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viernes, 6 de octubre de 2023

Crítica: Island Escape (2023)

Película escrita y dirigida por Bruce Wemple (Monstrous). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de septiembre.

Sinopsis:

Después de un misterioso accidente en un campo de investigación en la isla de Gran Manan, el CEO de una empresa contrata a un equipo de mercenarios para rescatar a su hija. Aunque una vez estando ahí se darán cuenta que no están solos y algo muy extraño ocurre en el lugar.


Comentarios generales:

Hay ocasiones en las que veo una película simplemente por el hecho de verla y no tanto porque verdaderamente me interese, siendo este el caso de Island Escape. Una propuesta que desde el trailer lucia poco confiable y dichas sospechas solo se confirmaron una vez concluido el visionado.

Y es que lo traído por Wemple es de esas historias que, en su afán por querer ser complejas, terminan sin tener sentido incluso si su base es muy simple. Poniéndonos frente a un grupo de mercenarios de los que no se nos explica gran cosa más allá de alguna motivación familiar bajo el propósito de agilizar las acciones y llevarlos rápidamente a la isla, donde se pretende generar misterio alrededor de situaciones genéricas que lo único que logran es establecer que lo que estamos viendo en cierta forma es más que nada una película de zombies. 

Aunque obviamente con un factor de bucle temporal extraño que con el pasar de los minutos se vuelve más confuso, lo cual no sería tan problemático si por lo menos las escenas de acción fueran interesantes, pero la realidad es que hay muy pocas y estas no añaden ningún tipo de emoción a lo que ocurre. Sobre todo porque al dividir en dos frentes los acontecimientos es claro que uno tiene prioridad sobre el otro, no solo por la cantidad de escenas “frenéticas” con los zombies con las que cuentan cada uno, sino porque el poco desarrollo referente a lo que hay detrás de la isla claramente tiene mayor profundización de un lado, a pesar de que la principal revelación se da en el otro.

Ante esto realmente nunca existe claridad y el ritmo se vuelve cansino, apostando todo a que la parte final sea la que salve este desastre. Un milagro que evidentemente nunca se da y no por la falta de intensidad (que ve un ligero incremento), más bien porque para este punto todo se siente hueco y ante eso absolutamente nada de lo presentado logra generar interés o proporcionar emoción a un cierre que te deja indiferente.

Las actuaciones en general son muy pobres y hay poco que mencionar en ese aspecto. Mientras que en producción tampoco tiene demasiado para presumir: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Island Escape es muy mala. Película que nunca sabe exactamente bien qué quiere lograr y termina cayéndose a pedazos.

Ojometro:
*

martes, 14 de junio de 2022

Crítica: Offseason (2022)

Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, Carnage Park). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 14 de junio.

Sinopsis:

Después de recibir una misteriosa carta, Marie Aldrich (Jocelin Donahue) viaja a una isla con un pueblo aislado para quedar pronto atrapada en una pesadilla.  


Comentarios generales:

Son tantas las películas que salen en el año que resulta complicado estar al pendiente de absolutamente todas y por eso en ocasiones algunas suelen pasarme desapercibidas hasta que me topo con ellas por distintas circunstancias, siendo precisamente ese el caso con Offseason. Un trabajo de un director del que ya he escrito varias veces en el blog, pero del que no tenía conocimiento y que probablemente me hubiera entusiasmado, para posteriormente haberme dejado una sensación agridulce.

Y es que lo traído por Keating tiene una vibra muy marcada a Lovecraft/Silent Hill, pero la manera en la que pretende contarnos su historia no es precisamente la más atractiva. Ya que durante los primeros 30 minutos queda claro que esta será una experiencia que se sustentará de manera importante en la atmósfera, principalmente utilizando mucha neblina para hacer que lo que ocurre en el pueblo genere suspenso sin que se necesiten interacciones al por mayor; sin embargo, esto también termina haciendo que las acciones se tornen un tanto pesadas de manera rápida.

Más que nada porque una vez que se agota la novedad para el segundo acto la dinámica entra en un circulo repetitivo que tiene momentos que funcionan muy bien y otros que no, sustentados principalmente en la desesperación de Marie por saber exactamente qué es lo que ocurre. Lo cual añade cierta tensión y un aire de soledad convincente, aunque lamentablemente el hecho de que exista tan poco con que trabajar la historia termina perjudicándola al dejar muchos huecos en blanco durante el desarrollo, provocando con esto una sensación de vacío constante que no deja avanzar las cosas con fluidez o, en determinados casos, con lógica.

Algo que sin duda hace que el camino hacia la parte final sea tumultuoso, pero de cierta manera esta es lo mejor de la película. Principalmente porque la desesperación de nuestra protagonista es muy marcada y en general hay mayor caos que en todo lo previo, dejando así un desenlace que contesta algunas preguntas y trata de darle sentido a lo que puede.

De las actuaciones realmente Jocelin Donahue está bien a pesar de que por varios momentos su personaje puede llegar a fastidiar por las decisiones que toma, mientras que Richard Brake (cuidador del puente) realiza una breve aparición que termina destacando. En producción tenemos una factura cuidada a pesar de ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Offseason está ok. Película con altibajos que aún así logra ofrecer cosas interesantes para checarla.

Ojometro:
***

viernes, 13 de noviembre de 2020

Crítica: Death of Me (2020)

Película dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Ari Margolis, James Morley III y David Tish. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 17 de noviembre.

Sinopsis:

Christine (Maggie Q) y Neil (Luke Hemsworth) son una pareja de viaje en Tailandia que tendrá que descubrir el misterio detrás de un perturbador video en el que se muestra como uno de ellos asesina al otro.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios seguramente sabrán que soy bastante fan de Darren Lynn Bousman y todo en lo que esté involucrado suele llamarme la atención debido a que es un director al que no le da miedo tomar proyectos raros y gracias a ello su filmografía se podría catalogar como extravagante, al grado de que uno espera alguna locura cada que saca algo nuevo. Ese es su sello, aunque con Death of Me brilla por su ausencia.

Esto porque sin lugar a dudas se trata del filme más “normal” que le recuerde a Bousman, algo que no considero malo en sí, pero en este caso solo hace que el producto que ofrece te resulte indiferente. 

Ya que estamos ante una historia que, si bien cuenta con una idea base interesante, lo cierto es que el tiempo de efectividad del misterio que esta plantea caduca durante los primeros treinta minutos y a partir de ese punto todo se limita a tratar de encontrar una manera para disimular la falta de contenido relevante. Dando lo mismo si es por medio de recuerdos borrosos, habitantes comportándose de manera extraña o increíbles tomas del paisaje tailandés.

Orillando así a que el desarrollo se centre en darle vueltas a lo mismo varias veces, yendo del punto A al punto B (con alguna que otra escena de impacto) sin que se añada demasiada sustancia en medio y por lo consiguiente no existan los suficientes elementos que generen la tensión que deberían tener las acciones. Simplemente lo que ves es aburrido y para empeorar las cosas está el hecho de que el personaje de Christine en ningún punto te resulta agradable, es demasiado antipática y eso genera que el desarrollo en general se sienta muy pesado en todo momento.

Siendo la parte final la única en donde las cosas presentan una mejoría, sin que esto signifique un salto sustancial en la calidad con respecto a lo que ya hemos visto. Más que nada porque por fin se logra manifestar cierta sensación de peligro para la protagonista dentro de este territorio hostil y porque el cierre es mucho más oscuro de lo que te esperas.

En las actuaciones Maggie Q se queda muy corta con el protagónico, carece del carisma necesario para cargar con el peso de la historia y para la mitad del filme ya no te importa lo que le pase. Mientras que en lo relacionado con la producción es donde tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son bastante sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Death of Me es bastante aburrida. Más allá de unos bellos paisajes la verdad no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**

 

martes, 26 de mayo de 2020

Crítica: Fantasy Island (2020)


Película basada en la serie del mismo nombre dirigida por Jeff Wadlow (Truth or Dare), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jillian Jacobs y Christopher Roach. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de febrero, recaudando $47.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial; mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 19 de mayo.

Sinopsis:

El enigmático Mr. Roarke (Michael Peña) hace que las fantasías de sus afortunados huéspedes se vuelvan realidad en una lujosa isla remota. Pero cuando dichas fantasías se convierten en pesadillas, los huéspedes tendrán que sobrevivir al caos a como dé lugar.



Comentarios generales:

Mis únicas referencias con respecto a la serie de los 70s son algunos comentarios por parte de mis padres que la llegaron a ver debido a que gozó de cierta popularidad en México, así que me fue indiferente la polémica sobre si esta adaptación resultaba algo muy alejado a lo que era el material original. En realidad mi verdadero temor con Fantasy Island recaía en el hecho de que el equipo detrás de esta producción era el responsable de traernos una de las peores películas que ha sacado Blumhouse en años recientes, el cual queda claro que no aprendió absolutamente nada de dicha experiencia.

Y es que lo que nos trae Wadlow es de una calidad similar, aunque con el agregado de que el presupuesto es mucho mayor y el concepto como tal daba pie para ofrecer cosas mucho más originales con las que se pudiera hacer algo por lo menos entretenido. Sin embargo, lo que nos encontramos es una historia que por grandes lapsos pareciera ser una mezcla de varias películas completamente distintas en la que lo único que más o menos funciona es una primera media hora en donde se va directo al grano con el tema de las fantasías y, gracias al constante cambio de escenarios que involucran, se logra generar un ritmo ágil que ayuda a ocultar de cierto modo varias de las carencias ligadas al desarrollo o los diálogos ridículos.

Un  golpe de suerte que no dura demasiado debido a que con el pasar de los minutos empieza a ser evidente que lo que vemos no tiene demasiada lógica y ante eso se inserta de golpe un giro que trata de brindarle una explicación que resulta incluso más ridícula. Ocasionando con esto que la acción se intensifique, pero sin que esta lleve a escenarios interesantes; simplemente las cosas ocurren de manera random hasta que, otra vez, se vuelve a presentar un giro concebido esencialmente para añadir misterio rumbo a la parte final.

Lo cual no se escucha mal, de hecho, podría parecer una decisión sensata considerando el desastre que se generó sin demasiado esfuerzo. Aunque para nuestra mala fortuna los minutos finales son por mucho los peores.

Y es que por increíble que parezca se nos presenta un TERCER giro que acaba con la poca coherencia que todavía quedaba, llevando a extremos ridículos el tema de las fantasías con una justificación demasiado estúpida y un cierre que se siente complemente irrelevante.

En las actuaciones tenemos a un Michael Peña que no encaja en el rol de Mr. Roarke, una Lucy Hale (Melanie) carente de carisma para ser la protagonista y un resto de secundarios muy planos. La producción es de factura decente: el trabajo de fotografía es muy simple, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es sólido, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje es decente.

Opinión final: Fantasy Island es bastante mala. Un decepcionante intento para tratar de revivir una idea del pasado.

Ojometro:
**

jueves, 14 de junio de 2018

Crítica: Island Zero (2018)


Película dirigida por Josh Gerritsen (quien hace su debut tras la cámara) y escrita por Tess Gerritsen. Se estrenó el pasado 15 de mayo vía VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está planeada para el mes de julio.

Sinopsis:

Los habitantes de una isla pesquera cerca de Maine se encuentran incomunicados del mundo exterior después de que misteriosamente el ferry que los conecta deja de pasar. Al inicio parece un simple evento sin importancia, pero con el transcurso de los días el panorama se vuelve cada vez más desalentador y las cosas empeoran cuando restos humanos empiezan a aparecer a en la costa.



Comentarios generales:

Al ver la palabra “Zero” en cualquier titulo uno puede imaginarse más o menos de lo que puede tratar la película, no existe mucha ciencia al respecto y por lo general dichas suposiciones se suelen cumplir. Sin embargo, en el caso de Island Zero todo indicaba que sería algo un poco distinto y eso me llamaba la atención debido a que lucía como un pequeño proyecto con intenciones interesantes, pero terminó siendo una tremenda decepción.

Y es que lo que nos traen los Gerritsen se nota a todas luces que es un trabajo en el que ciertamente había una idea clara sobre lo que querían contar, más no sabían exactamente cómo hacerlo. Obligándonos así a ver una película que tiene un inicio sumamente lento que involucra a un grupo de habitantes que se comporta de manera poco sensata ante una situación que claramente no es normal, provocando así que uno como espectador no pueda tomar en serio nada de lo que ocurre y resulte imposible el poder sentir empatía hacía cualquiera de los personajes.

Por si esto no fuera suficiente, el ritmo con el que se desarrolla la historia es demasiado cansino y ante la carencia de eventos relevantes en verdad uno se pone la aburrida de su vida esperando a que ocurra algo de interés. Ya que esta es una película en donde la mayoría de los sucesos violentos se desarrollan fuera de cámara durante al menos 55 minutos con la idea de construir cierto suspenso y generar expectativa por saber qué demonios es la amenaza, pero esto se extiende demasiado; al grado de que cuando por fin se da la revelación te termina importando muy poco. Mucho más porque se trata de una que es invisible en un claro intento por mantener a raya el presupuesto (aunque la justificación brindada resulta coherente).

La parte final es tal vez lo más entretenido. Se añade cierto elemento militar que brinda contexto al tema de la amenaza y por algunos instantes se logra generar cierta sensación de peligro importante a pesar de que no existe nada particularmente destacado.

De las actuaciones la única que a mi juicio se salva es la de Laila Robins (Maggie), quien sin hacer nada espectacular saca adelante al personaje menos plano de todos y logra brindar una figura de liderazgo decente. La producción es realmente limitada: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte no presenta gran cosa, el score cumple, la labor de sonido está ok y los efectos son bastante arcaicos.

Opinión final: Island Zero es bastante mala. Un proyecto pequeño sin pies ni cabeza que no vale la pena que vean.

Ojometro:
**