martes, 16 de julio de 2019

Crítica: Child’s Play (2019)


Película dirigida por Lars Klevberg (Polaroid) y escrita por Tyler Burton Smith, la cual representa un reboot para la franquicia. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 21 de junio, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana pasado. Recaudando hasta la fecha $35.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de mudarse a una nueva ciudad, Andy Barclay (Gabriel Bateman) recibe un regalo de su madre: un muñeco Buddi. Este pronto se convierte en su mejor amigo, pero cuando dicho muñeco empieza a tomar decisiones por cuenta propia las cosas empezarán a salirse de control.



Comentarios generales:

* Contiene spoilers

Ver una Child’s Play donde Don Mancini no estuviera involucrado parecía algo imposible; sin embargo, vivimos en una época en la que los grandes estudios quieren sacar nuevas versiones de todo sin importar los vínculos del pasado y MGM no es la excepción. Así que cuando anunciaron esta nueva versión inmediatamente se convirtió en una de las películas más odiadas por los fans, sobre todo por el tremendo lio que se armó con el tema de los derechos y la clara tensión existente con Mancini; condenándola a ser producto que difícilmente logrará ser del agrado de muchos.

Y es que es claro que Klevberg y Smith tenían la encomienda de hacer este reboot lo más distinto posible a la película original, tomando así decisiones complicadas que en un inicio ciertamente no resultan tan atractivas considerando que eliminan por completo el elemento del vudú y hacen que lo relacionado a la maldad de Chucky, si bien tenga un sustento más “lógico”, carezca de viveza.

Lo cual genera como resultado una primera media hora en donde no pasa gran cosa y en la que la dinámica de Andy con el muñeco en ningún punto genera gran interés a pesar de que desde muy temprano se establece que Chucky tiene tendencias violentas. Aspecto que debería de ser suficiente para construir algunos momentos de tensión pero que solo se quedan en burdos intentos cómicos que cansan después de algunos minutos y no ayudan a establecerlo como un personaje de interés.

Realmente hasta aquí todo parece destinado al fracaso, sin embargo, una vez entrado el segundo acto las cosas cambian de manera radical y es a partir de aquí cuando la película logra establecer su propia marca. Más que nada porque la violencia se incrementa de manera considerable, al igual que el ritmo, haciendo así que la personalidad robótica de Chucky no resulte tan pesada y empiece a ser precisamente ese personaje creepy a su modo que proporciona muertes con un nivel de impacto considerable. Las cuales además sirven para el propósito dentro de la historia de perjudicar a Andy, que responde a dichas acciones como el niño que es.

En la parte final es donde se desata la locura y se deja claro el mensaje de que esto no tiene nada que ver con la original al ofrecer un cierre que literalmente es su antítesis. Trasladando esto a un escenario mucho más grande con el que se diseña una situación para ofrecer una masacre muy divertida que hace bastante dinámico el desenlace.

Las actuaciones están bien, Baterman y Aubrey Plaza (Karen) tienen buena química como madre e hijo; mientras que Mark Hamill hace buena labor para el tipo de Chucky más robótico al que le toca dar voz. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Esta nueva versión de Child’s Play difícilmente convencerá a los fans de la original, pero al menos te brinda entretenimiento con mucha sangre.

Ojometro:
***

viernes, 12 de julio de 2019

Stranger Things: Tercera temporada


El pasado 4 de julio Netflix estrenó la tercera temporada de Stranger Things después de que la serie se tomó un año de descanso. Sin duda uno de los productos de entretenimiento más esperados no solo durante el verano, sino de todo el 2019, lo cual la dejaba en una posición de bastante riesgo ante las expectativas altísimas generadas, pero que sin duda superó de manera sobresaliente.

En cuanto a los ratings sabemos que Netflix no los proporciona, pero el propio servicio de streaming anunció que la serie ha sido vista por 40.7 millones de sus cuentas activas y que 18.2 millones ya la terminaron. Siendo esto prácticamente una garantía para tener una cuarta temporada.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Desarrollo de personajes


Es curioso que una serie que inició como un homenaje ochentero que se sustentaba fuertemente en referencias se haya ido convirtiendo en una de las mejores al momento de desarrollar personajes y gran parte del éxito de la tercera temporada radica precisamente en eso.

Ya sea la “madurez” de los niños, la búsqueda de personalidad de Eleven, la caótica relación entre Joyce y Hopper, los conflictos de Will, la dinámica de Steve con Dustin y Robin o la búsqueda de reconocimiento de Nancy, siempre hay algo que muestra una evolución con respecto a lo visto en las dos temporadas previas. Dejando como resultado un conjunto de personajes más completos.


Amistad entre Eleven y Max


Si algo le faltaba a Eleven era precisamente una personalidad más marcada y su amistad con Max fue la vía perfecta para empezar a desarrollarla. Además que el tener a estas dos haciendo cosas de niñas le brindó un toque distinto a una historia que hasta el momento había sido dominada por los niños y ayudó a representar de mejor manera las tonterías que uno hace a esa edad.


Dinámica entre Steve y Dustin 


Por lo ocurrido en la segunda temporada era casi un hecho que estos dos populares personajes iban a tener mucha interacción entre ellos, aunque tenía cierto temor de que Dustin se llevara todos reflectores. Cosa que no ocurrió.  

Y es que cada escena con estos dos involucrados era el medio ideal para integrar el famoso comic relief con resultados sumamente graciosos que servían para dar cierto respiro de la acción que dominó la mayoría de los episodios, pero también para recordar la esencia medio boba que caracteriza a Stranger Things.


Robin


Añadir nuevos personajes en una serie que ya cuenta con varios muy populares no es sencillo, pero creo que nadie puede negar que Robin encajó a la perfección con la dinámica general. Sirviendo como el contrapeso perfecto para Steve y, sobre todo, para integrar un tema mucho más serio que seguramente cobrará relevancia en la siguiente temporada.


La existencia de más portales



Ciertamente fue un detalle que apenas y se tocó de manera superficial, pero la revelación de que existen más portales abre un abanico de posibilidades enorme para la serie. Ya que con esto automáticamente el universo se expande más allá de Hawkins y Rusia, dejando todo puesto para que, tal vez, tengamos más de cuatro temporadas como se tenía planeado en un inicio.


Aumento en el nivel de violencia


Definitivamente el hecho de que el elenco infantil haya crecido les da más libertades a los hermanos Duffer para integrar escenas con más violencia o sangre, lo cual se pudo notar. Obviamente los niveles no son tan extremos, pero finalmente pudimos apreciar situaciones de riesgo en el que ya no se tienen que limitar a la hora de exponer todos los peligros.


Diseño de The Mind Flayer


Con el paso de los años ha sido evidente el incremento en el presupuesto de la serie y eso se ha ido traduciendo en una mejora significativa con los efectos especiales, sobre todo en el diseño de los monstruos. Siendo la forma de The Mind Flayer en esta temporada sin duda la mejor que han creado hasta la fecha, no solo por su aterrador aspecto, sino por el genial tributo a The Blob que representa.


Episodios imperdibles:

(1) Chapter One: Suzie, Do You Copy?
(3) Chapter Three: The Case of the Missing Lifeguard
(4) Chapter Four: The Sauna Test
(5) Chapter Five: The Flayed
(6) Chapter Six: E Pluribus Unum
(7) Chapter Seven: The Bite
(8) Chapter Eight: The Battle of Starcourt


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LO NEGATIVO


Grigori (aka Terminator ruso)


La verdad es que la presencia de esta versión rusa de Terminator fue el único punto negativo que le encontré a la temporada. No tanto porque su presencia me molestara enormemente, sino porque por grandes lapsos se sentía como un elemento muy forzado cuya aportación a la trama era mínima más allá de algunas peleas con Hopper.

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Opinión final: La tercera temporada de Stranger Things es la mejor que han ofrecido hasta la fecha. Un viaje lleno de nostalgia y espectacularidad con el que la serie no solo expandió su propio universo, sino que además dio un paso hacía a la adultez al demostrar que debajo de la impecable envoltura con la que cuenta también hay un producto mucho más completo capaz de combinar el terror y su toque goofy característico con grandes resultados. 

martes, 9 de julio de 2019

Crítica: Mercy Black (2019)


Película escrita y dirigida por Owen Egerton (Blood Fest). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos a finales de marzo y posteriormente llegó a otras plataformas, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Quince años después de haber apuñalado a una compañera de clase para invocar a un fantasma imaginario conocido como Mercy Black, Marina Hess (Daniella Pineda) es liberada del hospital psiquiátrico para irse a vivir con su hermana. Lo malo para ella es que, desde el momento del crimen, el mito de Mercy Black se ha hecho viral y a inspirando incontables leyendas que pronto volverán a atormentarla. 



Comentarios generales:

Si bien no se encuentra directamente inspirada en Slenderman, la premisa de Mercy Black gira alrededor de un trágico evento de 2014 que fue motivado por dicha creepypasta y esto la convertía en una película interesante. No tanto por el morbo de conocer detalles con respecto a dicho evento, sino porque se abría la puerta para crear un personaje mucho más interesante que tal vez pudiera generar una nueva franquicia; sin embargo, al final dudo que eso pase.

Más que nada porque lo que nos regala Egerton es una película que nunca parece tener intenciones de ser más que un simple entretenimiento pasajero lleno de fórmulas por demás conocidas, con las cuales se pretende contar una historia que requería algo más considerando lo oscuro de su premisa. Optando por el camino de la simpleza al momento de construir situaciones que añaden cierto suspenso durante un primer acto en el que las cosas avanzan lento y con el único objetivo de ir estableciendo la presencia omnipotente de Mercy Black en este pequeño pueblo sin los mejores resultados.

Más que nada porque en el afán de querer mantener al fantasma lo más oculto que se pueda se empieza a recurrir en una cantidad exagerada de sustos fáciles que al inicio cuentan con cierto nivel de efectividad, pero que con el pasar de los minutos pierden fuerza e incluso solo hacen que las acciones se tornen repetitivas.

Aunque también hay que decir que a pesar de esto la película logra caminar con la estabilidad suficiente como para que en ningún punto se torne aburrida y en gran parte eso se debe a que entre los flashbacks de lo ocurrido hace 15 años, así como el no saber exactamente lo que hay detrás de los sucesos, logran mantener el misterio suficiente para intrigar al espectador.

Lo cual hace que la parte final sea efectiva a cierto nivel al contar con una revelación bien cuidada que lleva a lo que son los minutos más intensos. Integrando elementos sobrenaturales de manera más marcada y añadiendo sangre para aumentar el impacto de un desenlace que, si bien no es malo, si se siente algo improvisado.  

Las actuaciones son cumplidoras, todos hacen lo necesario para sacar adelante lo que requieren sus personajes y nadie resalta de manera particular. La producción es la adecuada para el pequeño presupuesto con el que contó: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score tiene buenas cosas, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no presentan mucha complejidad y la labor de maquillaje es mínima.  

Opinión final: Mercy Black está ok. Película genérica para ver una tarde en la que no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
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viernes, 5 de julio de 2019

Crítica: Wretch (2019)


Película escrita y dirigida por Brian Cunningham (Monsters Wanted). Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos a finales del mes de enero.

Sinopsis:

En un intento por juntar las piezas de una serie de recuerdos fragmentados durante una noche de drogas en el bosque, tres amigos confrontan la culpa, los celos y a una presencia sobrenatural que amenaza con revelar su verdadera naturaleza.



Comentarios generales:

Una de mis reglas básicas con el cine es que no importa como esté resultando la película, siempre la voy a terminar de ver para poder dar una opinión. Es algo básico y muy simple, pero en ocasiones existen trabajos que vuelven complicado seguir esta regla por distintas razones; aunque creo que nunca antes algo había retado tanto mi paciencia como lo hizo Wretch.

Un desastre sin pies ni cabeza en el que Cunningham nunca es capaz de exponer lo que pretende de una manera clara. Contando una historia a la que resulta muy complicado encontrarle sentido dado a que se le van añadiendo diversos temas y giros con el pasar de los minutos que jamás logran amalgamarse de manera natural y como consecuencia lo que tenemos es una serie de eventos aparentemente oscuros que se desarrollan bajo un ritmo MUY lento mientras se decide confundir al espectador con la manera en la que se presenta todo esto.

Ya que el propio director decide realizar una mezcla de tomas con distintos tipos de cámara que no dejan fluir de adecuadamente los eventos, provocando así que el espectador empiece a tener poca claridad ante situaciones clave y a llenarse de dudas con respecto a ciertos ángulos que no encajan en lo absoluto.

La parte final se puede decir que es la más estable de todas, o al menos la que mejor representa lo que se quería contar. Aunque ya para este punto el daño está hecho y, a pesar de que por ahí se presentan un par de escenas interesantes, el desenlace termina siendo solo otra situación alargada de manera innecesaria que deja una enorme sensación de indiferencia. 

Las actuaciones son muy huecas y sin la intensidad suficiente para que uno pueda siquiera mantener interés por este trió de personajes, cuya falta de emociones creíbles resulta frustrante. La producción tampoco puede presumir mucho: el trabajo de fotografía es muy irregular por las decisiones previamente mencionadas, el score no aporta mucho, el trabajo de sonido deja que desear y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Wretch es horrible. Una de las películas más aburridas que he visto en mi vida, evítenla.

Ojometro:
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