lunes, 7 de septiembre de 2015

Crítica: Air (2015)


Primer largometraje del director Christian Cantamessa, quien además es co-escritor del guión junto a Chris Pasetto. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD y formato digital el pasado 14 de agosto dentro de los Estados unidos; mientras que su salida en formato físico está planeada para el próximo 6 de octubre.

Sinopsis:

En un futuro cercano el aire respirable es inexistente y gracias a eso casi toda la humanidad ha desaparecido, salvo aquellos elegidos para restablecer a la sociedad que se encuentran en animación suspendida. Para vigilarlos, dos ingenieros (Norman Reedus y Djimon Hounsou) despiertan cada seis meses para asegurarse de que todo salga bien, pero pronto ellos mismos batallarán para mantenerse cuerdos y con vida.



Comentarios generales:

En estos momentos cualquier proyecto que cuente con la participación de Norman Reedus recibirá un grado de atención que probablemente no tendría bajo otras circunstancias, al final de cuentas el tipo es una mega estrella dentro del género. Aunque por otra parte, esto también puede resultar contraproducente dado a que eleva las expectativas de algo que tal vez es un trabajo mucho más pequeño y no tan ambicioso, lo cual termino siendo el caso de Air.

Esto porque lo que nos trae Cantamessa es una película inclinada hacia el lado del sci-fi donde se pretende contarnos una historia mucho más intima dentro de un escenario apocalíptico a gran escala, saliéndose así de la inercia de los últimos años donde mientras más espectacular sea, mejor.

Para ello recurre solo a dos personajes (más un secundario) y en base a eso pretende ir construyendo una relación un tanto extraña de camaradería/fricción que servirá como detonante para sucesos posteriores; algo que en el papel no luce tan mal, pero que con el paso de los minutos no se desarrolla con la fluidez deseada gracias a que pronto te encuentras con que todo es muy hueco y realmente no te está llevando para ningún lado. Ya que a pesar de que sabemos los motivos por los cuales ambos personajes están ahí, nunca se nos dice más sobre lo que ocurre u ocurrió en el exterior más allá de unos breves reportajes en grabaciones antiguas.

Igualmente cuenta con un ritmo lento, el cual creo que era el ideal para esta clase de historia pero ante el poco contenido se vuelve un problema; además la película carece de momentos de suspenso que ayuden a soportarlo de mejor manera. Un aspecto que resultó frustrante debido a que si hay varios que bien pudieron haber sido utilizados para esto, pero por alguna razón el director decide no apretar el acelerador y mantener el aspecto del terror en un nivel prácticamente inexistente que termina afectando en la búsqueda de esa tensión entre ambos protagonistas tan importante.

El final es algo previsible y carece de fuerza ya que el punto central es olvidado; sin embargo, logra un fenómeno muy interesante: hacerte sentir lo opuesto por los personajes. Ya que el que se supone debe quedar como un demente asesino termina ganándose tu simpatía, mientras que el que debe agradarte acabas detestándolo a pesar de que sus motivos son “entendibles”.

En las actuaciones Hounsou y Reedus están ok, tienen algo de química y cargan con el peso de la película de manera acertada; aunque con este último nunca pude dejar de pensar que se trataba de una versión más light (y sin el gusto por comer cualquier animal salvaje) de Daryl. La producción no está mal: la fotografía es decente, la dirección de arte no es tan espectacular considerando la temática futurista, el trabajo de sonido tiene algunos problemas con ciertos diálogos, el score es de lo mejor (con un guiño al de Friday the 13th muy evidente) y los efectos en su mayoría son simples.

Opinión final: Air no cumplió con las expectativas que tenía. Una película para ver solo cuando no tengan ninguna otra opción.

Ojometro:
**

sábado, 5 de septiembre de 2015

Crítica: The Curse of Downers Grove (2015)


Película basada en la novela Downers Grove de Michael Hornburg que está dirigida por Derick Martini, quien además es co-escritor del guión junto a Bret Easton Ellis. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 21 de agosto y posteriormente, el 1 de septiembre, salió a la venta en DVD y Blu-ray.

Sinopsis:

En Downers Grove, Illinois parece existir una maldición infalible en donde cada año muere un estudiante de preparatoria en los días previos a su graduación. Este año Chrissy (Bella Heathcote) forma parte de la generación de graduados, pero a diferencia del resto de sus compañeros, ella no cree en lo absoluto en la maldición; sin embargo, una serie de eventos traumáticos podría hacerla cambiar de opinión.  



Comentarios generales:

Al escuchar que el escritor de American Psycho estaba involucrado no pude evitar sentir muchísima curiosidad por The Curse of Downers Grove, ya que Bret Easton Ellis es un hit or miss con cada uno de sus trabajos. La temática era interesante y el tráiler la vendía muy bien, aunque al investigar un poco más sobre esta me encontré que fue anunciada desde el 2011 pero tuvo una producción caótica, al grado de que prácticamente todo el casting original que había sido elegido la abandonó. Lo cual ciertamente no eran buenas noticias y la verdad es que después de verla me ha quedado claro el por qué le hicieron el feo.

Y es que lo que nos presentan en esta ocasión Martini y Ellis no tiene mucho sentido, la idea central es tratada de manera muy superficial durante los primeros diez minutos por medio del clásico comportamiento estúpido adolescente para justificar las dudas de la protagonista, pero de manera por demás extraña la dinámica de la historia da un giro total con un intento de violación que automáticamente la convierte más en un thriller. A partir de eso todo el tema de la leyenda pasa a segundo plano, dejando a una serie de flashbacks/sueños en color sepia como su único sustento mientras vemos como el acosador empieza a obsesionarse con Chrissy por motivos que nunca se nos dan a conocer más allá de que consume cocaína y tuvo un… sueño.

Cuenta con un ritmo cansino y aunque si se logra generar una atmósfera interesante, esta no es explotada de manera adecuada ante la poca variedad de situaciones presentadas; en especial porque todo se siente acelerado, sin ninguna intención de querer profundizar con lo que ocurre en pantalla. Es como si en el proceso hubieran chocado diferentes visiones y lo que para uno estaba bien, para otro estaba mal, dejando al trabajo de edición como la única solución factible en la búsqueda de un punto medio. Provocando con esto que básicamente sea una película de terror que no lo parece, ya que cada vez que se quieren crear momentos aterradores o sustos fáciles no se puede debido a la falta de fluidez.

Lo mejor de la película son sus 15 minutos finales. Intempestivamente pasa de ser un thriller a una de invasión de hogar, pero gracias a esto vemos mucha acción, violencia y sangre que por lo menos los hacen entretenidos; además de que presenta una conclusión hasta cierto punto sorpresiva.

Las actuaciones son promedio y más allá de que varios de los actores no parecen adolescentes, no tengo grandes cosas que comentar sobre este aspecto. La producción tampoco es lo mejor que van a encontrar por ahí: el trabajo de fotografía esta dos-dos, el score me pareció genérico, la cuestión del sonido deja mucho que desear en escenas importantes, cuenta con efectos muy básicos y definitivamente algunas de las peleas están muy mal preparadas debido a que por lo menos en un par se ve claramente que hay golpes que no están ni cerca del actor, pero aun así es derribado cual sketch cómico.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: The Curse of Downers Grove es un trabajo mediocre. Salvo por sus últimos 15 minutos realmente no tiene mucho que valga la pena.

Ojometro:
**

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Crítica: Stung (2015)


Co-producción alemana/estadounidense escrita por Adam Aresti y dirigida por Benni Diez, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 3 de julio, aunque aún no se sabe cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Julia (Jessica Cook), quien recién acaba de hacerse cargo del negocio de cátering de su padre, se dirige a su primer evento junto a su socio Paul (Matt O’Leary). Dicho evento es una fiesta organizada por una anciana en su mansión en el campo, donde todo marcha según lo planeado como cada año... hasta que un enjambre de avispas sale a la superficie y empieza a desatar un caos sin igual.



Comentarios generales:

Las películas sobre insectos por lo general son sinónimo de exageración, así ha sido desde los 40s/50s y no parece que eso vaya a cambiar nunca, lo cual se escucha como algo malo pero en realidad creo que termina dándoles cierta identidad que otros sub-géneros no tienen o lo han perdido a través de los años. Por ello con Stung ya sabía que esperar y para mi agrado me encontré con ese trabajo tipo serie B lleno de animatronics que imaginaba.

Desde le primera escena en donde vemos a una avispa persiguiendo a una abeja es muy evidente cual será el tono general de la película y ciertamente Diez no se complica la existencia para seguir ese camino debido a que los primeros 15/20 minutos no te dicen mucho; de hecho, lo que predomina es un humor simple para introducir a todos los personajes mientras el espectador es quien asume más o menos lo que está por ocurrir. Algo que podría parecer un problema, pero en realidad no lo es y en gran parte se debe a que una vez que hace acto de presencia el enjambre todo se vuelve un caos entretenido que deja poco tiempo para estar pensando sobre la coherencia de lo que está ocurriendo en pantalla; centrándose más en un espectáculo visual lleno de sangre, líquidos viscosos y muertes que no son tan gráficas como me hubiera gustado.

Realmente carece de grandes momentos de terror pero su ritmo frenético y situaciones absurdas complementan ese aspecto; igualmente no tiene gran ciencia en cuanto a la propia historia detrás de la mutación de las avispas, solo tocan por breves instantes ese tema sin que tenga mucha relevancia en los sucesos posteriores. Una decisión que termina afectando parte del segundo acto debido a que lo vuelve sumamente repetitivo, con secuencias casi idénticas que lo único que las diferencia es el numero de humanos que siguen con vida.

El final es acción pura. Básicamente se trata de un escape extendido del nido de avispas que en un punto presenta un suceso bastante bizarro que ponía en riesgo de volver mucho más absurda a la ya de por si frágil premisa, pero afortunadamente el director no se centra demasiado en este y sigue con su línea de darle relevancia solo a los insectos. Incluso se deja abierta la posibilidad de una secuela.

Las actuaciones están ok, realmente no puedo decir que alguien destaque por encima del resto y en gran medida es porque casi todos son utilizados como personajes de relleno; además de que la historia no es tan profunda como para ofrecer grandes cosas con los únicos dos que si importan.

La producción es sólida a pesar de su corto presupuesto: el trabajo de fotografía captura una variedad de colores agradable, la dirección de arte es simple pero efectiva y el maquillaje, si bien no es tan determinante como hubiera esperado, presenta buenas cosas. Sin embargo, lo llamativo de todo esto son los efectos: es una combinación de CGI con animatronics muy bien balanceada (con mucha sangre y sustancias pegajosas de por medio) que le agradará a los amantes de lo retro.

Opinión final: Stung es entretenimiento ligero sin muchas pretensiones. Buena opción para pasar el rato.

Ojometro:
***

lunes, 31 de agosto de 2015

Crítica: What We Do in the Shadows (2015)


Película escrita y dirigida por la dupla Jemaine Clement / Taika Waititi, quienes además actúan en la misma. Se estrenó en cines dentro de Nueva Zelanda a mediados del año pasado e hizo lo propio en los Estados Unidos (febrero) y México (julio) durante este 2015. También ya está disponible en DVD, Blu-ray o formato digital.

Sinopsis:

Viago, Deacon, Vladislav y Patyr son cuatro roomates que solo tratan de acostumbrarse a la sociedad moderna, aunque existe un pequeño problema: todos son vampiros inmortales. Hasta ahora se habían mantenido en las sombras, pero por medio de un documental pretenden mostrar como su vida puede seguir siendo la misma a pesar de tener que pagar renta o no poder entrar a ningún club nocturno sin invitación.



Comentarios generales:

Creo que los vampiros no pueden ser más ridiculizados de lo que ya están, sin duda lo que han hecho con estos en los últimos años ha dañado su reputación con muchísimos fans de manera importante. Por eso cuando supe por primera vez de What We Do in the Shadows no me entusiasme demasiado, al final de cuentas parecía ser una comedia más cuyo único objetivo era presentar humor fácil; sin embargo, después de estarme riendo durante casi 90 minutos me ha quedado claro que esta es una de las películas más divertidas que he visto últimamente.

Esto porque Clement y Waititi nos traen una historia con la cual no solo piensan mofarse de los chupasangre, sino también homenajearlos por medio de situaciones cómicas en las cuales nunca los hemos visto y cuyo grado de originalidad es sorprendente en una época donde todo parece estar reciclado. Desde la propia introducción de los personajes centrales se pueden notar las constantes referencias a otros trabajos u situaciones históricas ligadas a los vampiros, generando así una mezcla de personalidades única que sirve como el detonante perfecto para desatar extrañas fricciones que poco a poco se encargarán de irle dando forma a algo que en el papel no tiene mucha sustancia.

El ritmo nunca baja, siempre es fluido a pesar de que esto se maneja como un “documental”; tampoco cuenta con grandes sustos y los momentos que pretenden acercarse más al lado del terror terminan resultando muy cómicos ante las excentricidades de los vampiros. Realmente es hasta la aparición de un quinto personaje cuando la dinámica cambia debido a que esto trae consigo nuevas experiencias para todos los protagonistas que involucran a la modernidad y de paso un conflicto que lleva a una de las peleas más peculiares que haya visto en mi vida.

La parte final es muy entretenida. Todo el tema que rodea al baile de mascaras es hilarante (ojo con una referencia a Blade genial) por lo extremadamente cuidado que esta cada detalle y, sobre todo, porque presenta una situación con los humanos involucrados que no esperas se vaya a dar de esa manera; además es gracias a esto que el tono cómico se ve reemplazado por algunos instantes para mostrarte el lado más cruel de ser un vampiro y así construir un desenlace bastante satisfactorio para todos.

Las actuaciones son estupendas, desde los protagonistas hasta los secundarios están muy bien; aunque a mi parecer quien se lleva las palmas es Waititi con su personaje de Viago: él es quien de alguna manera sirve como enlace y muchas de las situaciones más graciosas ocurren en sus escenas. La producción es discreta en general, pero efectiva: el trabajo de fotografía está ok, la casa cuenta con una dirección de arte muy buena, el score me agradó bastante, los efectos son simples y el trabajo de maquillaje, si bien un tanto caricaturesco, es sólido.

Opinión final: What We Do in the Shadows es original, pero sobre todo muy divertida. Sin duda una de las mejores comedias de terror de los últimos años.

Ojometro:
*****