martes, 21 de abril de 2015

Crítica: Headless (2015)


Primer largometraje del director Athur Cullipher, cuyo guión fue escrito por Nathan Erdel. De momento su mayor exposición se ha dado en festivales, pero a finales de marzo e inicios de abril sacaron a la venta ediciones limitadas en DVD y Blu-ray; mientras que ya anunciaron que para el mes de junio tendrá su lanzamiento a nivel nacional dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

El número de cadáveres se incrementa mientras un brutal asesino con máscara de calavera enfrenta a sus demonios del pasado en este slasher “perdido” de 1978.



Comentarios generales:

Este trabajo es un spin-off creado a partir de la genial "Found" de 2014, por lo cual tenía mucha curiosidad de saber cómo iban a utilizar el concepto presentado ahí; especialmente porque este no era muy elaborado que digamos y, salvo por una serie de brutales imágenes, carecía de contenido. Lo cual se refleja aquí, no porque el producto final sea malo, sino porque te deja la sensación de que un cortometraje hubiera resultado mejor opción para mostrar todo esto.

Ya que lo que nos trae Cullipher y Erdel es en realidad una serie de impactantes asesinatos cuyo lujo de detalle es brutal, iniciando con el ya mostrado en Found para establecer rápidamente el tono que manejará la película, así como el principal propósito: tratar de hacer sentir incomodo al espectador. Realmente la dinámica que sigue no es compleja, de hecho, tal vez sea lo más básico que uno pueda encontrar (asecho, captura, tortura, sexo con una cabeza) dado a que se repite una y otra vez; sin embargo, el ritmo es fluido y lo que ocurre en pantalla te atrapa por varios frentes debido a que no solo se trata de ver violencia extrema de alto impacto, sino que además el trabajo de fotografía logra generar una atmósfera macabra ideal y los diferentes sonidos te golpean a cada instante.

Su problema llega cuando la cuestión del impacto pierde su efecto y te empiezas a dar cuenta que la historia en realidad es casi inexistente, la cual pretenden disimular un poco a base de flashbacks muy huecos e incluso algo grotescos; así como con una pequeña historia entre una pareja que no aporta nada. Esto ocasiona que pasados los 50 minutos la película se torne aburrida porque ya se sabe en automático lo que va a ocurrir, no hay mucho esfuerzo por brindar algo nuevo y aunque entiendo perfectamente que la intención era hacer esto lo más violento posible para encajar de manera adecuada con la reputación vendida, definitivamente le hace falta algo más de sustancia.

La parte final la sentí un poco tediosa. Tratan de darle sentido a los actos del asesino después de revelar los flashbacks en su totalidad, pero se siente demasiado forzado lo que ves y en general no te brindan una respuesta concreta con respecto al niño; aunque es agradable ver que no optaron por el camino fácil en lo que se refiere a la conclusión.

De las actuaciones se puede decir poco debido a que Shane Beasley como el asesino nunca habla, todo se basa en su presencia física; mientras que el resto son personajes desechables. La producción es de muy buena factura: como mencione antes la fotografía juega un papel fundamental, la ambientación setentera es pasable y el score me pareció muy bueno; aunque definitivamente lo que más llama la atención son los efectos prácticos al ser tan gráficos y realistas; así como el trabajo de maquillaje.

Opinión final: Headless es un gorefest puro y duro. Para los amantes de esto será un goce total, pero para el resto probablemente solo quede en un espectáculo visual bien hecho.

Ojometro:
***

jueves, 16 de abril de 2015

Crítica: Spring (2015)


Película escrita por Justin Benson, quien además es co-director junto a Aaron Moorhead. Se estrenó el pasado 20 de marzo de manera limitada en cines y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos; mientras que su salida en formato físico recién fue anunciada para el mes de junio, aunque no se sabe si llegará a más mercados.

Sinopsis:

Tras la muerte de su madre, la vida Evan (Lou Taylor Pucci) se cae a pedazos y decide escapar hacia Italia después de un incidente. Ahí conoce a Louise (Nadia Hilker), una hermosa joven de la cual se enamora perdidamente y con la que quiere iniciar una relación; sin embargo, ella no parece estar convencida de eso… en gran parte por un oscuro secreto que lucha por ocultar.



Comentarios generales:

No suelo dejarme llevar por los comentarios de aquellos que tienen la fortuna de ver las películas en festivales debido a que la mayoría de las veces los encuentro exagerados, especialmente si se trata de trabajos poco comunes. Siempre trato de mantener mis expectativas en estándares realistas, pero con Spring de algún modo esto no me fue posible y esperaba algo realmente grande; cosa que no se da, aunque el resultado está lejos de ser malo.

Lo que nos traen los directores es una historia que se cocina a fuego lento, donde en los primeros 20/25 minutos realmente no pasa mucho y eso sirve perfectamente para establecer de manera rápida que el ritmo aquí no será caótico o convencional; dándole preferencia al desarrollo de los personajes, así como a la exhibición de los espectaculares paisajes italianos que terminan por atraparte de manera plena. Todo esto con el principal propósito de que el secreto de Louise tenga mucho mayor impacto cuando sea revelado, no porque sea algo realmente sorpresivo, sino porque uno no sabe qué demonios es y las pistas soltadas en un inicio son muy pocas como para poder descifrarlo de manera plena; lo cual es básicamente lo que le da vida a todo el segundo acto.

Y es que aquí la intención de Benson/Moorhead nunca es revelar el secreto en su totalidad, sino dejar que uno saque sus propias conclusiones en base a lo que ve y a lo que conoce de otros trabajos; haciéndote pasar por la cabeza varias preguntas como: ¿Es un vampiro? ¿Un hombre lobo? ¿Un alíen?,  o más importante aún…  ¿Esto tendrá sentido?

Lo interesante es que probablemente en todas estés mal (¿O no?) dado a que de pronto la historia toma ciertos tintes lovecraftianos que nunca ves venir, generando así un conflicto muchísimo más potente que poco a poco va poniendo las piezas en su lugar sin caer de manera sorprendente en escenarios sangrientos o que utilicen fórmulas ya vistas; dejándote frente a una situación que en su punto central no es algo nuevo, pero que al añadirle toda la cuestión ancestral se le da un toque de frescura importante.

El final lo encontré agradable. Finalmente te revelan de manera concreta lo que existe detrás de Lousie y aunque por momentos se siente un poco acelerado todo lo que ocurre, es un buen pago por toda la espera previa.

La química mostrada entre Taylor y Hilker es estupenda, lo cual ayuda a que sus actuaciones se sientan muy naturales para engancharte por completo con su relación; realmente nunca te resultan en exceso melosos, ayudando así a que toda la parte romántica no te asfixie. La producción es muy sólida: el trabajo de fotografía es espectacular, realmente uno se podría pasar toda la película viendo el paisaje sin aburrirse en lo más mínimo; el score es sutil, el despliegue de efectos no es la gran cosa pero cumplen (solo hay una escena digamos “grande”) y lo mismo ocurre con el trabajo de maquillaje.

Opinión final: Spring es una buena película. Definitivamente no es apta para todos los fans del género, pero si buscan algo diferente esta es una opción recomendable.

Ojometro:
****   

martes, 14 de abril de 2015

Crítica: Dead Rising: Watchtower (2015)


Película basada en el popular videojuego dirigida por Zach Lipovsky (Leprechaun: Origins) y cuyo guión fue escrito por Tim Carter. Se estrenó el pasado 27 de marzo dentro de los Estados Unidos de manera exclusiva por medio de la plataforma gratuita de Crackle; sin embargo, una vez que termine dicha exclusividad se tiene planeado lanzarla en DVD, VOD, formato digital y TV.

Sinopsis:

Chase Carter (Jesse Metcalfe) es un reportero en busca de una historia para volverse famoso y la epidemia zombie que azota los Estados Unidos parece la oportunidad perfecta para ello. Lo malo es que algo sale terriblemente mal y ahora se convertirá en uno de los sobrevivientes que pelearán por sus vidas en una ciudad infestada de zombies.



Comentarios generales:

Cuando jugabas Dead Rising lo primero que se te venia a la mente es que podía ser perfectamente adaptable al cine, no solo por las similitudes con una de las películas más grandes de zombies que existen, sino porque el concepto de matar a las criaturas con prácticamente cualquier objeto era tentador. Lo malo es que el historial de franquicias de videojuegos llevadas al cine no es nada bueno y Watchtower solo viene a reafirmar que, más allá de una idea interesante, estas siguen sin poder generar contenidos lo suficientemente sólidos como para volverlas algo más que un entretenimiento pasajero.

Ya que realmente lo que nos trae Lipovsky es una película que se sostiene bajo un concepto muy básico, generando una historia plana en donde los protagonistas se limitan a tener que lidiar de la mejor manera posible a los zombies mientras que en otro lado se desarrolla algo más siniestro sin que se profundice mucho al respecto. Durante los primeros 30/35 minutos básicamente es acción sin muchas repercusiones, con el director tratando de recrear lo más posible la esencia del videojuego (armas pintorescas, muchos zombies, cierto humor) para tener conformes a los fans y creo que hasta cierto punto lo logra, ya que las secuencias están bien hechas; brindándole así un ritmo frenético que ayuda a dejar pasar de largo el nulo esfuerzo por explicar el pasado del grupo de sobrevivientes, al menos con las dos mujeres.

La segunda mitad es un poco más elaborada, nada especial, pero aquí es donde se nota la intención por equilibrar los sucesos en pantalla; integrando mucho mejor lo que ocurre en la ciudad, la base militar y los pésimos segmentos cómicos en el noticiero. En general es la parte con la que sientes que todo esto puede llevar algo más interesante, no solo porque se le agrega la presencia de unos villanos bastante coloridos, sino porque finalmente se le da un propósito al personaje de Carter para que uno simpatice con él. Además es de aplaudir el esfuerzo por tratar de generar una atmósfera un poco más aterradora que contraste con lo mostrado al inicio.

El final tiene acción aceptable y le termina dando sentido al villano cuando parecía que este sería solo un estrafalario adorno más, pero todo el tiempo lo sentí un tanto forzado. Al querer dejar las cosas abiertas para una posible secuela nunca se atreven a mostrar un conflicto con el gobierno que hubiera resultado mucho más atractivo.

Las actuaciones son promedio; nada espectacular, pero nada pésimo tampoco (aunque me sorprendió ver a Virginia Madsen). Sobre la producción puedo decir que es sólida en general: el trabajo de fotografía me agrado especialmente en la segunda mitad, cuenta con una decente ambientación, el sonido cumple, los efectos en su mayoría son de buena calidad y el trabajo de maquillaje, aunque deja algo que desear con algunos zombies, está ok.

Opinión final: Dead Rising es entretenimiento hueco sin mayores pretensiones. Si no esperan gran cosa les agradará, pero si buscan algo elaborado mejor déjenla pasar.

Ojometro:
***

sábado, 11 de abril de 2015

Crítica: Bloom (2015)


Película escrita y dirigida por Travis Legge (Raymond Did It). Se estrenó únicamente de manera digital el pasado 7 de abril y por lo que he visto no parece que vaya a salir en otros formatos, salvo por ediciones limitadas exclusivas de Indiegogo.

Sinopsis:

Lily (Deann Baker) se despierta en un baño de hotel que se encuentra cubierto de sangre y no recuerda absolutamente nada de la noche anterior. Extrañada intenta seguir con su vida, pero mientras lidia con el trauma y trata de descifrar lo que ocurrió, ella empezará a cambiar en algo que no es humano.



Comentarios generales:

Sinceramente este es un trabajo del cual no sabía nada hasta hace unos cuantos días atrás y la primera impresión no fue muy positiva que digamos. No porque me aburran los vampiros o algo similar, pero simplemente al ver el tiempo de duración (65 minutos sin créditos) mis temores de que fuera un cortometraje con mucho relleno salieron a relucir y tristemente se hicieron realidad.

Bloom es en general un corto extendido cuya mayor fortaleza sin duda son sus primeros 10/15 minutos, donde Legge logra generar un aire de duda razonable al establecer un escenario que no te dice mucho y que te hace sentir cierta empatía por una chica que a todas luces fue víctima de algo, pero no sabes al 100% de qué… aunque tienes una idea. Lamentablemente el descifrarlo en su totalidad no tarda mucho tiempo y cuando esperas que las cosas tomen un ritmo mucho más acelerado para hacer de la transformación un asunto vital que aumente las emociones, el director decide tomarse las cosas con demasiada calma para desarrollarla; provocando así una total monotonía en la historia.

Por esto la segunda mitad de la película es aburridísima, no solo porque todo lo ligado a la búsqueda del hombre que la convirtió en vampiro no tiene nada de interesante (de hecho, llega un punto en donde sientes que es intrascendente para los efectos de lo que quieren contar), sino porque además nunca existe algún tipo de conflicto existencial por parte de la protagonista que le brinde un tono diferente a las cosas, obligando así a repetir la misma pieza del score una y otra vez para tratar conseguirlo sin éxito. Todo transcurre lento, se repiten varias situaciones; al grado de que cuando finalmente se pretende producir un poco de acción esta resulta demasiado ligera y las limitantes con el presupuesto solo empeoran las cosas.

El final es anti climático. Básicamente todo lo ocurrido durante más de una hora no te lleva a nada e incluso se siente como algo improvisado, donde simplemente te quedas esperando a que pase cualquier cosa para darle sentido.

En las actuaciones todo recae en Deann Baker y la verdad no lo hace mal; no es que el papel le exigiera demasiado pero lo poco efectivo de su transformación es producto de su capacidad por lucir como un ser sin emociones. La producción es lo que esperarías de una película cuyo presupuesto solo fueron un poco más de $7000 dólares: el score es repetitivo como pocos, el trabajo de sonido en ocasiones no permite escuchar bien ciertos diálogos, los efectos se limitan a un par de cosas exageradamente básicas y el trabajo de maquillaje es casi nulo.

Opinión final: Bloom es intrascendente. Una película que si no la ven poco importará y si la ven seguramente la olvidarán en un par de horas.

Ojometro:
**