domingo, 20 de septiembre de 2015

Crítica: Hellions (2015)


Película escrita por Pascal Trottier y dirigida por Bruce McDonald, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en VOD apenas este pasado 18 de octubre dentro de los Estados Unidos y se tiene programada su llegada limitada a cines e iTunes para el próximo día 25.

Sinopsis:

Es Halloween en el pueblo de Waterford, la capital de la calabaza en el mundo y una adolescente de nombre Dora Vogel (Chloe Rose) se prepara para asistir a una fiesta antes de tomar una decisión que podría cambiar su futuro para siempre. Sin embargo, mientras espera a su novio, tres niños con máscaras tocan a su puerta comportándose de manera muy extraña; provocando así el inicio de una serie de sucesos difíciles de explicar que la obligarán a pelear su vida.



Comentarios generales:

Los trailers suelen ser engañosos y en la mayoría de los casos eso termina siendo algo negativo porque te venden una película completamente distinta, pero en contadas ocasiones este engaño puede resultar benéfico debido a que es la única manera para que el espectador se interese en aquellas que normalmente no consideraría. Lo cual sin duda alguna es el caso de Hellions, un trabajo que es muy diferente a lo que esperaba y cuya rareza difícil de vender a un público más mainstream es lo que en verdad te atrapa.

Esto porque lo que nos ofrece McDonald en un inicio no parece ser nada del otro mundo, centrándose en una adolescente que tiene que lidiar con la noticia de su embarazo y por medio de ello colocarla en una situación de inestabilidad emocional/psicológica que jugará un papel fundamental más adelante, pero que de inicio sirve principalmente para establecer los peligros que le esperan. Ya que todo el primer acto es de una película de invasión hecha y derecha; donde el director muestra una clara inspiración en trabajos como The Strangers o The Children para construir un escenario que juega totalmente en contra de la protagonista ante los “niños”, generando así una atmósfera bastante aterradora.

Aún así, lo verdaderamente interesante llega justo con el segundo acto y el inesperado cambio de dirección que toma la historia al presentarte de la nada un aislamiento muy bizarro que nunca entiendes a que se debe. De pronto el aspecto visual se vuelve parte fundamental de todo esto por medio de una luna de sangre (así como el propio look de los niños) y, aunque el tema de la invasión sigue vigente, está ahora contiene elementos mucho más complejos que unos simples pequeños seres con sed de sangre; sin que esto signifique que no cuente con sus dosis de impacto bien dosificadas. Sin embargo, dicho cambio también provoca que la cuestión del terror quede un poco de lado considerando que ya no es el centro de atención cuando aparecen las rarezas.

La parte final la encontré muy interesante debido a que es aquí donde por fin se nos empieza a vender la idea de que lo que ocurre también puede ser producto de los conflictos internos de Dora ante su embarazo y aunque nunca se nos brinda una respuesta concreta, si existen muchas señales por medio de simbolismos que te hacen suponer que todo esto fue producto de su imaginación.

En las actuaciones realmente todo recae en Rose, quien está bastante bien en su rol de joven indefensa que se tiene que ir adaptando a las situaciones; mientras que el resto cuenta con muy poco tiempo en pantalla como para ofrecer algo destacado. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno en las dos etapas tan diferentes que se manejan (normal/sepia), la dirección de arte tienes sus altibajos, el score resulta extremadamente pegajoso, los efectos están bien cuidados y el trabajo de maquillaje es discreto.

Opinión final: Hellions me gustó, esta divertida. Por momentos no tiene mucho sentido pero es una mezcla de conceptos muy interesante que vale la pena ver.

Ojometro:
****

jueves, 17 de septiembre de 2015

Crítica: Dollface (2015)


Secuela de la película de 1995 “Crinoline Head”, la cual está escrita y dirigida de nueva cuenta por Tommy Faircloth. Se estrenó apenas este 15 de septiembre dentro de los Estados Unidos en DVD, VOD e iTunes; aunque no se sabe si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes universitarios se encuentran investigando para un trabajo escolar a Dorchester Stewart, quien es mejor conocido como el infame asesino Crinoline Head. Para ello deciden visitar el lugar donde se llevaron a cabo unos brutales asesinatos 20 años atrás, sin saber que el sujeto de su investigación sigue vivo y sediento de sangre.



Comentarios generales:

Si nunca en su vida han visto o escuchado sobre “Crinoline Head” no los culpo, ya que se trata de una película muy pequeña de mediados de los noventas que en su momento pasó sin pena ni gloria pero que pudo acumular una legión de fans que la convirtieron en una de culto. Básicamente se trataba de esas que solías encontrar en los botaderos de los lugares menos pensados a precios de ganga, así que cuando supe que Dollface sería su secuela lo único que podía pensar es que era algo totalmente absurdo y después de verla eso quedó confirmado.

Y es que Faircloth nos trae un slasher muy pobre en donde lo único que verdaderamente vale la pena es la extraña introducción, ya que de ahí en fuera todo lo que ocurre es un intento por querer recrear ese aire ochentero (sin ser precisamente un homenaje) por medio de comedia muy barata que lo único que logra es ridiculizar a dicho subgénero como pocas cosas que haya visto en mi vida. No solo la historia es inexistente, sino que además todo el tiempo puedes darte cuenta como se agregaron situaciones de manera random para consumir tiempo y en base a esto ir integrando personajes detestables para que desees verlos morir sin ningún tipo de objeción; al grado de utilizar drag queens que no tienen ningún tipo de relevancia más que aumentar el número de cuerpos.

Ante la falta de contenido obviamente al director no le queda de otra más que recurrir al tema de la violencia y sangre por montones, siendo probablemente en el aspecto en donde mejor se maneja la película debido a que si hay un par de muertes originales y bien hechas. Aunque por otra parte, dicha fórmula no termina por ser efectiva gracias que el tiempo entre estas es muy amplio y no se genera un ritmo agradable; además de que se opta porque varias no se puedan ver en cámara a pesar de que toda la película se desarrolla de día y por ende brindaba la oportunidad de ser mucho más gráfica en ese aspecto.

El final es horrible. No solo carece de una buena pelea entre los sobrevivientes y el asesino, sino que además no aporta absolutamente nada a la única conexión que existe con el primer filme; dejando así las cosas mucho más enredadas para todos aquellos que no lo vieron.

Las actuaciones son espantosas, no tengo mucho más que decir sobre ese rubro. La producción es muy limitada: la fotografía es promedio, el único set relevante no tiene una gran decoración, cuenta con un mal trabajo de sonido y la cuestión de efectos/maquillaje cumple cuando dejan que la violencia se vea claramente en un par de las muertes.

Opinión final: Dollface es el ejemplo perfecto de una secuela innecesaria. Un slasher realmente malo que estará dentro de lo peor del año.

Ojometro:
* 

martes, 15 de septiembre de 2015

Crítica: Containment (2015)


Película escrita por David Lemon y dirigida por Neil Mcenery-West, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó el pasado 1 de agosto dentro de los Estados Unidos vía iTunes y otras plataformas digitales; mientras que en el Reino Unido llegó a cines apenas el 11 de septiembre. Aún no se sabe cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En un aparente día cualquiera, Mark (Lee Ross) se despierta y al momento de querer salir nota que se encuentra totalmente atrapado dentro de su apartamento.  Al inicio él asume que se trata de una broma, pero al ver en las afueras a unas misteriosas figuras con trajes protectores sabe que algo anda mal y junto a sus vecinos pretende encontrar la respuesta; sin saber que el principal peligro puede que ya este entre ellos.



Comentarios generales:

Las películas que tratan sobre virus sin ningún tipo de apocalipsis zombie de por medio siempre son un riesgo debido a que se salen por completo de los estándares conocidos y rápidamente suelen ser desechadas por muchos fans al considerar que no tienen ningún tipo de elemento interesante para ellos. Un sentir que seguramente Containment no cambiará, pero al menos creo que es uno de esos trabajos que tal vez haga a más de uno tomarse el tiempo para checarlo.

Básicamente se trata de una historia muy simple que se magnifica al desarrollarse en un espacio limitado, lo cual es aprovechado por West para generar así una sensación de paranoia muy fuerte entre un peculiar grupo de personajes que con el paso de los minutos sufren para poder mantenerse unidos gracias a sus propios temores y formas de lidiar con un suceso poco común. Todo bajo una duda razonable con respecto a los verdaderos peligros del virus porque nunca se brinda una explicación contundente sobre lo que provoca: ¿Acaso es una enfermedad mortal? ¿Convierte a los infectados en zombies?. En realidad nadie lo sabe; lo cual, combinado con la idea de que el supuesto lugar donde te sientes más seguro (tu casa) ahora es una trampa mortal, logra una combinación de tensión/temor muy agradable.  

Lo malo es que llegado el segundo acto la película cae en un bache del cual ya no puede salir, se empieza a sentir pesada y se torna repetitiva; provocando así que se tenga que recurrir a situaciones poco convincentes para expandir una historia que claramente no podía soportar más tiempo con las limitantes de desarrollarse en un solo departamento. Esto le añade un nivel de violencia mayor y ciertamente incrementa la presencia de sangre; sin embargo, el comportamiento de un par de personajes hace que muchas de estas escenas se sientan muy forzadas. Además el conflicto presentado nunca logra explotar del todo, en gran parte porque el director deja fuera de pantalla sucesos determinantes que sin duda hubieran sido de ayuda para brindarle un poco más de dinamismo a las cosas.

La parte final la sentí carente de fuerza. Si ocurren varias cosas pero ninguna resulta lo suficientemente devastadora como para impactarte dentro de una situación que, en teoría, tendría que provocar tristeza y cierta sensación de desesperanza.

Con respecto a las actuaciones puedo decir que, salvo por un par de casos, la mayoría del elenco cumple de manera acertada. La producción es discreta: el trabajo de fotografía es adecuado, la dirección de arte está ok, tiene un buen score, los efectos son mínimos y el trabajo de maquillaje es apenas discreto considerando el tema que trata.

Opinión final: Containment es un thriller flojo, pero gracias a su corta duración y ciertos elementos para presentar la historia no es un total desperdicio.

Ojometro:
***

viernes, 11 de septiembre de 2015

Crítica: Sinister 2 (2015)


Secuela dirigida por Ciarán Foy (Citadel) cuyo guión fue escrito por la dupla Scott Derrickson / C. Robert Cargill. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos (así como en otros países) el pasado 21 de agosto, mientras que aquí en México llegó apenas el fin de semana. 

Sinopsis:

Meses después de los impactantes sucesos que rodearon a la familia Oswalt, una madre (Shannyn Sossamon) y sus gemelos de 9 años de edad se encuentran ocultos en una casa abandonada marcada por la brutal muerte de sus anteriores dueños. Estando ahí, uno de los pequeños empieza a tener extraños encuentros con espíritus que le hacen ver aterradores vídeos caseros, los cuales una vez más están ligados al espíritu maligno de Bughuul.



Comentarios generales:

Sinister me pareció una gran película que podía sostenerse en el tiempo sin ningún tipo de expansión y aunque por los sucesos ocurridos en esta era muy probable que hubiera una secuela, desde que la anunciaron siempre la sentí innecesaria. En especial cuando se confirmó que Scott Derrickson no estaría tras la cámara gracias a que eso podría cambiar el estilo que le dio tanto éxito a la primera entrega, lo que finalmente ocurrió debido a que Sinister 2 es diferente en muchos sentidos.

Algo que particularmente no encontré como algo negativo debido a que Ciarán Foy le imprime su propio estilo a una secuela que se centra en el ahora ex oficial de policía como principal conexión de los hechos pasados para brindarle así una dinámica distinta al utilizarlo más como un tipo de héroe desconocido al que nada le sale bien y es, hasta cierto punto, vulnerable ante una fuerza que va más allá de su comprensión, pero a la cual no le huye. Un nuevo enfoque que, al combinarlo con la historia de los gemelos, crea una mezcla bastante efectiva que ayuda a expandir lo que hay detrás de Bughuul al no solo centrarse en los aterradores sucesos que involucran la manipulación de los niños, sino además en toda la mitología que lo rodea.

Lamentablemente este aspecto no se ve bien complementado con una sensación de terror importante, ya que a pesar de que el director si logra generar una atmósfera adecuada y muestra un buen sentido del timing, este falla en la cuestión del impacto por medio de los vídeos caseros que es tan importante; en especial porque utiliza mucho CGI en algunos y también porque la mayoría no resultan tan brutales u originales como los de la primera entrega (de hecho, el más violento solo es utilizado como simple complemento de fondo en una escena). Aunque por otra parte, la manera en la que presenta a los espíritus de los niños es uno de los puntos fuertes de la película dado a que no se tratan de almas inocentes en busca de ayuda, sino de presencias en verdad malignas que disfrutan de la muerte y provocan varios momentos escalofriantes.

El final tiene sus pros y sus contras. Por un lado cuenta con un grado de intensidad elevado que ayuda a que este se sienta algo diferente con respecto al resto del filme (además de que involucra una escena muy bien lograda con los espíritus); pero, por el otro, es un tanto decepcionante ver que no involucran de manera más directa a Bughuul debido a que esto provoca un vacío importante en lo que supuestamente era propósito de la secuela.

Las actuaciones son sólidas en general: James Ransone, Shannyn Sossamon y los hermanos Sloan están muy bien en cada uno de sus roles, pero Lucas Jade Zumann como Milo es probablemente la estrella sin reflectores. La producción es de primer nivel: buen trabajo de fotografía, dirección de arte cuidada, sonido impecable, maquillaje correcto y, salvo el CGI utilizado en los vídeos caseros, toda la cuestión de efectos está bien lograda. Sin embargo, nuevamente es el gran score el que se lleva la atención al mantener la línea establecida por Christopher Young que lo convierte en una parte vital para la película.

Opinión final: Sinister 2 es aceptable. Se queda corta con respecto a la primera entrega, pero tiene algunas cosas interesantes que valen la pena checar.

Ojometro:
***