martes, 8 de octubre de 2013

Crítica: Train (2009)


Película escrita y dirigida por Gideon Raff (The Killing Floor), quien después de esta prácticamente se retiró de hacer cine para centrarse en la TV. Se exhibió por primera vez en el Screamfest del 2008, pero nunca obtuvo un estreno comercial en cines dentro de los Estados Unidos y por ello salió directamente en DVD durante el 2009.

Sinopsis:

Alex (Thora Birch) forma parte de un equipo de lucha olímpica juvenil que se encuentra en competencia por Europa. Una noche, ella junto con un grupo de amigos sale de fiesta y pierden su viaje con el resto del equipo, lo cual los lleva a abordar un tren que, para su mala fortuna, no solo se limita a transportar personas.  



Comentarios generales:

Recuerdo que hace algunos años atrás escuche comentarios desastrosos sobre Train y por ello nunca la había visto, pero ahora que lo hice realmente concuerdo con estos.

Inicialmente se tenía planeada para que fuera un remake de Terror Train pero supongo que Raff estaba lleno de inspiración y opto por hacer algo distinto, cosa que sin duda logró, ya que esto es una guía única sobre cómo convertir el torture porn (y el cine de terror en general) en algo totalmente aburrido y sin chiste.

Entiendo que realizar una historia dentro de un tren no es algo sencillo dado a que presenta varias limitantes; de hecho, el concepto en si no es malo, pero a la hora de ejecutar es cuando todo se viene para abajo. Los personajes son totalmente omitibles, nunca existe algún tipo de intención por crear tensión o suspenso, los villanos se presentan totalmente acartonados y bueno… ni siquiera existe algo que impacte o que al menos justifique de manera más sólida las muertes tan gráficas cuando en realidad tenían el material para hacerlo.

Todo es muy vago y eso origina que la película tenga un ritmo realmente lento, provocando que cuando llega el final uno ya está impaciente o, en su defecto, con una total falta de interés que se incrementa mucho más con las situaciones tan absurdas presentadas en los últimos minutos.

Thora Birch se pasa durante una hora y media inexpresiva, no sabes si está contenta, aterrada, triste o furiosa porque la diferencia es nula; de ahí en fuera realmente no hay nadie más que resalte siquiera un poco (aunque podrán ver a Gloria Votsis no tan esquelética). En producción es donde más se salva: la dirección de arte dentro del tren es bastante buena gracias a que cada vagón es completamente distinto y el trabajo de maquillaje está bien hecho en su mayoría, a pesar de que no es precisamente detallado.

Opinión final: Train es el más claro ejemplo sobre cómo hacer una película por puro compromiso. Evítenla o esperen hasta que algún día la encuentren a media noche por la TV y así puedan dormir a gusto.

Ojometro:
*