viernes, 22 de noviembre de 2019

Crítica: Little Monsters (2019)


Película escrita y dirigida por Abe Forsythe, quien hace su primera incursión dentro del género. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 3 de enero de 2020.

Sinopsis:

Dave (Alexander England) ha decidido superar su reciente ruptura pasando tiempo con su sobrino, acompañándolo a un paseo de su escuela para poder acercarse a su maestra Miss Caroline (Lupita Nyong'o). Todo parece normal, al menos hasta que se desata una invasión zombie que pondrá en riesgo su plan y las vidas de los niños que supuestamente tiene que cuidar.



Comentarios generales:

En ocasiones anteriores he manifestado que las comedias de zombies no son algo sencillo de realizar porque la saturación de este subgénero ofrece poco margen de maniobra y ver ideas nuevas se vuelve un tanto complicado. Sin embargo, de vez en cuando te encuentras con propuestas que tienen un aire de frescura particular sin que transformen por completo la fórmula, de esas que con tan solo alguno que otro detalle logran salirse de lo establecido y definitivamente Little Monsters es una de estas.

Ya que lo que nos presenta Forsythe es la película de zombies más tierna de la historia, lo cual puede ser un punto en contra con los fans más hardcore que esperan ver mucha sangre, vísceras y muertes, pero que es precisamente lo que le brinda toda su originalidad e identidad.

Aunque esto no quiere decir que no haya nada de esos elementos porque si lo hay; de hecho, esta es una película de zombies en toda la regla, simplemente que la historia los utiliza de una manera un tanto secundaria para establecer el tono y, sobre todo, la dinámica con los niños que brinda sin duda varios de los momentos más graciosos al presentar el contraste entre la inocencia con la cual ellos ven este “juego” gracias a su maestra y la situación de total peligro que se vive. Logrando así que este viaje escolar fluya sin demasiados contratiempos durante la primera mitad a pesar de que no existe nada tan violento o subido de tono.

Aspecto que no cambia demasiado a lo largo del metraje, más si varía por determinados momentos dependiendo de lo que necesite el desarrollo; especialmente cuando se llega a un punto en el que las acciones se trasladan a un escenario cerrado que limita mucho las opciones. Uno que por un lado provoca que se le brinde mayor exposición a un personaje en particular que funge como un tipo de villano para mantener el contraste con los niños y que ciertamente refresca la dinámica, pero que por el otro hace que exista un estancamiento evidente y se tenga que recurrir a situaciones un tanto forzadas que solo sientes que fueron diseñadas para comprar tiempo. Sobre todo aquellas que tienen que ver con el ejercito.

Afortunadamente para la parte final logran rectificar al encontrar un balance adecuado que le dé relevancia a todas las cosas que se establecieron con anterioridad (relación de Dave con su sobrino, la relación de Dave/Caroline, la presencia militar) y con ello se logre un cierre redondo que, además, cuente con algo de acción para no dejar parados a los zombies como algo meramente anecdótico.

En las actuaciones tenemos a una Lupita Nyong'o que está genial en su faceta de maestra amorosa que hace hasta lo imposible por cuidar a los niños, mientras que Alexander England con su personaje muestra una evolución muy entretenida de ver. También hay que destacar al elenco infantil, quienes en ningún momentos se vuelven odiosos y son en gran parte los que añaden el toque tierno a las cosas.

La producción no es nada precisamente ostentoso: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son bastante simples y la labor de maquillaje es de buena factura.

Opinión final: Little Monsters me pareció muy divertida. Una película de zombies ligera para todo tipo de público.

Ojometro:
****

martes, 19 de noviembre de 2019

Crítica: Girl on the Third Floor (2019)


Primer largometraje del director Travis Stevens, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Paul Johnstone y Ben Parker. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 7 de enero de 2020.

Sinopsis:

Don Koch (Phil Brooks) trata de renovar una antigua casa en muy malas condiciones para empezar una nueva vida con su esposa embarazada, aunque pronto descubrirá que la propia casa tiene otros planes y explotará sus demonios del pasado.



Comentarios generales:

Por lo regular no me generan mucha confianza las películas que involucran luchadores porque estas suelen ser proyectos de poca calidad cuyo principal propósito es utilizar su imagen para tratar de alcanzar una audiencia mayor explotando a sus fanáticos.

Y es que si alguien conoce un poco sobre la carrera de Phil Brooks (mejor conocido como CM Punk) sabe que su vida misma genera mucho morbo y sus fans suelen ser muy pasionales al respecto, así que mis expectativas por Girl on the Third Floor no eran las mejores porque parecía que se trataba de otro intento barato donde no aplicaría la ley del mínimo esfuerzo. Aunque para mi sorpresa me encontré un trabajo que pretende algo más que simplemente explotar la presencia de un rostro conocido.

Ya que Stevens presenta una historia de casas poseídas que trata de variar un poco la fórmula, sacrificando dinamismo en favor de ir construyendo lentamente un descenso a la oscuridad que por grandes lapsos se asemeja más a un thriller psicológico. Esto porque, si bien hay claras señales de que en esta casa pasan cosas raras (que son épicamente ignoradas), la primera mitad en realidad se centra en cómo Don Koch es una terrible persona que hace lo que supuestamente ya no quiere hacer y mucho de lo que ocurre en pantalla juega con situaciones que ponen en duda lo que es real o no para exponer su potencial locura.

Lo cual brinda algunos buenos momentos pero en general hace que las acciones sean un tanto aburridas la mayor parte del tiempo, sobre todo porque no se profundiza demasiado con respecto al pasado de la casa y eso crea un vació que provoca que poco a poco lo que ocurre se torne repetitivo e incluso un tanto confuso. Dejando así todo a expensas de determinadas acciones que logran que la segunda mitad cuente con mayor fuerza gracias a su nivel de impacto y un evidente incremento en el ritmo que ayuda a potenciar la sensación de locura por la cual pasa nuestro protagonista.

Es hasta la parte final cuando se da un cambio radical, al grado de que parece una película totalmente distinta. Y eso no lo digo como algo negativo; de hecho, esta fue mi parte favorita debido a que le brinda un tono completamente distinto a las cosas al ser una mucho más intensa y, sobre todo, visceral. Además de que aclaran detalles importantes cuando parecía que los iban a dejar en el olvido.

De las actuaciones puedo decir que Brooks no lo hace mal, el papel está perfectamente diseñado para explotar sus fortalezas y esconder sus carencias; además el reducido grupo de actores secundarios lo complementan de buena manera, especialmente Sarah Brooks (Sarah). La producción es discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score es bueno, el trabajo de sonido limpio, los efectos prácticos son de muy buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Girl on the Third Floor está ok. Película con ideas interesantes y buenos efectos para ver un día en el que no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 15 de noviembre de 2019

Crítica: Trick (2019)


Película dirigida por Patrick Lussier (Dracula 2001, My Bloody Valentin), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Todd Farmer. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 17 de diciembre.

Sinopsis:

En Halloween de 2015, Patrick "Trick" Weaver masacra a sus compañeros de clase durante una fiesta y logra escapar de la policía a pesar de haber recibido cinco disparos por parte del detective Mike Denver (Omar Epps). Todos asumen que murió, pero cada Halloween posterior regresa para generar caos y terror en la población.



Comentarios generales:

Seguimos con los remanentes que dejó la temporada de Halloween y ahora toca el turno de una película que pasó completamente inadvertida a pesar de que cuando se dio a conocer generó bastante ruido por quienes estaban involucrados. Al final de cuentas se trataba del regreso de Patrick Lussier a la pantalla grande después de 10 años con un elenco bastante interesante, pero al parecer la saturación de slashers en esta época hizo de las suyas y condenó a Trick al olvido de manera un tanto injusta considerando que es una de las sorpresas de 2019.

Esto porque el slasher que nos trae Lussier es uno de los más vertiginosos que recuerde, donde no muestra ningún tipo de temor por pisar el acelerador a fondo desde la introducción para brindarnos una experiencia sangrienta y caótica en la que tu atención se ve puesta a prueba en todo momento. Ya que aunque estamos ante una historia relativamente simple con todos los convencionalismos esperados, lo cierto es que el desarrollo es tan rápido y con tantos distractores visuales (muertes muy llamativas) que por momentos puede resultar complicado seguirle el paso; en especial durante una primera media hora en la que las propias masacres cuentan con poco espacio entre ellas.

Algo que puede parecer intimidante o un tanto desalentador, pero realmente el ritmo tan veloz en ningún momento le quita claridad a los sucesos y para el segundo acto el misterio se encuentra perfectamente bien establecido.

Y es que aquí, además de ver un gorefest, lo que mueve todo es precisamente el saber si "Trick" es humano o no debido a que este siempre se encuentra un paso adelante de todos y en base a esto se puede jugar con distintas suposiciones que ayudan a mantener el interés intacto, sobre todo cuando en determinado momento sus apariciones empiezan a desafiar la lógica. Haciendo con esto que los enfrentamientos con los policías siempre tengan mucha intensidad, incluso si estos no presentan demasiadas novedades en su realización.

La parte final es la que puede generar más división. No tanto porque deje muchas preguntas sin responder (en realidad contesta todas), sino porque la revelación principal puede resultar excesiva en su elaboración e incluso muy similar a la de una película extremadamente popular del género. Además de que el cierre pierde fuerza ante el claro propósito de poder hacer de esto una franquicia.

Las actuaciones están bien, realmente no hay ninguna que sobresalga por encima del resto pero tampoco nada terrible que arruine el producto general. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje no es demasiado compleja.

Opinión final: Trick me gustó. Un slasher bastante sangriento y violento que definitivamente no merece quedar en el olvido.

Ojometro:
****

martes, 12 de noviembre de 2019

Crítica: Doctor Sleep (2019)


Película escrita y dirigida por Mike Flanagan (Oculus, Hush), la cual es una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Stephen King. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 8 de noviembre, recaudando hasta el momento $34.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Varios años después de los aterradores eventos que vivió en el hotel Overlook, el ahora adulto Danny Torrance (Ewan McGregor) conoce a una pequeña niña con poderes similares a los suyos a la que tratará de proteger de un malvado culto que caza a los niños con dichos poderes para poder mantener su inmortalidad. 



Comentarios generales:

Ver adaptaciones de las novelas de Stephen King últimamente se ha vuelto algo tan cotidiano que ya prácticamente damos por hecho que cualquiera de sus obras puede ser adaptada sin demasiadas dificultades. Sin embargo, el caso de Doctor Sleep presentaba un reto bastante interesante por el hecho de que tenía que lograr dos propósitos al mismo tiempo para que funcionara.

El primero era ser lo más fiel posible al material original para tener contentos a los lectores, mientras que el segundo era tratar de ligar esta adaptación con la versión de “The Shining” hecha por Stanley Kubrick debido a que es la más conocida por el público y por medio de esto el establecer de manera contundente que también es una secuela de ESA versión.

Sin duda un reto difícil, pero que en la práctica me parece que lo lograron sobrellevar de gran manera.

Esto porque Flanagan muestra suficiente habilidad para realizar una mezcla muy bien pensada en la que por cuestiones obvias la novela tiene mayor peso, aunque en ningún momento deja de lado el filme de 1980 y de manera inteligente utiliza la estética de este para que el inicio le resulte familiar al espectador. Haciendo que la transición de niño a adulto de Danny (o Dan) sea fluida mientras que de manera alterna se van revelando detalles sobre este universo mucho más grande que existe y el peligro que representa “El Nudo verdadero”, quienes por medio de comportamientos muy raros ayudan a proporcionar los elementos necesarios para ir construyendo una sensación de peligro particular.

Y es que aquí estamos ante algo que va más allá de simples fantasmas al tratar temas como el alcoholismo o la desaparición de menores, provocando así que el desarrollo durante la primera mitad sea mucho más robusto y por lo consiguiente el ritmo un poco más calmado. Situación que no representa demasiados problemas debido a que lo que vemos en pantalla todo el tiempo resulta interesante, ya que el que no se centre completamente en el terror no quiere decir que no se tomen riesgos; especialmente cuando se trata de las acciones del culto diseñadas para ir transformando el tono en uno más oscuro con el pasar de los minutos.

Haciendo con esto que la segunda mitad cuente con mayor fuerza, tensión y violencia, pero también con una dinámica que sea mucho más ágil. Sobre todo porque es cuando se empiezan a entrelazar los caminos de todos los personajes de manera bastante orgánica y con ello los elementos más fantasiosos adquieren mayor peso rumbo a la parte final.

Una que sin duda será la que genere más polémica debido a que es la que se separa del libro de manera importante, en gran medida para poder darle continuidad a lo que hizo Kubrick. Lo cual puede resultar molesto para varios, aunque a mí en particular me parece que quedó muy bien lograda debido a que la base se mantiene intacta y nos regala un enfrentamiento satisfactorio. Además de que proporciona un cierre mucho más completo con respecto a la redención de Danny.

En cuanto a las actuaciones Ewan McGregor hace una gran labor como Danny Torrance adulto, si lo sientes como una evolución natural del niño y su faceta de mentor resulta muy interesante de ver. Mientras que Rebecca Ferguson (Rose) y la pequeña Kyliegh Curran (Abra) también están impecables con sus respectivos roles, sobre todo la segunda; quien por momentos se roba los reflectores al no ser mostrada como la típica niña indefensa.

La producción es de factura impecable: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es de primer nivel (recrearon sets del filme de los 80s), el score es genial, el trabajo de sonido pulcro, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es bastante sencilla. 

Opinión final: Doctor Sleep me ha gustado bastante. Una película que combina de manera genial lo viejo con lo nuevo para ser de lo mejor de 2019.

Ojometro:
*****