miércoles, 25 de agosto de 2021

Crítica: The Seventh Day (2021)

Película escrita y dirigida por Justin P. Lange (The Dark). Se estrenó en formato físico y digital dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de mayo, mientras que hizo lo propio en México dos días después en cines.

Sinopsis:

Un reconocido exorcista se reúne con un sacerdote novato en su primer día para analizar si este tiene la capacidad para el trabajo. Adentrándose en un perturbador caso que revelará el infierno ya existente sobre la tierra, difuminando la línea entre el bien y el mal mientras emergen demonios personales.


Comentarios generales:

En este punto hacer una película sobre exorcismos representa más un riesgo que un beneficio considerando que es muy complicado poder innovar en dicho subgénero y ya prácticamente todo se ha hecho. Por eso es que cuando veías el trailer de The Seventh Day era difícil poder entusiasmarte debido a que no parecía que aportara algo distinto, lucía como una más y al final eso es precisamente lo que fue.

Aunque para mi sorpresa cuenta con algo que bien pudiera haberla hecho más relevante, al menos en el tema de originalidad, ya que lo presentado por Lange no sigue el patrón convencional de esta clase de historias y opta por construir su caso de manera más amplia para vender la idea de que el mal no solo se concentra en una sola persona. Lo cual hace que el inicio resulte más ágil de lo habitual e incluso cuente con situaciones que añaden fuerza desde temprano para ir estableciendo los retos que los sacerdotes tendrán que enfrentar.

Hasta ahí todo se desarrolla de manera decente, pero lamentablemente dicho inicio con el pasar de los minutos va quedando como algo meramente anecdótico y la película se vuelve tediosa gracias a que la dinámica entre este par nunca te atrapa, todo es forzado con ellos y tampoco es que los actores se complementen de gran manera. Haciendo que las cosas se sientan más como viles acontecimientos que pasan porque si y cuyo diseño, si bien logra generar algunos momentos oscuros o de tensión, se termina convirtiendo en un problema debido a que hace demasiado evidente desde muy temprano el giro con el que se pretende sustentar la parte final.

Una que ante lo predecible se queda sin nada interesante y por lo consiguiente todo lo que ocurre carece del impacto que se supone debería tener. Dejando así un enfrentamiento que en esencia si propone algo con un propósito mayor, pero jamás te deja con ese sentimiento.

Con respecto a las actuaciones tenemos en Guy Pearce (Padre Peter) y Vadhir Derbez (Padre Daniel) uno de los mayores problemas del filme. Ambos están muy mal, tienen cero química en pantalla y eso termina perjudicando muchísimo considerando todo lo que se construye alrededor de su relación, además de que las escenas de mayor impacto tampoco las pueden sacar adelante. 

La producción no está mal: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es correcta, el score es agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Seventh Day es decepcionante. Película predecible y mal actuada que olvidarán en cuestión de horas.  

Ojometro:
**

viernes, 20 de agosto de 2021

Crítica: El Exorcismo de Carmen Farías (2021)

Producción mexicana dirigida por Rodrigo Fiallega y escrita por Molo Alcocer Délano. Se estrenó en cines en México durante el mes de mayo, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 9 de agosto.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Carmen (Camila Sodi) descubre que heredó la casa de su abuela. Lugar que decide visitar sin saber que esconde oscuros secretos sobre su pasado.


Comentarios generales:

Uno de los principales problemas con el cine de terror mexicano actual es el querer replicar lo que vemos en el cine estadounidense al pie de la letra, olvidándose por completo de la identidad que alguna vez llegó a tener. Evidentemente no es algo exclusivo de mi país y tampoco lo considero como algo terrible, pero para que esto funcione se debe de tener una gran habilidad al replicar tanto el aspecto visual como el narrativo y El Exorcismo de Carmen Farías logra lo primero, aunque falla bastante en todo lo demás.

Y es que lo que presenta Fiallega se sustenta de manera marcada en ideas tan desgastadas que termina ofreciendo una historia que desde muy temprano se vuelve aburrida y en la que realmente uno puede ir adivinando sin demasiados problemas cuáles serán las situaciones que vendrán con el pasar de los minutos. Dejando así gran parte del atractivo en un apartado visual bien cuidado y en la generación de una atmósfera que ayuda a que la casa resulte un lugar lo suficientemente tétrico como para que por lo menos te interese la manera en que van a explotar dicho espacio para mover hacia adelante una trama tan simple.

Lo cual evidentemente no logran de manera atractiva debido a que el visionado se vuelve más y más pesado con el pasar de los minutos; en gran parte por lo increíblemente obsoletos que lucen todos los recursos para lograr sustos fáciles (que además carecen de un timing adecuado), pero también por el tiempo que se tardan para revelar aspectos fundamentales ligados al propio exorcismo. Ya que por alguna razón se tiene miedo a mostrar de más, todo lo van soltando por pedacitos y eso, en lugar de ayudar a la construcción del frágil misterio, solo hace que el ritmo se haga lento e incluso se genere una sensación de que simplemente le están dando vueltas a lo mismo para que sea la parte final la que resuelva los problemas existentes.

Algo que resulta contraproducente debido a que, si bien esta es la mejor parte de la película, también es cierto que se siente acelerada. Con la intervención de uno de los sacerdotes más ineptos que recuerde y un cierre genérico que al menos cuenta con un nivel de intensidad correcto.

En lo que respecta a las actuaciones realmente la película era un capricho para explotar la popularidad de Camila Sodi, quien no da el ancho para este tipo de personajes. Esto porque se le dificulta bastante el poder manifestar diferentes tipos de emociones para que no luzca tan acartonada en momentos específicos de mayor importancia.

Sobre la producción, es donde claramente tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos salvo por contadas excepciones y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: El Exorcismo de Carmen Farías es aburrida. Una película genérica de exorcismos que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**

martes, 17 de agosto de 2021

Crítica: False Positive (2021)

Película dirigida por John Lee, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Ilana Glazer. Se estrenó en los Estados Unidos el pasado 25 de junio directamente en Hulu, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Por si quedar embarazada no fuera algo suficientemente complicado, Lucy (Ilana Glazer) se propone descubrir la inquietante verdad sobre su médico especialista en fertilidad.


Comentarios generales:

Ya he comentado en ocasiones anteriores que las producciones de A24 jamás van a lograr un consenso, son como una comida exótica cuyas opiniones van a variar de un extremo al otro dependiendo de los gustos de cada persona. Por eso es que cada película suya que se estrena me resulta un evento particularmente interesante gracias a todo lo que generan, además de que en varias ocasiones lo que han propuesto en verdad me ha gustado bastante; sin embargo, ese no fue el caso con False Positive.

Y es que lo que nos regala John Lee, más allá de las exageradas comparaciones con “Rosemary's Baby”, carece de identidad al pasársela deambulando entre géneros sin nunca lograr establecer en cuál de estos se sustenta. Por medio de una historia que en su inicio logra que uno se involucre con el personaje de Lucy en su búsqueda por quedar embarazada y en la extravagancia que rodea al proceso de inseminación artificial, pero que de manera rápida se va enredando en medio de situaciones diseñadas para generar dudas muy débiles o con la aparición de nuevos personajes que resultan igual de desechables tanto en su primera aparición como en la última.

Aunado a esto tenemos que el ritmo no es el más fluido y que falta de identidad previamente mencionada poco a poco empieza a resultar un problema mayor debido a que el terror se encuentra centrado esencialmente en los miedos naturales de una madre primeriza y en la capacidad de observación del espectador para los detalles. Algo que en esencia no está mal, aunque en este caso la trama es tan débil en absolutamente todos sus frentes que al final nada parece importar y la constante inestabilidad de Lucy nunca logra tener la fuerza suficiente como para sostener los momentos de mayor importancia.

Provocando así que la parte final maneje un toque más “cómico” durante la revelación del misterio y por lo consiguiente no logre proporcionar el impacto suficiente durante un desenlace que, a pesar de ser raro e incluso polémico, realmente no tiene ningún tipo significado que complemente de buena forma lo que has estado viendo.

En las actuaciones la única que resalta es la propia Ilana Glazer; de hecho, si no fuera por ella la película sería más aburrida debido a que logra construir un personaje que dentro de todo este vació logra generarte empatía. Y en cuanto a producción tampoco tiene cosas que destaquen de gran manera: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante genérico, el trabajo de sonido es limpio y los efectos muy básicos.

Opinión final: False Positive es decepcionante. Película aburrida que simplemente no funcionó conmigo, aunque no dudo que por ahí tenga un público al que si le entusiasme.

Ojometro:
**

viernes, 13 de agosto de 2021

Crítica: Dreamcatcher (2021)

Película escrita y dirigida por Jacob Johnston, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó directo en VOD el pasado 5 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Dos hermanas distanciadas y sus amigos se ven acorralados en un torbellino de violencia de 48 horas después de vivir una experiencia traumática durante un festival de música underground. 


Comentarios generales:

Iniciar tu carrera como director de cine de terror con un slasher es una decisión lógica considerando las bondades de dicho subgénero, sin embargo, el que sea bondadoso no significa que resulte sencillo de dominar debido a que su simpleza puede ser todo un reto para algunos. Al grado de que se tenga una terrible ansiedad por tratar de cambiar las reglas que lo definen y Dreamcatcher solo demuestra que eso no siempre es lo mejor.

Ya que lo que nos trae Johnston no solo es malo, sino algo peor: aburridísimo.

Donde pareciera que su principal preocupación era más que nada la parte visual y todo lo demás resultaba secundario debido a que, así como es capaz de lograr una estética impecable que por momentos tiene cierto aire a giallo, también muestra una incapacidad enorme para generar interés por lo que estás viendo en pantalla. Lo cual tal vez durante el primer acto no sea tan evidente debido a que la presentación de los personajes, la “locura” del rave y la efímera participación del asesino lo disimulan un poco, pero una vez que todo esto empieza a asentarse el sufrimiento da inicio.

Y no solo se debe al hecho de que la cantidad de muertes que se dan en cámara son contadas y poco imaginativas, sino que además la propia estructura del filme provoca que el segundo acto se sustente de manera increíble en una cantidad de diálogos ridícula que no aportan absolutamente nada. Con personajes que se supone están sufriendo un trauma y que, en lugar de hacer algo al respecto, mejor se ponen a hablar sobre su pasado, sus sentimientos, sus inseguridades e incluso de Macbeth para que el pasar de los minutos sea eterno dentro de una parte de la película que bien podrían haber cortado sin que hubiera gran perdida de contenido.

Haciendo con esto que el resto del visionado sea un verdadero reto, aunque para nuestra fortuna los últimos 20 minutos levantan un poco el ritmo. Siguiendo claramente con algunas decisiones que no tienen demasiado sentido, pero al menos vemos con mayor frecuencia al asesino y el nivel de violencia se incrementa para ofrecer un cierre anticlimático que se siente demasiado forzado considerando el poco tiempo de construcción que le dedican a dicho asunto.

Las actuaciones son pobres, todas resultan planas y esto empeora la experiencia cuando empieza la parte que recae en los diálogos interminables. Dejando con esto a la producción como la única área en donde cuenta con algunas virtudes: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido tiene inconsistencias, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Dreamcatcher es mala. Uno de los slashers más aburridos que verán en sus vidas y el cual es mejor evitar.

Ojometro:
**