martes, 1 de octubre de 2013

Crítica: Paranormal Asylum (2013)


Primer largometraje del director Nimrod Zalmanowitz. La película (también conocida como Paranormal Asylum: The Revenge of Typhoid Mary) salió a la venta en DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de septiembre, al igual que en servicios como Netflix o iTunes. 

Sinopsis:

Dos aspirantes a documentalistas investigan la historia de Typhoid Mary. Esta consiste en el misterio de Mary Mallon, una mujer que fue condenada a vivir en aislamiento dentro de un manicomio en Nueva York después de que se le culpara de esparcir la fiebre tifoidea.



Comentarios generales:

Zalmanowitz llega con un trabajo que está inspirado en una historia verídica, pero que al final de cuentas la tratan como cualquiera de las otras miles de películas existentes sobre manicomios con actividad paranormal. Tal vez lo único distinto sea el hecho de que aquí el equipo no se queda a filmar todo el tiempo dentro de la instalación, sino que simplemente colocan unas cámaras que pueden revisar de manera remota desde una casa, algo que le da una dinámica ligeramente distinta para explotar varias cuestiones, aunque a la vez vuelve totalmente obsoletas algunas tomas en primera persona que le quieren dar un toque de found footage.

La verdad yo la encontré si mucho chiste, nunca te queda muy claro que es lo aterrador detrás de Mary Mallon debido a que todo se limita a pequeños sucesos intrascendentes en la búsqueda de pruebas y en entrevistas huecas con personajes que muestran comportamientos extraños de la nada (así como algunos diálogos hilarantes, tales como: “Esperare bajando las escaleras”, cuando la escena es un sótano!!!).

Inclusive se puede notar claramente que las personas detrás de este proyecto realmente nunca tuvieron la más mínima idea sobre qué rumbo tomar; esto gracias a que pasan de sucesos paranormales a posesiones demoníacas así como así, ocasionando que uno se cuestione el verdadero propósito de todo esto inclusive con el final, del cual te explican más o menos el por qué utilizando un antagónico que bien pudieron haber omitido.

Nathan Spiteri, Aaron Mathias y Laura Gilreath no inspiran mucho con sus actuaciones, aunque esta última al menos logra lucir bastante sexy en ciertos momentos. En producción debo de decir que la película se ve muy opaca, no sé… como si todo el tiempo tuviera como una neblina negra, mientras que lo que tiene que ver con los efectos de los espíritus es bastante triste. El trabajo de maquillaje, si bien es escaso, también es de muy poca calidad; se trata de otro de tantos casos en donde pareciera que ves a alguien maquillado para una fiesta de Halloween.

Opinión final: Un trabajo más de manicomios que pasara sin pena ni gloria.

Ojometro:
**