martes, 22 de marzo de 2016

Crítica: Backtrack (2016)


Película escrita y dirigida por Michael Petroni, quien hace su debut dentro del género. La película se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de febrero, mientras que aquí en México también llegó de manera limitada a inicios de este mes.

Sinopsis:

La vida del psicólogo Peter Bower (Adrien Brody) se vuelve un caos cuando descubre que todos sus pacientes son los fantasmas de personas que murieron en un accidente veinte años atrás. Temeroso por su salud mental, Peter empieza a investigar más a fondo y esto lo obliga a regresar a su pueblo natal; un lugar en donde dejó atrás un aterrador secreto que nuevamente lo atormentará. 



Comentarios generales:

Si algo ha caracterizado al cine de terror australiano durante los últimos cinco o seis años es su violencia y sangre, lo cual ha llevado a que se le compare con el extremismo francés de los 2000s a pesar de que realmente no es algo nuevo para ellos. Sin embargo, últimamente también se han podido notar ciertos esfuerzos para alejarse un poco de esa tendencia y no quedarse encasillados como ocurrió con los europeos, situación que pudimos ver con The Babadook hace un par de años atrás y ahora con una propuesta menos arriesgada como Backtrack.

Y es que esta ocasión lo que nos trae Petroni es una película sustentada en fantasmas que en ningún momento pretende revolucionar este tipo de historias, siguiendo un patrón habitual con un personaje que empieza a experimentar sucesos difíciles de explicar que no solo están pensados para originar terror inmediatamente por medio de sustos fáciles, sino también para establecer una atmósfera especifica. Detalle que provoca que el primer acto sea un tanto lento al depender en su totalidad de la investigación de los pacientes, pero que nunca se torna aburrido gracias a que el misterio que existe detrás de ellos se mantiene bien guardado hasta que se decide trasladar las acciones al pueblo natal de Peter. 

Algo que se da como a los 25/30 minutos y que trae consigo un incremento muy marcado en el ritmo de la película, lo cual se agradece bastante considerando que a partir de aquí la dinámica cambia para enfocarse mucho más en los problemas morales del personaje principal. Un cambio que también sirve como punto de partida para iniciar una serie de sorpresas cuyo principal propósito es ir revelando las conexiones con la mayoría de las preguntas planteadas al inicio de la manera más natural posible para que no se sientan forzadas; aunque bajo este enfoque las cosas se vuelven un tanto predecibles e, igualmente, los elementos de terror empiezan a dejarse un poco de lado al no utilizar de manera más notoria a la mayoría de los fantasmas.

La parte final está bien manejada. Sin embargo, el giro implementado difícilmente los tomará por sorpresa debido a que se trata de uno que ya se ha visto en muchas ocasiones y seguramente lo descifrarán muy rápido si le ponen atención a ciertos detalles.

Las actuaciones las encontré sólidas: sin duda compras a Brody como un padre totalmente quebrado emocionalmente y potencialmente loco, mientras que Robin McLeavy ofrece un tipo de actuación mucho menos extravagante a las que nos tiene acostumbrados. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es realmente bueno, el score es tal vez lo mejor de la película, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y los efectos cumplen con su función sin ser precisamente espectaculares.

Opinión final: Backtrack es aceptable. No aporta realmente nada nuevo, pero está bien hecha y no resulta nada aburrida.

Ojometro:
***

sábado, 19 de marzo de 2016

Crítica: Cabin Fever (2016)


Remake de la película de 2002 del mismo nombre que está dirigido por Travis Zariwny (Intruder) y cuyo guión fue escrito por la dupla Eli Roth/Randy Pearlstein. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de febrero, pero todavía no hay información sobre si llegará a otros mercados o si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de cinco amigos rentan una cabaña en el bosque para pasar un fin de semana; sin embargo, su diversión pronto se convertirá en una pesadilla cuando se ven infectados por un virus come carne que desatará un verdadero infierno.



Comentarios generales:

Nunca he sido fan de la Cabin Fever original, pero debo de aceptar que sin duda alguna tiene una de las legiones de fans más apasionados y leales que existen dentro del género, lo cual motivó a muchos ejecutivos para tratar de hacer una franquicia a como dé lugar. Lo malo es que esto no fue por buen camino gracias a una secuela atroz y a una precuela que no tenía pies ni cabeza, obligando a cambiar los planes originales de una cuarta entrega por un remake de un trabajo de hace solo apenas 14 años. Idea que definitivamente terminó siendo mucho peor.

Esto porque lo que nos presenta Zariwny es casi una calca de la película de 2002, con algunas variaciones en ciertos detalles, pero en general es un "copy-paste" mediocre sin sustancia que durante todo el primer acto se siente larguísimo. Un problema que se acentuará mucho más con aquellos que vieron la original gracias a que el director no demuestra mucho esfuerzo por agregar un poco de dinamismo a las cosas y pretende llevar todo de manera más tranquila con algo de humor fallido por medio de un personaje en particular, así como con escenas de sexo y problemas amorosos que nunca permiten manejar un tono mucho más oscuro; afectando así al único momento de toda la película que en verdad logra generar un poco de impacto y que supone finalmente un cambio drástico a toda esta dinámica.

Lamentablemente dicho momento no cambia el ritmo tan cansino que se maneja y no es sino hasta casi llegada la hora de metraje cuando inicia el verdadero caos producido directamente por el virus, el cual para mi sorpresa resulta mucho más ligero de lo habitual. Y es que contrario a todas las entregas previas, en donde el shock mediante momentos verdaderamente grotescos era el principal atractivo, aquí realmente todo se quiere sustentar en base a la acción y espectacularidad; dejando de lado el factor visual característico sin importar que eso elimine cualquier intento por provocarle algo de tensión al espectador.

El final es ligeramente distinto al original, pero no hace demasiado por levantar las cosas debido a que nunca se logra generar ese impacto extremo esencial para lo que ocurre en pantalla, esto a pesar de que varias de las escenas más gráficas se dan durante esta parte.

Las actuaciones son muy malas, los actores se sienten increíblemente forzados todo el tiempo y debido a eso ninguno de los personajes resulta interesante. La producción está ok: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte tiene sus detalles, el score no es nada del otro mundo y los efectos son sólidos; sin embargo, el trabajo de maquillaje deja muchísimo que desear en comparación a lo que siempre se había manejado con la franquicia (y que en gran medida era lo único bueno que tenía).

Opinión final: Cabin Fever es de lo peor del año. Un remake que no cuenta con ningún tipo de justificación para existir.

Ojometro:
*

jueves, 17 de marzo de 2016

Crítica: Emelie (2016)


Primer largometraje del director Michael Thelin, quien además comparte créditos junto a Rich Herbeck como escritor del guión. Se estrenó el pasado 4 de marzo en VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en DVD está planeada para inicios de abril.

Sinopsis:

Emelie (Sarah Bolger) es la niñera de reemplazo que un matrimonio pudo encontrar de último minuto para que cuide a sus tres hijos mientras salen a celebrar su aniversario. Al inicio todo parece una noche normal, pero pronto las cosas toman un rumbo perturbador cuando ella obliga a los niños a realizar una serie de actividades muy retorcidas.



Comentarios generales:

Cuando se trata de niñeras en el género de terror por lo general siempre se les limita a roles de “final girl” o ser simples víctimas de algún asesino, casi nunca se les involucra en situaciones distintas que provoquen interés en un público al que cada vez le atraen menos estas propuestas. Es por ello que cuando se reveló el tráiler de Emelie muchos se interesaron en esta gracias a que se sale por completo de lo habitual y existía la esperanza de que marcara una nueva tendencia; algo que dudo que pase, pero si sin duda se trata de una película cuyo concepto puede ayudar a revitalizar una fórmula prácticamente obsoleta.

Esto en gran parte porque Thelin sabe perfectamente como presentarnos una historia que se mueve más como un thriller, donde no pierde mucho tiempo en establecer que Emelie es una chica peligrosa, pero sin exponer de manera rápida que tan loca o perversa puede llegar a ser. Un punto que resulta clave para que todo el primer acto se desarrolle con una gran fluidez y, sobre todo, con una sensación de incomodidad bastante fuerte por medio de las actividades que con el paso de los minutos se ven obligados a realizar los niños; las cuales están perfectamente ordenadas para que poco a poco vayan resultando más perturbadoras, aunque sin caer en lo grotesco.

Ya entrada la segunda mitad es cuando se nos empieza a dar un poco más de información sobre el verdadero estado mental de Emelie y sus motivaciones para hacerse pasar como niñera, jugando mucho más con su notoria inestabilidad mental que ayuda a elevar el nivel de tensión conforme su plan aparentemente perfecto se empieza a llenar de imprevistos que le sirven como excusa al director para añadir un poco más de violencia a las acciones. Igualmente, gracias a esto el ritmo se incrementa de manera ligera y este simple detalle hace que todo lo ocurrido durante esta parte no se sienta pesado considerando que la meta nunca es ofrecer un espectáculo sangriento (casi todas las muertes son fuera de cámara) o uno que se incline a largas secuencias de persecución.  

Sobre la parte final debo de decir que me decepcionó un poco. Dejan varias preguntas sin respuesta y la manera en la que se desarrolla en ciertos momentos raya en lo caricaturesco por el afán de querer hacer más equilibrado el conflicto niños/niñera.

De las actuaciones puedo decir que Bolger hace un gran trabajo gracias a que logra ofrecer una dualidad muy creíble (en su modo inestable resulta bastante aterradora) y los niñitos no lo hacen nada mal, aunque el más pequeño si te llega a fastidiar después de algunos minutos. En cuanto a producción se puede notar que tuvo un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía esta ok, está muy bien editada, la dirección de arte cumple, cuenta con score sólido y todo lo referente a los efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Emelie me gustó. Es una propuesta fresca que sobresale del resto y que vale la pena checar, aunque si lo que buscan es sangre mejor evítenla. 

Ojometro:
****

domingo, 13 de marzo de 2016

Crítica: Zoombies (2016)


Película escrita por Scotty Mullen y dirigida por Glenn Miller (The Coed and the Zombie Stoner). Se estrenó directamente en DVD el pasado 1 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero aún no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Cuando un extraño virus se esparce de manera acelerada dentro de un safari y convierte a todos los animales en zombies, aquellos que han hecho todo para protegerlos ahora tratarán de contenerlos a como de lugar antes de que logren escapar e infecten a toda la ciudad. 



Comentarios generales:

Las películas de The Asylum tienen algo especial y obviamente no me refiero a su calidad, sino a cierto encanto del peor cine serie b que sabes podrás encontrar dentro de sus propuestas absurdas. Son un desafío constante para tu capacidad de asombro y es por ello que Zoombies era un trabajo que obtuvo mi interés, ya que con el simple hecho de ver jirafas zombies durante el tráiler me imaginaba algo muy malo que no me podía perder; aunque al final terminó siendo una experiencia mucho más digerible que en otras ocasiones.

Esto porque lo que nos presenta Miller no se anda con rodeos e inmediatamente va al grano, explicando brevemente los motivos de la infección por medio de una introducción sangrienta y sorpresivamente gráfica que establece el tono de la historia. Limitando lo más que se pueda la tediosa introducción de los personajes que en esta clase de películas importan poco o nada, lo cual termina siendo una buena decisión considerando que la mayoría son puros sacos de carne para la matanza y porque gracias a esto se le da paso a la acción desde muy temprano para que el ritmo sea uno bastante ágil.

Realmente todo se basa en esperar cuales animales terminarán siendo zombies y ver como atacan a los cuidadores (más ciertas referencias a Jurassic Park), algo que por unos cuantos minutos te divierte pero que pierde el encanto rápidamente por una simple razón: no hay suficiente sangre. Y es que contrario a otros trabajos del estudio en donde no tienen ningún problema con mostrar muertes espectaculares, aquí se guardan prácticamente todas; tal vez por temas de presupuesto o por las limitaciones con el CGI, pero lo cierto es que la mayoría se dan fuera de cámara, quitándole así sentido a una historia que se sustenta plenamente en este aspecto.

La parte final es pasable. Hay explosiones y secuencias de acción tolerables, pero se queda corto considerando que durante más de una hora se pasan vendiendo la idea de que algo espectacular va a ocurrir en el aviario y la verdad no se diferencia demasiado de los actos previos. De hecho, realmente no tiene mucho sentido debido a que nunca explican cómo diablos fue que se infectaron las aves considerando que estaban totalmente aisladas del resto de los animales.

Las actuaciones son muy planas como se espera con estas películas, pero hay una niñita que en verdad terminas odiando ante lo tremendamente fastidiosa que resulta su forzada presencia. La producción es limitada: la fotografía y la dirección de arte están ok, incluso tiene un trabajo de sonido decente; sin embargo, los efectos en esta ocasión son mucho peores de lo acostumbrado dado a que el CGI en verdad está muy mal implementado.

Opinión final: Zoombies difícilmente se puede catalogar como una película siquiera aceptable, pero al menos lo absurda de su premisa les sacará alguna que otra carcajada cuando la vean en TV.

Ojometro:
**