miércoles, 25 de octubre de 2017

Crítica: Lycan (2017)


Primer largometraje del director Bev Land, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Michael Mordler. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 26 de septiembre.

Sinopsis:

Cuando seis estudiantes son asignados a un proyecto en equipo para re-descubrir algún acontecimiento histórico, uno de ellos elige investigar la leyenda de Emily Burt, el hombre lobo del Condado de Tallbot. En teoría algo muy sencillo para lograr una buena calificación, pero cuando se adentran en el bosque las cosas serán mucho más peligrosas de lo que imaginaban.



Comentarios generales:

No voy a mentirles, realmente la razón por la que Lycan entró en mi radar fue por el simple hecho de que salía Vanessa Angel, a quien tenía años sin ver en pantalla. De no ser por eso lo más seguro es que la hubiera ignorado porque su premisa no me resultaba interesante, simplemente lucia como un filme independiente más de hombres lobo que iba a fracasar y eso fue lo que sucedió, aunque a niveles mucho más desastrosos de los que esperaba.

Lo cual es bastante sorprendente si consideramos que Bev Land y Mordler no es que se rompan la cabeza al momento de construir esta historia, una que cuenta con elementos estándar dentro del género (estudiantes estereotipados, leyendas, locaciones alejadas, incluso algo de found footage) pero que nunca parecen tener una idea clara sobre cómo utilizarlos para darle sentido a lo que quieren contar. Ya que el primer acto, más allá de dar a conocer vagamente el tema de los hombres lobo, es una serie de escenas sin gran contribución que solo pretenden vender los diversos conflictos amorosos que se van a perder con el pasar de los minutos y mostrar algo de comportamiento juvenil inútil.

Para empeorar las cosas, ya entrada la segunda mitad de la película el director quiere añadir cierto aspecto erótico al empezar a mostrar a tipos sin camisa corriendo porque si y a una protagonista que en todo momento se encuentra al borde de enseñar sus pechos. Realmente todo este periodo se trata de una larga persecución que no añade nada al tema central y que tampoco cumple con el propósito de generar impacto por medio de las muertes debido a que prácticamente todas se realizan fuera de cámara, quitándole así el único aspecto que, tal vez, hubiera evitado que lo que ocurre no se sienta eterno e increíblemente aburrido.

La parte final por lo menos lograr unir de manera débil lo poco que se construyó para darle sentido al tema de los hombres lobo, el cual ciertamente tiene detalles originales que hacen que se salga de lo convencional. Sin embargo, gracias a lo acelerado de las acciones esto termina sintiéndose como algo bien poco relevante y en general la limitada acción incluida no logra que por lo menos el desenlace te resulte satisfactorio.

Las actuaciones son bastante malas, la mayoría de los actores son muy planos como para que te lleguen a importar sus personajes y la aparición de Vanessa Angel es un cameo glorificado. La producción no es la gran cosa: el trabajo de fotografía está ok, el score es genérico, el trabajo de sonido es bastante malo (la música en muchas ocasiones evita que se puedan escuchar claramente los diálogos), los efectos son pobres y la labor de maquillaje, considerando el tema que trata, es ínfimo.
   
Opinión final: Lycan es muy mala. De las peores películas sobre hombres lobo que he visto últimamente, evítenla.

Ojometro:
*

domingo, 22 de octubre de 2017

Crítica: A Dark Song (2017)


Película escrita y dirigida por Liam Gavin, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines y VOD dentro del Reino Unido e Irlanda durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 5 de septiembre.

Sinopsis:

Sophia (Catherine Walker) es una madre en duelo totalmente desesperada que contrata los servicios de un dañado experto en lo oculto para poder realizar un peligroso y extenuante ritual que le permita cumplir su más grande deseo: ver a su hijo muerto una vez más.



Comentarios generales:

A simple vista Dark Song no parece ser nada especial, a lo mucho una película más sobre demonios que encuentra una manera peculiar para presentarlos. La sinopsis y el trailer te la venden así, pero una vez que te vas adentrando en esta lo que te encuentras es algo totalmente distinto, algo con un nivel de profundidad inesperado y cuyo desarrollo es atípico para esta clase de trabajos; convirtiéndola así en una película un tanto única, la cual definitivamente no es para todo el mundo debido a que su propósito no solo es retar la paciencia de su protagonista, sino también la del espectador.

Y es que en lugar de irse por el lado simple de buscar espectacularidad en base a un ritual llamativo, lo que hace Gavin es más bien regalarnos un muy detallado camino hacia la oscuridad por parte de dos personajes cuyos problemas son más graves de lo que parecen. Construyendo así una historia que en verdad se desarrolla de manera muy lenta, la cual durante todo el primer acto se centra más que nada en lo complejo que es realizar el ritual y los sacrificios que el personaje de Sophia tiene que hacer para lograr algo que tal vez si o tal vez no funcione; esto mientras siempre se tiene la sensación de que puede ser solo una farsa por parte de Joseph (el ocultista) debido a que los primeros pasos parecen únicamente estar diseñados para satisfacer sus deseos más perversos.

Una situación que con el pasar de los minutos va convirtiendo la dinámica entre ambos personajes en una muy interesante gracias a que, mientras con uno empezamos a saber más de sus problemas por medio de diferentes comportamientos, del otro siempre nos van soltando solo migajas con respecto a sus verdaderas motivaciones para embarcarse en esta experiencia. Siendo esto lo que en general hace entretenido el visionado a pesar del ritmo tan cansino que se maneja; sin embargo, el resto de lo que ocurre no es tan interesante.

Cada paso del ritual se repite una y otra vez sin aportar algo significativo al avance de la historia, simplemente están ahí para hacer más marcado el desgaste físico y mental de nuestra protagonista. Lo cual no estaría mal si por lo menos llevaran a ciertos momentos donde el pago por la espera fuera satisfactorio, pero esto nunca se da. Dejándote así con una sensación de vacío muy grande ante los ínfimos intentos por generar algo de terror por medio de este tedioso proceso.

Por si esto no fuera suficiente, la parte final es sin duda la más polémica. Ya que deciden que se mantenga en la misma sintonía que todo lo previo, en lugar de optar por temas más oscuros; apostando más por las rarezas y simbolismos que por una conclusión convincente.  

En cuanto a las actuaciones solo puedo decir que Catherine Walker y Steve Oram están excelentes, realmente si no fuera por ellos la película sería algo mucho peor. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no es tan elaborada, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje es muy limitado.

Opinión final: A Dark Song es interesante, pero tediosa como pocas. Aunque sin duda se trata de una película que va a generar mucha división de opiniones.

Ojometro:
***

jueves, 19 de octubre de 2017

Crítica: Flatliners (2017)


Película dirigida por Niels Arden Oplev, cuyo guión fue escrito por Ben Ripley. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 29 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana pasado; recaudando hasta la fecha $24.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco estudiantes de medicina, obsesionados con lo que ocurre después de la muerte, se embarcan en un peligroso experimento que involucra parar su corazón por unos minutos. Al inicio los resultados son sorprendentes, pero con el pasar de los días se darán cuenta que jugar con la muerte puede traer aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

Cuando se supo que pretendían hacer una nueva Flatliners creo que la primera reacción de una amplia mayoría de fans fue de sorpresa, ya que de la lista de películas existentes para realizar un remake sin duda es una que difícilmente hubiera figurado. Vamos… nadie la pidió y, para colmo, la constante renuencia por parte de Sony para aclarar sobre si se trataba de una nueva versión o de una secuela solo generó más dudas sobre los propósitos de su existencia. La cual terminó siendo totalmente injustificada.

Antes que nada hay que aclarar que se trata de un remake, uno con el cual Oplev y Ripley solo introducen ciertos elementos de la original para brindar un toque de familiaridad mientras pretenden realizar algo mucho más elaborado con la historia por medio de un grupo totalmente nuevo de personajes. Lo cual convierte a todo el primer acto en uno no tan atractivo, ya que en verdad se toman su tiempo para introducir y explicar de manera más o menos detallada la dinámica que existe entre ellos para que así el espectador pueda involucrarse de lleno con su situación; sin embargo, esto difícilmente se da gracias a que lo que nos muestran no tiene nada interesante detrás y lo único que terminas sintiendo es que se trata de un grupo de estudiantes bastante estúpidos sin un propósito claro.

Es hasta pasados los 50 minutos cuando se propicia un ligero cambio en el ritmo debido a que la película se empieza a enfocar más en el terror, aunque lo hace de una manera muy tibia, sin arriesgarse demasiado y sustentando principalmente este aspecto en las secuencias visualmente llamativas de cuando están muertos. Desencadenando con esto una serie de sucesos diseñados para generar shock o ciertos sustos, pero que fallan de manera importante en dicho propósito; afectando así al evento más importante de todos, uno que debería de representar un cambio radical por su impacto pero que se queda como en algo hasta cierto punto anecdótico.

La parte final es desangelada. Tratan desesperadamente de añadir tensión sin grandes resultados y el uso excesivo de sustos fáciles provoca un desgaste casi instantáneo; además de que la conclusión termina dejando más dudas que respuestas y, sobre todo, una sensación de vacío importante por lo plana que resulta.

Considerando lo pobre del guión es difícil culpar a los actores, hacen lo que pueden con lo que tienen; aunque sin duda Ellen Page y Diego Luna terminan resaltando un poco más (Kiefer Sutherland solo sale como 5 minutos a los mucho). La producción al menos es de buena factura: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte cumple, el score tiene algunas cosas buenas, el trabajo de sonido está bien cuidado y los efectos en general son sólidos.

Opinión final: Flatliners es bastante mala. Uno más que se une a la larga lista de remakes totalmente innecesarios.

Ojometro:
**

lunes, 16 de octubre de 2017

Crítica: The Babysitter (2017)


Película dirigida por McG, cuyo guión fue escrito por Brian Duffield. Se estrenó exclusivamente por Netflix a nivel mundial el pasado 13 de octubre, pero todavía no hay información sobre si eventualmente saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cole (Judah Lewis) se encuentra totalmente enamorado de su niñera Bee (Samara Weaving). Ella es súper sexy y genial, todo lo opuesto a él, pero durante la única noche donde decide no irse a dormir temprano presenciará algo que le mostrará su verdadera personalidad y hará que tenga que superar todos sus miedos para mantenerse con vida.



Comentarios generales:

Ciertamente no era muy alentador el saber que una película del director de “Charlie's Angels”, la cual además contaba con la presencia de Bella Thorne, era una de las mayores apuestas de Netflix para la temporada de Halloween. Sin embargo, al considerar que el historial exclusivo de este servicio con el género de terror es bastante positivo mis temores disminuyeron y cuando salió el trailer básicamente desaparecieron debido a que era claro que The Babysitter podría ser algo divertido y así lo fue.

Esto porque lo que nos trae McG es una comedia con una personalidad como pocas, totalmente exagerada pero siempre con el balance adecuado para hacer disfrutable su transición de una historia en apariencia sobre cultos a una que básicamente se vuelve un slasher combinado con “Home Alone”. Siendo fundamental el adecuado desarrollo de la relación entre nuestros dos personajes centrales, quienes durante prácticamente todo el primer acto son los que se encargan de establecer el tono que manejará la película y el tipo de humor que veremos; brindando así cierto toque inocente a las cosas para que, una vez que llegue el momento de explotar el gore, el contraste sea evidente.

Y es que cuando se revelan los verdaderos propósitos de Bee se entra en un territorio extravagante en el que las diferentes personalidades conjuntadas brindan escenas muy divertidas; en donde no solo los diálogos son importantes, sino también la manera en la que se usa todo el tema de la violencia. La cual sirve no solo para crear momentos de impacto visual con las muertes, sino que además es el medio perfecto para ir mostrando cómo el personaje de Cole va superando cada uno de sus miedos de las maneras más raras y aterradoras posibles bajo un ritmo por momentos caótico, pero con determinadas pausas para hacer énfasis en ciertos puntos específicos.

La parte final cumple en términos generales. El conflicto entre Cole y Bee se desarrolla de gran forma, explotando su relación y manteniendo en todo momento la esencia mostrada en los actos previos con un toque ligeramente más oscuro; aunque si me hubiera gustado que profundizaran un poco más sobre el pasado de ella.

En el tema de las actuaciones todos están muy bien; obvio Lewis y Weaving son los que tienen mayor exposición, logrando una gran química en pantalla, pero el resto de los secundarios (si, incluida Thorne) hacen un trabajo bastante bueno. La producción también cumple: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido cumple, los efectos en su mayoría son prácticos bien hechos y la labor de maquillaje es limitada.

Opinión final: The Babysitter es muy divertida. Una de las mejores comedias de terror del año.

Ojometro:
****