viernes, 11 de enero de 2013

Crítica: Cassadaga (2011)


Segunda película del director Anthony DiBlasi (Dread) que se estreno en el 2011 en los Estados Unidos, pero que no fue sino hasta el año pasado que tuvo una mayor exposición cuando salió en DVD en Europa. En México dudo que se estrene algún día, incluso su llegada en formato físico se ve complicada.  

Sinopsis:

Lily (Kelen Coleman) sufre la perdida de su hermano menor y eso la obliga a buscar un lugar en donde poder estar sola, siendo una comunidad espiritual llamada Cassadaga su elección. En ella parece encontrar el lugar perfecto; sin embargo, una situación del pasado empieza a agobiarla cuando un espíritu hace acto de presencia.



Comentarios generales: 

A mí me quedó la sensación de que DiBiasi por momentos no sabía qué tipo de ritmo quería imprimirle a la película, ya que durante los primeros 30 o 40 minutos todo transcurre muy lentamente y no parece conducirte a ningún lado. No es sino hasta el paso de la hora que las cosas empiezan a tomar más sentido y la historia se vuelve interesante; con algunas escenas bastante sólidas y un incremento en la tensión efectiva.

Aunque esto también se encarga de que el asesino te resulte un personaje tan intrascendente que al final realmente se siente como alguien metido con calzador en la historia. Vamos… como si el guionista primero hubiera tenido una idea y después la fue cambiando poco a poco hasta el punto en el que su idea original termino siendo totalmente secundaria.

En la cuestión de actuaciones está ok; realmente Coleman no es muy exigida aquí y prácticamente todos los demás actores aparecen poco en pantalla. En cuestión de producción no es nada espectacular, aunque en el aspecto de maquillaje si logran un muy buen trabajo visual en la única escena realmente perturbadora, dejándote la sensación de que eso pudo haber sido mejor explotado.

Opinión final: Cassadaga es una película con una premisa interesante que al final no explota todo su potencial y que desaprovecha a un asesino que podía haber dado mucho más. Aún así, es un trabajo sólido con cosas que valen la pena y que tal vez en algunos años eleve su valor.

Ojometro:
***