sábado, 19 de octubre de 2013

Crítica: Nothing Left to Fear (2013)


Primer largometraje de Anthony Leonardi III, el cual obtuvo cierta notoriedad por ser el primer trabajo de Slasher Films, la compañía productora del ex guitarrista de Guns N' Roses: Slash. Se estrenó de manera limitada en cines el pasado 4 de octubre dentro de los Estados Unidos y cuatro días después salió en formato físico.

Sinopsis:

Dan (James Tupper) y Wendy (Anne Heche) se mudan a Stull, Kansas junto con sus tres hijos debido a que este será el nuevo pastor del pueblo. Todo parece normal y la comunidad los recibe con los brazos abiertos; sin embargo, la familia no sabe que todo eso es una simple fachada para los aterradores eventos que están a punto de ocurrirles.  



Comentarios generales:

Esta es una película en donde la fuente inspiración es una leyenda del propio pueblo de Stull y por eso llamó mi atención de inmediato, ya que siempre me intriga el saber cómo presentarán en pantalla este tipo de historias cuyo sustento es bastante vago.

En este caso Leonardi y compañía realmente solo toman algunos elementos para contar otra cosa, lo cual me decepcionó un poco pero al final de cuentas creo que terminan justificándolo gracias a que en lugar de centrarse en un cementerio con actividad paranormal (el punto importante de la leyenda), aquí se van mas por el aspecto de una familia que se mete a un lugar que desde el primer momento te genera una sensación de incomodidad y extrañeza muy peculiar, haciendo que esperes lo peor a pesar de ciertas carencias existentes en la explicación de los sucesos, así como en las motivaciones de los residentes del pueblo. Además el tono siempre es un tanto triste, más allá de la “felicidad” mostrada aquí todo el tiempo te hacen suponer que no hay esperanza, que difícilmente encontraras un final feliz y eso me agradó.

Su GRAN problema sin duda es el ritmo tan lento que tiene. Durante la primera hora la película se pierde en banalidades que bien se pudieron haber evitado o acortado, dándote la sensación de que es eterna y poco a poco te empiezas a cuestionar si en verdad tenia que durar una hora y media cuando bien pudieron contar la historia con unos 20 o 25 minutos menos.

Esto a mi juicio termina afectando el final, que no está mal, pero por momentos se siente complemente falto de tensión y excesivamente predecible.

En actuaciones no hay nadie que destaque realmente, los rostros más conocidos son Heche y Clancy Brown, cuyos roles son muy limitados; mientras que personalmente la actuación de Ethan Peck como Noah me pareció realmente lamentable. En producción es uno de esos trabajos que simplemente están bien hechos, en donde se nota el valor en cada aspecto sin que uno resalte por encima del resto. Sin embargo, es obvio que el score va a llamarle la atención a varios por ser en parte creación de Slash y ciertamente está bien logrado; aunque contrario a lo que uno esperaría, realmente no tiene ningún tipo de conexión con la música que lo hizo famoso.

Opinión final: Nothing Left to Fear es un buen intento que se queda corto. Los últimos 40 minutos valen la pena, pero no sé si muchos tengan la paciencia suficiente para llegar hasta ahí.

Ojometro:
***