martes, 29 de octubre de 2013

Crítica: Terror Train (1980)


Película dirigida por Roger Spottiswoode, la cual es el único trabajo dentro del género que realizó. Fue parte de la primera ola de trabajos que popularizó el género slasher a inicios de los ochentas y en taquilla se estima que recaudó aproximadamente unos ocho millones de dólares. Se le puede encontrar en varias versiones en DVD, aunque apenas el año pasado fue lanzada la Collector's Edition en BR que vale bastante la pena.

Sinopsis:

Una fiesta de disfraces a bordo de un tren se convierte en una pesadilla para Alana Maxwell (Jamie Lee Curtis) y varios de sus amigos gracias a que un misterioso asesino a bordo de este no parará hasta lograr su venganza por un suceso ocurrido tres años atrás.



Comentarios generales:

Existen algunos slashers más famosos que otros de inicios de los 80s, pero en su mayoría todos fueron importantes para establecer las bases de este subgénero que dominaría dicha década y probablemente Terror Train sea uno de los ejemplos que toda la vida han transitado entre esa delgada línea de la notoriedad y la intrascendencia.

La verdad resulta bastante llamativo como Spottiswoode pudo crear una película tan efectiva sin tener mucha experiencia dentro del género, mucho más cuando la historia se desarrolla en un lugar que no ofrece mucho margen de maniobra como lo es un tren.

Evidentemente cuenta con todos los pasos que un buen slasher ochentero debe de contar: un evento trágico del pasado, jóvenes estúpidos amantes del alcohol y el sexo en una fiesta, la joven atractiva e inocente, etc. Pero lo que hace tan entretenida a esta película es que a pesar que desde un inicio sabes perfectamente quien será el asesino, realmente nunca estas cien por ciento convencido gracias a que manejan muy bien la identidad de este. Además de que sigue un poco la fórmula que le funcionó a Halloween de menos es más, ya que la aparición del asesino no es tan frecuente y los asesinatos casi nunca se dan en cámara; lo cual le quita un poco de violencia, pero beneficia en todo lo que respecta al suspenso.

Algo que personalmente nunca me ha convencido es todo lo que tiene que ver con la magia, se siente fuera de lugar y metida totalmente con calzador para justificar la presencia de un joven David Copperfield en la historia. Aunque creo que también es algo que le da un toque bizarro que la diferencia del resto.

El final es bastante bueno en términos generales. El hecho de que no existan tantos sobresaltos ayuda a que este sea muy dinámico y con bastante fuerza; aunado a que la forma en la que revelan al asesino, si bien no es algo nuevo, seguramente sorprenderá a varios si nunca la han visto.

Jamie Lee Curtis como siempre esta genial en este tipo de papeles, de hecho, creo que de los cuatro trabajos iniciales que la convirtieron en la primera scream queen es el más físico de todos. En producción es bastante austera: los sets de los vagones no tienen mucho lujo de detalle, el sonido esta correcto y en cuanto al trabajo de maquillaje hay poco que decir, ya que aunque si hay sangre, esta nunca adquiere un papel tan relevante como en algunos otros trabajos similares. Aunque por otra parte, los disfraces utilizados por el asesino son muy buenos.

Opinión final: Terror Train es bastante recomendable. Un buen ejemplo sobre cómo hacer un slasher que casi nunca recibe el valor que se merece.  

Ojometro:
****