sábado, 27 de octubre de 2018

Crítica: Unfriended: Dark Web (2018)


Secuela escrita y dirigida por Stephen Susco, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, recaudando $9.6 millones en taquilla a nivel mundial. Mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Matias (Colin Woodell) se hace de una nueva laptop y pronto descubrirá que el dueño anterior no solo puede verlo, sino que también hará lo que sea para tenerla de vuelta.



Comentarios generales:

Hace tres años la primera Unfriended fue una grata sorpresa y era evidente que tarde o temprano iban a sacar una secuela dado a que el concepto en si es bastante explotable, además de barato para producir. Así que cuando se anunció de la nada Dark Web lo tome como algo lógico, pero conforme pasaba el tiempo la película fue quedando en el olvido gracias a una promoción extremadamente discreta y eso evidentemente generó un mal presentimiento; en especial porque esa suele ser señal de que el producto final no es el mejor y lamentablemente es lo que ocurrió  aquí.

Todo porque, en su afán por querer mantener intacta la fórmula, Susco básicamente nos trae una calca a la que le termina afectando de gran manera la ausencia de frescura que tenía la primera entrega. Ya que en cuanto a presentación y estructura es exactamente lo mismo, nada más que ahora se le agrega un drama amoroso en lugar del cyberbullying en lo que significa un cambio para nada benéfico debido a que esto quita la sensación de misterio con respecto a lo que hay detrás de los sucesos extraños en la web y provoca que se tenga que recurrir a una serie de conversaciones banales entre este grupo de amigos que consumen unos treinta minutos del metraje.

Provocando así una carencia de ritmo muy marcada que domina las acciones, las cuales se empiezan a enredar conforme se revela el misterio detrás de la laptop. Uno que termina con todo el tema paranormal pero que en cierta manera tiene sentido; sin embargo, las dudas mostradas para poder desarrollarlo de mejor manera terminan volviéndolo demasiado cansino ya que sin las libertades que permitía lo paranormal lo que ocurre resulta poco convincente y ni siquiera las muertes que se dan pueden evitar ese sentimiento.

Los últimos 15 minutos son por mucho los mejores y en gran medida porque el incremento en el nivel de intensidad es muy evidente. Aquí es donde vemos los momentos más violentos y por fin uno puede sentir algo de pena por lo que le ocurre al protagonista; aunque ciertamente la revelación final dejará a más de uno insatisfecho ante lo simple que resulta.

Las actuaciones no están mal, todo el elenco en general cumple con una labor acertada para darle vida a una serie de personajes muy simples que terminan siendo desechables. La producción no cambia demasiado con respecto a la anterior: todo el tema de la presentación de las herramientas de internet sigue siendo impecable, la edición no es tan fluida, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y los efectos son básicos.

Opinión final: Dark Web es decepcionante. Prácticamente se trata de una calca muy aburrida de la original que en un par de semanas olvidarán.

Ojometro:
**

miércoles, 24 de octubre de 2018

Crítica: Down a Dark Hall (2018)


Adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Lois Duncan, la cual está dirigida por Rodrigo Cortés (Buried) y cuyo guión fue co-escrito por Michael Goldbach y Chris Sparling. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Una problemática adolescente llamada Kit (AnnaSophia Robb) es forzada a unirse a Blackwood, un exclusivo internado totalmente alejado de la sociedad. Ahí descubrirá un nuevo talento, pero también se verá  atrapada por fuerzas oscuras que rodean a la directora del lugar Madame Duret (Uma Thurman).



Comentarios generales:

Antes que nada debo de decir que, a pesar de que siempre he tenido conocimiento de su existencia, nunca he leído la novela. Es por eso que Down a Dark Hall no me generaba gran interés y la verdad parecía más un intento por captar un público juvenil que otra cosa, tenía todo el sello característico de esas producciones; sin embargo, un par de nombres llamaron mi atención como para que decidiera a verla y al final me encontré un producto más digerible de lo que esperaba.

Y no es tanto porque lo que nos presente Cortés no se enfoque en dicho público, ya que si lo hace, pero siempre mantiene esa fina línea que permite captar el interés de otro tipo de espectadores en esta historia. Una que dicho sea de paso es bastante básica de inicio, presentándonos una serie de personajes que, salvo por Kit y Madame Duret, no son precisamente muy interesantes que digamos; en especial cuando supuestamente la mayoría de las estudiantes que se encuentran ahí tienen vidas caóticas de las cuales apenas logramos conocer lo mínimo mientras presentan el típico comportamiento adolescente que no lleva a grandes cosas, salvo por el misterioso surgimiento de sus talentos.

Hasta aquí realmente la película es bastante aburrida, aunque la atmósfera gótica que se logra construir y toda la cuestión de los talentos son suficientes para capturar la curiosidad del espectador hasta que llegue el segundo acto. Uno que se desarrolla con mejor ritmo y empieza a jugar mucho más con los elementos sobrenaturales para poder generar una sensación de peligro mayor conforme se va exhibiendo el deterioro de las chicas, además de que se profundiza de manera decente lo que hay detrás. Esto último a pesar que por momentos resulta complicado hacerlo ante los pocos detalles proporcionados.

La parte final es entretenida. Si se siente un poco acelerada y eso hace que las muertes presentadas no tengan el impacto que deberían, pero si logra brindar ese cierre a gran escala que debía tener considerando el escenario imponente en el que se realiza la historia.

En las actuaciones es donde tiene uno de sus puntos más fuertes debido a que AnnaSophia Robb y Uma Thurman están bastante bien en sus respectivos roles, ambas son quienes muestran más personalidad dentro de un elenco que por grandes lapsos no la tiene y son en gran parte quienes le inyectan vida a esto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score me agradó, el trabajo de sonido es efectivo y los efectos cumplen la mayoría del tiempo.

* Cuenta con una breve escena post-créditos

Opinión final: Down a Dark Hall está ok. Una película para pasar el rato que dentro de un par de años estará en TV para especiales de Halloween.  

Ojometro:
***

domingo, 21 de octubre de 2018

Crítica: Halloween (2018)


Secuela directa del clásico de 1978 dirigida por David Gordon Green, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Danny McBride y Jeff Fradley. Se estrenó dentro de los Estados Unidos y México este pasado 19 de octubre.

Sinopsis:

Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) se prepara para su confrontación final con Michael Myers, la figura enmascarada que lleva atormentándola desde que ella apenas escapó con vida de su ola de asesinatos en la noche de Halloween hace cuarenta años atrás.



Comentarios generales:

Cuando se trata de Halloween suelo ser increíblemente quisquilloso debido a que es mi película favorita y todo lo relacionado a esta lo he tratado con pinzas desde siempre. Es por eso que cuando se anunció este nuevo proyecto me encontraba escéptico, al final de cuentas hablamos de una franquicia que ha tenido más puntos bajos que altos y que parecía ya no tener futuro; sin embargo, conforme se fueron revelando detalles esta nueva entrega se volvía cada vez más atractiva y para nuestra fortuna cumple de manera sobresaliente al ofrecer lo que, en teoría, es un nuevo inicio.

Y lo hace de la manera más inteligente posible gracias a que Gordon Green regresa a las bases que en su momento Carpenter estableció, al darle prioridad a lo básico en lugar de tratar de sobre elaborar un tema al que claramente lo beneficia más la simpleza. Estableciendo desde el primer instante que Michael Myers es la maldad pura, que su deseo de matar es impulsado por eso y que no hay nada más que explicar al respecto; generando así rápidamente el camino a seguir para eliminar del canon a las secuelas que fallidamente trataron de hacerlo y, de paso, empezar a contarnos una historia que es prácticamente la misma que en 1978 con una notable diferencia.

Obvio esa diferencia es el personaje de Laurie Strode, quien ahora vive obsesionada con Myers y es la única que entiende a la perfección su naturaleza al grado de que ha hecho pedazos su vida para mantenerse en su propio mundo de alerta constante. Sirviendo así como el hilo conductor durante un primer acto en el que ciertamente no pasan grandes sobresaltos, pero que te suelta lo necesario sobre el drama familiar y prepara el camino para el caos que está por venir sin demasiadas prisas; dosificando todo para que cuando el mítico asesino haga su movimiento este resulte salvaje.

Y es que si bien la película le da más relevancia al misterio, cuando pretende añadir impacto no se guarda nada. Varias de las muertes en cámara agregan el nivel de intensidad y sangre necesaria para compensar a las que se dan fuera de esta durante un segundo acto que, además, nos presenta sutiles referencias a las ahora ignoradas secuelas y hace sentir a Myers como una amenaza casi omnipotente por medio de cosas tan sencillas como ocultarlo entre la oscuridad.

Hasta aquí las cosas van muy bien, por ahí existen algunos detalles que no funcionan (cierto humor y escenas random como una plática sobre un sándwich), pero es el enfrentamiento final la que la eleva a algo más. Con Laurie transformando su “jaula” en una verdadera trampa con la cual vuelve a demostrar que solo ella entiende a ese mal andante y en donde se dan los momentos más tensos de toda la película, los cuales se ven complementados con varios guiños a la original re- imaginados de manera perfecta.

En las actuaciones es bastante sólida, pero evidentemente quien resalta es Jamie Lee Curtis con un papel que conoce como la palma de su mano y no decepciona con este nuevo enfoque obsesivo. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte sólida, el score (cortesía del propio Carpenter) es genial, cuenta con un trabajo de sonido excelente y tanto los efectos como la labor de maquillaje cumplen. 

Opinión final: Halloween es una de las mejores películas de 2018. Una tan necesaria reinvención que regresa a la franquicia a sus bases para ofrecer una experiencia que no decepcionará a los fans.

Ojometro:
*****

viernes, 19 de octubre de 2018

The Haunting of Hill House: Primera temporada



Este pasado 12 de octubre Netflix estrenó la primera temporada de The Haunting of Hill House, la serie creada por Mike Flanagan basada en la novela del mismo nombre. Sin duda uno de los proyectos más ambiciosos en cuanto al género de terror se refiere para este 2018 y que representaba un verdadero reto considerando que la obra en la que está basada siempre ha sido complicada de adaptar de manera interesante, pero en esta ocasión por fin ha recibido el trato que se merece.

Con respecto a los ratings es difícil encontrar información tratándose de una producción exhibida por un servicio de streaming, pero de momento la serie ha estado recibiendo muy buenas críticas y parece que el nivel de audiencia ha sido positiva. Aunque no se sabe si este fue un proyecto de una sola temporada o si hay planes para varias más.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

----

LO POSITIVO

Balance entre lo sobrenatural y el drama familiar


Entre tantas cosas buenas que tiene The Haunting of Hill House para mí la más importante y por la cual alcanza puntos tan altos es debido al gran balance que presenta al momento de desarrollar su historia. Ya que en esencia es una sobre fantasmas, pero a la vez un drama familiar muy intenso que mezcla a la perfección los monstruos ficticios con los terrores de la vida real de manera magistral.


Buen timing con los sustos 


Todo lo que contenga fantasmas irremediablemente involucra el uso de sustos fáciles y eso puede ser algo que arruine la experiencia si no se sabe cómo manejarlos. Afortunadamente Mike Flanagan muestra aquí un sentido del timing excelso que le permite ofrecer varios momentos que te toman por sorpresa, lo cual en mi caso suele ser muy complicado que ocurra pero aquí en un par de ocasiones sucedió.


Los hermanos Crain de niños


El elenco en general está estupendo, pero quienes son el alma de la serie son los hermanos Crain en su niñez. La verdad es que cada uno de los niños hace una labor increíble para que sientas una preocupación genuina por ellos debido a que el nivel de inocencia que manejan es el idóneo y esto ayuda a que varias de las escenas en las que están involucrados sean de las más efectivas al momento de generar terror.


Carla Gugino como Olivia Crain 


Gran parte de la efectividad de la serie recae en Carla Gugino, quien a pesar de no tener el mismo tiempo en pantalla como algunos de los otros miembros del elenco adulto hace su presencia esencial. Su papel de madre amorosa es un buen contrapeso dentro de un ambiente tenebroso y de riesgo constante; además de que su progresivo deterioro mental hasta convertirla en una asesina resulta por momentos desgarrador de ver.


"Two Storms"


Después de cinco episodios era claro que estábamos ante algo muy bueno, cada una de las historias presentadas hasta este punto había logrado su objetivo, pero todavía faltaba ese episodio que elevará las cosas al siguiente nivel y "Two Storms" fue el encargado de hacerlo.

Las tensiones familiares presentadas aquí hacen que el nivel emocional sea mucho mayor y el flashback sobre la tormenta es de los momentos más intensos de toda la serie. Pero sobre todo está la manera en que ciertas escenas son filmadas con la cámara dando vueltas en círculos para obligarte en todo momento a ver el fondo, donde se encuentra el cuerpo sin vida de Nell y que al final tienen una razón para eso (¿Quién puso esos botones en sus ojos?). 


El misterio de la puerta roja


En una historia que cuenta con fantasmas, muertes, temas de drogadicción y conflictos familiares resulta curioso que una simple puerta de color rojo sea uno de los elementos más fascinantes. Desde el primer episodio se establece que su presencia será importante, pero conforme se va desarrollando la serie te la pasas preguntando qué diablos hay ahí dentro y cuando se revela que es la manera en que la mansión manipula a sus habitantes el pago resulta gratificante.


Episodios imperdibles:

(1) Steven Sees a Ghost
(3) Touch
(5) The Bent-Neck Lady
(6) Two Storms
(7) Eulogy
(9) Screaming Meemies
(10) Silence Lay Steadily


----

LO NEGATIVO

Inicio algo lento


Evidentemente esto se trata de algo que puede o no ser un problema dependiendo de la persona, pero si hay quienes piensan que el inicio de la serie es algo lento no los culpo. Ciertamente el ritmo implementado por Flanagan no es el más ágil y por lo menos durante tres episodios puede ser un reto para la paciencia de muchos.


Shirley Crain (adulta)


La serie cuenta con un grupo de personajes fantásticos, pero definitivamente el de Shirley en su versión adulta no es uno de ellos. No digo que sea un desastre o que su presencia afecte, sino que simplemente es muy poco interesante lo que gira en torno a ella y al final te queda la sensación de que su  presencia no era tan importante.


----
----
----
---- 

Opinión final: Yo esperaba algo bueno, pero The Haunting of Hill House superó todas mis expectativas. Mike Flanagan nos trae una de las series de terror más redondas que han salido al combinar de manera prácticamente perfecta el drama con elementos sobrenaturales para regalarnos no solo una historia sobre fantasmas, sino un tobogán a nivel emocional que te golpea de principio a fin.