martes, 10 de septiembre de 2024

Crítica: Beetlejuice Beetlejuice (2024)

Secuela del clásico de 1988 dirigida por Tim Burton, cuyo guión fue co-escrito por Alfred Gough y Miles Millar. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos (así como en otros mercados) los pasados 5 y 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $145.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sufrir una trágica pérdida, tres generaciones de la familia Deetz regresan a la casa en Winter River. Aunque todo se vuelve un caos cuando Astrid (Jenna Ortega) entra por accidente al mundo de los muertos y obliga a Lydia (Winona Ryder) a tener que pedirle ayuda a Beetlejuice (Michael Keaton) para traer a su hija de vuelta.


Comentarios generales:

“Beetlejuice” es una de esas películas con las que todo se alineó para que fuera un éxito total a finales de los 80s, pero salvo por su subsecuente caricatura nunca fue vista como una posible franquicia que se pudiera explotar de manera importante. Sin embargo, conforme pasó el tiempo fue quedando claro que el personaje era uno de esos eternos que jamás iban a desaparecer de la memoria colectiva y un regreso que parecía imposible finalmente se materializó con una secuela que logra darle un segundo aire de manera efectiva.

Y es que Tim Burton nos trae una película concebida totalmente para divertir al público apelando a la nostalgia sin abusar de esta y, sobre todo, apostando por un caos narrativo que le permita exponer a la mayor cantidad de personajes posibles sin importar que esto ponga en predicamentos la cohesión de la historia principal con el resto de las subtramas. Algo que es notorio durante un primer acto en el que se tienen que establecer varias caras nuevas al grado de que por momentos parece que Lydia y Beetlejuice son personajes secundarios, aunque esto en general no afecta demasiado gracias a la forma en la que se muestra cómo las tres mujeres Deetz lidian con la muerte y el humor que se inyecta alrededor de su conflictiva relación familiar.

Ante esto el inicio puede resultar algo lento, pero una vez que entra más en juego Beetlejuice las cosas se agilizan y el ritmo solo va en aumento cuando el tema sobrenatural empieza a tomar el mando conforme se va alternando lo que ocurre en el mundo de los vivos con el de los muertos. Llevándonos no solo a un viaje visual increíble, sino también a situaciones que empiezan a esclarecer las problemáticas principales y proporcionan una dinámica que hace que algunas cuestiones cuyo nivel de importancia parecía mayor sean resueltas de manera sorpresivamente rápida para abrirle el camino a la irreverencia total con nuestro bio-exorcista favorito.

Logrando así varios momentos divertidos que exponen a Beetlejuice como el cabronazo sin escrúpulos de siempre y eso ayuda a construir una parte final que, a pesar de todo, logra amalgamar las subtramas restantes para que sean resueltas al mismo tiempo teniéndolo a él como el engranaje principal. Dejándonos un desenlace que definitivamente es lo más peculiar del filme y que abre la posibilidad de que esto no sea lo último que veamos.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que sin duda son estas las que sostienen a la película y hacen que sea efectiva incluso con el caos mencionado. Con un Michael Keaton que pareciera que nunca dejó de interpretar al personaje durante todo este tiempo y con una excelente Catherine O'Hara (Delia Deetz) que por grandes lapsos opaca a Winona Ryder y a Jenna Ortega con un personaje que rivaliza con el propio demonio en cuanto al nivel de excentricidad.

Sobre la producción nos encontramos con una factura de alto calibre: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte excelente, el score es genial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son una buena mezcla de prácticos/CGI y la labor de maquillaje es estupenda.

Opinión final: Beetlejuice Beetlejuice me gustó. Película divertida con las dosis de extravagancia y nostalgia necesarias para pasar un rato agradable.

Ojometro:
****

viernes, 6 de septiembre de 2024

Crítica: Hell Hole (2024)

Película dirigida por John Adams y Toby Poser, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Lulu Adams. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentran trabajando en Serbia, un equipo de extracción estadounidense descubre con vida a un soldado francés de las épocas de Napoleón. Aunque no viene solo, sino que su cuerpo es el anfitrión de un peligroso parasito.   


Comentarios generales:

El humor negro dentro del cine de terror no es algo extraño, pero suele ser difícil manejarlo de manera efectiva sin caer en los clichés habituales y por ello mismo pocas películas trascienden más allá de la simple novedad. Y en el caso de Hell Hole todo indicaba que ese sería su destino dado a que el trailer no mostraba nada particularmente llamativo, aunque el resultado ha sido mucho más mediocre de lo esperado.

Ya que lo traído por Adams y Poser nunca parece tener una idea bien definida sobre lo que quiere lograr al contarnos una historia que siempre se queda a medias en cuanto al humor negro y jamás explota como debería en el lado de película de monstruos. Ocasionando con esto que desde el primer acto sea complejo involucrarte de lleno con la potencial situación de riesgo dado a que el grupo de personajes no es muy carismático y también porque el tema del parasito se expone de una manera poco creativa, al grado de que su peculiar forma de introducirse en sus víctimas solo queda como una mera curiosidad y no como un recurso con el cual se puedan construir momentos divertidos que lleven al caos.

Algo que más o menos tratan de corregir durante el segundo acto al añadir escenas un poco más sangrientas para generar impacto, lo malo es que esto solo tiene un tiempo de efectividad limitado y una vez que pasa dicha novedad se vuelve a caer en una dinámica aburrida en la que se pretende vender un conflicto entre bandos que no lleva a ningún lado. Entrando así en un ciclo repetitivo que nunca es capaz de elevar el nivel de intensidad y por lo mismo hace que la sensación de peligro vaya disminuyendo debido a que realmente no hay demasiada acción que pueda maquillar lo poco que ocurre en pantalla con respecto a la amenaza.  

Y esto se incrementa aún más durante una parte final en donde claramente se aceleran de golpe las acciones para no tener que dar demasiadas explicaciones, esperando a que con un par de diálogos científicos sea más que suficiente para solventar este problema y dejarnos ante un cierre que no solo carece de emociones, sino que se siente totalmente vacío.

Las actuaciones son mediocres y mucho de eso se debe a la poca claridad con la que se aborda la temática, lo cual deja a todo el elenco en una posición en la que no saben realmente hacía donde llevar sus interpretaciones. Mientras que en producción tenemos una factura con poco para destacar: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección de arte es pobre, cuenta con un score genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos están ok y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Hell Hole es decepcionante. Película llena de dudas que pasará al olvidó en un par de semanas.

Ojometro:
** 

martes, 3 de septiembre de 2024

Crítica: Longlegs (2024)

Película escrita y dirigida por Osgood Perkins (The Blackcoat's Daughter, Gretel & Hansel). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 12 de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 29 de agosto; recaudando hasta la fecha $102.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En su búsqueda de un prolífico asesino serial, la agente del FBI Lee Harker (Maika Monroe) descubre una serie de pistas ocultas que ella misma tendrá que resolver para ponerle fin a la aterradora ola de asesinatos.


Comentarios generales:

Cuando se tengan dudas sobre lo importante que es contar con una buena promoción solo pónganse a analizar el caso de Longlegs. Una película de la que no se sabía demasiado y que de la noche a la mañana empezó a recibir teasers crípticos que poco a poco la convirtieron en un auténtico fenómeno viral que la colocó en ese pedestal de lo más esperado de 2024, dejándola así en una posición en la que siempre se tienen todas las de perder; sin embargo, este no fue el caso.

Y es que más allá de las diversas opiniones que pudiera llegar a generar, lo cierto es que lo presentado por Perkins tiene más cosas positivas que negativas y esto lo logra por medio de una historia que de inicio no es precisamente la más innovadora (incluso hace recordar por momentos a “The Silence of the Lambs”), pero va mutando en algo que sabe combinar de manera efectiva el thriller policiaco, el thriller psicológico y el satanismo para brindarle un sello propio.

Todo bajo un misterio que en cuanto a lo más superficial no es demasiado complejo dado a que nunca existe la intención de ocultar la apariencia total de Longlegs o negar sus vínculos con los asesinatos, dejando que sea realmente el aspecto satánico el que genere la mayor cantidad de dudas y en base a ello utilizar al personaje de Lee Harker como el medio para potenciar la rareza del caso. No solo por el hecho de que ella misma es alguien peculiar, sino también porque rápidamente se establece una conexión importante que solo añade más capas al enigma y, sobre todo, genera una sensación de peligro para nuestra protagonista que eleva el nivel de suspenso con el pasar de los minutos.

Siempre con un ritmo bien cuidado que permite ir generando una atmósfera de constante tensión que ayuda a no tener que recurrir a las escenas de shock de manera tan repetitiva, logrando con esto que cada una tenga su importancia en el desarrollo y por lo mismo dejen una impresión más marcada, sobre todo cuando Longlegs empieza a tener más exposición. Llevándonos a situaciones que le dan prioridad al aspecto satánico y con ello se atan de a poco algunos puntos de gran relevancia que llevan al encuentro entre nuestros dos personajes más importantes para brindar el que es indudablemente el momento de mayor impacto.

Algo que deja todo preparado para una parte final que sin duda puede ser polémica y un factor fundamental para que muchos no terminen por disfrutar del todo la película al optar por no ser tan ambigua y tratar de dar las respuestas más concretas posibles. Lo cual incrementa todavía más la sensación de rareza y ciertamente le brinda mucha potencia al desenlace, pero también es cierto que dichas respuestas son bastante abstractas y por lo mismo uno se puede quedar con más dudas que certezas.

Las actuaciones están muy bien con una Maika Monroe que sabe llevar el peso de la historia sin demasiados problemas por medio de un personaje que cuenta con sus propias dosis de excentricismo, pero con el que se puede sentir empatía. Aunque es indudable que quien se llevará toda la atención es Nicolas Cage en su papel de Lonlegs, no solo por su caracterización, sino porque en verdad logra ser sumamente perturbador a pesar de que su tiempo en pantalla no es tan extenso.

En cuanto a producción tenemos una factura de gran nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de está bien cuidada, cuenta con un gran score, el trabajo sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta impecable.

Opinión final: Longlegs me gustó bastante. Película oscura y rara que logra casi todo lo que se propone de manera efectiva.

Ojometro:
*****

viernes, 30 de agosto de 2024

Crítica: Handling the Undead (2024)

Película basada en la novela del mismo nombre, la cual está dirigida por Thea Hvistendahl; quien es co-escritora del guión junto a John Ajvide Lindqvist. Se estrenó en cines dentro de Noruega y Suecia a inicios de 2024, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 6 de agosto.

Sinopsis:

En un día caluroso en Oslo, lo muertos misteriosamente se levantan y tres familias se ven envueltas en un caos cuando sus seres queridos fallecidos regresan. ¿Quiénes son ellos y qué es lo que quieren?


Comentarios generales:

Tras el reconocimiento que obtuvo por Let the Right One In, casi todo lo que haga John Ajvide Lindqvist es motivo de interés para muchas personas y cuando se supo que habría una nueva adaptación de otra de sus novelas la expectativa se fue hacia las nubes. Simplemente muchos esperaban ver una nueva obra maestra como la película sueca de 2008 que sacudió al cine de vampiros o por lo menos algo muy sólido como “Border”; sin embargo, Handling the Undead se queda muy lejos de eso.

Y es que Hvistendahl nos trae una historia con la que se toma muchas libertades y reta la paciencia del espectador de manera extrema al apostar por una experiencia más contemplativa que se aleje de los convencionalismos del cine de zombies, utilizando pocos diálogos y generando una atmósfera depresiva muy pesada que complemente el duelo de las tres familias centrales. Lo cual en el papel se escucha interesante y ciertamente durante los primeros 15/20 minutos el grado de efectividad en lo que propone es elevado, pero conforme transcurre el tiempo empieza a ser evidente que la propuesta carece de ideas para profundizar lo que ocurre.

Algo que se puede notar de manera más marcada durante el segundo acto una vez que los muertos vuelven a la vida debido a que el centro de atención no es el caos que esto genera, sino la respuesta tan blanda por parte de los familiares al ver a sus seres queridos de vuelta. Situación que hace que poco a poco el ritmo se vaya volviendo muy complicado de digerir ante el nulo interés por parte de la directora de mostrar algo de mayor intensidad, esperando siempre a que sea el conflicto interno por parte de los personajes el que cargue con todo el peso sin importar la acumulación de preguntas sin respuesta que esto va dejando en el camino y que ante la falta de tiempo difícilmente se podrán responder.

Simplemente todo es una depresión constante que no va a ningún lado, aunque también hay que decir que para la parte final se muestra un ligero interés por al menos dejar en claro que, en efecto, esta es una película de zombies.

Ofreciéndonos así los momentos más potentes del filme para confirmar lo que uno supone desde el primer instante en el que los muertos vuelven a la vida, pero una vez más esa obsesión por querer sustentar todo en base a lo emocional pone el freno de mano y nos deja con un desenlace frio que carece de verdadero impacto y por lo consiguiente solo provoca indiferencia.

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a un elenco que cumple su propósito, aunque dada la naturaleza misma de la película tampoco es que tengan mucha oportunidad para destacar demasiado. Mientras que en producción se tienen cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es muy bueno, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Handling the Undead está pasable. Película que requiere muchísima paciencia para poder conectar con lo que quiere contar.

Ojometro:
***