martes, 5 de marzo de 2019

Crítica: Happy Death Day 2U (2019)


Secuela dirigida nuevamente por Christopher Landon (Paranormal Activity: The Marked Ones), quien además ahora también es el responsable del guión. Se estrenó en cines el pasado 13 de febrero dentro de los Estados Unidos, mientras que en México lo hizo durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha  $44.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tree Gelbman (Jessica Rothe) piensa que por fin ha terminado con su problema de morir una y otra vez, pero pronto se dará cuenta que su situación es mucho más compleja de lo que parece.
 


Comentarios generales:

La primera Happy Death Day fue un éxito rotundo en taquilla y en críticas hace un par de años atrás, así que cuando se reveló que se haría una secuela no fue una sorpresa para nadie. Sin embargo, considerando su fórmula las dudas con respecto a una nueva entrega siempre estuvieron ahí debido a que realmente parecía que esta solo daba material para un filme y no una potencial franquicia, algo que Happy Death Day 2U de cierta manera confirma pero al menos logra disfrazar de la manera más absurda y entretenida que puede.

Ya que Landon toma lo que funcionó en la primera película y lo magnifica con un argumento digno de una historia de cómics para que en esta ocasión la comedia sea incluso más predominante y los elementos de terror solo terminen siendo un complemento. Ofreciendo así un primer acto que en esencia es una calca de lo visto previamente desde una perspectiva distinta, lo cual se siente como el paso natural para tratar de expandir la franquicia y que ayuda a definir el ritmo que se estará utilizando por el resto del metraje; aunque cuando piensas que ya todo está definido te cambian por completo el rumbo de las cosas.

Y es que llegada la media hora entra en juego el argumento de cómic mencionado previamente para que así el personaje de Tree sea quien tome nuevamente el mando de las acciones y con ello inicie la que es sin duda la parte más polémica del filme. No tanto porque lo mostrado en pantalla sea controversial en sí, sino porque realmente se siente como algo poco original y un recurso simple para realizar una secuela. Sin embargo, una vez más, no todo es lo que parece.

Ya que los cambios que se empiezan a mostrar con respecto a lo que ya conocíamos logran brindar la frescura necesaria para que el espectador pueda engancharse nuevamente con la problemática y además esto ayuda a que Tree siga mostrando una evolución interesante no solo en el aspecto cómico, sino también en la manera en la que lidia con situaciones más complejas. Aunque también hay que decir que en esta parte por grandes lapsos se llega a olvidar del asesino, dejándolo en un segundo plano para enfocarse más en decisiones personales que generan algunos de los momentos más tediosos del filme.

La parte final resulta efectiva. Aquí es donde por fin le dan un poco más de importancia al elemento slasher y este logra cerrar nuevamente una fase de manera sólida (a pesar de que descifrar la identidad del asesino no es tan complicado); además de que cuenta con momentos divertidos que le añaden bastante dinamismo al desenlace.

En cuanto a las actuaciones, una vez más, es el show de Jessica Rothe y la chica no decepciona al seguir manejando el toque cómico de buena forma pero ahora logrando una actuación mucho más redonda al involucrar momentos emocionales que le dan otra dimensión a su personaje. La producción no cambia mucho con respecto a lo que ya habíamos visto: un trabajo de fotografía sólido, dirección de arte simple, un score adecuado, un buen trabajo de sonido y unos efectos que no presentan tanta complejidad.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Happy Death Day 2U está entretenida. Secuela para pasar un buen rato y nada más.

Ojometro:
***

viernes, 1 de marzo de 2019

Crítica: Doom Room (2019)


Película dirigida por Jon Keeyes (The Harrowing), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Carl Kirshner. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos a mediados de enero, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de febrero.

Sinopsis:

Una mujer se despierta atrapada en un pequeño cuarto sin recordar cómo fue que llegó ahí. Incapaz de escapar y atormentada por una serie de entidades paranormales, ella tendrá que descifrar el acertijo sobre quien es en realidad y por qué está en ese lugar.



Comentarios generales:

Esta era una de esas películas con las cuales llegaba totalmente en blanco debido a que no sabía de su existencia hasta hace unos cuantos días, pero su sinopsis era lo suficientemente atractiva como para alentarme a adquirirla. Nuevamente me deje llevar por mis impulsos y cuando eso pasa por lo general me suelo arrepentir, lo cual, en efecto, fue lo que ocurrió en este caso gracias a que Doom Room es una de las peores películas en lo que va del año.

Por eso mismo es que escribir sobre lo que nos regala Keeyes no es tan fácil porque en realidad estamos ante un trabajo que en la superficie parece ser complejo, pero en realidad solo es puro humo y cosas sin demasiado sentido que pretenden apantallar con elementos sexuales. Algo que ni siquiera se sabe explotar eficientemente ya que el tema sadomasoquismo solo es utilizado de manera ligera y muy efímera dentro de este amontonamiento de ideas que nunca sabes qué es lo que quieren contar o construir.

Y es que todo consiste en flashbacks esporádicos, así como en apariciones y desapariciones de personajes de manera aleatoria que evitan que estos puedan contar con algún tipo de desarrollo sostenido que ayuden a revelar el misterio que hay detrás. Provocando así que este grupo de individuos extravagantes solo sean eso, extravagancias pasajeras, mientras que el resto de la estructura del filme apenas y se logra sostener para hacer que por lo menos cuente con la cantidad de tiempo suficiente para calificar como largometraje.

La parte final no mejora en lo absoluto las cosas, aunque por lo menos aclara de manera superficial el tema de la identidad y el secreto de la locación. Uno que tiene una explicación que encaja con las rarezas pero que al estar tan pobremente desmenuzado no termina por resultar convincente y deja más preguntas que respuestas ante el desangelado desenlace.

Las actuaciones no son tan horribles considerando el desastre general, diría que son pasables para lo poco que tienen con que trabajar los actores. La producción tampoco es de gran factura: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score es genérico, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos son simples y la labor de maquillaje decente.
 
Opinión final: Doom Room es horrible. Un sinsentido absoluto por el cual no vale la pena desperdiciar su tiempo.  

Ojometro:
*

martes, 26 de febrero de 2019

Crítica: One Cut of the Dead (2018)


Película escrita y dirigida por Shinichiro Ueda, la cual significa su debut dentro del género. Se estrenó en cines dentro de Japón a mediados de 2018, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 28 de enero.

Sinopsis:

Mientras se encuentran filmando una película de zombies en una instalación abandonada de la segunda guerra mundial, un director y su equipo vivirán un auténtico infierno cuando sea vean atacados por zombies de verdad.



Comentarios generales:

* Contiene spoilers importantes

Es casi algo automático que cuando una película empieza a hacer ruido en los festivales por todo el mundo mi interés se dispare debido a que el hecho de que algo genere las mismas reacciones en países con intereses, idiosincrasias y contextos tan distintos suele ser señal de algo potencialmente especial; mucho más cuando la plática gira en torno a una película de zombies japonesa. Eso ponía las expectativas para One Cut of the Dead muy altas y debo de decir que por un momento me llegó a parecer que todo era exageración pura, pero una vez terminado el visionado fue inevitable sentir que acababa de ver una de las cosas más originales de los últimos años.

Esto porque lo que nos trae Ueda es un trabajo cuyo diseño es muy interesante, con unos primeros 35 minutos que seguramente sorprenderán a más de uno debido a que se nos presenta, literalmente, una historia de zombies de bajo presupuesto que no tiene nada de malo pero que difícilmente califica como algo especial. Mostrándonos un plano secuencia con situaciones que por varios momentos te hacen cuestionar la calidad del filme (sobre todo su dirección), ya que existen tomas extrañas, decisiones incomprensibles por parte de los personajes o simplemente momentos que no tienen sentido en la búsqueda de fluidez para las acciones.

Sin duda un material de “pobre calidad” que de pronto llega a un intempestivo final y te sorprende con créditos en pantalla. Sin embargo, justo cuando terminan dichos créditos te sorprendes aún más al darte cuenta que, en realidad, One Cut of the Dead apenas está iniciando.

Y es que para el segundo acto se nos revela que lo que vimos es un show en directo para televisión, aunque en un inicio puede llegar a ser un tanto confuso considerando que esto se va dando a conocer poco a poco mientras se nos muestran los pormenores en la pre-producción bajo un ritmo acelerado. Momentos que resultan importantes porque es aquí cuando el tono cómico empieza a tener una relevancia que inmediatamente hace que los primeros 35 minutos adquieran otro significado y, sobre todo, ahora si tengan sentido las situaciones raras.

Lo cual se solidifica con una parte final fantástica donde se nos muestra la recreación de lo visto al inicio, pero desde la perspectiva de los realizadores. Ofreciendo así un cierre increíblemente dinámico y muy divertido en el que no solo vemos como estas personas tienen que luchar contra cualquier cantidad de eventualidades para lograr su cometido, sino que además representa digamos un tipo de homenaje a todos aquellos individuos detrás de cámara que le dan vida a estas historias ficticias y suelen quedar en el olvido.

Las actuaciones son exageradas, incluso caricaturescas, pero esa es la idea detrás y en ese sentido funcionan a la perfección. La producción es austera, pero nuevamente esa es la idea: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es de tres pesos, el score es pintoresco, el trabajo de sonido está ok, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje básica.

Opinión final: One Cut of the Dead es genial. Una película bastante divertida y original que lleva el tema del metacine a otro nivel.

Ojometro:
*****

viernes, 22 de febrero de 2019

Crítica: St. Agatha (2019)


Película dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, Saw III, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Andy Demetrio, Shaun Fletcher, Sara Sometti Michaels y Clint Sears. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de febrero y también salió en formato físico en algunas partes de Europa.

Sinopsis:

En 1950 una joven madre embarazada de nombre Mary (Sabrina Kern) busca refugio en un convento. Sin embargo, lo que parecía el lugar perfecto para tener un hijo pronto se convertirá en un auténtico infierno que la pondrá a prueba mientras descubre la horrible verdad detrás de este.



Comentarios generales:

Darren Lynn Bousman es uno de los directores más versátiles dentro del género, ya que igual te puede regalar una secuela gore, un musical de terror o experiencias de bajo presupuesto originales que difícilmente se parecen. Por eso mismo es que St. Agatha era una de las películas que más me interesaban de 2019 debido a que, al menos en el papel, se veía como su proyecto más oscuro y polémico hasta la fecha considerando que la religión siempre adhiere eso de manera automática. Algo que afortunadamente se cumplió.  

Y además lo hace por medio de un enfoque distinto al acostumbrado cuando se involucran monjas, ya que Bousman no tiene interés en irse por el camino de lo sobrenatural sino centrarse en lo aterradores que pueden llegar a ser los seres humanos y la maldad pura con la que algunos nacen. Ofreciendo así un trabajo que prácticamente desde el inicio establece el tono oscuro que va a manejar al ponernos frente al personaje de Mary, una chica vulnerable que rápidamente se ve expuesta a un entorno hostil cuando supuestamente tendría que ser todo lo contrario y que poco a poco te va empezando a generar dudas sobre lo que hay detrás del convento debido a que para este punto todavía no es demasiado claro el propósito.

Obviamente con el pasar de los minutos esto empieza a aclararse, pero durante el proceso la manera en la que se logra ir construyendo la atmósfera y, sobre todo, la sensación de terror y peligro constante es muy buena. Todo bajo un ritmo semilento que ayuda a ir elevando la tensión por medio de una serie de eventos diseñados para crear impacto y también para empezar a detestar al personaje de la madre superior, aunque nunca sin caer en el gorefest o en lo grotesco para lograr por momentos cierta incomodidad.

A esto hay que agregar que la evolución que tiene el personaje de Mary es muy interesante de seguir, ya que nunca es presentada como una chica sumisa al 100%. Sin duda al inicio muestra vulnerabilidad; sin embargo, conforme se van revelando las acciones de las monjas ella es la única que las enfrenta o las cuestiona, siendo esto parte importante del desarrollo considerando que cada cosa que hace para salir de ahí tiene consecuencias graves para ella o para el resto de las inquilinas.

La parte final cumple con su objetivo, pero nunca logra brindar esa conclusión memorable que uno espera. En general se siente apresurada y por ende el pago no llega a ser tan gratificante como debería considerando lo visto previamente, esto a pesar de que si cuenta con una muerte particularmente llamativa.

Las actuaciones son bastante buenas, con una Sabrina Kern que está impecable como la protagonista y con una Carolyn Hennesy (Madre Superior) estupenda que ayuda a brindar algunas de las interacciones más memorables y sin duda logra sus objetivo de que la odies. La producción también es de buena factura: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje básica.

Opinión final: St. Agatha me gustó. Película que le brinda un toque distinto a las historias de conventos y monjas.

Ojometro:
****