martes, 17 de agosto de 2021

Crítica: False Positive (2021)

Película dirigida por John Lee, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Ilana Glazer. Se estrenó en los Estados Unidos el pasado 25 de junio directamente en Hulu, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Por si quedar embarazada no fuera algo suficientemente complicado, Lucy (Ilana Glazer) se propone descubrir la inquietante verdad sobre su médico especialista en fertilidad.


Comentarios generales:

Ya he comentado en ocasiones anteriores que las producciones de A24 jamás van a lograr un consenso, son como una comida exótica cuyas opiniones van a variar de un extremo al otro dependiendo de los gustos de cada persona. Por eso es que cada película suya que se estrena me resulta un evento particularmente interesante gracias a todo lo que generan, además de que en varias ocasiones lo que han propuesto en verdad me ha gustado bastante; sin embargo, ese no fue el caso con False Positive.

Y es que lo que nos regala John Lee, más allá de las exageradas comparaciones con “Rosemary's Baby”, carece de identidad al pasársela deambulando entre géneros sin nunca lograr establecer en cuál de estos se sustenta. Por medio de una historia que en su inicio logra que uno se involucre con el personaje de Lucy en su búsqueda por quedar embarazada y en la extravagancia que rodea al proceso de inseminación artificial, pero que de manera rápida se va enredando en medio de situaciones diseñadas para generar dudas muy débiles o con la aparición de nuevos personajes que resultan igual de desechables tanto en su primera aparición como en la última.

Aunado a esto tenemos que el ritmo no es el más fluido y que falta de identidad previamente mencionada poco a poco empieza a resultar un problema mayor debido a que el terror se encuentra centrado esencialmente en los miedos naturales de una madre primeriza y en la capacidad de observación del espectador para los detalles. Algo que en esencia no está mal, aunque en este caso la trama es tan débil en absolutamente todos sus frentes que al final nada parece importar y la constante inestabilidad de Lucy nunca logra tener la fuerza suficiente como para sostener los momentos de mayor importancia.

Provocando así que la parte final maneje un toque más “cómico” durante la revelación del misterio y por lo consiguiente no logre proporcionar el impacto suficiente durante un desenlace que, a pesar de ser raro e incluso polémico, realmente no tiene ningún tipo significado que complemente de buena forma lo que has estado viendo.

En las actuaciones la única que resalta es la propia Ilana Glazer; de hecho, si no fuera por ella la película sería más aburrida debido a que logra construir un personaje que dentro de todo este vació logra generarte empatía. Y en cuanto a producción tampoco tiene cosas que destaquen de gran manera: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante genérico, el trabajo de sonido es limpio y los efectos muy básicos.

Opinión final: False Positive es decepcionante. Película aburrida que simplemente no funcionó conmigo, aunque no dudo que por ahí tenga un público al que si le entusiasme.

Ojometro:
**

viernes, 13 de agosto de 2021

Crítica: Dreamcatcher (2021)

Película escrita y dirigida por Jacob Johnston, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó directo en VOD el pasado 5 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Dos hermanas distanciadas y sus amigos se ven acorralados en un torbellino de violencia de 48 horas después de vivir una experiencia traumática durante un festival de música underground. 


Comentarios generales:

Iniciar tu carrera como director de cine de terror con un slasher es una decisión lógica considerando las bondades de dicho subgénero, sin embargo, el que sea bondadoso no significa que resulte sencillo de dominar debido a que su simpleza puede ser todo un reto para algunos. Al grado de que se tenga una terrible ansiedad por tratar de cambiar las reglas que lo definen y Dreamcatcher solo demuestra que eso no siempre es lo mejor.

Ya que lo que nos trae Johnston no solo es malo, sino algo peor: aburridísimo.

Donde pareciera que su principal preocupación era más que nada la parte visual y todo lo demás resultaba secundario debido a que, así como es capaz de lograr una estética impecable que por momentos tiene cierto aire a giallo, también muestra una incapacidad enorme para generar interés por lo que estás viendo en pantalla. Lo cual tal vez durante el primer acto no sea tan evidente debido a que la presentación de los personajes, la “locura” del rave y la efímera participación del asesino lo disimulan un poco, pero una vez que todo esto empieza a asentarse el sufrimiento da inicio.

Y no solo se debe al hecho de que la cantidad de muertes que se dan en cámara son contadas y poco imaginativas, sino que además la propia estructura del filme provoca que el segundo acto se sustente de manera increíble en una cantidad de diálogos ridícula que no aportan absolutamente nada. Con personajes que se supone están sufriendo un trauma y que, en lugar de hacer algo al respecto, mejor se ponen a hablar sobre su pasado, sus sentimientos, sus inseguridades e incluso de Macbeth para que el pasar de los minutos sea eterno dentro de una parte de la película que bien podrían haber cortado sin que hubiera gran perdida de contenido.

Haciendo con esto que el resto del visionado sea un verdadero reto, aunque para nuestra fortuna los últimos 20 minutos levantan un poco el ritmo. Siguiendo claramente con algunas decisiones que no tienen demasiado sentido, pero al menos vemos con mayor frecuencia al asesino y el nivel de violencia se incrementa para ofrecer un cierre anticlimático que se siente demasiado forzado considerando el poco tiempo de construcción que le dedican a dicho asunto.

Las actuaciones son pobres, todas resultan planas y esto empeora la experiencia cuando empieza la parte que recae en los diálogos interminables. Dejando con esto a la producción como la única área en donde cuenta con algunas virtudes: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido tiene inconsistencias, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Dreamcatcher es mala. Uno de los slashers más aburridos que verán en sus vidas y el cual es mejor evitar.

Ojometro:
**

martes, 10 de agosto de 2021

Crítica: Blood Red Sky (2021)

Co-producción alemana/estadounidense dirigida por Peter Thorwarth, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Stefan Holtz. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 23 de julio.

Sinopsis:

Una mujer con una misteriosa enfermedad se ve obligada a entrar en acción cuando un grupo de terroristas secuestra el avión en la que viajaba con su hijo. Y ahora para protegerlo tendrá que revelar su más oscuro secreto.


Comentarios generales:

Por alguna extraña razón este año Netflix decidió que el verano era la mejor época para estrenar varios proyectos ligados al género de terror y no se esperó para la época de Halloween como generalmente suele ocurrir. Una decisión extraña que se verá si fue acertada o no más adelante, aunque de momento nos ha dejado películas y/o series que te provocan de todo menos indiferencia, siendo Blood Red Sky tal vez el ejemplo más claro de esto.

Y es que una película sobre vampiros alemana no era precisamente algo que generara demasiada expectativa, pero lo que nos trae Thorwarth cuenta con suficientes cosas que la hacen sentir como algo fresco dentro de este subgénero. Ya que estamos ante una de las historias de vampiros más “humanas” que recuerde al centrarse totalmente en la lucha interna de una madre para proteger a su hijo de distintas clases de monstruos (incluida ella misma), lo cual le añade muchas capas emocionales durante una problemática que se encuentra contenida en un espacio limitado y que bien podría haber fallado desde distintos frentes.

Sobre todo porque durante los primeros 25/30 minutos nos topamos con un avance pausado que no dudo que logre desesperar a más de uno debido a que la construcción de los personajes es mucho más elaborada de lo que esperarías sin realmente representar un problema grave. De hecho, ayuda a que los terroristas no sean tan planos y no queden encasillados bajo los mismos clichés de siempre al exponerlos como tipos más inteligentes.

Logrando así que cada etapa de la transformación de Nadja provocada por sus acciones se sienta bastante orgánica y poco a poco logre que el ritmo se incremente para hacer la transición a una película más ligada a la acción; en donde la sangre brota de manera constante, la atmósfera obtiene tintes más oscuros y además se va integrando un mayor número de vampiros para conseguir que la sensación de peligro sea intensa. Aunque también con esto llegan algunos minutos que se sienten más de relleno que otra cosa, lo cual alarga el metraje de manera innecesaria.

Algo que afortunadamente no afecta una parte final que encontré bastante buena debido a que todo lo ocurrido previamente termina teniendo sentido, incluso los detalles que en apariencia son insignificantes. Dejándonos así un desenlace con mucha tensión y espectacularidad que solidifica la idea de que la maldad tiene que ser eliminada a toda costa, sin importar los lazos de sangre.

En el tema de las actuaciones tenemos a una genial Peri Baumeister (Nadja) con un personaje complejo con el cual tiene que manejar un nivel de humanidad y salvajismo de manera balanceada para mantener a flote la historia. Mientras que Carl Anton Koch (Elias) no lo hace mal, es un niño tolerable, aunque por momentos si te llega a desesperar que se la pase gritando “¡mamá!” cada dos minutos.

Con respecto a la producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Blood Red Sky me gustó. Buena película de vampiros que tal vez dura un poco más de lo necesario, pero que deja buenas sensaciones. 

Ojometro:
****

viernes, 6 de agosto de 2021

Crítica: Werewolves Within (2021)

Adaptación del videojuego del mismo nombre dirigida por Josh Ruben (Scare Me) y escrita por Mishna Wolff. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de julio, mientras que su salida en formato físico se dio unos días después el 19 julio.

Sinopsis:

Cuando una tormenta de nieve deja incomunicado al pequeño pueblo de Beaverfield, el nuevo guardabosque de nombre Finn (Sam Richardson) y la trabajadora postal Cecily (Milana Vayntrub) tendrán que mantener la paz entre una comunidad dividida. Y resolver el misterio detrás de una criatura que los ha empezado a cazar.


Comentarios generales:

Nunca he jugado Werewolves Within y por lo consiguiente no sabía que esperar con esta adaptación; sin embargo, el historial de grandes bodrios en lo que se refiere a películas basadas en videojuegos no me hacía tener demasiada confianza. Simplemente se sabe que en la industria del cine no piensan que las historias de videojuegos valgan la pena y por lo regular el esfuerzo es mínimo en esta clase de proyectos, aunque en esta ocasión no lo hicieron nada mal.

Y es que lo traído por Ruben y Wolff es bastante disfrutable siempre y cuando uno no busque encontrar cantidades de sangre o violencia al por mayor, ya que en realidad estamos ante una comedia de terror muy ligera en la que por momentos ni siquiera parece que tenga algo que ver con el género. Ya que en si la historia se carga más hacía el misterio que en los hombres lobo en general y por ende le dedica mucho tiempo en su primera parte a la presentación de un conjunto de personajes sumamente peculiares y llenos de estereotipos con los que no solo te van plantando las dudas sobre quién podría estar detrás de los asesinatos, sino que además establecen de manera clara el tipo de humor que predominará.

Todo bajo un ritmo ágil que evita que tanto dialogo convierta pesada la experiencia hasta que entra en juego el tema del hombre lobo, el cual se da manera simple y sin nada de espectacularidad, pero que funciona de buena forma para que a partir ahí las acciones tengan mayor frenetismo. Además de que gracias a todos los conflictos entre los habitantes del pueblo se logra generar la tensión suficiente como para que la lista de sospechosos se mantenga amplia y así, una vez que empieza la parte más violenta, existan muchas situaciones que justifiquen el accionar de los involucrados.

Algo que deja como resultado una parte final frenética llena de muertes y un poco más de sangre, aunque especialmente un buen momento que involucra al licántropo. Cuya identidad es bien cuidada hasta el final y gracias a ello el enfrentamiento definitivo resulta lo suficientemente convincente a pesar de que no es tan explosivo como uno esperaría.

En el tema de las actuaciones tenemos a un elenco cuya fortaleza es el trabajo en conjunto gracias a un grupo de personajes sumamente excéntricos que funcionan a distintos niveles dependiendo de la tolerancia que se tenga al humor que cada uno maneja. Mientras que Sam Richardson y Milana Vayntrub muestran una química agradable que los hace buenos protagonistas.

Sobre la producción tenemos un filme de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es impecable, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: Werewolves Within está entretenida. Comedia ligera que no recae tanto en el terror, pero que les hará pasara un buen rato.

Ojometro:
***