martes, 21 de enero de 2020

Crítica: Alone (2020)


Película que significa el debut dentro del género para el director Vladislav Khesin, cuyo guión fue co-escrito por Samuel Bandeir, Gabriel Legua y Olabode Olakanmi. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Emma (Elizabeth Arends) es una escritora ciega que busca paz y soledad en una cabaña en el bosque para poder recuperarse de una tragedia y finalizar su libro. Sin embargo, mientras la cabaña se convierte en un infierno, ella pronto se dará cuenta que su demonios internos no son el peor de sus problemas.



Comentarios generales:

Cuando leí la sinopsis de Alone lo primero que se me vino a la mente fue “Hush”, ya que era prácticamente la misma y gracias a eso mi interés se incrementó un poco considerando que la película de 2016 me gustó bastante. Sin embargo, el que hubiera tres escritores era una señal de alerta debido a que con una premisa tan básica es raro que tantas personas metan mano, simplemente no hay razón para ello y mis temores se terminaron validando ante el desastre que es el producto final.

Uno en el que tanto Khesin como los guionistas comparten el mismo nivel de culpabilidad dado a que ambas partes se esfuerzan lo máximo por convertir algo simple en un caos sin pies ni cabeza en el que pareciera que se pegaron dos historias completamente distintas para poder lograr un largometraje.

Esto porque lo que se te presenta durante los primeros 25 minutos gira en torno a un personaje (Emma) cuya vulnerabilidad parece que será el aspecto central y con ello se logran construir algunas situaciones con las que se va estableciendo determinada dinámica que va generando un tono y, sobre todo, sensaciones de alta peligrosidad ante la evidente desventaja que existe para nuestra protagonista. Lo cual no parece tener nada malo y de hecho no lo tiene; sin embargo, de manera abrupta y sin ningún tipo de justificación la historia da un giro total para centrarse en un grupo de jóvenes a los que desde el primer momento que ves en pantalla los detestas porque no solo no tienen absolutamente nada que ver con lo establecido previamente, sino que además destrozan la sensación de peligro generada.

Y es que pasamos de algo muy serio a algo lleno de diálogos absurdos y comportamientos ridículos que representan un nuevo inicio en pleno segundo acto sin saber exactamente bien por qué. Simplemente ocurren cosas porque si hasta que el caos se desata y con ello se revela otro giro que en teoría debería de generar un gran impacto, pero en realidad solo revuelve las acciones y deja más dudas que certezas.

Dudas que ciertamente no tardan en responderse llegando a la parte final, aunque la manera en que justifican todo esto resulta demasiado forzado y poco creíble debido a que en ningún punto te dan algún tipo de sustento que justifique lo que ocurre, provocando así que el cierre sea anticlimático.

Las actuaciones son bastante malas, Arends realmente no tiene mucho con que trabajar y el elenco juvenil es un auténtico dolor de cabeza desde prácticamente el primer minuto en el que hacen acto de presencia. Es en la producción donde tiene sus mejores atributos: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score es genérico, el trabajo sonido no tiene fallos y tanto los efectos como la labor de maquillaje son bastante simples. 

Opinión final: Alone es muy mala. Un desastre de principio a fin que deben de evitar.

Ojometro:
*

viernes, 17 de enero de 2020

Crítica: Underwater (2020)


Película dirigida por William Eubank, cuyo guión fue co-escrito por Brian Duffield y Adam Cozad. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 10 de enero, recaudando hasta la fecha $15.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un equipo de investigadores acuáticos trabaja para tratar de mantenerse con vida después de que un terremoto devastara su laboratorio submarino. Sin embargo, pronto se darán cuenta que hay más razones para temer además del oscuro fondo del océano.



Comentarios generales:

Si hay un nombre que actúa como repelente para muchas personas en general es el de Kristen Stewart gracias a la franquicia de vampiros que brillan que todos conocemos, así que cualquier trabajo en el que se encuentre involucrada no suele ser algo muy bien recibido y por lo consiguiente se le rechaza de inmediato. Así que conociendo esto era prácticamente un hecho que Underwater pasaría desapercibida a pesar de ser de las primeras películas de 2020 y eso fue precisamente lo que ocurrió, aunque no por eso se debe de asumir que no vale la pena. 

Ya que Eubank se encarga de ofrecernos algo que está completamente diseñado para ser muy tenso y dinámico de principio a fin, donde su propósito es establecer que los personajes en ningún momento se encontrarán a salvo dentro de un escenario que representa una amenaza en su conjunto y no solo por lo que se encuentra asechando. Lo cual resulta evidente durante un primer acto en el que no tienen que pasar ni cinco minutos para que ocurra algo de gran impacto y gracias a eso se dé énfasis a los miedos humanos por medio de sucesos que explotan la claustrofobia, el temor a la oscuridad o al morir ahogado.

Miedos que sostienen lo suficiente las acciones hasta que poco a poco se empieza a integrar la amenaza mayor entrando al segundo acto y con ello ir obteniendo un tono un más oscuro. Principalmente porque las escenas bajo el agua toman mayor relevancia y gracias a eso se pueden construir situaciones de peligro digamos más "extremas" para obtener niveles de tensión elevados, así como muertes que proporcionen impacto e incrementen la sensación de vulnerabilidad de los personajes ante lo que sea que los está matando.

Todo para llegar a una parte final agradable e intensa que no arriesga demasiado, pero que incrementa la escala de espectacularidad por medio del despliegue de efectos visuales para añadir un elemento sorpresa que hace de la amenaza algo más imponente (incluso asemejando a algo que bien pudo salir del universo de Lovecraft o Cloverfield) y que ayuda a que el desastre inicial resulte más convincente.

Las actuaciones están bien, no son nada espectacular pero Stewart y compañía hacen lo suficiente como para que puedas sentir empatía hacía ellos y te interese ver si van a poder escapar con vida. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, tiene un trabajo de sonido espectacular y los efectos son de primer nivel.

Opinión final: Underwater está divertida. Película para pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 14 de enero de 2020

Dracula: Miniserie


Durante los primeros días del año se estrenó la miniserie de Dracula, una coproducción entre Netflix y la BBC que generaba muchas expectativas dada a la reputación de ambas empresas. Aunque también existían algunas dudas debido a que estamos hablando de una de las historias más adaptadas dentro del género y para muchos parecía difícil que en pleno 2020 se pudiera realizar algo refrescante con tan icónico personaje, lo cual al final sin duda lo lograron con mucha polémica incluida.

En el tema de los ratings evidentemente no se sabe mucho con respecto a los números en Netflix, pero los datos proporcionados por la BBC revelaron que la serie tuvo en su noche de estreno una audiencia de 3.6 millones de televidentes, las cual se incrementó a 7 millones una vez agregados los datos de la audiencia por internet.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Claes Bang como Drácula 


Sin temor alguno puedo decir que Bang se sienta en la misma mesa que Lugosi, Lee y Oldman en cuanto a los grandes Drácula que han existido debido a que su interpretación es impecable de principio a fin. Ya que logra en todo momento que un personaje llenó de sofisticación nunca pierda ese lado oscuro que lo caracteriza y quede parado como el tremendo monstruo que es.


Dolly Wells como Agatha/Zoe Van Helsing 


Una de las grandes revelaciones de la serie es sin duda Dolly Wells como Agatha Van Helsing (y posteriormente Zoe), esto porque representa un contrapeso ideal para un personaje tan imponente como  Drácula. Es digamos la “heroína” perfecta en todo esto, no solo por representar al bien, sino porque en ningún punto queda parada como alguien inferior ante el monstruo.


Interacciones entre Drácula y Agatha 



El gran sustento de la serie es sin duda el conflicto entre Drácula y Agatha, cada escena entre ellos es un deleite de ver y conforme se va desarrollando la historia te vas dando cuenta que su conexión es mucho más profunda de lo que parece.


"Blood Vessel"


Por muchos años se ha querido ver una adaptación de lo ocurrido en el viaje del Demeter y el segundo episodio de la serie finalmente nos regaló esto. Siendo sin duda el mejor de los tres al proporcionar una serie de eventos que le dieron sustento a una de las nuevas habilidades de Drácula y lo pusieron en un conflicto interesante a pesar de su superioridad contra los mortales.


Profundización sobre las debilidades de Drácula


Todos conocemos cuáles son las debilidades de Drácula, pero realmente no se sabe mucho del por qué de estas. Algo que aquí pudimos comprender un poco mejor gracias a que se vuelven uno de los misterios centrales de la serie y se termina revelando que todo está ligado a su miedo a la muerte y la vergüenza que le genera ser inmortal.


Trabajo de fotografía 


La producción de la serie es de altísimo nivel, al grado de que por grandes lapsos se te olvida que estás viendo algo hecho para TV. Siendo el trabajo de fotografía uno de los aspectos más destacables debido a que es fundamental para establecer una atmósfera consistente durante tres episodios que se realizan en lugares totalmente distintos.

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LO NEGATIVO


La irrelevancia de Mina Harker 


Considerando que en el libro es un personaje fundamental uno pensaba que Mina Harker tendría mucho más peso en la serie, pero la realidad fue otra. Ya que más allá de una discreta participación en el primer episodio y una vaga referencia en el tercero, está no tiene mayor peso en el desarrollo.


Inconsistencias del tercer episodio 


Sin lugar a dudas el tercer episodio es el más polémico de todos debido a la decisión de trasladar los eventos al Londres actual, pero a mí en lo particular eso no me molestó en lo absoluto.

Sin embargo, si se debe de mencionar que el episodio cuenta con varias inconsistencias que no tienen su debida explicación como la misteriosa financiación de la fundación Harker, la inexplicable presencia de “no muertos” en la época actual o el hecho de que Drácula no envejece en el fondo del mar. 

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Opinión final: Dracula me ha gustado. Obviamente el tercer episodio es algo muy polémico y comprendo perfectamente porqué a muchos no les puede llegar a agradar, pero como una nueva adaptación de un clásico cumple con creces al expandir los conocimientos sobre este fascinante personaje. Además las actuaciones y la producción son de primer nivel.

viernes, 10 de enero de 2020

Crítica: Killer Sofa (2019)


Producción neozelandesa que significa el primer largometraje para el director Bernie Rao, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre.

Sinopsis:

Un sillón reclinable asesino se obsesiona con una chica y empieza a cometer crímenes por pasión.



Comentarios generales:

Existen películas con las que no sabes que esperar y su visionado es un volado, pero hay otras que se encargan desde el primer instante en hacerte saber cuál es su apuesta y en el caso de Killer Sofa creo que no era nada difícil darse cuenta de esto. Ya que cuando se trata de un SOFÁ ASESINO claro que estamos ante un trabajo al que no hay que tomar demasiado en serio, aunque para mi sorpresa no todo lo presentado se maneja con el nivel de ridiculez que esperaba.

Y con esto no quiero decir que lo que nos trae Benie Rao no sea ridículo, porque si lo es; sin embargo, desde el primer acto establece que la historia como tal se va a manejar más como un tipo de thriller serio y no tanto como cine serie b, lo cual genera un conflicto evidente a la hora de presentar ciertas situaciones. Ya que no solo se tiene a un sofá asesino rondando por ahí, sino que además se incluyen elementos fantasiosos que involucran brujería y visiones que nunca pueden ser expuestas de manera exagerada por tratar de contener lo más que se pueda ese lado absurdo.

Un lado absurdo que para el bien de la película empieza a ser liberado con el pasar de los minutos y ya en el segundo acto se expone sin demasiados problemas, brindándole así una identidad de la que había carecido. Algo que además se logra con muchos momentos que en realidad parecen no estar diseñados con la intención de hacerte reír pero que lo logran de todas maneras debido a que, cuando se entra en la etapa donde el sofá tiene más exposición y empieza a matar, las cosas simplemente obtienen un tono mucho más ligero.

Llegando así a una parte final en donde pasa de todo, principalmente para mal. Por ahí incluyen una sorpresa que si resulta efectiva, aunque el resto de lo que ocurre solo enreda demasiado una premisa simple y en general te deja con la sensación de que lo presentado durante la hora previa no tuvo mucha relevancia.

Las actuaciones por lo menos no lucen como algo totalmente amateur, pero tampoco cuentan  con demasiada brillantez como para considerarlas más allá de algo apenas decente. La producción es adecuada para el presupuesto: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido no es precisamente el mejor, la labor de maquillaje es simple y los efectos tienen una calidad dispar dependiendo del tipo que sean.

Opinión final: Killer Sofa es mediocre. Una de esas cosas absurdas que solo el género de terror es capaz de ofrecer y que algunos seguramente le encontrarán cierto encanto. 

Ojometro:
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