jueves, 24 de julio de 2014

Crítica: Seed 2: The New Breed (2014)


Secuela escrita y dirigida por Marcel Walz, pero cuyo productor principal es nada más y nada menos que nuestro amigo Uwe Boll. Salió directamente en DVD para Alemania este mes de julio; mientras que su llegada a los Estados Unidos bajo este formato, así como en VOD, está programada para el próximo mes de octubre.

Sinopsis:

Regresando de su despedida de soltera en Las Vegas, Christine (Natalie Scheetz) junto con sus amigas maneja a lo largo del gran y caluroso desierto de Nevada. Sin embargo, ellas no se encuentran solas en dicho lugar, ya que el asesino serial Max Seed está de regreso y ahora trae a toda su familia con él.



Comentarios generales:

La verdad me sorprendió bastante el enterarme que habría una secuela de Seed, uno de los trabajos más controvertidos de Uwe Boll no solo por ser malo, sino por el grado de violencia/morbo que manejaba. Simplemente no había forma de que se pudiera igualar esto último y por ello esta entrega tenía que ser diferente de algún modo, lo cual ocurrió.

The New Breed es un ente distinto a su predecesora debido a que Walz prefiere no solo ofrecer un slasher híper violento, sino que además trata de contar una historia mucho más compleja que no deje de lado la violencia o los momentos sádicos que pusieron en el mapa a Max Seed. Esto mediante la idea de ir revelando todos los acontecimientos de manera alterna, sin seguir una línea de tiempo fija que le permita al espectador sentirse cómodo con lo que está viendo y que así vaya descifrando desde antes lo que va a ocurrir; una idea que ciertamente no es mala, pero esta tan mal implementada ya que por momentos convierte a la historia en una muy difícil de seguir por el poco sentido que le da a las acciones de la familia asesina.

Simplemente le quita mucha fluidez; de pronto estás viendo una escena intensa llena de sangre y en lugar de continuar con esa línea para ir revelando más detalles lo que se hace es cambiar de manera abrupta a otra escena que en la línea de tiempo ocurrió antes e involucra una conversación aburrida entre las amigas. Así es la película como por 50 minutos, los avances se dan muy lento, el impacto de las muertes nunca llega a ser tan efectivo y además a eso hay que agregarle que realmente nunca te explican muy bien las creencias religiosas de la familia o los motivos por los cuales toman decisiones tan extrañas: es el típico caso en donde pasa mucho en pantalla, pero realmente te dicen poco todo el tiempo.

El final es lo mejorcito por un par de sorpresas que hay, pero al igual que todos los minutos previos se siente muy flojo; sin impacto.

Las actuaciones son bastante lamentables, nadie se salva. En la producción tiene sus puntos fuertes en el soundtrack y sin duda con los efectos/maquillaje que le añaden un nivel de brutalidad adecuado a la película; en especial a una escena de crucifixión.

Opinión final: Seed 2 evoca a absolutamente todos los atroces trabajos de Boll, aunque al menos se nota un poco más de idea en cuanto a la presentación general.

Ojometro:
*

martes, 22 de julio de 2014

Crítica: From Dusk Till Dawn (1996)

Película de 1996 dirigida por Robert Rodríguez y escrita Quentin Tarantino. En su momento fue considerada como un moderado éxito gracias a los 25 millones de dólares que logró recaudar solo en los Estados Unidos, pero desde entonces se convirtió en uno de los trabajos de culto más importantes del género; al cual le siguieron un par de secuelas y además una serie de TV que salió este año.

Sinopsis:

Seth (George Clooney) y Richie Gecko (Tarantino) son dos violentos criminales que huyen hacia México para ocultarse de las autoridades después de que roban un banco. En su camino secuestran a una familia que los ayudará a cruzar la frontera con éxito; aunque una vez estando del otro lado elegirán el peor lugar de todos para pasar la noche.

Comentarios generales:

Pasaron como trece años para que volviera a ver la primera colaboración entre Rodríguez y Tarantino dentro del género, por lo cual tenía ciertas dudas con respecto a cómo iba a reaccionar ante una película de la cual tenía muy buenos recuerdos. Afortunadamente poco cambio desde entonces.

From Dusk Till Dawn es un trabajo esencial (junto con la serie de TV de Buffy the Vampire Slayer y Blade) para entender la evolución del género de vampiros durante la segunda mitad de la década de los 90s, aunque curiosamente es el que menos se enfoca en los chupasangre para contar gran parte de su historia. Incluso se puede decir que son dos películas en una debido al enfoque totalmente diferente que existe entre la primera y la segunda parte; de hecho, para quienes nunca la han visto seguramente resultará desconcertante el encontrar que durante casi una hora lo que nos regala Rodríguez es más que nada un thriller violento en donde se hace un análisis sobre dos hermanos que son peligrosos como pocos, pero manejan las situaciones de manera totalmente diferente. Generando así muchos diálogos para recordar, un ritmo pausado y momentos que sin esperarlo te tendrán tenso; todo bajo un solo propósito: tomarte por sorpresa.

Y es que cuando la historia se traslada a México puedo apostar que absolutamente nadie se esperaba un cambio tan radical como el que ocurre aquí, ya que en ningún momento se te dan señales sobre la posible aparición de los vampiros sino hasta después del increíblemente sensual baile de Salma Hayek y ahí radica su importancia al sacarlos completamente de los estándares comunes llenos de misticismo que por décadas dominaron a esta clase filmes para presentarlos de una forma más decadente. Son 30 minutos de una locura total, llena de acción, un ritmo acelerado, sangre, explosiones y momentos totalmente exagerados que encajan a la perfección a pesar de algunos huecos evidentes en la trama que durante este lapso poco o nada te importarán.

El final es bastante satisfactorio, aunque aquí es donde dichos huecos de los que hablo terminan por generarte una pequeña decepción gracias a que sientes que algo quedo incompleto (¿Qué diablos es El Rey? ¿De dónde diablos llegaron tantos vampiros? ¿Que tiene que ver el templo azteca en todo esto? ).

En actuaciones la dupla conformada por Clooney y Tarantino es estupenda, tienen mucha química y eso ayuda una enormidad durante la primera hora; mientras que todos los demás actores cumplen a la perfección con sus roles. La producción incluso hoy en día luce bastante bien: el aire de serie b sigue intacto, la dirección de arte es muy destacada y el sonido es una brutalidad que ayuda en demasía a que las escenas de acción sean espectaculares. Lo único que no ha aguantado tan bien el paso del tiempo son los efectos y el maquillaje, aunque tampoco es que luzcan en extremo viejos o anticuados.  

Opinión final: 18 años después From Dusk Till Dawn sigue siendo una película esencial de los 90s que ha envejecido de buena forma y sin duda una de las experiencias más divertidas que se pueden encontrar.

Ojometro:
*****

sábado, 19 de julio de 2014

Crítica: Torment (2014)


Película dirigida por Jordan Barker (The Marsh) y escrita por la dupla Michael Foster/Thomas Pound. Se estrenó en VOD durante el mes de junio, mientras que su salida en DVD dentro de los Estados Unidos se dio apenas este pasado 15 de julio.

Sinopsis:

Cory (Robin Dunne) y Sarah Morgan (Katharine Isabelle) son una pareja de recién casados que viajan a una casa de campo junto con el hijo de este para poder pasar tiempo como una nueva familia. Sin embargo, una noche el pequeño desaparece y así iniciará una pesadilla provocada por un sádico culto que se ha mantenido escondido dentro del lugar.  



Comentarios generales:

Repetir una fórmula exitosa no tiene nada de malo siempre y cuando le des un toque único a lo que estas contando, pero si lo que haces es mostrar algo que todo el tiempo provoca recuerdos de otros trabajos probablemente no vaya a sobresalir sobre resto, lo cual ocurre con Torment.

Simplemente es imposible que no te vengan a la mente The Strangers y You’re Next mientras ves esta película, ya que es claro que Barker sacó mucha inspiración de ambas para poder establecer la atmósfera general que finalmente construye aquí y que en términos generales le funciona de buena forma durante los primeros minutos para generar la sensación de misterio mientras los asesinos se encuentran en las sombras. Esto ayuda mucho a llevar de manera fluida una primera mitad que pudiera resultar pesada para algunos dado a que se toman su tiempo para construir de manera decente a los personajes centrales, situación que no suele ser común esta clase de trabajos.

El problema llega cuando el terror se desata y no es porque este mal hecho, sino porque en este punto es cuando la imaginación de los creadores se termina; al grado de que básicamente todo lo que ocurre en pantalla lo ves venir con anticipación y esto afecta de manera muy importante tanto la generación de sustos como los momentos de impacto (que sorpresivamente son contados) pensados para que el espectador se adentre mucho más en el sufrimiento de las víctimas. Además la revelación de los propios asesinos en si no es tan gratificante debido a que en cuanto a imagen son una combinación de los que ya vimos en la películas previamente mencionadas, pero mucho más caricaturescos. Esto, aunado a que nunca se establece de manera muy eficaz lo que hay detrás de su “familia”, termina causando poco interés en sus acciones a pesar de que ofrecen algunos momentos de locura en verdad interesantes.

El final no está mal, es la única parte en donde juegan un poco con lo convencional y te brindan un par de cosas que no te esperas. Aunque igualmente no se aclara un punto muy importante.

Las actuaciones en general recaen en Dunne e Isabelle, siendo esta última la que termina confirmando su talento con una interpretación bastante sólida. La producción cumple: tiene un buen trabajo de fotografía que ayuda muchísimo a la película y un score envolvente por momentos; aunque en la cuestión de efectos/maquillaje queda a deber.

Opinión final: Torment no es mala, pero se siente como una mezcla de varias cosas que ya vimos últimamente. Película para pasar el rato y olvidarla en un par de horas.

Ojometro:
***

jueves, 17 de julio de 2014

Crítica: Midsummer Nightmares (2011)


Película que en su momento significó el debut tras la cámara del director Ryan Stacy, quien además es co-guionista junto a Christina Alcorn. Salió directamente en DVD en el 2011 dentro de los Estados Unidos, pero al parecer no tuvo distribución en ningún otro lado.

Sinopsis:

Audrey Small (Julie Sherwood) y tres de sus mejores amigos se encuentran organizando una fiesta de disfraces a la que les gusta llamar Midsummer Nightmares, la cual es considerada como el evento social de la temporada. Sin embargo, hay alguien a quien esa celebración le parece ideal para iniciar con un baño de sangre que nunca olvidarán.



Comentarios generales:

La verdad resulta complicado el poder hablar de Midsummer Nightmares debido a que esta es otra de esas películas que parecen más un trabajo final para graduarse que uno comercial en sí (dura apenas una hora con quince minutos).

Con la pura calidad de la imagen desde un inicio te puedes dar cuenta que estas ante algo cuyo nivel de amateurismo es muy grande, pero aun así la escena inicial logra establecer cierto grado de suspenso que capta tu atención al hacerte suponer que podrías ver un slasher decente inspirado en Scream y varios de los trabajos posteriores de finales de los 90s. Lamentablemente eso es solo un truco barato, ya que durante los siguientes 50 minutos te pondrás la aburrida de tu vida debido a que lo único que se te muestra a es una serie de conversaciones eternas sobre problemas de diferente tipo (amorosos principalmente) y muy de vez en cuando alguien muere en pantalla.

No miento, pareciera como si el director estuviera obsesionado con mostrar conversaciones en cada rincón; incluso introduce a uno de los personajes “importantes” mediante a un par de estas que, dicho sea de paso, se notan forzadas hasta en el más mínimo detalle. Provocando así que la atmósfera sea todo menos aterradora y las dosis de tensión terminen siendo reservadas para unos breves minutos previo al desenlace sin mucha efectividad gracias a que el ritmo de la película no ayuda en nada a que las muertes relevantes generen impacto suficiente como para poder cambiar el curso de las cosas.

El final carece completamente de emoción, lo cual termina dañando lo único bueno que logran ofrecer aparte de los diez primeros minutos: las dudas con respecto a la identidad del asesino.

De las actuaciones mejor ni hablar, todas están bastante mal. La producción deja mucho que desear, aunque no es de extrañar considerando que el presupuesto señalado es de apenas $20,000 dólares: la calidad de la imagen es pobre, el trabajo de fotografía no ayuda mucho y los efectos son realmente muy básicos.

Opinión final: Midsummer Nightmares es bastante mala, evítenla.

Ojometro:
*