jueves, 23 de mayo de 2013

Crítica: Dark Circles (2013)


Película que significa el debut dentro del género del director y guionista Paul Soter. Se estrenó en formato físico (DVD) apenas el pasado 21 de mayo en los Estados Unidos, aunque no tengo idea sobre si será distribuida en otros países por After Dark.

Sinopsis:

Alex (Johnathon Schaech) y Penny (Pell James) son una pareja que acaba de tener a su primer hijo y deciden que lo mejor para criarlo es salirse de la ciudad, así que compran una casa en las afueras. Ya en esta, ambos empiezan a sufrir los estragos de ser padres, lo cual les ocasiona una fatiga terrible que los hace ver cosas poco comunes y que están ligadas con algo que habita en esa casa.



Comentarios generales: 

Ciertamente la historia en Dark Circles es muy simple, pero gracias a que (supongo) de manera deliberada Soter no explica muy a fondo los eventos en torno a la casa te deja a una sensación de no saber realmente lo que pasa y generándote muchas preguntas, siendo probablemente uno de los puntos fuertes de la película.

Aunque también tiene un desarrollo bastante lento, al grado que durante la primera media hora no pasa mucho. Más que nada aquí es cuando el director se encarga de jugar un poco con las cámaras para ofrecer algunas tomas interesantes y tratar crear un estilo visual que pueda atrapar al espectador ante la falta de sucesos importantes.

Las actuaciones de Schaech y James son bastante buenas, ya que logran reflejar un agotamiento extremo creíble que te hace pensar que tarde o temprano los quebrará. En producción realmente no tiene mucho; un 95% de la película se realiza en un solo set, el trabajo de maquillaje es mínimo y probablemente el aspecto más destacado sea el uso discreto de efectos de sonido para agregarle tensión al filme.

Opinión final: No creo que Dark Circles sea una película para todo el mundo, especialmente por su lento desarrollo. En muchos momentos me recordó a The Pact, pero no logra de manera tan efectiva lo que se propone.

Ojometro:
***