martes, 10 de noviembre de 2015

Crítica: Pay the Ghost (2015)


Adaptación del cuento del mismo nombre escrito por Tim Lebbon, la cual está dirigida Uli Edel y cuyo guión fue escrito por Dan Kay. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de septiembre, aunque no hay información sobre cuando podría salir en formato físico.

Sinopsis:

Un año después de que su hijo desapareciera en la noche de Halloween, Mike Lawford (Nicolas Cage) empieza a tener extrañas visiones que no puede explicar. Pensando que se trata de una señal, él junto con su esposa no parará hasta resolver el misterio que los ayudará a encontrar a su hijo; aunque en el camino sacará a luz una leyenda que se niega a quedar enterrada en el pasado.



Comentarios generales:

Sinceramente nunca había escuchado sobre el cuento, así que todo lo que sabía con respecto a Pay the Ghost se debía exclusivamente al tráiler. Uno que la verdad te la vendía de manera efectiva y sin duda hacía que quisieras verla a pesar de contar con la participación de un actor tan polémico, además de que estaba ambientada en Halloween para darle algunos puntos extra; sin embargo, como suele ocurrir con muchos trabajos, al final solo el tráiler fue lo que valió la pena debido a que estamos ante algo que difícilmente recordarán en un par de meses.

Lo cierto es que la película tiene un inicio sólido gracias a que Edel no se anda con muchos rodeos y establece de manera rápida ciertos conflictos existentes en el matrimonio para no pintarlos como la familia feliz, generando así cierta tensión que logre complementar un poco el tibio suspenso que gira alrededor de las extrañas experiencias del niño. Algo que, aunado al entorno neoyorkino (poco común en películas que se desarrollan durante Halloween), le brinda un escenario ideal para manejar una desaparición lo suficientemente creíble que te haga sentir compasión por el matrimonio y así añadir dinamismo a una historia que realmente durante los primeros 20/25 minutos carece de grandes emociones.

Lamentablemente esto es todo lo emocionante con lo que cuenta, ya que una vez que se da el salto de tiempo la película cae en una pasividad desesperante al no presentar grandes avances sobre la desaparición del niño; incluso se siente como lentamente va perdiendo el rumbo cuando le añaden una historia alterna con un detective que con el paso de los minutos te das cuenta que no aporta absolutamente nada. Dejando todo en manos de los padres, quienes se ven involucrados en situaciones anormales sin suficiente fuerza y que la verdad no logran que el espectador se interese con el tema de la leyenda; la cual se sabe que trata sobre algún tipo de bruja pero que gran parte del tiempo está representada por unos buitres muy falsos, que carece de folklore convincente y cuyas mayores revelaciones se dan en un lapso no mayor a tres minutos por medio de una líder de culto que supuestamente “no sabe nada”.

La parte final es tal vez lo que más logra reflejar un verdadero terror en todo esto. No porque te vaya a tener al borde del asiento o te brinde un desenlace nunca antes visto (en realidad es en extremo predecible), sino porque visualmente es donde se trabaja mejor con todo el concepto de la leyenda a pesar del excesivo uso de CGI; aunque desgraciadamente optan por un final feliz.

De las actuaciones lo único que me sorprendió fue ver a Nicolas Cage en un rol mucho más pasivo al que nos tiene acostumbrados, algo ciertamente extraño si consideramos que a la película le urgía alguien con mayor intensidad. La producción se nota que tuvo un presupuesto relativamente alto, pero casi no se refleja en pantalla: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte es muy discreta, y el score no tiene nada de destacado; realmente gran parte de los recursos fueron destinados a los efectos y pues estos tampoco son la gran cosa, abusan de un CGI que por varios momentos luce ya viejo.

Opinión final: Pay the Ghost es decepcionante. Una película muy hueca y poco emocionante, cuya historia tenía potencial para algo más.

Ojometro:
**

domingo, 8 de noviembre de 2015

Crítica: I Spit on Your Grave 3: Vengeance is Mine (2015)


Tercera entrega de la franquicia desde que esta fue revivida en 2010, la cual está dirigida por R.D. Braunstein y escrita por el debutante Daniel Gilboy. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de octubre, mientras que su salida en formato físico se dio el día 20 del mismo mes. 

Sinopsis:

A Jennifer Hills (Sarah Butler) aún la atormenta la brutal violación que sufrió años atrás, por lo cual se cambio de identidad y de ciudad; además de que se unió de manera reacia a un grupo de apoyo para iniciar una nueva vida. Sin embargo, cuando el asesino de una amiga queda libre y varias historias sobre violadores empiezan a surgir, esta los empezará a cazarlos para hacerlos pagar de la manera más cruel posible.



Comentarios generales:

Creo que cuando salió el remake hace cinco años atrás nadie se esperaba que fuera el inicio de una serie de nuevas películas que pretendieran establecer a la franquicia como una importante, especialmente porque la premisa en si no se presta para expandir demasiado este universo. Eso se pudo sentir con la segunda parte y con Vengeance is Mine no será diferente; aunque en esta ocasión se toma un rumbo ligeramente diferente que, si bien le añade algo nuevo, hace que parezcan desesperados por encontrar una idea fresca para poder seguir exprimiendo el nombre.

Y es que Gilboy basa absolutamente todo en la primera entrega para contar su historia, ignorando por completo la segunda parte y con ello evadiendo cualquier tipo de conexión que la justifique; una decisión entendible considerando que para muchos esta pasó desapercibida, pero que a la vez te hace sentir que no existe un rumbo fijo. Lo cual se puede notar bastante en un primer acto donde Braunstein nos ofrece mucho dialogo, dándole prioridad a la forma en que Jennifer lidia con su situación y la paranoia que esto le provoca por medio del mensaje de que todos los hombres son basura; algo que en un inicio funciona pero que con el pasar de los minutos se torna aburrido, dejando solo unos cuantos momentos de dinamismo que involucran a un personaje un tanto exagerado que seguramente provocará opiniones encontradas.

Para el segundo acto es cuando el tono sube de manera considerable al mostrar una serie de muertes bastante gráficas como parte de la venganza que seguramente dejarán satisfechos a los amantes de lo extremo gracias a que por lo menos un par de estas resultan en verdad dolorosas de ver; sin embargo, esto no es suficiente para rescatar una historia que pretende ser más sobre un “anti-héroe” que se va deteriorando física y mentalmente con el paso de los días. Sobre todo porque convierten en una loca sin escrúpulos a un personaje de carácter inicialmente fuerte y con ello sus motivaciones ya no quedan del todo claras (¿Lo hace por vengar a las víctimas o para satisfacer sus propios deseos de sangre?), eliminando de paso mucha tensión o suspenso al añadirle un retorcido toque cómico.

El final presenta un giro que no cambia gran cosa y resulta imposible no pensar que estuvo planeado con el simple propósito de cerrar el capítulo de Jennifer para así tomar otro camino en el potencial caso de una cuarta entrega.

De las actuaciones sin duda el tener de vuelta a Sarah Butler ayuda a imprimirle fuerza a todo lo que tiene que ver con el tema de la venganza, mientras que Jennifer Landon (Marla) le agrega chispa a la parte más depresiva de la película. La producción se nota de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es discreto, el score pasa sin pena ni gloria, tiene buen sonido y la combinación de efectos/maquillaje logra buenos resultados cuando se disponen a generar impacto.

Opinión final: I Spit on Your Grave 3 me decepcionó bastante. Una mala entrega que se siente innecesaria y, sobre todo, muy alejada del concepto original.  

Ojometro:
**

jueves, 5 de noviembre de 2015

Crítica: Crimson Peak (2015)


Película dirigida por Guillermo Del Toro, quien demás comparte créditos como co-escritor del guión junto con Matthew Robbins. Tuvo su estreno dentro de los Estados Unidos (así como en muchos otros países) el pasado 16 de octubre, mientras que en México llego apenas durante el fin de semana pasado. Hasta la fecha ha recaudado $62.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sufrir una tragedia familiar, Edith Cushing (Mia Wasikowska) contrae matrimonio con un misterioso extranjero y se muda a Inglaterra con él para dejar atrás los fantasmas de su pasado. Sin embargo, lo que no sabe es que la casa a donde llegará respira, sangra y… recuerda.



Comentarios generales:

Guillermo Del Toro es uno de los directores con una visión y estilo muy distintivos a los que difícilmente puedes ignorar cuando se involucra en algún proyecto, sobre todo en estas épocas en donde hace tantas cosas a la vez sin permitirle dirigir de manera tan seguida. Por eso Crimson Peak se encontraba en el tope de mi lista de películas más esperadas en 2015, ya que soy fan de la mayoría de los trabajos en donde ha dirigido y por ello esperaba algo importante de su parte ahora que regresaba a terrenos conocidos; lo cual se da por momentos, pero sin dejarme totalmente satisfecho.

Curiosamente casi al inicio de la película sale a relucir esta línea: “No es una historia de fantasmas, sino una historia con fantasmas”. Un breve dialogo que para muchos pasará desapercibido pero que en realidad es la manera del director para describirnos perfectamente lo que será este homenaje a los viejos filmes de mansiones embrujadas, ya que sin duda el primer acto se centra mucho más en desarrollar un drama en donde todo lo que tenga que ver con fantasmas pasa a segundo término para así poder construir un misterio sólido de manera pausada y sin prisas en torno a una relación amorosa que genera constantes choques; cuyo propósito es prepárate para una escena de impacto brutal que dé pie a algo mucho mayor.

Es llegado el segundo acto cuando esto se siente más como un trabajo de Del Toro, sobre todo porque una vez que las acciones se trasladan a la mansión se convierte en un deleite visual maravilloso gracias a los valores de producción con los que cuenta y porque, ahora sí, la aparición de fantasmas se vuelve algo relevante para añadirle algunas escenas que le devuelven ese toque de terror que por varios minutos perdió. Sin embargo, para nuestra mala suerte el ritmo pausado nunca se va y poco a poco se empieza a caer en una repetitividad que ni siquiera lo visual logra ocultar; provocando así una sensación de que no ocurre demasiado dentro de una historia que no es precisamente compleja a la hora de resolver los misterios presentados.

La parte final realmente me gustó porque es sangrienta, pero sin llegar a ser un gorefest que desentone por completo con el estilo manejado. Además es donde los tres actores principales brillan gracias a que los dejan mostrar más emociones e imprimirle mayor fuerza a sus acciones, obteniendo así un grado intensidad ideal para el conflicto decisivo.

En cuanto a las actuaciones debo de decir que Wasikowska y Hiddleston ofrecen un trabajo sólido, pero es Jessica Chastain quien se come la pantalla gracias a su interpretación tétrica (mención especial para Jim Beaver). La producción es de un nivel superior a lo acostumbrado dentro del género: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte es espectacular (todo lo referente a la mansión es de diez), cuenta con un buen score, los efectos son una combinación bien balanceada de CGI/Prácticos y el trabajo de maquillaje logra un gran impacto en momentos puntuales.

Opinión final: Difícilmente diría que Crimson Peak es una mala película, pero sin duda le hace falta fuerza como para poder considerarla algo espectacular.

Ojometro:
**** 

martes, 3 de noviembre de 2015

Crítica: Old 37 (2015)


Película dirigida por Christian Winters bajo el nombre de Alan Smithee, cuyo guión fue escrito por la dupla Joe Landes/Paul Travers. Se estrenó en VOD el pasado 29 de septiembre dentro de los Estados Unidos y posteriormente (6 de octubre) salió en DVD.

Sinopsis:

Haciéndose pasar como paramédicos, dos psicópatas interceptan llamadas al 911 por medio de una ambulancia en espera de poder recoger indefensas victimas adolescentes. Sin embargo, cuando una tímida chica se convierte en su próximo objetivo, esta representará todo un reto para ellos en su lucha por sobrevivir.



Comentarios generales:

Hay ocasiones en las que existen buenas ideas sobre cómo presentar una historia que por diversas cuestiones (presupuesto o diferencias creativas principalmente) terminan solo en eso y obligan a los involucrados a arreglárselas como puedan. Este sin duda fue el caso con Old 37 debido a que la manera en la que está pensada es algo atípico dentro de los slashers, lo cual hace que resalte, pero con resultados realmente pobres que evidencian por qué el propio director optó por utilizar un nombre falso en este proyecto.

Y es que Winters rápidamente nos presenta un background y el modus operandi de los asesinos para hacerte suponer que veras un slasher en toda la regla, donde no pasarán muchos minutos antes de que se desate la masacre, pero para sorpresa de uno eso termina siendo lo único relacionado a un baño de sangre durante un buen rato gracias a que las cosas se empiezan a centrar en las desgracias de uno de los grupos de jóvenes más desesperantes que me haya tocado ver. Esto con el propósito evidente de generar simpatía por el personaje de Amy, así como desprecio por el resto, algo que no estaría mal si no fuera por el hecho de que todos son presentados como unos auténticos retrasados; incluso Amy (la final girl), cuyo máximo deseo es… hacerse una cirugía plástica para aumentarse los senos.

Ante esto la película pierde por completo cualquier grado de terror y el ritmo resulta poco agradable, limitando la historia de los asesinos a algunos flashbacks sobre su vida con el propósito de que sean ellos los conectores de todos los sucesos. Una idea que le brinda un toque único considerando que le da justificación a sus acciones para que no terminen siendo simples máquinas de matar sin emociones, pero cuyos resultados nunca logran convencerte gracias a que estos son poco utilizados en pantalla y cuando finalmente les dan minutos es para construir algunas de las escenas más desangeladas sobre asesinatos que recuerde; quitándole así todo el impacto que pudiera llegar a tener.

El acto final es lo más rescatable. A pesar de que resulta un tanto absurda la conexión definitiva entre los asesinos y la protagonista, esta cierra el círculo de manera decente; además de que presenta su dosis de sangre para satisfacer a los fans del subgénero.

En las actuaciones realmente lo único que vale la pena es ver juntos en pantalla a Kane Hodder y Bill Moseley como los hermanos psicópatas porque el resto del elenco está lamentable en prácticamente todo. La producción es aceptable al menos: el trabajo de fotografía está ok, el score funciona y tanto la cuestión de efectos como de maquillaje están bien logradas; aunque no arriesgan demasiado en su búsqueda por obtener algo un poco más gráfico.  

Opinión final: Old 37 es simplemente mala. Un slasher fallido que resulta muy complicado poder recomendar.

Ojometro:
**