremo que sea todo el centro de atención. Ya que durante el primer acto en verdad se toma su tiempo para ir desenvolviendo poco a poco una historia que está cargada de suspenso, donde todo lo que rodea a nuestra pareja protagonista parece estar en su contra pero no sabes exactamente qué será lo que les dé más problemas dentro de este poblado tan sospechoso debido a que no existe una figura dominante que genere cierta sensación de peligro clara.

Una que se da hasta el segundo acto, el cual te hace recordar muchísimo a The Collector gracias a que nuevamente el personaje principal se centra en analizar la situación de manera más detallada dentro de un lugar desconocido para él y no se vuelve loco para lograr su objetivo; además de que el silencio vuelve a jugar una parte muy importante. Aspecto que le brinda un nivel de tensión interesante a las cosas, pero que obliga a utilizar un ritmo lento que simplemente hace que toda esta parte se sienta aburrida y que por momentos parezca que no va para ningún lado gracias al poco avance que se muestra.

La parte final es bastante agradable. Más que nada porque es aquí donde el director hace lo que sabe y nos regala una serie de eventos que proporcionan la violencia necesaria para justificar la larga espera, además de que cuenta con diversos momentos de impacto bien realizados que te dejan satisfecho con el desenlace.

Sobre las actuaciones puedo decir que cumplen; realmente con Josh Stewart tenemos lo mismo de siempre, pero al rodearlo de buenos secundarios (especialmente Bill Engvall) su falta de expresiones termina por no pesar demasiado. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no presenta grandes complicaciones, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo y la cuestión de efectos/maquillaje se limita a aspectos básicos que cumplen con su objetivo.

Opinión final: The Neighbor tiene sus momentos, pero está lejos de ser verdaderamente memorable. Película más que nada para pasar el rato. 

Ojometro:
***

sábado, 17 de septiembre de 2016

Crítica: Train to Busan (2016)


Producción surcoreana escrita y dirigida por Yeon Sang-ho (Seoul Station). Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el 20 de julio, mientras que en los Estados Unidos hizo lo propio solo dos días después de manera limitada. Todavía no hay información sobre su llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras un virus azota a Corea del Sur, un grupo de pasajeros que viaja a bordo de un tren tendrá que hacer hasta lo imposible para poder llegar de Seúl a Busan ante el continuo ataque de hordas de violentos zombies. 



Comentarios generales:

El cine de terror surcoreano no es para nada desconocido entre los amantes del género, pero por lo regular suele quedar medio rezagado junto al japonés gracias a la cantidad de películas que estos últimos pueden producir. Sin embargo, los coreanos desde hace tiempo han asumido mayores riesgos y en esta ocasión lo hicieron a lo grande con Train to Busan: una súper producción para sus estándares que apostaba por un subgénero sobreexplotado en la actualidad y por un director con experiencia limitada solo en animación, pero cuyos resultados finales son en verdad excepcionales.

No voy a mentir, la historia en si no descubre el hilo negro y sigue un esquema básico ya muy visto en esta clase de películas, pero la manera en la que Yeon Sang-ho te la presenta es una delicia debido a que durante sus casi dos horas de duración el espectador se ve involucrado en un viaje sin ningún tipo de freno. Uno en donde no tienen que pasar ni 15 minutos para que inicie la locura y así se establezca rápidamente el ritmo con el que vamos a tener que lidiar por el resto del metraje, esto mientras vemos como se desencadena el infierno dentro de un lugar diseñado para la comodidad, pero que para esta clase de situaciones prácticamente se convierte en el peor enemigo de las personas ante el poco margen de maniobra con el que cuentan.

Es en base a esta dinámica como la primera hora pasa volando, la cual está atascada de zombies y acción a máxima velocidad; algo que daría pie para pensar que no hay mucha sustancia detrás, pero afortunadamente no es así. Ya que durante este periodo el creador también nos muestra un desarrollo interesante con los personajes y su manera con la que lidian los problemas, estableciendo así un choque de personalidades muy marcado que juega con el lado más podrido de la naturaleza humana que invariablemente provoca empatía por algunos de ellos y por otros no tanto.

Para la segunda mitad no cambia en lo absoluto la acción y la violencia, sin embargo, si se empieza a recurrir en ciertas pausas para generar secuencias donde los sobrevivientes tienen que pensar un poco más para poder salir adelante del problema. Un aspecto que luce menor, pero que en realidad es lo que genera unos niveles de tensión muy elevados que ayudan muchísimo en este lapso para que la película no decaiga y, sobre todo, se pueda solventar la ausencia de una explicación mucho más elaborada de los origines del virus (algo que pueden ver un poco más a detalle en “Seoul Station”, la película animada que salió en conjunto).

La parte final es caótica y, para tratarse de un trabajo de zombies, sorprendentemente emocional. En este punto la sensación de catástrofe a gran escala ya es muy palpable tanto por la atmósfera construida como por la cantidad de criaturas que se logran poner en pantalla, lo cual provoca que uno se vea muy agobiado por el hecho de que estos personajes se encuentran ya cerca de su objetivo y aun así tienen todas las de perder.

Las actuaciones están muy bien, Yoo Gong (Seok Woo) carga con el peso de la película sin ningún tipo de problema y realiza una muy buena mancuerna con Ma Dong-seok (Sang Hwa); aunque quien se llevará las miradas es la pequeña Soo-an Kim (Soo-an) debido al contraste que representa con la mayoría de los personajes. La producción es de muy buena nota: el trabajo de fotografía es consistente, la dirección de arte adecuada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es espectacular, el maquillaje cumple y los efectos son de una gran calidad considerando el importante uso de CGI.

Opinión final: Train to Busan  no solo se trata de una de las mejores películas de 2016, sino que además se trata de una de las mejores películas de zombies de la década. Muy recomendable.

Ojometro:
*****

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Crítica: All Girls Weekend (2016)


Película escrita y dirigida por Lou Simon (Agoraphobia, HazMat). Se estrenó en VOD durante el mes de julio dentro de los Estados Unidos y, posteriormente, salió en DVD a inicios del mes de septiembre. Aunque no hay información sobre llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de amigas de la preparatoria se reúnen después de varios años para pasar un fin de semana en las montañas, pero cuando las cosas no salen como estaban planeadas pronto su reunión se convertirá en una prueba de vida o muerte.  



Comentarios generales:

Existen malas películas que por lo menos te divierten con sus fallas y eso vuelve su visionado un poco más ameno, además de que te dan mucho material para escribir. Sin embargo, también existen otro tipo de malas películas, aquellas que por más que quieres no les encuentras absolutamente nada rescatable; de esas que te la pasas viendo el reloj para saber cuánto falta para que termine el suplicio y, ciertamente, All Girls Weekend aplica para esta segunda categoría como pocas en lo que va del 2016.

Realmente lo que nos regala Simon es igual de emocionante que un caracol en movimiento, ya que contrario a lo que sugiere el póster o incluso el tráiler, esta es una historia en exceso básica cuya dinámica es de las cosas más aburridas que he presenciado en mucho tiempo. Durante al menos 30 minutos lo único que ves es a un grupo de mujeres quejarse por absolutamente todo y tirarse tierra por su comportamiento tanto en la actualidad como en lo ocurrido en sus épocas de preparatoria, esto mientras dan vueltas sin cesar en un bosque completamente desangelado en donde lo más relevante que ocurre es que a una de ellas se le pierde su celular.

Así transcurre todo de manera tediosa hasta que por medio de un accidente muy absurdo se pretende elevar ligeramente los niveles de tensión, aunque eso dura muy poco debido a que en cuestión de minutos se regresa a la dinámica de caminar en círculos. La única diferencia es que por fin se revela el aspecto aterrador del bosque y, en vez de pelearse por todo, ahora nuestro valiente grupo comete muchos errores absurdos que a la postre tendrán consecuencias para ellas mientras huyen de un peligro del que no se sabe nada y cuya naturaleza misma evita que esto se desarrolle como un slasher en toda la regla (lo cual supuestamente es).

La parte final carece por completo de fuerza, esto a pesar de que se hace el intento de generarla por medio de muertes y una escena que involucra la amputación de dedos. Además tratan de explicar todo en menos de cinco minutos, lo cual se siente muy forzado y es probable que termine confundiendo al espectador debido a que las respuestas que recibe por lo ocurrido son increíblemente vagas.

Las actuaciones son pobres y en verdad desangeladas, aunque en este caso la mayoría de las actrices tampoco tenían suficiente material como para ofrecer grandes cosas. La producción tampoco tiene mucho que resaltar: el trabajo de fotografía está ok, el score resulta intrascendente, el trabajo de sonido es inconsistente, los efectos son muy simples y la cuestión del maquillaje se limita a unas cuantas heridas muy superficiales.

Opinión final: All Girls Weekend es realmente mala, de esas películas que no entiendes cómo fue que consiguió distribución. Evítenla a toda costa.

Ojometro:
*

domingo, 11 de septiembre de 2016

Crítica: Chopping Block (2016)

Película escrita y dirigida por Joshua Hall, el cual significa su primer largometraje. La película se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de agosto, aunque luce muy poco probable que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Después de ser despedidos, un grupo de ex empleados decide secuestrar a la hija de su ex jefe para conseguir dinero fácil. ¿El problema? Ninguno sabe cómo diablos realizar un secuestro y para su mala fortuna su víctima es la única sobreviviente de una masacre a la que una psicópata sedienta de sangre se encuentra persiguiendo.



Comentarios generales:

Hacer comedias de terror es complejo, no solo porque tienes que lidiar con un público que no suele ser muy receptivo a estas salvo que sigan una línea muy marcada, sino porque además no es para nada sencillo mantener el balance entre ambos géneros. Siempre se corre el riesgo de quedar como un mal chiste si el humor no es bien justificado y en el caso de Chopping Block ese es un sentimiento que seguramente muchos van a tener después de verla.

Y es que a pesar de que la escena inicial es un gancho efectivo y la idea central no es precisamente mala, la manera en la que Hall presenta esta historia hace que el inicio sea uno aburrido e incluso bastante estúpido debido al humor simple que predomina. En serio, la primera media hora de esta película difícilmente se podría decir que contiene algo relacionado con el género de terror gracias a que se centra en comportamientos absurdos, algunos estereotipos y chistes poco efectivos mientras se planea un secuestro de la manera más vaga posible; todo con el único objetivo de generar algunas cuantas risas para que el espectador se olvide de que realmente no ha ocurrido gran cosa durante el primer acto.

Es entrados los 40/45 minutos, ya con el secuestro realizado, cuando las cosas se vuelven un poco más ágiles. El humor simple continua, pero al menos se empiezan a incluir más elementos de terror de manera esporádica que hacen digerible el asunto, sobre todo porque si algo tiene este trabajo es que no temen utilizar efectos prácticos muy arcaicos que hacen de las muertes o momentos sangrientos algo divertido de ver. Aunque es por medio de esto como ahora pretenden distraerte de la completa ausencia de sustancia que existe; especialmente con toda la cuestión de la psicópata, de quien realmente nunca te mencionan nada y está ahí presente solo porque sí.

La parte final debo de aceptar que me hizo reír en un par de ocasiones, más que nada por una escena que involucra referencias a Evil Dead, aunque en general es bastante simple y poco memorable. Ciertamente el desenlace pretende ser muy sangriento, pero resulta muy evidente que gracias a las cuestiones de presupuesto no pudo tener el impacto necesario.

Las actuaciones son un mix entre malas y amateurs, todas resultan muy forzadas y eso termina perjudicando el humor utilizado. En cuanto a la producción se puede ver claramente el limitadísimo presupueste de $50,000 dólares con los que contaron: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte igual, el score no está mal, el trabajo de sonido es lo común en un filme independiente y los efectos son dignos de un proyecto escolar.

Opinión final: Chopping Block es una película más. Tiene sus puntadas, pero realmente no contiene nada destacado como para sobresalir.  

Ojometro:
**