viernes, 17 de enero de 2014

Crítica: Wishmaster III: Beyond the Gates of Hell (2001)

Tercera entrega de la franquicia y la primera dirigida por el director Chris Angel. Salió directamente en DVD en el año 2001 (en el Reino Unido bajo el nombre de Wishmaster 3: Devil Stone) y en la actualidad se puede encontrarla en dicho formato fácilmente, además de que esta disponible en servicios como Amazon Instant Video.

Sinopsis:

Diana Collins (A.J. Cook) es una estudiante universitaria que libera por error al Djinn. Quien se apodera del cuerpo del profesor Joel Barash (Jason Connery) y no descansará hasta que esta le pida sus tres deseos, aterrando a su paso a varios estudiantes dentro de la propia universidad.

Comentarios generales:

Debo de admitir que en mis planes no estaba escribir una crítica sobre esta película, pero dado a que la pasaron por TV y a que, como he mencionado en ocasiones anteriores, tengo un gusto bastante fuerte por A.J. Cook, decidí hacerla.

La verdad es que uno no tarda mucho en darse cuenta que Wishmaster III es una entrega cuyo principal propósito era alejarse de las dos anteriores para poder aprovechar el ultimo lapso de popularidad que provocó Scream a finales de los 90s e inicios de los 00s, ya que al adaptar la historia con universitarios simplemente cambio el escenario, pero no la fórmula en sí. Ante esto Angel realmente lo único que hace es seguir un camino muy básico para llevar las cosas sin el mayor contratiempo; de hecho, este es un trabajo con una estructura muy de slasher, donde uno realmente no tarda demasiado tiempo en descifrar quienes vivirán o morirán.

Todo se centra en ver a chicos tratando de correr por sus vidas a lo largo del campus, no hay mucha ciencia al respecto y en cierto modo eso es lo que evita que sea aburrida, aunque dentro de todo esto se les ocurrió (y tal vez sea el mayor riesgo de la película) incluir al Arcángel San Miguel. Si, leyeron bien, un arcángel entra a escena con una ineptitud sorprendente que seguramente ha provocado muchísimos lamentos con el paso de los años.

La otra diferencia más significativa es el nuevo Djinn: es mucho menos aterrador que el anterior, pero añade cierto tono cómico que marca una pequeña diferencia en la dinámica de las muertes.

El final es lamentable, prácticamente sacado de una película de Disney o comedia romántica. Lo cual es una pena porque por un breve instante parecía que las cosas seguirían otra línea mucho más depresiva.

En actuaciones es lo que toda película de adolescentes perseguidos de esa época era; Cook (por más que me encante) se vuelve bastante fastidiosa con el pasar de los minutos y Tobias Mehler tiene el mismo carisma que una cubeta de plástico con ojos pintados. En cuanto a la producción también se nota una reducción importante conforme a las anteriores, pero los puntos claves como la caracterización del Djinn o las muertes salen bien librados.

Opinión final: Wishmaster III es bastante olvidable, aunque está lejos de ser lo peor de la franquicia. Solo la recomendaría para aquellos curiosos que nunca han visto estas películas.

Ojometro:
**