martes, 10 de octubre de 2023

Crítica: The Exorcist: Believer (2023)

Película dirigida por David Gordon Green (Halloween), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Peter Sattler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $45 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Angela (Lidya Jewett) y Katherine (Olivia Marcum) desaparecen en el bosque y son encontradas tres días después sin que ninguna de ellas recuerde lo que ocurrió. Sin embargo, con el pasar de los días su comportamiento perturbador hace que sus padres recurran a todo lo posible para curarlas, incluyendo buscar la ayuda de Chris MacNeil (Ellen Burstyn).


Comentarios generales:

No existen muchas películas de terror que cuenten con el estatus de “The Exorcist” a nivel industria y cultural, así que cada vez que sale un nuevo proyecto con su nombre las expectativas suelen ser muy altas por todo lo que significa históricamente para el género. Ante esto la responsabilidad es demasiado grande, pero gracias a la presencia de Blumhouse y David Gordon Green parecía que la franquicia había quedado en las mejores manos posibles y el anuncio de una nueva trilogía emocionó a muchos; sin embargo, The Exorcist: Believer está lejos de ser ese gran inicio que se esperaba. 

Y es que lo traído por David Gordon Green es una historia que raya en lo genérico y su única carta fuerte para tratar de diferenciarse es tener dos posesiones simultáneas, lo cual nunca se aprovecha dado a que se muestra una gran falta de imaginación para integrar dicho recurso de manera interesante. Obligándonos a tener que tragarnos una primera media hora demasiado aburrida en la que la desaparición de las chicas es el punto central, pero todo lo que ocurre carece de interés dado a que no se profundiza en sus personalidades o en su amistad, dejándonos ante una situación en la que resulta difícil poder sentir preocupación por ellas.

Un problema que se queda anclado por el resto del filme y que ni siquiera con las posesiones se puede solventar, sobre todo porque una vez que empiezan a manifestarse el enfoque se traslada más a las creencias de los padres y no tanto al sufrimiento de las niñas. Poniendo sobre la mesa el tema de que cada cultura/religión tiene sus propios rituales para expulsar al mal dentro de una persona y no es algo exclusivo del catolicismo, siendo este un punto interesante que lamentablemente tampoco se desarrolla de la mejor manera y solo sirve para meter con calzador al personaje de Chris MacNeil, cuyo aporte a la trama es nulo.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, otro grave problema es que jamás se logra generar una atmósfera oscura que ayude a construir escenas visualmente memorables durante la segunda mitad de película. Y tampoco existe la suficiente habilidad para lograr que los pocos jump scares utilizados sean efectivos en su tarea de vender la idea de que la amenaza va más allá de lo ordinario.

Llevando así a una parte final que por lo menos cuenta con una pequeña dosis de originalidad por medio de los rituales de otras culturas al momento de realizar el exorcismo y gracias a eso se logra que esto sea de lo poco que valga la pena. Especialmente porque durante el desenlace se hace una revelación que añade bastante impacto y con ello la carga emocional que había sido casi inexistente ahora si se pueda sentir.

En el tema de las actuaciones las únicas que sobresalen son Lidya Jewett y Olivia Marcum como las niñas poseídas, ellas hacen un buen trabajo. Aunque del elenco adulto no se puede decir lo mismo ante lo complicado que resulta poder comprar su pena y las actitudes demasiado exageradas que presentan; ni que decir del cameo glorificado de una totalmente desperdiciada Ellen Burstyn.

Y en cuanto a producción, se tiene una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score sólido (Tubular Bells nunca decepciona), el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Exorcist: Believer es decepcionante. Película con ideas poco claras de la que se puede rescatar poco. 

Ojometro:
**

viernes, 6 de octubre de 2023

Crítica: Island Escape (2023)

Película escrita y dirigida por Bruce Wemple (Monstrous). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de septiembre.

Sinopsis:

Después de un misterioso accidente en un campo de investigación en la isla de Gran Manan, el CEO de una empresa contrata a un equipo de mercenarios para rescatar a su hija. Aunque una vez estando ahí se darán cuenta que no están solos y algo muy extraño ocurre en el lugar.


Comentarios generales:

Hay ocasiones en las que veo una película simplemente por el hecho de verla y no tanto porque verdaderamente me interese, siendo este el caso de Island Escape. Una propuesta que desde el trailer lucia poco confiable y dichas sospechas solo se confirmaron una vez concluido el visionado.

Y es que lo traído por Wemple es de esas historias que, en su afán por querer ser complejas, terminan sin tener sentido incluso si su base es muy simple. Poniéndonos frente a un grupo de mercenarios de los que no se nos explica gran cosa más allá de alguna motivación familiar bajo el propósito de agilizar las acciones y llevarlos rápidamente a la isla, donde se pretende generar misterio alrededor de situaciones genéricas que lo único que logran es establecer que lo que estamos viendo en cierta forma es más que nada una película de zombies. 

Aunque obviamente con un factor de bucle temporal extraño que con el pasar de los minutos se vuelve más confuso, lo cual no sería tan problemático si por lo menos las escenas de acción fueran interesantes, pero la realidad es que hay muy pocas y estas no añaden ningún tipo de emoción a lo que ocurre. Sobre todo porque al dividir en dos frentes los acontecimientos es claro que uno tiene prioridad sobre el otro, no solo por la cantidad de escenas “frenéticas” con los zombies con las que cuentan cada uno, sino porque el poco desarrollo referente a lo que hay detrás de la isla claramente tiene mayor profundización de un lado, a pesar de que la principal revelación se da en el otro.

Ante esto realmente nunca existe claridad y el ritmo se vuelve cansino, apostando todo a que la parte final sea la que salve este desastre. Un milagro que evidentemente nunca se da y no por la falta de intensidad (que ve un ligero incremento), más bien porque para este punto todo se siente hueco y ante eso absolutamente nada de lo presentado logra generar interés o proporcionar emoción a un cierre que te deja indiferente.

Las actuaciones en general son muy pobres y hay poco que mencionar en ese aspecto. Mientras que en producción tampoco tiene demasiado para presumir: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Island Escape es muy mala. Película que nunca sabe exactamente bien qué quiere lograr y termina cayéndose a pedazos.

Ojometro:
*

martes, 3 de octubre de 2023

Crítica: Saw X (2023)

Décima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Kevin Greutert (Saw VI, Saw 3D) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Pete Goldfinger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 29 de septiembre, recaudando hasta la fecha $29.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un enfermo y desesperado John Kramer (Tobin Bell) viaja a México para someterse a un procedimiento medico experimental buscando curar su cáncer, aunque durante su recuperación se da cuenta que todo ha sido una estafa por la que hará pagar a los responsables.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años atrás salió “Spiral: From the Book of Saw” el sentimiento general fue que no era una buena película, pero que por lo menos iba a servir para darle nueva vida a una franquicia que se encontraba en terapia intensiva. Algo que hasta hace no mucho parecía impensado gracias a la sobreexplotación que tuvo y por lo cual resulta agradable ver un regreso tan satisfactorio como el que ha representado Saw X.

Y mucho de eso se debe a que Greutert y compañía toman una decisión inteligente al no enfocarse únicamente en el shock continuo como ha sido habitual en muchas de las secuelas y mejor tratan de construir una historia sólida en la que sea John Kramer el centro de atención (esta se lleva a cabo entre Saw I y II). Lo cual podría sonar no tan emocionante, pero la realidad es que como consecuencia tenemos un primer acto bastante interesante en el que podemos ver un lado más humano e incluso vulnerable de nuestro protagonista, quien en su desesperación por curarse del cáncer baja la guardia como nunca antes y gracias a ello podemos conocer a un conjunto de personajes con los que está más que justificada la brutalidad que se viene por delante.

Ya que cuando se revela la estafa las cosas se vuelven más oscuras y la vibra conocida de Saw se empieza a manifestar, aunque durante este periodo también se recurre a un terror un poco más convencional para traer de vuelta a Amanda. Generando así una expectativa importante con respecto a la venganza de Jigsaw, cuyos juegos en esta ocasión puede que no resulten tan rimbombantes en lo que respecta a la elaboración, más si cumplen por completo el objetivo de proporcionar un nivel de tensión brutal y las dosis de impacto visual elevadas que uno espera; especialmente porque no se ponen ningún tipo de limite en los fatales resultados.

Junto con esto también nos encontramos con ciertos dilemas por parte de Amanda que ayudan a profundizar su relación con Kramer y, sobre todo, le dan cierta pausa a las cosas. Logrando así que después de que cada muerte exista un periodo donde se pueda desarrollar de manera clara la situación y también se vaya posicionando al personaje de Cecilia como alguien de cuidado rumbo a la parte final.

Una que pone a nuestra pareja de asesinos en una situación un tanto atípica que no es tan sorpresiva, pero que ayuda a que el desenlace sea intenso y se pueda construir el típico giro de estas películas. El cual tal vez no sea el más impactante en cuanto a su ejecución, aunque si deja las semillas plantadas para una posible secuela directa.

De las actuaciones sin duda es la entrega en donde se puede ver al mejor Tobin Bell, ya que no solo mantiene todo lo que hizo a John Kramer/Jigsaw tan popular, sino que también se puede ver un lado más humano que le añade profundidad al personaje. Y lo mismo aplica para Shawnee Smith (Amanda) en un nivel más bajo; además de que Synnove Macody Lund (Cecilia Pederson) también realiza un buen trabajo como la antagonista.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de muy buen nivel y la labor de maquillaje impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Saw X me gustó bastante. Sin duda la mejor entrega desde la original de 2004 y una que vuelve a poner a la franquicia en el mapa.

Ojometro:
*****

viernes, 29 de septiembre de 2023

Crítica: No One Will Save You (2023)

Película escrita y dirigida por Brian Duffield. Se estrenó el pasado 22 de septiembre a nivel mundial por medio de Hulu (Estados Unidos), Star+ (Latinoamérica) y Disney+ (Europa/Asía).

Sinopsis:

Brynn (Kaitlyn Dever) vive exiliada en su casa de la infancia mientras llora las muertes de su madre y su mejor amiga. Su vida es solitaria y pacífica, hasta que una noche se encuentra un alíen dentro de su casa que la obligará a iniciar una batalla por sobrevivir.


Comentarios generales:

Queda claro que 20th Century Studios serán los encargados de producir las películas que en Disney sienten que no siguen la línea familiar y eso es una gran noticia debido a que, de momento, se ha podido ver que los han dejado trabajar con libertad. Lo único malo es que pareciera que las producciones de terror pensadas para los servicios de streaming no son algo prioritario y por lo consiguiente no hacen mucho para promocionarlas, dejando que proyectos como No One Will Save You pasen bastante desapercibidos.

Lo cual es triste porque lo traído por Duffield vale mucho la pena debido a que convierte una premisa simple en algo que se siente fresco sin serlo en realidad. Esto por medio de una historia que arranca exponiendo puntos base con respecto a Brynn como su soledad o el evidente rencor que le tiene el resto de la comunidad, pero que en una decisión ciertamente arriesgada expone a los aliens justo pasados los 10 minutos de haber iniciado para generar una sorpresa importante desde muy temprano y establecer el ritmo frenético que será predominante.   

Combinando escenas suspenso con otras de acción para construir una dinámica muy entretenida en la que nuestra protagonista se ve obligada a mostrar un instinto de supervivencia extremo y pelear sin respiro con cualquier recurso que tenga a su alcance bajo un escenario en el que es claro que tiene una gran desventaja, no solo por la amenaza alienígena, sino porque en verdad se encuentra totalmente sola. Añadiéndole así una sensación de riesgo muy elevada que solo se va incrementando conforme tiene encuentros con distintas clases de aliens, quienes al volverse más raros en cuanto a su diseño también hacen que el incremento en el nivel de intensidad sea notorio. 

Dejando todo preparado para una parte final que sin duda será lo más problemático para muchas personas debido a que toma un rumbo extraño más cargado hacía el sci-fi, mientras al mismo tiempo reduce las dosis de acción con el propósito de aclarar la pregunta clave (¿Por qué el pueblo no quiere a Brynn?). Teniendo como resultado un desenlace con un giro que puede generar tanto sorpresa como desencanto dependiendo de cual sea la interpretación que se le dé al peculiar cierre.

En lo que se refiere a las actuaciones, este es el show de Kaitlyn Dever y honestamente su trabajo es bastante impresionante considerando que no hay diálogos y no interactúa con ningún otro actor el 98% del tiempo. Ofreciendo una dualidad interesante como esta persona tranquila a la que no le afecta vivir en soledad, pero a la vez tiene un instinto de supervivencia enorme cuando se trata de combatir por su vida.

Y en cuanto a producción nos encontramos con una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, el score es sólido, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos tienen ciertos altibajos al sustentarse mucho en el CGI y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: No One Will Save You me gustó. Buena película de aliens con bastante acción, aunque puede que no sea para todo el mundo (sobre todo por su final).

Ojometro:
****