viernes, 5 de julio de 2019

Crítica: Wretch (2019)


Película escrita y dirigida por Brian Cunningham (Monsters Wanted). Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos a finales del mes de enero.

Sinopsis:

En un intento por juntar las piezas de una serie de recuerdos fragmentados durante una noche de drogas en el bosque, tres amigos confrontan la culpa, los celos y a una presencia sobrenatural que amenaza con revelar su verdadera naturaleza.



Comentarios generales:

Una de mis reglas básicas con el cine es que no importa como esté resultando la película, siempre la voy a terminar de ver para poder dar una opinión. Es algo básico y muy simple, pero en ocasiones existen trabajos que vuelven complicado seguir esta regla por distintas razones; aunque creo que nunca antes algo había retado tanto mi paciencia como lo hizo Wretch.

Un desastre sin pies ni cabeza en el que Cunningham nunca es capaz de exponer lo que pretende de una manera clara. Contando una historia a la que resulta muy complicado encontrarle sentido dado a que se le van añadiendo diversos temas y giros con el pasar de los minutos que jamás logran amalgamarse de manera natural y como consecuencia lo que tenemos es una serie de eventos aparentemente oscuros que se desarrollan bajo un ritmo MUY lento mientras se decide confundir al espectador con la manera en la que se presenta todo esto.

Ya que el propio director decide realizar una mezcla de tomas con distintos tipos de cámara que no dejan fluir de adecuadamente los eventos, provocando así que el espectador empiece a tener poca claridad ante situaciones clave y a llenarse de dudas con respecto a ciertos ángulos que no encajan en lo absoluto.

La parte final se puede decir que es la más estable de todas, o al menos la que mejor representa lo que se quería contar. Aunque ya para este punto el daño está hecho y, a pesar de que por ahí se presentan un par de escenas interesantes, el desenlace termina siendo solo otra situación alargada de manera innecesaria que deja una enorme sensación de indiferencia. 

Las actuaciones son muy huecas y sin la intensidad suficiente para que uno pueda siquiera mantener interés por este trió de personajes, cuya falta de emociones creíbles resulta frustrante. La producción tampoco puede presumir mucho: el trabajo de fotografía es muy irregular por las decisiones previamente mencionadas, el score no aporta mucho, el trabajo de sonido deja que desear y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Wretch es horrible. Una de las películas más aburridas que he visto en mi vida, evítenla.

Ojometro:
*

martes, 2 de julio de 2019

Crítica: Annabelle Comes Home (2019)


Tercera entrega de la franquicia, la cual está escrita y dirigida por Gary Dauberman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de junio e hizo lo propio en México un par de días después, recaudando hasta la fecha $78.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ed y Lorraine Warren deciden que para contener toda la maldad de Annabelle lo mejor es tenerla guardada dentro del cuarto de objetos poseídos en su casa. Sin embargo, una noche el horror se desata cuando la muñeca despierta a todos los espíritus malvados dentro del cuarto; teniendo como objetivo a la pequeña hija de estos, Judy (Mckenna Grace), y a sus amigos.



Comentarios generales:

El universo de The Conjuring es peculiar debido a que este se ha ido construyendo de una manera un tanto atípica, sin mucha planeación previa y decidiendo las cosas en base a ideas o personajes que llegan a funcionar o resaltar dentro de alguna de las películas que lo conforman. En el caso de Annabelle esto fue precisamente lo que ocurrió con un resultado inicial muy decepcionante, pero que se corrigió de manera excelsa en la segunda entrega y que dejó un panorama realmente complejo para Annabelle Comes Home debido a que de la noche a la mañana esta se convirtió en un proyecto trascendental para el futuro de dicho universo.

Proyecto que afortunadamente Dauberman logra sacar adelante con buenos resultados en lo que representa su debut tras la cámara, ya que no solo establece de manera clara lo que es la muñeca (aspecto que para varios seguía sin ser muy claro), sino que además proporciona mucho material para futuras películas. Haciendo que esta secuela/precuela (de las dos The Conjuring) sea prácticamente obligatoria de ver.

Y lo hace sin complicarse demasiado la vida con una historia simple que se construye a fuego lento, brindándole durante la primera mitad un mayor peso al desarrollo de los personajes para que podamos conocer un poco más sobre la reputación de los Warren, pero sobre todo de la vida de Judy. Centrándose en la dinámica con su niñera y otro personaje, lo cual sirve como una buena vía para ir destapando los detalles que existen detrás de algunos de los artefactos poseídos y añadir contexto a la decisión que provocará el terror que está por venir.

Un camino que puede que no sea el más emocionante porque por momentos si se siente un tanto lento el avance; sin embargo, una vez que se inicia con el caos el filme alcanza notas muy altas. Esto gracias a que el director logra que en un espacio cerrado como la casa de los Warren se pueda generar una atmósfera tétrica y que en todo momento se sienta el peligro para quienes están dentro o fuera de esta, ofreciendo algunas secuencias sumamente efectivas con los nuevos demonios que aportan momentos visualmente potentes y varios sustos. Además de añadir niveles de tensión elevados por medio de persecuciones o simplemente por no saber exactamente qué es lo que se encuentra en la oscuridad.  

La parte final es la que no me terminó por convencer. Por un lado la manera en la que se resuelve el problema con los demonios es efectiva porque mantiene una buena intensidad y la sensación de peligro nunca decrece, pero por el otro, el cierre se siente un tanto ajeno al tono general.

En el tema de las actuaciones tanto Madison Iseman (Mary Ellen) como Katie Sarife (Daniela) hacen una labor sólida con sus respectivos personajes, aunque quien más resalta es Mckenna Grace. La verdad está estupenda dándole vida a Judy Warren, cargando con gran peso de la película y mezclando esa inocencia infantil con el hecho de que es alguien habituada al mundo lleno de terrores por el que se mueven sus padres.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es genial, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: No está al nivel de la segunda entrega, pero Annabelle Comes Home me gustó. Buena película para expandir el universo de The Conjuring.

Ojometro:
****

viernes, 28 de junio de 2019

Crítica: The Cleaning Lady (2019)


Película dirigida por Jon Knautz (Girlhouse), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Alexis Kendra. Se estrenó directamente en VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de junio.

Sinopsis:

Mientras  pretende distraerse de una aventura, Alice (Alexis Kendra) hace amistad con una joven que limpia su casa y tiene la cara llena de quemaduras. Al inicio parece una amistad benéfica para ambas, pero pronto ella descubrirá que detrás de ese rostro desfigurado se oculta algo aterrador.



Comentarios generales:

Ya he comentado en ocasiones anteriores que las películas que están basadas en cortometrajes no suelen darme tanta confianza porque en muchas ocasiones las ideas que pueden funcionar en 30 minutos no se trasladan de la mejor manera a trabajos de larga duración. Así que cuando me enteré que este sería el caso con The Cleaning Lady mis expectativas bajaron de manera considerable, aunque el hecho de que los creadores originales estuvieran involucrados significaba un plus a favor y eso claramente la terminó beneficiando.

Esto porque Knautz nos trae una película que, a pesar de ser mediana, muestra en todo momento un genuino interés por tratar de ofrecer algo más dentro de una historia que es demasiado simple al tratar de construir un par de personajes que no se sientan unidimensionales y con los cuales se pueda ir desarrollando algo un poco más complejo. Centrándose así en una amistad improbable que te va mostrando que estas dos mujeres son más de lo que aparentan a simple vista, aunque esto signifique sacrificar de manera importante el elemento de terror en un inicio.

Lo cual sin duda puede resultar problemático para muchos, sobre todo porque el ritmo es relativamente pausado, pero la verdad es que con el pasar de los minutos el director se las ingenia para ir generando una atmósfera más oscura y algunos momentos que añaden tensión. Todo mientras nos va presentando unos flashbacks sobre la infancia de Shelly que no solo proporcionan situaciones perturbadoras con su madre, sino que además le dan sentido a sus acciones y la humanizan de cierto modo para que el espectador incluso pueda llegar a simpatizar con ella.  

La parte final es bastante intensa y marca un contraste efectivo con lo visto previamente; sin embargo, en todo momento luce acelerada. Además cuenta con una situación en particular que no termina por sentirse como algo orgánico y hace corto con lo meticuloso del desarrollo, dejando así un cierre que cumple pero nunca alcanza los niveles de impacto necesarios.

Las actuaciones son sólidas, Alexis Kendra y Rachel Alig (Shelly) tienen buena química en pantalla y gracias a eso sus interacciones resultan demasiado efectivas tanto en los momentos de amistad como en aquellos que involucran peligro. La producción cumple: el trabajo de fotografía es adecuado, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bueno, el trabajo de sonido tiene alguno que otro fallo, los efectos son simples y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: The Cleaning Lady está ok. Película con algunos buenos momentos que nunca termina por explotar.

Ojometro:
***

martes, 25 de junio de 2019

Críticas: I'll Take Your Dead (2019)


Película dirigida por Chad Archibald (Bite, The Heretics), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jayme Laforest. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 4 de junio.

Sinopsis:

William (Aidan Devine) es un granjero que se gana la vida desapareciendo cadáveres de forma clandestina. Un día tres nuevos cadáveres le son entregados; sin embargo, uno de estos todavía se mantiene con vida y esto causará una serie de problemas que pondrán en peligro tanto a él como a su hija.



Comentarios generales:

Puede que no sea un nombre rimbombante, pero Chad Archibald se ha ido construyendo una buena reputación con el pasar de los años dentro del mundo independiente y cada película en la que se encuentra involucrado suele llamar mi atención. Esto porque siempre ha demostrado que no tiene temor a plasmar sus ideas en pantalla tal como son, sin importarle demasiado los resultados y con I'll Take Your Dead creo que logra su objetivo casi a la perfección.

Trayéndonos en esta ocasión algo que en la superficie muestra una cosa pero en realidad resulta ser un producto un poco distinto, ya que lo que en inicio parece ser una historia que se centrará en el gore y la violencia termina siendo un drama paranormal en el que la mala suerte y los lazos familiares son el centro de atención. Aunque durante el primer acto ese no parece ser el caso, ya que la premisa en si es muy oscura y es en este periodo donde podemos presenciar algunos de los momentos de más impacto, así como la construcción de una atmósfera deprimente que trata de solidificar la idea de que William es prácticamente el coco en persona.

Idea que con el pasar de los minutos se va desmitificando conforme vamos aprendiendo que en realidad este hace lo que hace no por gusto o porque sea un monstruo, sino porque en realidad tuvo mala suerte y sus motivaciones son otras. Empezando a sustentar más las acciones en la relación que mantiene con su hija, quien también empieza obtener más relevancia al ser el conducto por el cual se integra el tema de casas poseídas y en general  todo lo referente al terror.

Situación que sin duda le brinda a la película más sustancia y que justifica el ritmo pasivo con el que cuenta; sin embargo, al enfocarse tanto en el tema familiar prácticamente elimina el limitado gore con el que cuenta. Lo cual es un problema que, si bien no arruina el producto en general, definitivamente termina por generar la parte más aburrida y donde se siente cierto estancamiento en el desarrollo del personaje principal.

Afortunadamente en la parte final la película muta y se enfoca mucho más en la acción, aunque sin dejar de lado los elementos paranormales establecidos previamente. Lo cual provoca un cambio bastante marcado en el ritmo para bien, ya que gracias a esto el cierre resulta dinámico y ayuda a que el uso de la casa sea más relevante; además de que le brinda potencia a un desenlace que nunca deja de lado ese aire depresivo que se manejó durante ochenta minutos.

De las actuaciones puedo decir que son buenas, Aidan Devine hace un trabajo destacado como padre frio pero a la vez preocupado por el bienestar de su hija; aunque sin duda es Ava Preston (Gloria) quien más resalta. Ella mantiene el equilibrio en esta dinámica, no solo por representar la inocencia dentro de este mundo oscuro en el que vive, sino que además es la puerta para ir integrando las situaciones ligadas al terror.

La producción es de buena factura para ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte están bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje efectiva. 

Opinión final: I'll Take Your Dead me gustó. Buena película independiente que combina diversas temáticas que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****