martes, 14 de marzo de 2017

Crítica: Devil in the Dark (2017)


Película dirigida por Tim Brown (The Cradle) y escrita por Carey Dickson. Se estrenó directamente en VOD el pasado 7 de febrero dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Adam (Robin Dunne) y Clint (Dan Payne) son dos hermanos distanciados que tratan de mejorar las cosas al salir durante un fin de semana de cacería en la Columbia Británica, pero su reunión se verá afectada cuando una misteriosa presencia los empiece a perturbar dentro del bosque.



Comentarios generales:

En este punto sería absurdo quejarme sobre el hecho de situar historias en el bosque debido a que es un escenario que por años ha sido recurrente dentro del género, pero la verdad es que últimamente  las películas que se realizan dentro de bosques por lo regular me generan más dudas que certezas. Esto porque la mayoría siguen un patrón similar que da la sensación nadie se atreve a desafiar por miedo a arruinar una fórmula simple que facilita muchas cosas y tristemente Devil in the Dark no será una de las primeras en hacerlo.

Y es que lo que nos trae Brown es más un drama que una película de terror, al menos durante casi 50 minutos. Donde gran parte de su atención se centra en ir desarrollando a fuego muy lento esta tensa relación entre hermanos que básicamente son dos desconocidos al inicio y que por medio de distintas conversaciones, así como de algunos flashbacks, es como el espectador debe de entender los motivos detrás de todo esto. Lo cual debo de decir que si logra brindar alguno que otro momento gracioso, pero en general hace de toda la primera mitad bastante aburrida debido a que los avances son mínimos y el director no muestra intención alguna para cambiar el ritmo.

Provocando así que las cosas no mejoren de manera sustancial ya avanzados los minutos y que en algún punto todo se limite a presentar lo mismo en repetidas ocasiones mientras se trata de dejar en claro que la historia, más que centrarse en un monstruo dentro del bosque, es sobre estos dos hermanos y los resentimientos que han guardado por años. Situación que no encontré como algo desastroso, pero que nunca logra funcionar ante la falta de contenido y porque realmente la mezcla con el tema de la criatura que los asecha nunca se siente orgánica, sino más bien como dos ideas distintas que decidieron acoplar para ver si salía algo interesante.

La parte final presenta una mayor intensidad, pero todo resulta tan confuso que realmente uno no puede involucrarse de lleno con la situación porque nunca te brindan una explicación sólida con respecto a lo que ocurre y eso termina por afectar el producto en general. Especialmente el impactante suceso en la última escena; que te deja muy en claro que falto “algo”, pero no sabes qué. 

Las actuaciones no están mal, tanto Dunne como Payne logran lo necesario para hacer bastante creíble su tensa relación y con ello volver un poco más digerible gran parte de la película. La producción está bien para ser un filme independiente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, cuenta con un buen trabajo de sonido y la labor de maquillaje apenas se puede apreciar.

Opinión final: Devil in the Dark es aburrida. Un filme independiente con buenas intenciones que falla en tratar de generarte interés. 

Ojometro:
**

domingo, 12 de marzo de 2017

Top 10: Mejores episodios de Buffy the Vampire Slayer


Este pasado 10 de marzo se cumplieron 20 años del estreno del primer episodio de Buffy the Vampire Slayer, una de las series más influyentes e importantes del género de terror. 

La cual, junto a Blade y From Dusk Till Dawn, marcó una evolución fundamental a finales de los 90s para entender el cine de vampiros como lo conocemos hoy en día y que a pesar de tener 14 años de haber terminado sigue siendo muy recordada por los fans; quienes todavía no pierden la esperanza de poderla ver de regreso algún día.

Así que para celebrar este acontecimiento dejo los que a mi parecer son los 10 mejores episodios de esta legendaria serie.

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Mención honorifica:

- “Tabula Rasa” (Temporada  6, Episodio 8)
- “Becoming: Part 1” (Temporada 2, Episodio 21)
- “Angel” (Temporada 1, Episodio 7)
- “Seeing  Red” (Temporada 6, Episodio 19)
- “The Zeppo” (Temporada 3, Episodio 13)
- “Restless” (Temporada 4, Episodio 22)
- "Doppelgangland" (Temporada 3, Episodio 16)


10.- “Chosen” (Temporada 7, Episodio 22)


Un final que tiene de todo: regreso de personajes, emociones, muertes sorpresivas, una batalla épica y, sobre todo, un desenlace que en verdad se siente como algo por el cual valió la pena seguir la serie por siete largos años.


9.-  “Passion” (Temporada 2, Episodio 17) 


Evil Angel en su máxima expresión para lograr uno de los primeros episodios en verdad oscuros que demostraban que la dirección de la serie iba por un camino distinto al que pensábamos.


8.- "Once More, with Feeling"(Temporada 6, Episodio 7)


Si, el episodio musical no debe de faltar aquí. Uno que pudiera parecer un simple ejercicio pintoresco, pero que en el fondo contiene mucha más sustancia al revelar secretos importantes de todos los personajes.


7.- “The Wish” (Temporada 3, Episodio 9)


Una versión alternativa de Sunnydale más oscura, violenta y salvaje. Donde por primera vez se juega con el “qué hubiera pasado” utilizando al personaje menos evidente y ¡que matan a la mitad del episodio!


 6.- "Graduation Day: Part 2” (Temporada 3, Episodio 22)


Un cierre de temporada espectacular que en cierta manera marca el brinco de la adolescencia a la “adultez” en todos los sentidos para el show y sus personajes. Además de que significó la última aparición de Angel y Cordelia.


5.- “The Gift” (Temporada 5, Episodio 22)


Irónicamente este episodio, que fue diseñado como un posible final definitivo para la serie, terminó siendo el que mejor manejó todo el concepto de lo que significaba ser una cazadora de vampiros con la impactante conclusión de la batalla más importante hasta ese momento para nuestra heroína. 


4.- “Innocence” (Temporada 2, Episodio 14)


Tal vez Innocence sea el episodio más desgarrador de todos gracias a su giro inesperado que nos trajo el renacer de Evil Angel y que presentó por primera vez a una Buffy emocionalmente quebrada ante el hecho de saber que uno de los momentos más felices de su vida desató un peligro para ella, sus amigos y el mundo entero.


3.- “Hush” (Temporada 4, Episodio 10)


Probablemente el episodio más original de toda la serie y también uno de los más tétricos (hola The Gentlemen). El cual se centra en el silencio para obligar a los personajes a actuar de una manera distinta a lo normal y así generar momentos que resultan genuinamente hilarantes de ver gracias a la creatividad mostrada por los escritores.


2.- “Becoming: Part 2” (Temporada 2, Episodio 22)


Un cierre magistral para la que es la mejor temporada de Buffy the Vampire Slayer.

No solo se trata de un episodio que juega con el tema de los grandes sacrificios que en ocasiones se tienen que hacer para salir adelante de una situación adversa, sino que además significó un punto de quiebre para la serie al establecer el tono que manejaría por las temporadas restantes y mandar un claro mensaje de que ya no sería únicamente un simple show de matar vampiros. 


1.- “The Body” (Temporada 5, Episodio 16)


Curiosamente el mejor episodio de la serie es uno que se sale por completo del esquema tradicional; donde la muerte sigue siendo el tema principal, pero en esta ocasión no tiene absolutamente nada que ver con vampiros o demás cuestiones supernaturales. Simplemente un recordatorio de que todos vamos a morir algún día y eso es inevitable.

La escena inicial es desgarradora y por 45 minutos se nos muestra a la Buffy más humana e indefensa posible ante una situación de la cual no tiene control alguno y que ninguna de sus cualidades como caza vampiros podrá resolver. 

jueves, 9 de marzo de 2017

Crítica: The Rezort (2016)


Película dirigida por Steve Barker (Outpost, Outpost: Black Sun), cuyo guión fue escrito por Paul Gerstenberger. Se estrenó en cines a mediados del año pasado en Asia y salió en formato físico en Alemania durante el mes de septiembre, mientras que en este lado del planeta ya se puede encontrar en Netflix.

Sinopsis:

Los humanos vuelven a tener control del planeta después de haber sufrido una epidemia que desató una guerra contra los zombies, los cuales ahora ya se encuentra prácticamente erradicados, salvo por una isla en la que ahora se encuentra The Rezort. Un parque de lujo que les ofrece a sus visitantes la posibilidad de matar tantos como puedan.



Comentarios generales:

Ciertamente mi conocimiento sobre The Rezort era nulo y por ello no hubo oportunidad de verla durante el año pasado; sin embargo, una vez que estuvo disponible mi curiosidad se desató debido a que básicamente se trataba del equivalente de Jurassic Park con zombies. Una de esas ideas locas que por lo regular me harían dudar, pero que para mi sorpresa al final solo fue la excusa para tratar un tema más profundo que vuelve a este trabajo un tanto único dentro de un subgénero explotado hasta el cansancio. Aunque sin los mejores resultados posibles.

La verdad es que en un inicio Barker y Gerstenberger no dan señales de que quieran regalarnos algo diferente, ya que más allá de plantear el tema de la guerra y sus consecuencias, todo lo ocurrido durante el primer acto es muy aburrido. Primero con la introducción de personajes genéricos estereotipados que no te provocan mucho interés y, segundo, con la presentación del concepto de The Rezort; uno que como dije antes es bastante peculiar, pero que ciertamente no termina por ser tan llamativo gracias a que nunca logran generar esa sensación de extravagancia que esperas considerando los propósitos de su existencia.

Lo mejor de la película llega justo a la mitad, no solo porque es  donde se desata el caos, sino porque es aquí donde se logra apartar un poco del resto al hacer ciertas comparaciones entre la situación de los zombies y algunos temas delicados que ocurren en la actualidad. Evidentemente el propósito general es realizar un show de muerte y sangre, pero de manera muy sutil el director también trata de hacer un poco más humana la situación con las criaturas para lograr que el espectador sea más empático en ciertas cuestiones que pocas veces son tratadas en el género. Todo bajo el riesgo de perder su interés o, en algo que ocurre, no saber cómo darle un mejor seguimiento una vez puesto este tema sobre la mesa.

La parte final es en exceso predecible. No diría que es mala porque en realidad si presentan unas persecuciones intensas y siempre existe esa sensación de peligro constante, pero el hecho de prácticamente saber cómo va a ser el desenlace le quita interés; además de que no profundizan demasiado en el tema de los refugiados.

Las actuaciones no son desastrosas, en realidad diría que son pasables, pero el hecho de que los personajes sean tan planos y poco imaginativos origina que realmente no se tenga mucho con que trabajar para lograr algo más aceptable. La producción es decente: el trabajo de fotografía no es del todo efectivo (más que nada en las escenas nocturnas), la dirección de arte está ok, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido cumple, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje es acertada en lo que respecta a los zombies.

Opinión final: The Rezort es decepcionante. Una buena idea que jamás logran explotarla de manera adecuada.

Ojometro:
**

domingo, 5 de marzo de 2017

Crítica: Havenhurst (2017)


Película dirigida por Andrew C. Erin (Sam's Lake), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Daniel Farrands. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 3 de marzo.

Sinopsis:

Una mujer ex alcohólica se muda a un viejo edificio de apartamentos en donde la única condición para poderse quedar es no cometer los errores del pasado, ya que de lo contrario tendrá que confrontar algo más que un vergonzoso desalojamiento.



Comentarios generales:

Desde hace unos años a la fecha la presencia de Danielle Harris en ciertas películas se ha convertido en un imán publicitario de peso para venderlas, algo que tiene sentido considerando lo ligada que ha estado al género desde pequeña. Lo malo es que también se está convirtiendo en un método engañoso al solo utilizarla de manera breve y con Havenhurst tenemos un nuevo ejemplo de esto, ya que sin su presencia para la promoción este hubiera sido un trabajo sin tantos reflectores dada su naturaleza tan básica.

Y no es que piense que utilizar una fórmula simple sea malo, de hecho, lo que nos regalan Erin y Farrands se podría decir que es terror clásico en su máxima expresión; sin embargo, es indudable que esta es una historia a la que muchos puede que no le encuentren gran atractivo debido a que llega un punto en donde predecir lo que va a ocurrir se vuelve demasiado fácil. Lo cual en un inicio ciertamente el director intenta que no sea así, ya que durante todo el primer acto se juega de manera correcta con la duda en lo que respecta a la amenaza mientras se establecen las bases por las que esta existe y gracias a eso generar escenas agradables que te ayudan a apreciar de mucha mejor manera lo fundamental que será ese viejo edificio para el desarrollo de las acciones.

Un aspecto que es interesante de ver, pero que también se convierte en un arma de doble filo gracias a que por eso mismo todo el misterio se pierde de manera rápida y se pueden empezar a unir los hilos sin demasiados problemas apenas entrando al segundo acto. Uno que se sustenta principalmente en la cuasi relación de madre e hija entre los dos personajes centrales y que ciertamente ofrece algunos de los momentos más interesantes de la película, pero que nunca logra establecerse de manera sólida debido a que se le da paso a una investigación que lo deja todo a medias.

De hecho, a partir de este momento todo se siente hecho sin ningún tipo de objetivo fundamental más que por añadir contenido y cierto impacto visual gracias a algunas muertes, ocasionando así que se entre en un lapso en el que las cosas avanzan lentamente.

La parte final me entretuvo. Cuenta con la intensidad necesaria y optan por un camino no convencional, pero lamentablemente tampoco se esfuerzan por contestar varias preguntas que hubieran redondeado de mucha mejor manera la historia.

Las actuaciones están bien, tanto Julie Benz (Jackie) como Belle Shouse (Sarah) cumplen con sus respectivos roles y logran generar una química en pantalla que te hace preocuparte lo suficiente por ellas. La producción también está bien cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score está ok, cuenta con un buen trabajo de sonido, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es bastante bueno.

Opinión final: Havenhurst está aceptable. Es una película muy simple que resultará ideal para ver en Netflix y demás servicios en unos cuantos meses.

Ojometro:
***