viernes, 13 de octubre de 2023

Crítica: V/H/S/85 (2023)

Sexta entrega de la franquicia, la cual cuenta con la participación de 5 distintos directores. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Revelados durante un documental hecho para la TV, cinco videos emergen para llevar a los espectadores a un aterrador viaje dentro de la siniestra mitad de la década de los 80s. 


Comentarios generales:

El que la franquicia de V/H/S se haya vuelto anual tiene sus pros y sus contras, ya que por un lado siempre se agradecerá el poder contar con una antología lista para las épocas de Halloween, pero por el otro se obliga a que el proceso creativo sea mucho más acelerado, provocando un patrón en el que veamos una entrega buena y una mala. Algo que se pudo notar en los dos años anteriores y que sigue siendo evidente con V/H/S/85, aunque en esta ocasión del lado positivo.

Siendo esta la mejor entrega desde que se trajo de vuelta a la antología y mucho se debe a que el año elegido en esta ocasión se siente mejor aprovechado, tanto en estética como en las historias. Tal vez todavía no con la consistencia idónea para ofrecer un producto más trascendente, pero si se puede notar un poco más de innovación en lo que quiere contar cada director y eso hace que se sienta mayor frescura en comparación a lo visto anteriormente.

En cuanto a producción es evidente que ninguno de los cortos tuvo un presupuesto muy elevado y eso ayuda a que todos mantengan una presentación similar. Algunos con un poco más de cuidado en los detalles (“God of the Dead”) y otros explotando de mejor forma los elementos de impacto (“No Wake”, “Dream Kill”).

Pasando los cortos:


“Total Copy” (David Bruckner)

Esta es la historia enlace y honestamente no es muy atractiva, lo cual es lo habitual en la franquicia. Sirviendo primordialmente para poder darte tiempo de digerir las propuestas de los demás directores, aunque todo lo que presenta es demasiado predecible y eso le quita interés.  


“No Wake” (Mike P. Nelson)

Un muy buen inicio que no parece ser nada extraordinario, pero en cuestión de instantes cambia por completo el rumbo. Proporcionando un nivel de impacto elevado por medio de una situación agobiante en la que hay sangre y momentos gráficos; donde el no saber exactamente bien qué fue lo que ocurrió le añade mucho misterio con un propósito claro que comprenderemos (en parte) más adelante.


“God of the Dead” (Gigi Saul Guerrero)

Corto que utiliza como base el sismo del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México y en el que se plasma de gran manera la estética ochentera de la televisión mexicana de aquella época. Lo malo es que después de unos primeros minutos intensos se va cayendo poco a poco hasta llegar a un punto en el que la idea inicial se difumina y termina mostrando algo que siente un tanto fuera de lugar.


“TKNOGD” (Natasha Kermani)

Probablemente el más flojo de todos.

Gira en torno a cómo se le satanizaba a la tecnología en aquella época; sin embargo, al estar fuertemente sustentado en el dialogo se vuelve aburrido y jamás puede redondear el concepto. Afectando sus intentos por añadir cierto shock en su conclusión.


“Ambrosia” (Mike P. Nelson)

Es la continuación de “No Wake” y aunque no es tan sólido como este, si logra ofrecer un rato agradable. Más que nada porque nuevamente apela a la sorpresa y es gracias a esta que se da la conexión, además de que proporciona una buena dosis de acción que magnifica la peligrosidad de los individuos que la protagonizan.


“Dream Kill” (Scott Derrickson)

Sin duda el corto que más llama la atención gracias a su director.

Es el más original y el que cuenta con mayor tiempo para desarrollarse, algo que es de gran ayuda debido a que la historia es demasiado fantasiosa. Igualmente, es el que cuenta con una atmósfera más absorbente y la mayor exposición de violencia para generar un tono oscuro con el propósito de provocar una sensación de riesgo importante que termina explotando de manera genial en los minutos finales.

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Opinión final: V/H/S/85 está entretenida. Probablemente la mejor entrega de la antología desde V/H/S/2 y una buena opción para pasar el rato durante este Halloween.   

Ojometro:
***

martes, 10 de octubre de 2023

Crítica: The Exorcist: Believer (2023)

Película dirigida por David Gordon Green (Halloween), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Peter Sattler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $45 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Angela (Lidya Jewett) y Katherine (Olivia Marcum) desaparecen en el bosque y son encontradas tres días después sin que ninguna de ellas recuerde lo que ocurrió. Sin embargo, con el pasar de los días su comportamiento perturbador hace que sus padres recurran a todo lo posible para curarlas, incluyendo buscar la ayuda de Chris MacNeil (Ellen Burstyn).


Comentarios generales:

No existen muchas películas de terror que cuenten con el estatus de “The Exorcist” a nivel industria y cultural, así que cada vez que sale un nuevo proyecto con su nombre las expectativas suelen ser muy altas por todo lo que significa históricamente para el género. Ante esto la responsabilidad es demasiado grande, pero gracias a la presencia de Blumhouse y David Gordon Green parecía que la franquicia había quedado en las mejores manos posibles y el anuncio de una nueva trilogía emocionó a muchos; sin embargo, The Exorcist: Believer está lejos de ser ese gran inicio que se esperaba. 

Y es que lo traído por David Gordon Green es una historia que raya en lo genérico y su única carta fuerte para tratar de diferenciarse es tener dos posesiones simultáneas, lo cual nunca se aprovecha dado a que se muestra una gran falta de imaginación para integrar dicho recurso de manera interesante. Obligándonos a tener que tragarnos una primera media hora demasiado aburrida en la que la desaparición de las chicas es el punto central, pero todo lo que ocurre carece de interés dado a que no se profundiza en sus personalidades o en su amistad, dejándonos ante una situación en la que resulta difícil poder sentir preocupación por ellas.

Un problema que se queda anclado por el resto del filme y que ni siquiera con las posesiones se puede solventar, sobre todo porque una vez que empiezan a manifestarse el enfoque se traslada más a las creencias de los padres y no tanto al sufrimiento de las niñas. Poniendo sobre la mesa el tema de que cada cultura/religión tiene sus propios rituales para expulsar al mal dentro de una persona y no es algo exclusivo del catolicismo, siendo este un punto interesante que lamentablemente tampoco se desarrolla de la mejor manera y solo sirve para meter con calzador al personaje de Chris MacNeil, cuyo aporte a la trama es nulo.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, otro grave problema es que jamás se logra generar una atmósfera oscura que ayude a construir escenas visualmente memorables durante la segunda mitad de película. Y tampoco existe la suficiente habilidad para lograr que los pocos jump scares utilizados sean efectivos en su tarea de vender la idea de que la amenaza va más allá de lo ordinario.

Llevando así a una parte final que por lo menos cuenta con una pequeña dosis de originalidad por medio de los rituales de otras culturas al momento de realizar el exorcismo y gracias a eso se logra que esto sea de lo poco que valga la pena. Especialmente porque durante el desenlace se hace una revelación que añade bastante impacto y con ello la carga emocional que había sido casi inexistente ahora si se pueda sentir.

En el tema de las actuaciones las únicas que sobresalen son Lidya Jewett y Olivia Marcum como las niñas poseídas, ellas hacen un buen trabajo. Aunque del elenco adulto no se puede decir lo mismo ante lo complicado que resulta poder comprar su pena y las actitudes demasiado exageradas que presentan; ni que decir del cameo glorificado de una totalmente desperdiciada Ellen Burstyn.

Y en cuanto a producción, se tiene una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score sólido (Tubular Bells nunca decepciona), el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Exorcist: Believer es decepcionante. Película con ideas poco claras de la que se puede rescatar poco. 

Ojometro:
**

viernes, 6 de octubre de 2023

Crítica: Island Escape (2023)

Película escrita y dirigida por Bruce Wemple (Monstrous). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de septiembre.

Sinopsis:

Después de un misterioso accidente en un campo de investigación en la isla de Gran Manan, el CEO de una empresa contrata a un equipo de mercenarios para rescatar a su hija. Aunque una vez estando ahí se darán cuenta que no están solos y algo muy extraño ocurre en el lugar.


Comentarios generales:

Hay ocasiones en las que veo una película simplemente por el hecho de verla y no tanto porque verdaderamente me interese, siendo este el caso de Island Escape. Una propuesta que desde el trailer lucia poco confiable y dichas sospechas solo se confirmaron una vez concluido el visionado.

Y es que lo traído por Wemple es de esas historias que, en su afán por querer ser complejas, terminan sin tener sentido incluso si su base es muy simple. Poniéndonos frente a un grupo de mercenarios de los que no se nos explica gran cosa más allá de alguna motivación familiar bajo el propósito de agilizar las acciones y llevarlos rápidamente a la isla, donde se pretende generar misterio alrededor de situaciones genéricas que lo único que logran es establecer que lo que estamos viendo en cierta forma es más que nada una película de zombies. 

Aunque obviamente con un factor de bucle temporal extraño que con el pasar de los minutos se vuelve más confuso, lo cual no sería tan problemático si por lo menos las escenas de acción fueran interesantes, pero la realidad es que hay muy pocas y estas no añaden ningún tipo de emoción a lo que ocurre. Sobre todo porque al dividir en dos frentes los acontecimientos es claro que uno tiene prioridad sobre el otro, no solo por la cantidad de escenas “frenéticas” con los zombies con las que cuentan cada uno, sino porque el poco desarrollo referente a lo que hay detrás de la isla claramente tiene mayor profundización de un lado, a pesar de que la principal revelación se da en el otro.

Ante esto realmente nunca existe claridad y el ritmo se vuelve cansino, apostando todo a que la parte final sea la que salve este desastre. Un milagro que evidentemente nunca se da y no por la falta de intensidad (que ve un ligero incremento), más bien porque para este punto todo se siente hueco y ante eso absolutamente nada de lo presentado logra generar interés o proporcionar emoción a un cierre que te deja indiferente.

Las actuaciones en general son muy pobres y hay poco que mencionar en ese aspecto. Mientras que en producción tampoco tiene demasiado para presumir: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Island Escape es muy mala. Película que nunca sabe exactamente bien qué quiere lograr y termina cayéndose a pedazos.

Ojometro:
*

martes, 3 de octubre de 2023

Crítica: Saw X (2023)

Décima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Kevin Greutert (Saw VI, Saw 3D) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Pete Goldfinger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 29 de septiembre, recaudando hasta la fecha $29.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un enfermo y desesperado John Kramer (Tobin Bell) viaja a México para someterse a un procedimiento medico experimental buscando curar su cáncer, aunque durante su recuperación se da cuenta que todo ha sido una estafa por la que hará pagar a los responsables.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años atrás salió “Spiral: From the Book of Saw” el sentimiento general fue que no era una buena película, pero que por lo menos iba a servir para darle nueva vida a una franquicia que se encontraba en terapia intensiva. Algo que hasta hace no mucho parecía impensado gracias a la sobreexplotación que tuvo y por lo cual resulta agradable ver un regreso tan satisfactorio como el que ha representado Saw X.

Y mucho de eso se debe a que Greutert y compañía toman una decisión inteligente al no enfocarse únicamente en el shock continuo como ha sido habitual en muchas de las secuelas y mejor tratan de construir una historia sólida en la que sea John Kramer el centro de atención (esta se lleva a cabo entre Saw I y II). Lo cual podría sonar no tan emocionante, pero la realidad es que como consecuencia tenemos un primer acto bastante interesante en el que podemos ver un lado más humano e incluso vulnerable de nuestro protagonista, quien en su desesperación por curarse del cáncer baja la guardia como nunca antes y gracias a ello podemos conocer a un conjunto de personajes con los que está más que justificada la brutalidad que se viene por delante.

Ya que cuando se revela la estafa las cosas se vuelven más oscuras y la vibra conocida de Saw se empieza a manifestar, aunque durante este periodo también se recurre a un terror un poco más convencional para traer de vuelta a Amanda. Generando así una expectativa importante con respecto a la venganza de Jigsaw, cuyos juegos en esta ocasión puede que no resulten tan rimbombantes en lo que respecta a la elaboración, más si cumplen por completo el objetivo de proporcionar un nivel de tensión brutal y las dosis de impacto visual elevadas que uno espera; especialmente porque no se ponen ningún tipo de limite en los fatales resultados.

Junto con esto también nos encontramos con ciertos dilemas por parte de Amanda que ayudan a profundizar su relación con Kramer y, sobre todo, le dan cierta pausa a las cosas. Logrando así que después de que cada muerte exista un periodo donde se pueda desarrollar de manera clara la situación y también se vaya posicionando al personaje de Cecilia como alguien de cuidado rumbo a la parte final.

Una que pone a nuestra pareja de asesinos en una situación un tanto atípica que no es tan sorpresiva, pero que ayuda a que el desenlace sea intenso y se pueda construir el típico giro de estas películas. El cual tal vez no sea el más impactante en cuanto a su ejecución, aunque si deja las semillas plantadas para una posible secuela directa.

De las actuaciones sin duda es la entrega en donde se puede ver al mejor Tobin Bell, ya que no solo mantiene todo lo que hizo a John Kramer/Jigsaw tan popular, sino que también se puede ver un lado más humano que le añade profundidad al personaje. Y lo mismo aplica para Shawnee Smith (Amanda) en un nivel más bajo; además de que Synnove Macody Lund (Cecilia Pederson) también realiza un buen trabajo como la antagonista.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de muy buen nivel y la labor de maquillaje impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Saw X me gustó bastante. Sin duda la mejor entrega desde la original de 2004 y una que vuelve a poner a la franquicia en el mapa.

Ojometro:
*****