viernes, 4 de diciembre de 2015

Crítica: Condemned (2015)


Primer largometraje del director Eli Morgan Gesner, quien además escribió el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 13 de noviembre pasado, mientras que su salida en DVD está planeada para inicios de enero.

Sinopsis:

Harta de las constantes peleas de sus padres, Maya (Dylan Penn) decide mudarse con su novio a un edificio abandonado que se encuentra en una de las zonas más pobres de Manhattan. Ahí se topará con junkies, degenerados, travestís y demás joyas como vecinos; cuya asquerosa forma de vivir provocará el nacimiento de un virus que los convierte en asesinos sedientos de sangre y volverá ese lugar una carnicería humana.



Comentarios generales:

En el pasado ya he comentado que lo grotesco es algo que no suele atraerme demasiado debido a que es una fórmula que pierde su efectividad en cuestión de minutos; la cual, si no se sabe manejar de manera adecuada, suele producir algunos de los bodrios más grandes que se puedan ver. Este fue el caso con Condemned, un trabajo tan malo que aun después de ya pasadas algunas horas sigo sin poder encontrarle una justificación para que exista… más allá de ver el debut de la hija de Sean Penn por puro morbo.

Ya que lo que presenta Morgan Gesner es algo sumamente hueco, cuya historia básicamente se limita a mostrar los oscuros secretos de cada una de las personas que viven en el edificio para establecer una sola cosa: que todos son nefastos. Algo que además quiere aderezar con un sentido del humor muy extraño al mostrar situaciones que más que risa provocan asco (un tipo dándole de beber orina a su “mascota” musculosa al parecer le resultaba hilarante), haciendo de esto una experiencia difícil de tolerar a pesar de que solo hayan transcurrido unos 20 minutos y no tanto por lo grotesco, sino porque simplemente toda la novedad se gasta de manera muy rápida; provocando así una cantidad de relleno sin mucho sentido.

De pronto todo se vuelve vómitos, protuberancias que explotan, líquidos viscosos y demás cosas asquerosas que utilizan en exceso para esconder lo más que se pueda el nulo avance de una historia sobre un virus del que sabes por mera lógica como es que se originó, pero cuyos efectos tardan demasiado tiempo en exponerse. Originando una dinámica muy aburrida que quieren recomponer copiando de manera bastante descarada la fórmula de REC al dejar encerrados en el edificio en contra de su voluntad a todos los individuos, pero que fracasa en gran medida porque no pueden generar esa sensación de claustrofobia que este tipo de situaciones producen; además de que las acciones no son tan vertiginosas.

La parte final al menos tiene algo de intensidad. Revelan el único misterio que quedaba pendiente sin que este sea muy relevante y cuenta con un desenlace abierto que esperemos no sirva para una futura secuela.

Las actuaciones son terribles, nadie se salva; de hecho, la película está totalmente pensada para que Dylan Penn se luzca pero entre su novatez y las claras limitaciones del guión no logra siquiera algo decente. La producción cuenta con ciertas cosas que valen la pena mencionar: tiene una dirección de arte bien lograda, el sonido no está tan mal y ciertamente el trabajo de maquillaje es bastante bueno en la parte de las mutaciones. 

Opinión final: Condemned es horrible en todos los sentidos. No desperdicien su tiempo viendo algo como esto.

Ojometro:
*

martes, 1 de diciembre de 2015

Crítica: Bone Tomahawk (2015)


Debut tras la cámara de S. Craig Zahler, quien además es el escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de octubre, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Después de que un bandido guiara a un grupo de trogloditas caníbales al pacifico pueblo de Bright Hope, estos lo secuestran junto con un par de personas importantes para la comunidad. Sabiendo su locación, un pequeño grupo de búsqueda que incluye al propio sheriff (Kurt Russell) y a su anciano ayudante (Richard Jenkins) iniciará un viaje por el desierto para llegar a los territorios oscuros donde estas salvajes bestias habitan.



Comentarios generales:

Mezclar géneros que usualmente no tienen muchas conexiones siempre será algo interesante debido a que los resultados pueden variar de manera extrema: si es bien manejado será algo único, pero si no, es posible que nos encontremos ante una atrocidad como pocas. En el caso de Bone Tomahawk las cosas pintaban bien al ser descrita como un western de terror y por los nombres involucrados (Russell, Jenkins, Wilson, Haig, Arquette) sus probabilidades de éxito eran considerables; sin embargo, a pesar de que se trata de un experimento aceptable con más pros que contras, si es un trabajo que retará la paciencia de los fans como pocos en años recientes.

Esto porque Craig Zahler toma mucho más en serio el camino del western y en base a este es como construye un primer acto carente de grandes emociones, donde si te da una muy breve dosis de violencia pero cuya meta principal es hacerte sentir apego por un pueblo que cuenta con unos habitantes que son de todo, menos normales. Lo cual da paso a un desarrollo bastante lento que determina de manera contundente el ritmo con el que tendrás que lidiar durante más de dos horas y al inicio de una expedición muy peculiar debido al estado físico de los involucrados, la cual además sirve como el medio perfecto para ir conociéndolos más allá de sus estereotipos y poder deleitarse de cierta forma con las tomas en exteriores.

El problema llega cuando te das cuenta que el director no parece tener ninguna prisa por cambiar el rumbo de las cosas, ya que pesar de que avanzan los minutos de manera considerable, esto sigue siendo un simple western en el que lo único ligeramente tenso son algunos encuentros nocturnos con animales, mexicanos o bandidos que solo sirven para crear pequeños conflictos o hacerles el viaje mucho más largo y complicado. Algo que no estaría mal si esta película no estuviera catalogada en parte como una de terror, pero este no es el caso y gracias a eso llega a un punto en donde se vuelve bastante aburrida e incluso repetitiva; al grado de que por momentos me puse a cuestionar seriamente sobre si lograba llenar los requisitos suficientes como para realizar una crítica.

Requisitos que se cumplen en los últimos 30 minutos, que son por mucho los más violentos y emocionantes. No solo porque es finalmente la parte en donde los caníbales hacen acto de presencia por medio de actos brutales, sino porque además la manera en la que se maneja el conflicto es distinta a como lo esperas; dejando la responsabilidad al individuo menos probable para así poner en duda el ya de por sí complicado éxito de la misión.

La película está bien actuada, con Russell y Wilson realizando un buen trabajo, pero sin duda es Richard Jenkins quien se lleva todos los reflectores con su sublime actuación; en especial porque logra que un personaje que de inicio parecía totalmente desechable termine siendo uno entrañable al cual simplemente no quieres ver que le ocurra algo grave. La producción es de muy buen nivel: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte cumple, tiene un buen sonido, score sólido y la labor de efectos/maquillaje está bien lograda; sobre todo en la parte final con un par de momentos de impacto.

Opinión final: Bone Tomahawk es un buen western, pero como película de terror me pareció a lo mucho aceptable. Sin duda su limitada dosis de terror generará muchas opiniones divididas.

Ojometro:
***

sábado, 28 de noviembre de 2015

Crítica: POD (2015)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Ritual). Se estrenó el pasado 26 de agosto de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercado o sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de recibir un preocupante mensaje, Ed (Dean Cates) y Lyla (Lauren Ashley Carter) viajan a la casa del lago perteneciente a su familia para realizar una intervención con su paranoico hermano Martin (Brian Morvant). Sin embargo, rápidamente la situación se sale de control cuando descubren que la casa se encuentra completamente desecha y que Martin ha construido una elaborada teoría de conspiración que gira alrededor de una siniestra criatura.



Comentarios generales:

Un buen tráiler siempre será garantía de atención, esto sin importar que la película que trata de vender no tenga demasiados elementos como para garantizar algo realmente importante. Este sin duda fue el caso con POD debido a que su tráiler era realmente bueno y te hacía suponer que estabas ante la nueva gran pieza de sci-fi que muchos habían estado esperando, pero al final terminó siendo un intento honorable cuyas aspiraciones iban más allá de lo que podía ofrecer.

Lo que nos trae Keating es un trabajo que inicia sin muchos rodeos, dedicando unos cuantos minutos a la complicada relación entre los hermanos para hacerte saber que su propósito no será nada sencillo a pesar de las “buenas intenciones” con las que cuentan. Todo bajo un ritmo lento que le permite analizar con lujo de detalle al espectador el estado de la casa y que ayuda a incrementar el impacto durante la aparición de Martin; haciéndola así mucha más explosiva e intensa como para que en verdad se sienta cierto peligro para los dos protagonistas, a pesar de que es su propia sangre la aparente amenaza.

Esto da pie a un segundo acto que depende exclusivamente de la locura reflejada por el personaje de Martin, ya que la intención es hacerte dudar en todo momento sobre si en verdad capturó a la criatura desconocida o si simplemente está mal de la cabeza. Una idea arriesgada sin duda, pero que a mi parecer funciona gracias a que nunca te encuentras totalmente convencido sobre la situación y que le da una dosis de tensión muy interesante a la película sin tener que recurrir a sustos fáciles excesivos; aunque por otra parte, también es cierto que al seguir este camino las cosas se pueden tornar un tanto aburridas gracias a que no ocurren grandes emociones sino hasta ya muy tarde.

Lo cual beneficia a la parte final dado a que la violencia y sangre aparecen, además el ritmo se vuelve mucho más frenético mientras se nos revelan los misterios detrás del comportamiento de Martin. Sin embargo, también se le añade un giro que lo encontré en exceso forzado a pesar de que si tiene cierta justificación (sin que profundicen demasiado en esta) y que hace que el desenlace de la historia se sienta muy anticlimático.

De las actuaciones puedo decir que Morvant hace un gran trabajo en su papel de ex militar paranoico, él es quien carga con el peso de la película y la efectividad de esta recae en qué tanto disfrutes de su trabajo; mientras que Lauren Ashley Carter resulta desesperante con sus gritos excesivos para absolutamente todo. La producción no está mal: el trabajo de fotografía en exteriores es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score tiene buenas cosas, los efectos son discretos y el trabajo de maquillaje no se puede apreciar demasiado gracias a limitada aparición de la criatura.

Opinión final: POD está aceptable. Realmente es una película muy pequeña que no ofrece demasiadas cosas memorables, pero no está de más checarla.

Ojometro:
***

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Crítica: #Horror (2015)


Debut detrás de la cámara y como guionista de la actriz Tara Subkoff. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 20 de noviembre pasado, aunque no hay información sobre cuándo podría llegar a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de chicas adolescentes de 12 años enfrentan una noche llena de terror cuando la obsesión compulsiva por un juego social en online lleva al cyber bullying a un nivel del cual ni siquiera su alto estatus social puede salvarlas.



Comentarios generales:

Con ver el título uno podía suponer que este trabajo se enfocaría de manera importante en las redes sociales y de algún modo haría una crítica sobre estas, lo cual es así; sin embargo, ese solo es uno de los tantos temas que se tocan. Desde el bullying y la obsesión por la tecnología, hasta la falta de atención de los padres a sus hijos son cosas que verán aquí; una combinación interesante ciertamente, pero que lamentablemente termina poniendo a #Horror en la peor situación posible dado a que nunca logra definir exactamente la clase de película que quiere ser.

Esto porque Subkoff tiene la intención de realizar un slasher y a su vez generar un filme de arte, quedándose siempre en el medio sin un rumbo fijo. Tratando de mantenerte interesado en unos personajes que, salvo por una excepción (Sam), están diseñados para que los detestes desde el primer instante y cuyo comportamiento resulta muy complicado de soportar por más de veinte minutos gracias al rápido desgaste que sufre; provocando así un primer acto en extremo aburrido que básicamente se limita a mostrarte como un grupo de cuasi niñitas se insultan cada dos segundos de la forma más cruel posible mientras tratan de aparentar ser adultas, y donde ponen frente a tu nariz al responsable de los actos sangrientos que ocurrirán más adelante.

Obvio ante dicha situación casi toda la sensación de misterio desaparece y convierte mucho más insoportable la experiencia debido a que no solo la dinámica previamente mencionada se mantiene durante casi más de 55 minutos, sino que además el pequeño grado de interés o duda que cualquier trabajo de este tipo debe de tener ahora no existe (en serio, si para este punto uno no ubica quien es el asesino es porque se quedó dormido). Lo cual le da vía libre a la directora para que toda la falta de contenido en lo que se refiere al guión sea maquillado con un estilo visual llamativo por medio de un perfecto uso de las luces, la decoración de la propia casa y los gráficos de todo lo que tiene que ver con lo online; aunque no es suficiente para salvarla.

La parte final es lo mejor porque es donde por fin la película se siente ligeramente como un slasher. Sigue existiendo un comportamiento muy desesperante por parte de las adolescentes (alguien las está matando y aun así siguen peleándose por idioteces), pero la sangre, violencia y persecuciones proporcionan un ritmo mucho más intenso al manejado previamente.

Las actuaciones son bastante olvidables, salvo por la de Timothy Hutton (Dr. White), cuyo personaje es el único que muestra un poco más de sentido común a pesar de estar claramente loco. La producción es de buena manufactura, sobre todo en la parte visual: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score es sólido y no cuenta con nada particularmente llamativo en la cuestión de efectos/maquillaje.

Opinión final: #Horror es bastante mediocre. Un proyecto que es más envoltura que contenido, pero que puede resultarle atractivo a unos cuantos.

Ojometro:
**