Clásico de culto de los 70s
dirigida por Charles B. Pierce (The Legend of Boggy Creek). Se ganó la
reputación de ser una película extremadamente difícil de conseguir debido a que
era prácticamente imposible encontrarla dado a que solo había sido lanzada en
VHS durante la década de los 80s, pero afortunadamente Shout! Factory la sacó
en DVD y BR el año pasado.
Sinopsis:
Basada en una serie de asesinatos
realizados en el año 1946 en la ciudad de Texarkana, Arkansas. Narra la
historia sobre como el Capitán J.D. Morales (Ben Johnson) y las autoridades
locales inician una de las búsquedas más grandes en la historia del estado para
tratar de encontrar al denominado Phantom Killer.
Comentarios generales:
Debido a que durante el 2014 se
tiene planeado el estreno del remake y porque hace poco la pude conseguir, me
pareció buena idea hablar sobre esta película que hasta ahora nunca había visto
completa y que en general es un trabajo bastante peculiar porque a pesar de que
salió antes que Halloween y Friday the 13th (el look de Jason en la segunda
parte claramente está inspirado en el de Phantom Killer) casi nadie la cataloga
como un slasher relevante, cuando en realidad tiene algunas cosas positivas que
se nota inspiraron a varias otras películas en ciertos aspectos.
Como se señala en la sinopsis está basada en asesinatos reales, pero Pierce solo los usa como la base para
contar una historia totalmente ficticia a la que le añade situaciones
caricaturescas y otras un tanto perturbadoras; todo bajo la idea de que lo que
estás viendo es un “documental” al integrar la voz de un narrador que maneja
diferentes tonos conforme la situación lo amerita. Aunque lamentablemente creo
que el humor tan simple y absurdo termina arruinando la experiencia: por cada
momento bien logrado con el asesino hay alguno cómico sin mucha gracia.
Y no es porque crea que agregar cosas chuscas este mal, mucho menos cuando estamos hablando de un filme que salió cuando los slashers apenas estaban forjando su identidad, pero simplemente no encajan. Inclusive por momentos no luce como una película de terror.
Y no es porque crea que agregar cosas chuscas este mal, mucho menos cuando estamos hablando de un filme que salió cuando los slashers apenas estaban forjando su identidad, pero simplemente no encajan. Inclusive por momentos no luce como una película de terror.
Por otra parte, las escenas que
involucran a Phantom Killer son lo que hacen de The Town That Dreaded Sundown
algo que vale pena. Ya que aunque visualmente no son nada impactantes ni
violentas, si logran crear una atmósfera de inseguridad durante hora y media
muy interesante: puede que el asesino no esté en pantalla y aún así siempre se
siente una sensación de peligro palpable, algo que ayuda principalmente a los últimos
15/20 minutos. Los cuales son muy buenos, llenos de tensión y acción que evitan
que el final te deje con un sabor amargo ante una resolución que nunca llega.
Las actuaciones son un tanto
exageradas, aunque Ben Johnson deja una buena interpretación como el capitán de
la investigación cuando no lo ponen en situaciones cómicas. En cuanto a
producción se nota que tuvo un presupuesto muy limitado, pero el hecho de que
pudieran filmar en Texarkana y sus alrededores le da un valor extra en todo lo
que respecta a la ambientación, que está bien complementada con un trabajo de fotografía
bastante efectivo.
Opinión final: The Town That
Dreaded Sundown tiene sus puntos altos y bajos, pero vale la pena. Especialmente
si tienen interés de ver el género slasher en sus primeros pasos.
***