martes, 19 de marzo de 2024

Crítica: Prey for the Bride (2024)

Película dirigida por Dany J. Boyle (The Man with My Husband’s Face) y escrita por Bryan Dick. Se estrenó el pasado 16 de febrero directamente en Tubi, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de damas de honor viajan a Napa para una despedida de soltera, aunque estando ahí se encontrarán en gran peligro cuando un hombre con máscara de lobo empieza a asecharlas.


Comentarios generales:

Si hay algo que reconocerle a Tubi es su persistencia debido a que actualmente ninguna otra plataforma de streaming produce tantas películas de terror como ellos. Obvio la mayoría con una calidad muy cuestionable que vuelve casi imposible recomendarlas, pero en algún punto esa perseverancia les iba a tener que dar resultados decentes y creo que con Prey for the Bride es la primera vez que lo logran.

Ya que lo traído por Boyle es un slasher bien hecho que no tiene pretensiones demasiado altas y eso ayuda muchísimo a que su historia funcione a pesar de que no propone nada nuevo e incluso carece de grandes cantidades de sangre o muertes llamativas. Apegándose al librito desde un primer acto que inicia como debe y luego opta por una construcción un tanto pausada para presentar a un grupo de amigas que al no ser las típicas adolescentes pueden ofrecer un poco más de profundidad a los personajes, implantando rápidamente la duda sobre si ellas tuvieron algo que ver con el problema que se les vendrá más adelante y por lo mismo haciendo que el misterio en si resulte por lo menos interesante desde temprano.

Desarrollándose todo de una manera bastante simple y clara, aunque también hay que decir que al entrar al segundo acto las cosas se tambalean un poco debido a que la presencia constante del asesino tarda en darse y las muertes para ir exponiendo su peligrosidad no son precisamente algo para recordar. Sin embargo, una vez que se entra a la dinámica de riesgo constante se vuelve a encontrar un cierto nivel de estabilidad que permite ir construyendo escenas efectivas que poco a poco exponen las mentiras que rodean al grupo para ir generando tensión desde varios frentes y así mantener oculta durante el mayor tiempo posible la identidad del asesino.

Lo cual ayuda a que el interés se mantenga intacto para llegar a una parte final que en general es entretenida por la intensidad que maneja. Logrando con esto que la revelación definitiva funcione mucho mejor de lo esperado y con ello el desenlace pueda plantear una disyuntiva que es difícil de ver en un slasher actualmente.

Las actuaciones están bien, hay una buena química entre el elenco y eso ayuda a que funcione la mayoría de las cosas que intentan. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Prey for the Bride está aceptable. Slasher competente que es sin duda de lo mejorcito que ha producido Tubi.

Ojometro:
***

viernes, 15 de marzo de 2024

Crítica: Alice in Terrorland (2024)

Película escrita y dirigida por Richard John Taylor (Muse). Se estrenó en DVD dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero y en México llegó a las salas de cine este pasado 7 de marzo.

Sinopsis:

Una adolescente que recientemente perdió a su familia se va a vivir con su abuela a una casa aislada en el bosque, sin saber que fuerzas siniestras acechan en su interior.


Comentarios generales:

Ante el sorpresivo éxito que fue “Winnie-the-Pooh: Blood and Honey” no es de extrañar que se venga una oleada de producciones basadas en cuentos clásicos que ya forman parte del dominio público debido a que esto genera una curiosidad natural en las personas ante la posibilidad de ver cosas raras. Una tendencia que a mí también me llama la atención y estoy dispuesto a seguir de cerca; sin embargo, películas como Alice in Terrorland vuelven eso un poco complicado.

Y no tanto porque espere ver obras maestras que cambien el rumbo del género, pero si por lo menos ver un esfuerzo con el que traten de justificar la adaptación de la obra con algo que pretenda ser entretenido y no un simple intento por obtener atención fácil solo por hacer la “travesura”. Algo que lamentablemente Richard John Taylor no entiende y gracias a eso nos pone ante una experiencia que resulta todo un suplicio ante lo tremendamente aburrida que es de principio a fin.

Esto por medio de una historia que siempre pretende manejar un tono depresivo y oscuro que al inicio puede resultar interesante, aunque no tiene que pasar mucho tiempo para caer en cuenta que esto no es más que una fachada con la cual se pretende ocultar varios problemas al momento de desarrollarla. No solo porque la integración de los elementos de la obra de Lewis Carroll es por demás forzada, sino porque en realidad el director de manera intencional alarga varias escenas por medio de diálogos interminables para rellenarlas ante lo huecas que son y eso provoca que el ritmo sea demasiado lento; en especial durante los sueños en los que se sustenta toda la fantasía y cuyo propósito es ir soltando pistas sobre la situación de nuestra protagonista.

Un recurso que probablemente hubiera funcionado un poco mejor de no ser porque uno puede descifrar en cuestión de minutos lo que está ocurriendo y los intentos por tratar de ocultarlo son demasiado mediocres como para ignorarlo. Además de que las cosas jamás logran subir de intensidad durante el segundo acto dado a que pareciera que el pensamiento siempre fue que con lo extravagante de los icónicos personajes era más que suficiente y no había necesidad de recurrir a momentos más extremos.

Con todo lo mencionado anteriormente uno llega a la parte final desesperado e implorando que esto acabe para poder irse a hacer otras cosas y aunque por ahí intentan agregar un poco más de dinamismo con la revelación que no va a sorprender nadie, lo cierto es que el desenlace es tan blando y carente de emociones que solo te quedas con una sensación de vacío muy grande.

Las actuaciones son pobres en general, algunas resaltan un poco más por la extravagancia misma de los personajes pero realmente no hay nada para destacar. Mientras que en producción se nota el muy bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no está mal, la dirección de arte es decepcionante tomando en cuenta la obra que es, el score resulta genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje está bien.

Opinión final: Alice in Terrorland es terrible. Evítenla a toda costa.

Ojometro:

martes, 12 de marzo de 2024

Crítica: Double Blind (2024)

Producción irlandesa dirigida por Ian-Hunt Duffy y escrita por Darach McGarrigle. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de febrero, mientras que su salida en formato físico se dio justo esté 12 de marzo.

Sinopsis:

Después de que un test de una droga experimental saliera mal, los sujetos de prueba enfrentan un terrible efecto secundario: si se quedan dormidos morirán. Ahora, atrapados en una instalación en cuarentena, el pánico se desata mientras tratan de escapar y mantenerse despiertos.


Comentarios generales:

En ocasiones anteriores ya he hablado sobre cómo hay películas que uno simplemente no tiene en su radar y de la nada aparecen llamando tu interés, siendo ese el caso de Double Blind. Un trabajo cuya premisa no es que desbordara originalidad, pero que con solo ver su trailer se podía intuir que había cierto potencial para al menos pasar un buen rato y eso es precisamente lo que ocurrió.

Ya que lo presentado por Ian-Hunt Duffy es de esas historias que definitivamente tienen un factor de predictibilidad marcado pero en todo momento notas que tratan de ocultarlo de la mejor manera que se pueda, aunque no sin antes tener que pasar por unos primeros minutos que no son los más atractivos. Donde la presentación de los personajes y del test de prueba se realiza de la manera más estándar posible, construyendo ciertas situaciones que claramente te venden la idea de que hay algo macabro detrás sin que expongan nada memorable entre este grupo de individuos cuyas personalidades no destacan demasiado salvo por la “amistad” que logra formar nuestra protagonista (Claire) con alguien más.

Ante esto el ritmo es uno bastante tranquilo, aunque en realidad lo que ocurre en pantalla nunca te aburre y afortunadamente cuando inicia el caos se da un cambio inmediato en ese sentido para que la sensación de desesperación resulte mucho más marcada una vez que se da la primera muerte. Logrando con esto que el segundo acto tenga algunas buenas dosis de impacto mientras se desarrolla una problemática que no es tan compleja como lo quieren hacer suponer y por momentos cae en los clichés comunes, pero es lo suficientemente sustancial como para hacer que la locura de los personajes sea interesante durante el proceso de construcción del conflicto decisivo.

Llevándonos así a una parte final que es intensa y se va por un camino que se podía visualizar desde minutos antes sin que le afecte demasiado. Más que nada porque el nivel violencia se intensifica y eso ayuda a que el desenlace tenga más fuerza en términos generales para exponer el mensaje sobre el mundo macabro que existe detrás de las farmacéuticas.

En cuanto a las actuaciones se puede decir que el elenco está bien conformado y Millie Brady (Claire) como la protagonista cumple, aunque la presencia de Pollyanna McIntosh (Dr. Burke) es meramente anecdótica. Mientras que en producción tenemos una factura limpia: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos no son nada espectacular y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Double Blind está entretenida. Película que se puede ver sin mayores problemas cualquier día.

Ojometro:
*** 

martes, 5 de marzo de 2024

Crítica: Trunk: Locked In (2024)

Película alemana escrita y dirigida por Marc Schießer. Se estrenó a nivel mundial el pasado 24 de enero por medio de Amazon Prime Video, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Malina (Sina Martens) despierta desorientada en la cajuela de un automóvil y para su horror descubre que le hace falta algo más que su memoria. Ahora, teniendo a su celular como el único vinculo con el exterior, iniciará una brutal batalla por sobrevivir.


Comentarios generales:

Creo que no hay cosa más difícil al momento de hacer cine que tratar de contar algo que se desarrolla dentro de un espacio reducido y con solo un personaje, simplemente los riesgos para que eso salga muy mal son demasiado altos y por lo consiguiente son pocos quienes se atreven a hacerlo. Una peculiaridad que sin duda ayudaba a Trunk: Locked In a resaltar dentro de la plataforma en la que se estrenó porque de lo contrario hubiera pasado totalmente desapercibida.

Y es que lo que nos trae Schießer es un thriller que desde el primer instante deja ver su simpleza y no pierde tiempo en tratar de profundizar demasiado sobre la situación de Malina para involucrar de lleno al espectador. Todo bajo una atmósfera claustrofóbica que ayuda a magnificar la problemática mientras se van exponiendo ciertas decisiones que en estas situaciones se pueden considerar lógicas, pero que al ir fallando una por una generan un nivel de frustración importante para nuestra protagonista que sin duda beneficia a la sensación de total desesperanza que se quiere conseguir.

Gracias a eso se pueden tener unos primeros 30/35 minutos muy agradables en los que el ritmo es ágil y realmente no te aburres; sin embargo, una vez que pasamos este punto las cosas empiezan a volverse un tanto tediosas. Ya que conforme vamos dejando la novedad detrás se cae en una dinámica en donde lo predominante es ver a Malina teniendo largas conversaciones por teléfono que evidentemente están pensadas para brindarle una idea al espectador sobre lo que ocurre afuera con su rescate, pero la verdad ninguna logra tener efectos muy positivos y vuelven pesado el visionado con tanta información que, para el colmo, básicamente revela algo que tendría que ser una sorpresa más adelante.

Dejándonos así ante una parte final que intenta recuperar la dinámica agíl y en cierto modo lo logra, incluso teniendo durante el proceso dicha sorpresa que carece del peso emocional que debería. Aunque ya para el desenlace las cosas se vuelven un poco más caóticas y eso ayuda a que por lo menos te termines quedando con una sabor agradable a corto plazo.

De las actuaciones hay que decir que Sina Martens lo hace bastante bien considerando la situación que vive su personaje y, salvo por algunos momentos un tanto fastidiosos, logra que nos importe lo que le pudiera llegar a pasar. Mientras que en producción tenemos cosas destacadas a pesar de la simpleza del proyecto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sumamente básica, el score no está mal, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje cumple.

Opinión final: Trunk: Locked In está aceptable. Thriller con altibajos que se puede ver para perder el tiempo.

Ojometro:
***