lunes, 18 de febrero de 2013

Crítica: Stitches (2012)


Película irlandesa/inglesa dirigida por Conor McMahon (Dead Meat). Fue exhibida en Cannes y se estrenó a finales del año pasado en el Reino Unido, pero hasta el momento parece que nadie ha querido traerla a este lado del planeta.

Sinopsis:

Richard Grindle (Ross Noble) es un malnacido que se gana la vida trabajando como payaso bajo el nombre de Stitches y un día es contratado para amenizar la fiesta de cumpleaños de Tom (Tommy Knight), quien junto con sus amigos le hacen saber que es pésimo en su trabajo. Esto lleva a que le hagan una broma que termina costándole la vida, pero lo que no saben es que una vez que un payaso inicia su acto, este no se va hasta terminarlo.



Comentarios generales: 

McMahon no se anda con juegos y desde el inicio establece perfectamente que será lo que nos espera: una historia simple, llena de humor y con litros de sangre.

Aún así también se da tiempo para establecer de manera breve un tema que al menos yo no recuerdo que en otro lado se haya hecho y eso logra que las cosas encajen perfectamente, ya que no solo se trata de un simple payaso que regresa de la tumba porque si, sino que tiene detrás un motivo bastante original.

Noble logra una interpretación realmente hilarante como Stitches, tal vez por ahí le faltaron un poco más de asesinatos y alguna que otra línea para el recuerdo, pero la verdad es que se une a la lista de payasos asesinos más memorables del género. Mientras que el resto del elenco está bastante bien bajo los típicos estereotipos adolescentes que todos conocemos.

No es una gran producción, por ahí falla algo en la edición y en general todo es muy básico, pero cuando se trata de las muertes es un espectáculo. El CGI es limitado y casi todo se hace de manera tradicional: muchos órganos, sangre y demás líquidos vuelan por doquier. Los métodos de Stitches para asesinar a sus victimas también son bastante originales.

Opinión final: Stitches me sorprendió de manera muy grata, es una película tremendamente entretenida de principio a fin que tiene todos los elementos para convertirse en una de culto. 

Ojometro:
****