martes, 13 de octubre de 2020

Crítica: The Pale Door (2020)

Película dirigida por Aaron B. Koontz (Camera Obscura), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cameron Burns y Keith Lansdale. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Después de que el robo de un tren no saliera como estaba planeado, un notorio grupo de bandidos tendrá que sobrevivir la noche en un pueblo fantasma habitado por un aquelarre de brujas.


Comentarios generales:

A pesar de que son dos géneros que llevan coexistiendo desde finales del siglo XIX, el terror y el western por lo regular no se suelen mezclar demasiado. Evidentemente existen trabajos que lo han hecho porque el cine de terror ha demostrado tener la capacidad para adaptarse a prácticamente todo, pero aún así pareciera que para muchas personas no son muy compatibles y con The Pale Door difícilmente dicha percepción va a cambiar.

Esto porque lo que nos trae Koontz es un trabajo con un sello independiente muy marcado que trata de explotar lo más que se pueda el aspecto western por medio de una historia que, al menos durante los primeros 40/45 minutos, pasaría como una de cualquier película de vaqueros del montón. Ya que realmente durante este periodo no ocurre nada llamativo y todo se enfoca en la relación de los hermanos, así como en exponer las extravagantes personalidades de los bandidos por medio de escenas que uno sabe perfectamente cómo se van a desarrollar ante lo genéricas que resultan en absolutamente todos sus detalles.

Haciendo así que la experiencia se torne bastante aburrida y más porque hasta este punto las brujas brillan por su ausencia, aunque cuando hacen acto de presencia se llevan a cabo los que son sin duda los minutos más entretenidos del filme.

En gran medida porque las presentan de una manera poco convencional para que resulten más amenazantes y gracias a ello se pueda ofrecer un enfrentamiento con violencia y sangre que ayude a que tanto el ritmo como la intensidad mejoren de manera momentánea. Y digo momentánea porque por alguna razón Koontz y compañía tienen una terrible obsesión por utilizar largas conversaciones para impulsar el aspecto dramático cuando, en teoría, lo que tendría que imperar es la urgencia por salir con vida del pueblo.

Logrando con esto únicamente que la parte final sea de todo menos emocionante al explotarlas en exceso (hay tres en este punto) y con ello eliminando cualquier tipo de sensación de riesgo para dejarte así ante una conclusión muy simple que hasta resulta anticlimática.

Las actuaciones no están mal; de hecho, diría que gran parte de los momentos más efectivos se deben al esfuerzo que ponen los actores para tratar de sacar adelante situaciones que no les ofrecían demasiado margen de maniobra. En cuanto a la producción hay varias cosas positivas a pesar del evidente bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte adecuada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Pale Door está aburrida. Una película con ideas interesantes que se ve perjudicada por una pobre ejecución.

Ojometro:
**

viernes, 9 de octubre de 2020

Crítica: The Lie (2020)

Remake de la película alemana del 2015 “Wir Monster”, el cual fue escrito y dirigido por Veena Sud. Se estrenó en Amazon Prime como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Un padre y su hija van rumbo a un campamento de baile cuando ven en la carretera a la mejor amiga de ella. Ante esto le ofrecen llevarla, pero un simple favor con buenas intenciones pronto tendrá terribles consecuencias. 


Comentarios generales:

No es que Amazon Prime no tuviera una oferta de terror adecuada para competir por la audiencia durante el mes de octubre, simplemente su propuesta para Halloween nunca ha sido tan robusta como la que vemos en Netflix, Hulu o Shudder. Por eso es que cuando se anunció la antología Welcome to the Blumhouse hubo mucha emoción de parte de los fans debido a que parecía que por fin la plataforma entraría de lleno a la pelea durante el periodo donde se consume mayor contenido del género.

Era una alianza perfecta y ante eso las expectativas de muchos se dispararon por los cielos, aunque después de ver The Lie me he quedado con más dudas que certezas sobre el enfoque que han elegido para competir.

Esto porque lo que nos presenta Veena Sud es un thriller psicológico en el que el principal objetivo es exponer las consecuencias de las mentiras y no tanto generar sustos en el espectador. Contándonos una historia que desde muy temprano nos pone ante un caso sumamente complejo en el que el personaje de Kayla se vuelve el centro de atención y por medio de su peculiar comportamiento se establecen los cimientos de un misterio que de entrada parece bastante simple, pero conforme se va desarrollando se convierte en algo mucho más caótico debido a la manera en la que sus padres enfrentan la situación.

Esto bajo una dinámica que la verdad nunca se siente pesada gracias al ritmo implementado y porque el saber cómo reaccionarán los padres ante las problemáticas hace que de cierto modo la tensión esté presente en todo momento debido a los riesgos evidentes que conllevan sus decisiones. Las cuales lamentablemente también con el paso de los minutos son en gran medida lo que hace que las acciones te empiecen a fastidiar gracias a que no solo se presenta cierto estancamiento en cuanto a la progresión de la relación con la hija, sino que además los errores que estos cometen hacen que a partir de determinado punto todo se vuelva en extremo predecible y por lo consiguiente mucho del suspenso se desvanezca.

Predictibilidad que se traslada hacia la parte final y por lo mismo el momento más importante de todo el filme no contiene la fuerza suficiente como para causar una mayor impresión. Dejándote así ante un desenlace que te puede parecer interesante o realmente muy bobo para todo lo que ha ocurrido.

Las actuaciones son lo mejor de la película y las que hacen que el visionado sea mucho más placentero. Joey King (Kayla) está perfecta bajo su rol de adolescente emocionalmente frágil a la que nunca puedes descifrar del todo, mientras que Peter Sarsgaard (Jay) y Mireille Enos (Rebecca) hacen una gran labor como los padres desesperados que manifiestan el sentido de culpa que nunca tiene su hija.  

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, cuenta con un score adecuado, el trabajo de sonido es limpio y tanto los efectos como la labor de maquillaje resultan muy discretos.

Opinión final: The Lie está ok. Un thriller psicológico cumplidor para ver en cualquier otra época que no sea Halloween.

Ojometro:
***

martes, 6 de octubre de 2020

Crítica: The Owners (2020)

Adaptación de la novela gráfica “Une nuit de pleine lune” dirigida por Julius Berg, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mathieu Gompel y Geoff Cox. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de septiembre.

Sinopsis:

Un grupo de amigos creen que han encontrado la oportunidad perfecta para robar una caja fuerte dentro de una casa vacía. Sin embargo, cuando los dueños de la casa regresan de manera temprana, los roles se intercambian.


Comentarios generales:

El subgénero de invasión de casas ha sido probablemente el que mayor desgaste ha presentado durante la última década y debido a su propia naturaleza resulta complicado que se reinvente por medio de cosas más extravagantes que si se pueden permitir algunos otros. Así que mucho de su efectividad recae en explotar de la mejor manera fórmulas conocidas para brindar una experiencia lo más entretenida posible y con The Owners eso es lo que vemos, aunque no con resultados tan espectaculares.

Con esto no quiero decir que lo presentado por Berg sea malo (porque no lo es), sino que simplemente parece que nunca tiene la intención de llevar esta adaptación al siguiente nivel y solo se conformó con presentarla de la manera más adecuada posible. Contándonos una historia cuyo inicio es simple, incluso diría algo aburrido; donde el principal objetivo es establecer de manera muy clara la personalidad de los personajes por medio de acciones de vandalismo sin sentido que claramente provocan un disgusto hacía ellos y que, además, hacen que el contraste con la pareja de ancianos sea mucho más marcada cuando hacen acto de presencia.

Y es que cuando esto ocurre las cosas cambian de manera radical en muchos aspectos, siendo la sensación de riesgo la más evidente de todas al tener de por medio a dos personajes que, en teoría, son indefensos. Logrando así varios de los minutos más entretenidos gracias al hecho de que los conflictos que estos provocan elevan de golpe el nivel de intensidad y ante ello se pueden ver algunas de las escenas más violentas de todo el filme que añaden un shock necesario justo antes de renovar la dinámica para intercambiar los roles.

Un suceso que no llega tan de golpe como se esperaría porque se opta mejor por ir construyendo poco a poco el misterio que rodea a las supuestas “víctimas”, lo cual sirve para ir generando muchas dudas con respecto a lo que ocultan. Ya que uno está plenamente consciente de que están locos, más nunca se puede descifrar del todo el por qué de esto y ese detalle hace que el interés se mantenga intacto a pesar de que por momentos las acciones se pueden volver pesadas gracias al ritmo que se implementa.

Afortunadamente esto se soluciona en la parte final y se logra que el conflicto definitivo sea entretenido y lo más creíble posible considerando la diferencia de edad al añadir elementos que equilibran todo de manera lógica. Aunque ciertamente la resolución puede llegar a ser algo confusa debido a que depende bastante de detalles que se explicaron de manera vaga o muy superficial en los minutos previos.

Las actuaciones son de los puntos fuertes con Maisie Williams (Mary) haciendo un trabajo adecuado para la naturaleza de su personaje, mientras que Sylvester McCoy y Rita Tushingham se roban la pantalla como la pareja Higgins desde el primer instante en el que aparecen. De la producción tampoco hay mucha queja: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor maquillaje es adecuada.

Opinión final: The Owners está entretenida. Película para ver una noche en la que no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 2 de octubre de 2020

Crítica: Antebellum (2020)

Película dirigida por Gerard Bush y Christopher Renz, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de septiembre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La famosa escritora Veronica Henley (Janelle Monáe) se encuentra atrapada en una horrible realidad que la obliga a confrontar el pasado, presente y futuro. Antes de que sea demasiado tarde.


Comentarios generales:

Antebellum fue una de las tantas películas que se vieron afectadas por el COVID-19 a inicios de año y parecía inevitable que su estreno se retrasara hasta 2021. Sin embargo, ante los problemas raciales que se viven en Estados Unido, Lionsgate parece que no quería desaprovechar la oportunidad para explotar el contexto y en lo que para muchos resultó ser algo polémico decidió estrenarla de cualquier forma por otras vías para poder recuperar algo de lo invertido. 

Una decisión de la que realmente no se les puede culpar si consideramos que difícilmente hubiera conseguido grandes beneficios bajo circunstancias normales gracias al decepcionante resultado.

Y es que al igual que la película de la que escribí hace unos días atrás, lo que nos presentan Bush y Renz depende totalmente de un giro en el último acto para tener efectividad. Aunque la principal diferencia es que aquí el camino para llegar a ese punto no contiene demasiado material que haga digerible la experiencia, ya que realmente de terror esto no tiene mucho (por no decir nada). 

Obvio el tema de la esclavitud es terrible por otras circunstancias y todo el primer acto se centra en esto, el problema es que en ningún momento se notan intenciones de llevar las cosas a terrenos conocidos dentro del género. Es más que nada un drama con guiños muy pequeños de thriller en el que por aquí y por allá se presentan situaciones que te pudieran llegar a hacer pensar que el personaje de Veronica tal vez sea una bruja o es la llave para desencadenar elementos más sobrenaturales o fantasiosos, sin profundizar al respecto y dejando todo en meras suposiciones.

Las cuales se incrementan ligeramente una vez que la historia se traslada al presente debido a que se hace cierto esfuerzo por añadir misterio, pero cuando parece que el desarrollo va hacia ese camino te encuentras con otra cosa que está dirigida más a hacia el lado político y la crítica social. Ofreciendo así otros 30 minutos intrascendentes llenos de huecos en muchos aspectos básicos no solo para construir la trama, sino para hacer que los personajes involucrados, más allá de Veronica, no sean simples adornos de los que realmente no sabes nada. 

Sin duda un camino bastante espinoso para llegar, por fin, a la parte final con el giro previamente mencionado. Uno que sin duda va a sorprender a varios de inicio, sin embargo, este rápidamente se queda como una sorpresa pasajera que carece de la fuerza suficiente para que por lo menos la resolución te termine dejando una sensación positiva por lo que acabas de ver. 

Con respecto a las actuaciones diría que Janelle Monáe está bien, cumple en ciertas cosas pero las limitaciones de la historia no le dan para más; mientras que Gabourey Sidibe (Dawn) se roba la pantalla con su muy breve aparición. En cuanto a producción es donde tiene sus mejores atributos: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto. 

Opinión final: Antebellum es sumamente aburrida y olvidable. Sin duda una de las mayores decepciones de 2020. 

Ojometro:
**