miércoles, 9 de marzo de 2016

Crítica: Ava's Possessions (2016)


Película escrita y dirigida por Jordan Galland, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos este pasado 4 de marzo, aunque todavía no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Ava  (Louisa Krause) esta en plena recuperación de una posesión demoníaca, aunque al ser incapaz de recordar lo ocurrido durante todo un mes es obligada asistir a un grupo de apoyo para sobrellevar el trauma. Aunado a esto, su vida se vuelve completo caos gracias a lo que hizo mientras estaba poseída y las cosas solo empeoran cuando encuentra una gran mancha de sangre en su departamento que la obligará a investigar eventos que probablemente no querrá recordar.



Comentarios generales:

Si en algo podemos estar de acuerdo es que actualmente casi todas las películas que involucran algún tipo de exorcismo son iguales, muy pocas ofrecen ideas nuevas y por ello se han vuelto un tanto irrelevantes. Sin embargo, de vez en cuando nos podemos encontrar con alguna sorpresa que desafié dicha percepción y sin duda Ava's Possessions es una de esas, ya que estamos ante uno de los trabajos más refrescantes de los últimos diez años sobre dicho tema.

Y es que lo que nos trae Galland es una película que resulta difícil de clasificar, donde claramente existen elementos de comedia y terror, pero ninguno de estos logra acaparar por completo las acciones como para poder establecer algo concreto; generándose así un híbrido con el cual se tocan problemas complicados que guardan un toque de humor un tanto perturbador bajo el propósito de contar una historia que se centre más en lo que ocurre después de la posesión y no durante esta. Una fórmula que evidentemente deja varios elementos clásicos de lado, pero que brinda un enfoque mucho más humano sobre las dificultades que tiene que pasar Ava después de un comportamiento extremo que, con el paso de los minutos, ira descubriendo por medio de su peculiar rehabilitación.

Algo que para muchos podría no resultar atractivo, pero lo cierto es que el no saber lo ocurrido le brinda un aire de misterio muy interesante que, bajo un ritmo ciertamente pausado y un estilo visual muy llamativo, involucra de lleno al espectador con la dinámica “detectivesca” que por grandes lapsos muestra tintes de giallo; la cual además trae consigo pequeñas subtramas que le brindan un poco de variedad a las cosas. Igualmente, es por medio de estas subtramas que el director es capaz de añadir elementos un poco más tradicionales de las películas de exorcismos; aunque sin tener como principal objetivo el crear impacto o una atmósfera tétrica, sino más bien para darle un poco de fondo a todo el tema de los demonios.

Aún así, tampoco es una película perfecta por dos razones. Primero porque carece de verdaderos momentos de terror y, segundo, porque pasados los 45/50 minutos se tambalea al no profundizar demasiado en ciertas cuestiones que ocurrieron durante la etapa de posesión de Ava, lo cual la vuelve algo repetitiva y desesperante ante la falta concreta de respuestas.

La parte final me agradó debido a que redondea de manera inteligente todo lo ocurrido, a pesar de que si sentí que la aceleraron un poco. Aunque el desenlace definitivamente te deja con una buena sensación gracias que, durante toda la película, presentan de manera muy sutil detalles que aquí te revelan algo más perverso.

Las actuaciones son sólidas en general, pero evidentemente Krause es quien se tiene que llevar más crédito al ser la que carga con todo el peso de la historia. La producción es de una nota alta: el trabajo de fotografía es realmente bueno, la dirección de arte es fundamental para la efectividad del estilo visual que maneja, el score es estupendo, casi no cuenta con efectos destacables y el trabajo de maquillaje es muy básico durante un par de posesiones presentadas.

Opinión final: Ava's Possessions me gustó bastante. Es una propuesta diferente que vale la pena checar, aunque definitivamente no es para todos.

Ojometro:
****

lunes, 7 de marzo de 2016

Crítica: Flight 7500 (2014)


Película dirigida por Takashi Shimizu (Ju-On), cuyo guión fue escrito por Craig Rosenberg. Ha contado con diferentes estrenos en cine y formato físico desde el 2014 tanto en Asia como en Europa, pero su llegada a los Estados Unidos se espera apenas para el próximo 12 de abril en VOD.

Sinopsis:

El vuelo 7500 parte desde el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles hacia la ciudad de Tokio en Japón. Al inicio parece un vuelo de rutina, pero mientras el avión realiza su ruta de 10 horas sobre el océano pacifico, los pasajeros empezarán a experimentar extraños sucesos que al parecer tienen que ver con una fuerza sobrenatural ligada a uno de ellos.



Comentarios generales:

Si nunca antes habían escuchado hablar de Flight 7500 no se preocupen, probablemente no sean los únicos debido a que esta es una película que sufrió una cantidad de retrasos impresionante desde que se dio a conocer en 2011. Era uno de esos trabajos que parecían estar destinados a quedarse en la congeladora para siempre y la verdad eso resultaba un tanto frustrante considerando todo el talento que estaba involucrado; sin embargo, una vez vista no solo entenderán los motivos del retraso, sino que además lamentarán el que haya salido al público.

Ya que esta es una película que desde el inicio se siente con una falta de identidad tremenda, donde Shimizu tiene a su disposición un grupo de personajes que en cuanto a personalidad y fondo son atractivos (a pesar de los estereotipos), pero que se ven atrapados en una historia que nunca parece seguir un camino definido al quedarse atascada entre el estilo japonés y el americano. Especialmente durante un primer acto que cuenta con un grado de intensidad muy bajo para poder hacer resaltar el primer evento extraño del vuelo que servirá como detonante de los misterios que están por venir, apostándole todo a la generación de una atmósfera tétrica similar a la que se usa en el cine de terror asiático, pero que en esta ocasión nunca se logra dar ante las limitaciones del escenario en donde se desarrolla la historia.

A esto hay que añadirle que las acciones transcurren de manera muy lenta y con poca variedad, cayendo así en una monotonía desesperante que tratan de romper por medio de sustos fáciles totalmente inefectivos. Sustos que sabes están ahí, pero a los que les falta “algo” a la hora de aplicarlos y eso tiene mucho que ver con la pobre ejecución del director al momento de vender la amenaza a la que se enfrentan los pasajeros; simplemente no hay una construcción detallada de las cosas, algunas pasan porque si y otras están metidas a la fuerza (como es el caso de la muñeca), provocando que el espectador no se involucre de lleno y, por ende, no pueda verse inmerso en una experiencia que lo mantenga en un nivel de tensión aceptable como para que los elementos de impacto logren su cometido.

Para el último acto presentan un giro que muchos podrán descifrar desde antes, ya que la verdad se trata de uno que ha sido muy utilizado en los últimos 15 años. Además, termina dejándote con la sensación de que realmente todo lo que ocurrió durante la segunda mitad de la película no tuvo importancia alguna debido a lo acelerado que resulta.

Las actuaciones son decentes a lo mucho y eso gracias a que la mayoría del elenco se compone de buenos actores que tratan de exprimirle al máximo a unos personajes que no dan para más. La producción es pobre: el trabajo de edición deja mucho que desear, la dirección de arte es correcta, el score no aporta mucho, los efectos especiales parecen de película de TV y toda la cuestión de maquillaje es muy básica.

Opinión final: Flight 7500 es una abominación de esas grandes. Lo mejor que pueden hacer es mantenerse alejados de esta.

Ojometro:
*

viernes, 4 de marzo de 2016

Crítica: Frankenstein (2016)


Película escrita y dirigida por Bernard Rose (Candyman). Se estrenó directamente en DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de febrero, aunque aún no hay información sobre cuándo podría llegar a mercados de habla hispana.

Sinopsis:

Después de haber sido creado artificialmente y dado por muerto por una pareja de excéntricos científicos, Adam (Xavier Samuel) es recibido con nada más que agresiones y violencia por parte del mundo que lo rodea. Ahora, indefenso e incapaz de hablar, este desfigurado “monstruo” tendrá que enfrentarse con la horrible naturaleza humana mientras busca a sus creadores.



Comentarios generales:

Rehacer los clásicos no es sencillo, mucho menos cuando se trata de uno que ha recibido cualquier cantidad de adaptaciones como es el caso de la obra de Mary Shelley. Simplemente con el paso del tiempo el tratar de presentar algo que se sienta fresco se ha vuelto una labor pesada con la que muchas personas creen que no vale la pena invertir su dinero; sin embargo, en ocasiones hay quienes toman ese riesgo y nos traen trabajos únicos sin importar que el resultado final no sea tan espectacular, tal como ocurre con esta Frankenstein.

Una película en donde el veterano Bernard Rose saca a relucir su experiencia para traer una historia que ahora no se cuenta desde la perspectiva del Dr. Frankenstein, sino desde la del monstruo y que se desarrolla en el siglo XXI dentro de la ciudad de Los Angeles; brindándole así algo nuevo al espectador para que rápidamente atrape su atención. Lo cual da pie a un primer acto cuya principal meta es generar empatía por Adam y su personalidad de bebé, pero que poco a poco se va convirtiendo en una aterradora aventura para este nuevo ser que se encuentra llena de escenas clásicas bien adaptadas a la época actual que de manera contundente marcan quienes son el verdadero peligro al mostrar la crueldad de la naturaleza humana. Además, cuenta con ritmo muy fluido y una violencia bien dosificada. 

Lamentablemente dicho ritmo se cae para el segundo acto y la propia historia entra en un bache terrible en el que no solo se tiene que lidiar con un desarrollo muy lento del personaje central, sino que además está llena de acontecimientos que no aportan demasiado. De pronto todo se convierte en un show de ridiculización y no en una búsqueda de venganza, donde ahora el mayor aporte del hombre ciego es conseguir una prostituta y los científicos brillan por su ausencia mientras este “monstruo” se las ingenia de la manera más absurda para encontrarlos sin llamar la atención.

La parte final la encontré bastante floja. Probablemente a nivel emocional sea interesante por los dilemas con los que tiene que lidiar Adam, pero le falta mucha fuerza a la resolución del conflicto para tratarse de una película de género.

En las actuaciones quien se lleva las palmas es Xavier Samuel con su desgarradora interpretación del monstruo, sobre todo gracias a la tremenda habilidad que muestra para reflejar tantas emociones con tan pocas líneas. La producción es de buen nivel: el trabajo de fotografía le brinda cierto colorido a una temática cruel, la dirección de arte cumple, el score está ok, los efectos son escasos y el trabajo de maquillaje en el deterioro progresivo de Adam es estupendo.

Opinión final: Frankenstein es cumplidora. No está a la altura algunas otras adaptaciones pero si es una de las más originales que han salido últimamente.

Ojometro:
***

martes, 1 de marzo de 2016

Crítica: Home (2016)


Película dirigida por Frank Lin (Hysteria), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jeff Lam. Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos este 1 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en otros mercados.

Sinopsis:

Carrie (Kerry Knuppe) es una chica extremadamente religiosa cuya madre se ha declarado lesbiana y se ha casado con otra mujer con la que tiene una hija. Ahora ella se ve forzada a mudarse a una nueva casa con personas que simplemente no puede aceptar; aunque sus problemas alcanzarán un nuevo nivel cuando tenga que cuidar a su hermana mientras ocurren aterradores eventos dentro de su hogar que la obligarán a superar su miedos y creencias.



Comentarios generales:

El número de películas del que uno puede llegar a tener conocimiento es muy amplio, pero aquellas que llaman tu atención desde un inicio son pocas y en el caso de Home ciertamente uno no contaba con muchos elementos como para entusiasmarse hasta que veía el nombre de Heather Langenkamp. Cierto, la premisa resultaba algo interesante por el conflicto religioso; sin embargo, el hecho de ver a la protagonista de “A Nightmare on Elm Street” después de tantos años era por mucho lo más atractivo, a pesar de que prácticamente fuera un timo.

Esto porque Lin y Lam nos traen una historia en la que su personaje es prácticamente irrelevante, limitando su participación a unos cuantos minutos en donde se pretende generar el aspecto polémico de la película por medio del conflicto que vive Carrie gracias a sus creencias. Algo que ciertamente no se me hizo raro considerando que es el punto central, pero este es tratado de manera tan liviana que al final de cuentas importa poco. Realmente nunca se atreven a profundizar sobre el tema y mejor optan por acelerar las cosas para ir convirtiendo poco a poco esta historia en una mucho más convencional sobre casas poseídas cuyo principal sustento son los ruidos extraños.

Lo cual es lo único mínimamente ligado al terror que podrán encontrar durante todo el segundo acto y que para colmo se vuelve cansino después de unos cinco minutos (máximo diez) debido a que la película se queda atascada en una dinámica de sustos fáciles por medio de sonidos al por mayor. Aunado a esto, también está el hecho de que el ritmo utilizado no es el mejor debido a que todo avanza de manera exageradamente lenta y, en varias ocasiones, sin rumbo aparente.

Es como si cada situación estuviera metida con calzador para tratar de añadirle sustancia, forzándolas a desarrollarse de manera express sin que logren conformar una cadena de sucesos lo suficientemente sólidos como para construir algo de tensión que pueda explotar de manera efectiva durante los últimos minutos.

La parte final es la única en donde se logra establecer un verdadero peligro y (mínimos) momentos de terror que habían brillado por su ausencia. Además, el desenlace resultó ser mucho más elaborado de lo que esperaba.

De las actuaciones ciertamente Knuppe no lo hace mal considerando lo poco que le dan para trabajar, mientras que Langenkamp casi no aparece en pantalla y sin duda terminarán odiando a la niñita. La producción es muy limitada: el trabajo de fotografía es aceptable, cuenta con un score cumplidor (con un estilo de show de TV muy marcado), el trabajo de sonido ciertamente es bueno y los efectos especiales lucen como si fueran de finales de los 90s.

Opinión final: Home es una película del montón. Realmente no tiene nada destacable y su punto de venta es totalmente desperdiciado.

Ojometro:
**