martes, 25 de octubre de 2022

Crítica: My Best Friend's Exorcism (2022)

Adaptación del libro del mismo nombre dirigida por Damon Thomas y escrita por Jenna Lamia. Se estrenó directamente en Amazon Prime Video a nivel mundial el pasado 30 de septiembre.

Sinopsis:

En el año 1988 Abby (Elsie Fisher) y Gretchen (Amiah Miller) son las mejores amigas, pero después de una extraña experiencia Gretchen empieza a actuar diferente y pronto se descubrirá que esto es obra de un demonio que quiere quedarse con su cuerpo.


Comentarios generales:

Hay que reconocer que Amazon Prime Video cada año trata de tener contenido de terror para estas épocas, incluso si no se trata de un género al que le den mucha importancia la mayor parte del tiempo. Sin embargo, también hay que decir que sus películas difícilmente suelen emocionar a los fans debido a que no parecen tener una idea clara sobre lo que quieren presentar exactamente y estas terminan sintiéndose como productos a los que siempre les falta algo para trascender, siendo My Best Friend's Exorcism otro de esos ejemplos.

Y es que lo traído por Thomas apenas ofrece lo mínimo necesario como para que se te quede grabado en la memoria un par de días, contándonos una historia en la que los elementos de terror igualmente se encuentran muy limitados. En especial durante un primer acto que tiene como objetivo establecer la amistad de nuestras protagonistas y por lo consiguiente cuenta con un enfoque muy adolescente con el que se trata de integrar un humor ligero que realmente nunca funciona, haciendo que este sea un inicio no tan fácil de digerir si lo que esperas es una experiencia de exorcismos clásica.

Incluso la misma posesión como tal se realiza de la manera menos llamativa posible, pero una vez que se llega a este punto las cosas se vuelven más entretenidas gracias a que es por medio de dicha posesión que durante el segundo acto se empiezan a tocar temas con un mayor nivel de complejidad para hacer que el comportamiento de Gretchen resulte interesante y, sobre todo, refleje la crueldad juvenil necesaria. Lo cual es importante para el desarrollo debido a que provoca que el tono pueda variar ligeramente, además de que es la única vía con la que el conflicto entre las protagonistas puede involucrar a un conjunto de personajes secundarios que con el pasar de los minutos se van perdiendo en la irrelevancia.

Preparando así una parte final que dentro de todo tiene un mejor balance en cuanto al humor y ciertamente no sigue el camino convencional de los exorcismos. Brindándole algo de frescura a pesar de que el desenlace como tal nunca logra alcanzar la fuerza necesaria para que resulte más que una simple anécdota pintoresca demasiado blanda.

Las actuaciones no están mal, Elsie Fisher y Amiah Miller tienen una química correcta y en gran parte son sus interacciones las que evitan que las cosas se vayan al precipicio. Mientras que en producción no tenemos nada del otro mundo: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es decente.

Opinión final: My Best Friend's Exorcism es aceptable. Película con lo suficiente para pasar el rato y luego olvidarla.

Ojometro:
***

viernes, 21 de octubre de 2022

Crítica: Hellraiser (2022)

Película dirigida por David Bruckner (The Night House), cuyo guión fue escrito por Ben Collins y Luke Piotrowski. Se estrenó dentro de los Estados Unidos directamente por Hulu el pasado 7 de octubre, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Riley (Odessa A’zion) es una joven drogadicta cuyo novio la convence para robar un almacén abandonado, lugar en donde encontrará una misteriosa caja de rompecabezas que libera por medio de la sangre a unos temibles seres conocidos como Cenobitas.  


Comentarios generales:

La franquicia de Hellraiser tuvo que vivir bajo el yugo y completo desinterés por parte de Dimension Films durante tanto tiempo al grado de que los fans solo se resignaban a esperar algo no tan desastroso cada que se anunciaba una nueva entrega hecha al vapor para conservar los derechos. Por ello cuando se supo que Clive Barker pudo recuperarlos hace un par de años atrás hubo bastante euforia y ahora con una serie de TV para HBO en desarrollo, así como este reboot, parece que el futuro de Pinhead y compañía es más prometedor que antes.

Ya que esta nueva versión de Hellraiser presentada por Brucknet cumple con lo necesario para re-establecer ante los ojos de una audiencia más masiva a la franquicia, aunque durante el proceso tiene que expandir e incluso cambiar ciertos conceptos de la obra de Baker. Por lo cual el enfoque de la historia ya no pasa tanto por el sadismo/masoquismo con tal de poder elaborar de manera más profunda los mitos detrás de la caja de rompecabezas, sin que esto signifique que el dolor físico se encuentre totalmente ausente de lo que se nos quiere contar.

Obligando así a tener que construir una primera mitad que se centra en los problemas personales de Riley y limita la violencia lo más que se pueda (las muertes se dan fuera de cámara) hasta antes de que aparezcan de manera constante los Cenobitas. Quienes una vez que hacen acto de presencia para la segunda mitad logran cambiar la dinámica y mucho de esto tiene que ver con el hecho de que se sabe combinar de buena manera la generación de una atmósfera tétrica con la peligrosidad que estos mismos representan, a pesar de que ahora no son simples villanos que hacen sufrir a todos los humanos que se les cruzan, sino más bien fungen estrictamente como servidores del infierno que persiguen exclusivamente a aquellos que han derramado su sangre.

Algo que posibilita que los humanos no resulten tan indefensos contra ellos y que termina brindando flexibilidad al desarrollo gracias al concepto del intercambio que se utiliza para integrar ciertos cuestionamientos morales con Riley. Además de que ayuda a darle sentido a uno de los principales misterios que encierra la historia con respecto al diseño de la mansión en la que se llevan a cabo los acontecimientos más relevantes.  

Llevándonos con esto a una parte final en donde, si bien todo se entrelaza de manera orgánica, también se presenta un desenlace falto de fuerza debido a que no se va más allá en lo que se refiere al tema de las muertes y porque la manera en la que nuestra protagonista resuelve las cosas resulta un tanto intrascendente.

Sobre las actuaciones la verdad es que Odessa A’zion nunca te termina por convencer como la protagonista; sin embargo, es indudable que quien más va a llamar la atención es Jamie Clayton como el nuevo Pinhead/Hell Priest. Y honestamente lo hace bien para esta versión del personaje menos expresivo y mucho más centrado en cumplir con las reglas que significa poseer la caja de rompecabezas.

En cuanto a producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel con los nuevos diseños de los Cenobitas.   

Opinión final: Hellraiser está entretenida. Reboot esperanzador para poder iniciar una nueva era de la franquicia.  

Ojometro:
***

lunes, 17 de octubre de 2022

Crítica: Halloween Ends (2022)

Tercera entrega de la trilogía dirigida por David Gordon Green, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Paul Brad Logan, Chris Bernier y Danny McBride. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 13 de octubre y un día después lo hizo dentro de los Estados Unidos, recaudando hasta la fecha $58.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuatro años después de los brutales acontecimientos en Haddonfield, Laurie (Jamir Lee Curtis) y Allyson (Andi Matichak) tratan de seguir con sus vidas debido a que no se ha visto a Michael Myers desde entonces. Aunque pronto tendrán que enfrentar a la maldad por una última ocasión.  


Comentarios generales:

En la larga historia de la franquicia existen dos entregas que dividen a los fans de manera importante: Halloween III y el remake de 2007 dirigido por Rob Zombie. Siendo casi imposible que exista un consenso con respecto a estas debido a que se trata de películas que en su momento buscaron hacer cosas distintas a lo esperado y por ello resuenan de manera tan diferente dependiendo del gusto de cada persona, brindándoles así un estatus peculiar que a partir de ahora indudablemente tendrán que compartir junto a Halloween Ends.

Y es que la conclusión de David Gordon Green para su trilogía y la historia de Laurie Strode con Michael Myers toma un camino sorpresivo en el que se sustenta profundamente en el desarrollo de personajes y no tanto en los acontecimientos que llevaron a su situación actual, añadiendo además un nuevo personaje (Corey) que se termina convirtiendo básicamente en la figura central de la trama. Lo cual hace que la película se sienta un tanto extraña debido a que durante su primera mitad difícilmente se podría decir que se trata de una Halloween gracias a la ausencia de elementos slasher característicos de la franquicia, pero sobre todo porque figuras centrales pasan a ser relegadas a situaciones secundarias mientras nos familiarizamos con este nuevo rostro.

Situación que provoca que el ritmo sea pesado y mucho de lo que ocurre deje sensaciones más de un inicio que de una conclusión, especialmente cuando se empieza a visualizar hacia donde van las cosas cuando la relación entre Allyson y Corey adquiere mayor seriedad. Algo que sin duda proporciona escenas que van elevando el nivel de intensidad poco a poco para que, una vez que se entre a la segunda mitad, las cosas resulten mucho más familiares al exponernos a una problemática que de cierta forma integra la pregunta sobre si la maldad ya se trae por dentro o si se adquiere por el entorno en el que se vive; dándole pasó al inicio de la violencia que inmediatamente le agrega a la dinámica una mayor fluidez, así como un nivel de impacto elevado con varias muertes bien logradas.

Aunque sin duda lo más importante es que a partir de esto tanto Laurie como Michael Myers vuelven a adquirir protagonismo para ir construyendo rumbo a la parte final lo que en realidad el espectador quiere ver. Dejándonos así un desenlace que nos pone ante un enfrentamiento decisivo que se da de manera un tanto forzada, pero que a pesar de todo es muy contundente y no tiene miedo en darle un cierre definitivo a la trilogía.

Sobre las actuaciones, Jamie Lee Curtis lo sigue haciendo realmente bien y Andi Matichak muestra una mayor carga emocional. Aunque en realidad quien más destaca es Rohan Campbell como Corey al ser el verdadero protagonista de la película con un personaje un tanto complejo con el que pueden manejar distintos tonos conforme su locura se va incrementando.  

En cuanto a producción una vez más tenemos una factura similar a la vista anteriormente, pero con  algunas ligeras mejoras: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es magistral (tal vez el mejor de la trilogía), el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Halloween Ends está ok. Película divisiva que se puede ver para pasar el rato, pero que está lejos de ser la conclusión memorable que se esperaba. 

Ojometro:
***

viernes, 14 de octubre de 2022

Crítica: Bodies Bodies Bodies (2022)

Película dirigida por Halina Reijn y escrita por Sarah DeLappe. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 6 de octubre; recaudando hasta la fecha $13.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando un grupo de jóvenes de la alta sociedad planean una fiesta en una mansión familiar durante el paso de un huracán, un inocente juego se torna mortal y saca a relucir falsas amistades que complicarán aún más las cosas.


Comentarios generales:

Una de las cosas más peculiares con Bodies Bodies Bodies es que prácticamente toda su campaña promocional se centraba en dejar muy en claro que se trataba de una película concebida para la Generación Z, encasillándola así como un producto para una audiencia especifica que nadie más iba a disfrutar. Lo cual en realidad parecía más una excusa para justificar el hecho de que a muchas personas no les iba a gustar y en cierto modo han tenido razón, pero realmente eso no tiene nada que ver con el tema generacional.

Y es que lo traído por Reijin trata de manera muy forzada el ser una comedia de terror cuando su historia se sustenta en situaciones o actitudes que realmente nunca dan risa, ya sea porque estas no se perciben como cómicas o de plano están mal desarrolladas en pantalla. Algo que se puede percibir desde un primer acto en el que la presentación de los personajes resulta un tanto hueca al exponer problemáticas que tendrán mayor peso con el pasar de los minutos, pero que en este punto no generan nada especial como para que el espectador sienta curiosidad por saber un poco más de estos y los motivos que hay detrás de tanta incomodidad por la presencia de Sophie.

Siendo hasta que se da la primera muerte cuando las cosas toman un camino más familiar al añadir algo de suspenso mientras se va desenvolviendo el misterio, teniendo cierta efectividad inicial debido a que juegan de buena manera con la duda respecto a quién está detrás de las muertes gracias a las problemáticas previamente expuestas que ofrecen un amplio rango de opciones. Sin embargo, dicha efectividad poco a poco se va perdiendo ante una serie de sucesos que siempre se quedan a medias en su búsqueda de intensidad y solo apuestan a lo visual para provocar algún tipo de satisfacción efímera.

Dejando con esto una parte final en la que se tienen que recurrir a discusiones banales entre el grupo de “amigas” para seguir revelando secretos que terminan quedando como meras anécdotas. Imposibilitando así que el desenlace pueda contar con la fuerza suficiente para sostener el conflicto y que cualquier buena impresión tenga que recaer en una sorpresa final que, si bien no es predecible, tampoco es que genere gran impacto como para salvar lo visto previamente.

De las actuaciones no hay mucho que decir, siendo Rachel Sennott (Alice) la única que probablemente deje una mejor impresión considerando que su personaje es el único que por momentos si resulta gracioso cuando tiene que serlo. Mientras que en producción hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no es compleja, el score tiene algunas piezas sólidas, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es muy simple.

Opinión final: Bodies Bodies Bodies es decepcionante. Película que no funcionó conmigo en lo absoluto, pero no dudo que pueda tener su audiencia.

Ojometro:
**