martes, 6 de noviembre de 2018

Chilling Adventures of Sabrina: Primera temporada


El pasado 26 de octubre Netflix estrenó la primera temporada de Chilling Adventures of Sabrina, una de sus propuestas estelares para Halloween en este 2018. Sin duda una producción que desde que fue anunciada generó mucho revuelo considerando que la serie de los 90s fue sumamente popular y esta nueva versión más apegada al cómic tenía como principal objetivo reemplazarla en la memoria colectiva de los fans, algo que creo que logra de manera por demás sobresaliente.

Obviamente es difícil hablar sobre ratings tratándose de una producción de un servicio de streaming, pero la recepción de la serie ha sido abrumadoramente positiva. Incluso se sabe que la segunda temporada ya se está filmando y se estrenará hasta finales del 2019.  

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Kiernan Shipka como Sabrina Spellman


El éxito de la serie radica en gran medida en las actuaciones, particularmente de su reparto femenino. Siendo Kiernan Shipka la que lidera este rubro.

En verdad la chica hace del personaje de Sabrina Spellman suyo, logrando el nivel de ingenuidad adecuado que cualquier adolescente tiene, pero también mostrando una personalidad fuerte que ayuda a que el desarrollo del personaje sea por demás convincente conforme su batalla personal con Satanás avanza o sus errores empiezan a afectar a sus seres queridos.


Hilda y Zelda Spellman


Lucy Davis (Hilda) y Miranda Otto (Zelda) hacen un trabajo excelente como las tías de Sabrina, no solo porque sirven como el contrapeso ideal para el drama adolescente, sino porque sus contrastantes personalidades le brindan grandes momentos a la serie. Durante los diez episodios es un disfrute total ver como ambas tienen enfoques opuestos sobre cómo educar a su sobrina, pero siempre terminan sucumbiendo a casi cualquier cosa que esta les pide a pesar de los problemas que eso les genera.


Mary Wardwell como la villana principal 


Técnicamente aquí existe un villano omnipotente y otros secundarios, pero Mary Wardwell en esta primera temporada es quien se lleva todo el crédito como la villana principal.

Ella es la que literalmente maneja los hilos de lo que ocurre en Glendale para lograr sus objetivos y su labor como guía de Sabrina es fantástica debido a que, más allá de que sus intenciones siempre son las peores, esta tiene mucho carisma y cierto ángel que por momentos te hace dudar sobre si en verdad es mala.


Guardar secretos SIEMPRE tiene consecuencias 


Uno de los temas más recurrentes son los secretos debido a que prácticamente todos los personajes guardan alguno y estos juegan un rol muy importante en la manera en la que se va desarrollando la historia ya que las consecuencias son inmediatas cada que uno es revelado. Lo cual brinda un ritmo mucho más ágil y evita que se pierda tiempo en cosas que no merecen tanto tiempo de profundización.


La muerte de Tommy 


En realidad Tommy es un personaje menor dentro de la serie que apenas recibe tiempo en pantalla, pero su muerte es sin lugar a dudas el evento más significativo en esta temporada. Prácticamente se trata del detonante para que Sabrina entienda que sus acciones no siempre son las mejores y simplemente hay cosas con las cuales es imposible alterar su rumbo natural.

Además con esto se terminó la desgastante dinámica de ocultarles a Harvey y a sus amigas el hecho de que es una bruja. 


Sin miedo a ser blasfema 


Una de las razones por las cuales Warner decidió mover la producción de The CW a Netflix fue precisamente para contar con todas las libertades necesarias y poder realizar una adaptación lo más fiel posible. Una decisión que terminó siendo un gran acierto debido a que esta es una serie que no se guarda nada y en gran parte de su efectividad radica en eso.


Diseño de producción  


Al ser una historia sobre brujas y magia el toque fantástico es inevitable, así que el tema de la ambientación y presentación general de la serie es muy importante. Afortunadamente esto en Chilling Adventures no representa ningún problema debido a que el diseño de producción es de primer nivel y el tema visual complementa a la perfección las acciones.  


Episodios imperdibles:

(1) Chapter One: October Country
(2) Chapter Two: The Dark Baptism
(3) Chapter Three: The Trial of Sabrina Spellman
(5) Chapter Five: Dreams in a Witch House
(7) Chapter Seven: Feast of Feasts
(8) Chapter Eight: The Burial
(10) Chapter Ten: The Witching Hour



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LO NEGATIVO

La intrascendencia de Salem


Una de las principales polémicas antes de que se estrenara la serie fue la revelación de que Salem no hablaría, una situación que sin duda causa molestia, pero que queda como un problema menor después de ver su rol durante la primera temporada. Uno que resulta totalmente secundario y que, aunque tiene cierta justificación (al parecer Shipka es alérgica a los gatos), no deja de ser decepcionante.


Misterios dejados a medias


Si de algo pecó Chilling Adventures fue que durante sus primeros episodios trató de presentar demasiadas cosas y conforme fueron avanzando los episodios varias se quedaron en el olvido. Desde el asesinato de un joven brujo hasta las acciones de los propios padres de Sabrina fueron tan solo algunos de los ejemplos que, esperemos, sean más relevantes en la siguiente temporada.

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Opinión final: Chilling Adventures of Sabrina superó todas mis expectativas. Una serie oscura e irreverente que en base a un genial elenco logra ofrecer una experiencia fantasiosa que no tiene miedo a que la tachen de blasfema y le brinda a Netflix una de sus mejores propuestas dentro de lo que se refiere al género de terror.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Crítica: Mandy (2018)


Película dirigida por Panos Cosmatos (Beyond the Black Rainbow), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Aaron Stewart-Ahn. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras que su salida en formato físico se dio este pasado 30 de octubre.

Sinopsis:

Las vidas de una pareja que vive recluida en el bosque se ven brutalmente destrozadas por un culto hippie y sus cómplices motociclistas, impulsando a que un hombre entre en una espiral de venganza enloquecida.



Comentarios generales:

Recuerdo que a inicios de esta década pude ver de milagro “Beyond the Black Rainbow” y, aunque no fue precisamente una película que haya disfrutado, esta se quedó marcada en mi memoria por lo peculiar que era. Se notaba que detrás había un director con ideas locas que podía desarrollarlas de mejor manera con el paso del tiempo; sin embargo, este desapareció por completo del mapa hasta que se reveló al publico Mandy. Una película que sin duda es de las experiencias menos convencionales del 2018.

No tanto por su complejidad, ya que la historia que nos cuenta Cosmatos es en realidad bastante simple, sino por la manera en que la presenta para que el espectador sienta en todo momento que está viendo algo perteneciente a otra realidad. Con un primer acto que ciertamente es algo difícil de digerir por su lento desarrollo, los diálogos limitados y porque en general está diseñado para ser un espectáculo visual más que otra cosa al jugar con la paleta de colores para así crear escenas muy llamativas que logren establecer la atmósfera cuasi infernal en la que se lleva a cabo todo esto. Complementándolo además con la presentación de un grupo de personajes que para la vista resultan extravagantes e incluso algo grotescos.

Sin duda la espera es dolorosa, pero una vez que llega la segunda mitad de la película las cosas cambian de manera radical debido a que el director decide pisar el acelerador a fondo para que así el viaje sea intenso por lo que resta del metraje. Y es que cuando se le da rienda suelta al personaje de Red Miller esto se convierte en un espectáculo lleno de gore que, por momentos, presenta claros homenajes a los cenobitas de “Hellraiser” con los cuales se construye una primera parte de la venganza muy entretenida que solo te da una pizca de la violencia que está por venir.

Dejando todo puesto para una parte final en la que la locura se desata, no solo porque es aquí donde el impacto con las muertes es mucho mayor, sino porque la ambientación adquiere unos tintes dantescos muy marcados. Obvio la historia sigue siendo relativamente simple y lleva a un desenlace predecible, pero al complementarla con tantos detalles visuales hace que se sienta como algo único dentro del género.

En las actuaciones este es el show de Nicolas Cage, quien básicamente desde que toma el mando hace de esto SU película con lo que popularmente se le conoce como “el momento Cage” de manera extendida. La producción es de alto nivel: el trabajo de fotografía es impresionante, la dirección de arte está ok, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos (prácticos en su mayoría) están muy bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Mandy me gustó. Una película bastante rara que no es para todo el mundo y que definitivamente generará muchísimas opiniones divididas.

Ojometro:
****

miércoles, 31 de octubre de 2018

Crítica: The School (2018)


Primer largometraje del director Storm Ashwood, quien comparte créditos junto con Tessa Alana como co-escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de julio, mientras que su salida en otros países, ya sea en VOD o formato físico, se dio el pasado 23 de octubre.

Sinopsis:

Cuando una doctora despierta en una escuela abandonada, ella tendrá que sobrevivir a un terror sobrenatural y enfrentar sus propios demonios si desea encontrar la verdad sobre el paradero de su hijo perdido.



Comentarios generales:

Cuando se trata del cine de terror australiano lo primero que se te viene a la mente es el gore o experiencias sumamente violentas, ese es su sello particular y resulta difícil poder quitártelo de la cabeza. Características que parecía que íbamos a ver con The School gracias a que en la labor promocional siempre se manejó así, pero la realidad fue otra y lo que terminamos viendo es tal vez una de las películas australianas más ligeras que se han hecho en los últimos años.

Y no es que este mal eso, aunque Ashwood bien pudo haber hecho uso de dichas características considerando que nos cuenta una historia bastante confusa y que tarda demasiado tiempo en establecer la lógica que hay detrás. Poniéndonos de entrada bajo una dinámica en la que se intercambian los escenarios de manera constante para jugar con el tiempo y generar dudas inmediatas con respecto al paradero de Amy, lo cual en teoría se escucha interesante, pero en la práctica no funciona tan bien debido a que esto vuelve complicado involucrarse de lleno en su situación y sentir empatía hacia ella.

Además en este punto todos los eventos dentro de la escuela no siguen un patrón claro, solo quedan en simples ocurrencias sin demasiado peso hasta que inicia la búsqueda del hijo durante el segundo acto. Una búsqueda que mejora ligeramente las cosas, más que nada porque es aquí donde dejan de intercambiar los escenarios para que se tenga una dinámica ágil y se brinda claridad sobre lo qué es este lugar; sin embargo, la persecución que se lleva a cabo en ningún momento añade intensidad o por lo menos situaciones de verdadero apremio. Todo es sumamente ligero y por determinados periodos el comportamiento de ciertos personajes resulta caricaturesco.

La parte final tampoco ayuda a incrementar el nivel. La revelación importante no es tan impactante como debería pero si puede tomar a más de uno por sorpresa, nada más que la utilizan de manera muy superficial y con esto algo que, en teoría debería ser desgarrador, solo alcanza para ofrecer un desenlace desabrido.  

En el tema de las actuaciones puedo decir que la mayoría de los niños/jóvenes están apenas decentes, mientras que Megan Drury (Amy) nunca te logra convencerte de que es una madre totalmente desesperada por encontrar a su hijo ante las dificultades que muestra para reflejar grandes emociones. De la producción no tengo grandes quejas: el trabajo de fotografía es cumplidor la mayor parte del tiempo, la dirección de arte correcta, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene ciertos altibajos, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta efectiva.  

Opinión final: The School es bastante mala. Una película sin mucho sentido que provoca más bostezos que otra cosa.

Ojometro:
**

sábado, 27 de octubre de 2018

Crítica: Unfriended: Dark Web (2018)


Secuela escrita y dirigida por Stephen Susco, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, recaudando $9.6 millones en taquilla a nivel mundial. Mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Matias (Colin Woodell) se hace de una nueva laptop y pronto descubrirá que el dueño anterior no solo puede verlo, sino que también hará lo que sea para tenerla de vuelta.



Comentarios generales:

Hace tres años la primera Unfriended fue una grata sorpresa y era evidente que tarde o temprano iban a sacar una secuela dado a que el concepto en si es bastante explotable, además de barato para producir. Así que cuando se anunció de la nada Dark Web lo tome como algo lógico, pero conforme pasaba el tiempo la película fue quedando en el olvido gracias a una promoción extremadamente discreta y eso evidentemente generó un mal presentimiento; en especial porque esa suele ser señal de que el producto final no es el mejor y lamentablemente es lo que ocurrió  aquí.

Todo porque, en su afán por querer mantener intacta la fórmula, Susco básicamente nos trae una calca a la que le termina afectando de gran manera la ausencia de frescura que tenía la primera entrega. Ya que en cuanto a presentación y estructura es exactamente lo mismo, nada más que ahora se le agrega un drama amoroso en lugar del cyberbullying en lo que significa un cambio para nada benéfico debido a que esto quita la sensación de misterio con respecto a lo que hay detrás de los sucesos extraños en la web y provoca que se tenga que recurrir a una serie de conversaciones banales entre este grupo de amigos que consumen unos treinta minutos del metraje.

Provocando así una carencia de ritmo muy marcada que domina las acciones, las cuales se empiezan a enredar conforme se revela el misterio detrás de la laptop. Uno que termina con todo el tema paranormal pero que en cierta manera tiene sentido; sin embargo, las dudas mostradas para poder desarrollarlo de mejor manera terminan volviéndolo demasiado cansino ya que sin las libertades que permitía lo paranormal lo que ocurre resulta poco convincente y ni siquiera las muertes que se dan pueden evitar ese sentimiento.

Los últimos 15 minutos son por mucho los mejores y en gran medida porque el incremento en el nivel de intensidad es muy evidente. Aquí es donde vemos los momentos más violentos y por fin uno puede sentir algo de pena por lo que le ocurre al protagonista; aunque ciertamente la revelación final dejará a más de uno insatisfecho ante lo simple que resulta.

Las actuaciones no están mal, todo el elenco en general cumple con una labor acertada para darle vida a una serie de personajes muy simples que terminan siendo desechables. La producción no cambia demasiado con respecto a la anterior: todo el tema de la presentación de las herramientas de internet sigue siendo impecable, la edición no es tan fluida, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y los efectos son básicos.

Opinión final: Dark Web es decepcionante. Prácticamente se trata de una calca muy aburrida de la original que en un par de semanas olvidarán.

Ojometro:
**